INTRODUCCIÓN
El concepto calidad de vida es utilizado frecuentemente, no solo por los especialistas y científicos que trabajan por el bienestar de las personas y el mejoramiento humano, sino por algunos sectores de la población en sentido general e incluso por el ciudadano común.
Al ser abordado calidad de vida por economistas, ambientalistas o ecologistas, líderes políticos, empresarios, médicos, educadores, humanistas y parte de la población, se plantea que es un concepto equívoco porque cada cual lo asume como propio y en ocasiones se confunde o identifica con otros términos tales como bienestar, felicidad y salud, lo destacan Gómez Vela y Sabeh (2001), entre otros.
El presente trabajo aborda algunas definiciones de calidad de vida y la relación que se establece con el mejoramiento profesional y humano, se propone una definición y dimensiones de calidad de vida, teniendo en cuenta los estudios realizados con profesores de Educación Infantil.
DESARROLLO
La sistematización de los estudios realizados sobre calidad de vida han permitido revelarla existencia de diversos enfoques y modelos teóricos, planteándose diferentes definiciones, lo cual constituye una de las insuficiencias teóricas y metodológicas que no ha logrado superarse en su estudio, incluyendo la problemática de los instrumentos de evaluación y su doble naturaleza objetiva y subjetiva.
La revisión documental realizada permitió referir que la calidad de vida comienza a definirse como concepto integrador que comprende todas las áreas de la vida (carácter multidimensional) y hace referencia tanto a condiciones objetivas como a componentes subjetivos.
El bienestar general de las personas viene determinado por el bienestar con las condiciones objetivas de vida (bienestar objetivo o social) y por el grado de bienestar experimentado con los mismos (bienestar subjetivo o personal), este último manifestado o vivenciado en esta relación. La calidad de vida hace referencia a ese bienestar, por lo que contiene una dimensión sociológica y otra psicológica que se debe tener presente al hacer las valoraciones durante su estudio.
La falta de consenso sobre la definición del concepto calidad de vida, dio lugar a diferentes aproximaciones que han seguido su propia evolución histórica. Borthwick-Duffy (1992) la definieron de tres formas:
Como la calidad de las condiciones de vida de una persona.
Como la satisfacción experimentada por la persona con dichas condiciones vitales.
Como la combinación de componentes objetivos y subjetivos, es decir, calidad de vida definida como la calidad de las condiciones de vida de una persona junto a la satisfacción que ésta experimenta.
Felce y Perry (1995) a estas tres definiciones agregan una cuarta:
Como la combinación de las condiciones de vida y la satisfacción personal ponderadas por la escala de valores, aspiraciones y expectativas personales.
La calidad de vida, según estos autores abarca, no solo la calidad de las condiciones de vida de una persona, sino la satisfacción experimentada por la persona con dichas condiciones vitales, la vivencia de la relación con esas condiciones, hay una combinación de las condiciones de vida con la satisfacción personal, donde los valores, las aspiraciones y expectativas personales juegan un rol importante.
En esta definición de calidad de vida se observa que:
Se le da un valor al elemento subjetivo, a la calidad de vida vivenciada y percibida, relacionada más con los valores, con el estado de satisfacción personal y lo que la persona espera de la vida.
La calidad de vida, como proceso integrador, comprende todas las áreas de la vida y por tanto el conjunto de actividades que satisfacen las necesidades personales.
Tiene carácter multidimensional y hace referencia tanto a las condiciones objetivas como a componentes subjetivos.
En relación con el estado psicológico, con las condiciones internas de la persona, la calidad de vida también hace referencia al estado de los conocimientos, hábitos, habilidades, capacidades, motivaciones, a las vivencias afectivas, estados de satisfacción, aspiraciones, valores, convicciones; comprende la calidad de la regulación psíquica de la personalidad y al estado de salud mental como expresión de calidad de vida.
Añorga Morales define el mejoramiento profesional y humano como: “[…] Transformaciones positivas en el desarrollo intelectual, físico y espiritual del hombre, a partir de conocer, interiorizar y concientizar sus problemas cognitivos y afectivos, sus destrezas y aspiraciones con suficiente racionalidad y motivación por la profesión y por la vida, de acuerdo con un contexto social determinado, evidenciándolo en el desempeño con una intención creadora, para contribuir con sus competencias y producción intelectual y o de bienes materiales al comportamiento y funcionamiento de su entorno laboral, profesional, familiar y comunitario, mediante su satisfacción en lo personal, profesional, ecológico, socioeconómico y de sus propias virtudes humanas […]” (Añorga Morales, 2006: 2). Esta definición en su contenido expresa la tendencia positiva de la polaridad afectiva del crecimiento humano, la satisfacción por los logros profesionales, personales y los beneficios que le reporta la persona a su entorno laboral, familiar y comunitario. El mejoramiento se logra a partir de la identificación y solución de los problemas afectivos o cognitivos que presenta, y se manifiesta o evidencia en el desempeño profesional.
Reflexionando sobre la definición se puede destacar además que en ella se cumple el principio psicológico de la unidad de lo afectivo y lo cognitivo, y es en el desempeño una de estas esferas de regulación de la personalidad. La definición comprende también el desarrollo físico; se puede inferir el buen estado de salud física, pero también el buen estado de salud mental a partir de las satisfacciones y según Gotay Sardiñas (2002) de las realizaciones personales que se declaran.
El mejoramiento profesional y humano está contenido en el concepto calidad de vida, ya que al ser tan general y abarcador comprende también las transformaciones positivas que ocurren en el desarrollo intelectual, espiritual y físico de las personas, que se evidencia, particularmente, en el desempeño profesional y en el estado de satisfacción de ese desempeño, entre otros indicadores. En este sentido, el mejoramiento profesional y humano tiene como proceso integrativo, el de calidad de vida. Como manifestación o dimensión de ese mejoramiento profesional y humano está el desempeño profesional, que es la expresión y concreción de su actividad pedagógica (en el caso de los profesores de Educación Infantil con los cuales se realizó el estudio), fuente de satisfacciones y de realizaciones personales. Existe entonces una relación dialéctica entre el mejoramiento profesional y humano de estos profesores y el mejoramiento de su calidad de vida.
Roca Serrano asume la definición de la Educación Avanzada sobre desempeño pedagógico profesional expresando que es “[…] la capacidad de un individuo para el cumplimiento de sus funciones, acciones y papeles propios de la actividad pedagógica para el logro de un mejoramiento profesional, institucional y social, evidenciado en su preparación para la transformación y producción de nuevos conocimientos y valores y la plena satisfacción individual al ejecutar sus tareas con gran atención, cuidado, exactitud y rapidez […]” (Roca Serrano, 2001: 24), definición que se asume como dimensión de calidad de vida.
Es importante el análisis de la calidad de vida desde otra dimensión sociopsicológica, ya que complementa sus fundamentos filosóficos y psicológicos. En el mejoramiento de la calidad de vida de los profesores y en su mejoramiento profesional y humano hay que destacar, de forma relevante, los proyectos de vida.
D’ Angelo Hernández define el proyecto de vida como: “[…] sistema principal de la persona en su dimensionalidad esencial de vida, un modelo ideal-real complejo de la dirección perspectiva de su vida, de lo que espera o quiere ser y hacer, que toma forma concreta en la disposición real y las posibilidades internas y externas de lograrlo; define su relación hacia el mundo y hacia sí mismo, su razón de ser como individuo en un contexto y tipo de sociedad determinada” (D’ Angelo Hernández, 2004: 133).
Además, señala que los proyectos de vida se conforman sobre la base de la determinación de las condiciones materiales y espirituales de vida y expresan el carácter activo de la influencia del individuo en la sociedad, la proyección de sus experiencias y acciones vitales en las distintas esferas de la actividad social. Destaca además que la construcción de los proyectos de vida tiene lugar mediante la doble determinación de las relaciones entre el individuo y la sociedad como manifestación de la esencia social del individuo concreto.
Atendiendo a estas razones es que D’ Angelo expresa que si los proyectos de vida se consideran a partir de las interrelaciones dialécticas entre el individuo y la sociedad, en la determinación del individuo y en su proyección hacia la sociedad; los proyectos de vida pueden investigarse como formaciones psicológicas del individuo en su contexto social y también pueden analizarse como un fenómeno macro social, como una manifestación de las relaciones entre la conciencia social e individual, lo cual constituye dos niveles de expresión de los proyectos de vida. D’ Angelo expresó lo siguiente: “[…] el proyecto de vida, como formación psicológica de la personalidad integradora de sus direcciones vitales principales implica, de una parte, las relaciones de todas las actividades sociales de la persona (trabajo, profesión, familia, tiempo libre, actividad cultural, sociopolítica, relaciones interpersonales de amistad y amorosas, organizacionales; de otra, es la expresión del funcionamiento de diferentes mecanismos y formaciones psicológicas que integran todo el campo de la experiencia personal […] ” (D’ Angelo Hernández, 2004: 45). En este sentido, el autor infiere que el proyecto de vida mantiene un estrecho vínculo con los conceptos calidad de vida y mejoramiento profesional y humano, porque también comprende las principales áreas de la vida, es decir todas las direcciones vitales, la orientación de valores y las acciones fundamentales de la persona. Por otra parte, al igual que la calidad de vida, el proyecto de vida lo determinan las condiciones de vida objetivas y subjetivas, tiene un enfoque psicosocial donde se manifiesta la dialéctica de lo interno y lo externo.
En el concepto calidad de vida, cuando se hace referencia a la calidad de las condiciones de vida, al estado de satisfacción, a la vivencia de la relación con esas condiciones y a las orientaciones valorativas de las personas, se destaca la relación dialéctica con el concepto proyecto de vida, ya que este, como manifestación psicológica comprende la unidad dialéctica de lo interno y lo externo. Como actividad mental, el proyecto de vida, refleja el contenido de la actividad externa en forma de proyecto, es decir, aquellas actividades vitales de la persona.
El concepto calidad de vida, al ser totalizador, abarca todas las áreas de la vida, comprende al proyecto de vida, que por su carácter anticipatorio, organiza y regula las principales actividades y el comportamiento del individuo hacia la satisfacción de sus principales necesidades, el proyecto de vida por tanto comprende la orientación y regulación de la personalidad a partir de sus principales motivaciones Estas valoraciones le permiten al autor considerar el proyecto de vida, particularmente, como otra dimensión subjetivo-valorativa y reguladora de la calidad de vida y en el caso que se analiza de los profesores de Educación Infantil.
Estévez (1994) señala que otro aspecto que en la práctica ha sido y sigue siendo difícil, es la determinación de indicadores de calidad de vida, útil y reproducible. La sistematización de los estudios realizados por esta autora, señalan que generalmente se evalúan cuatro grandes áreas:
El estado de desempeño ocupacional.
El estado psicológico.
El estado de interacción social.
El estado de ser físico.
Las dimensiones de la calidad de vida propuestas por el autor, están relacionadas con estas cuatro áreas planteadas por Estévez. El desempeño ocupacional se relaciona con el desempeño pedagógico profesional de los profesores, así como el estado psicológico y de interacción social, se relacionan con los factores psicosociales que intervienen en su estado de salud mental y en la percepción de su calidad de vida.
El estado psicológico y de interacción social tiene su expresión también en los proyectos de vida, es decir en el alcance de las relaciones sociales que establece el sujeto y de sus orientaciones en forma de proyecto. El estado de ser físico (directamente relacionado con el estado de salud), se relaciona con el factor biológico y con las condiciones de vida, sus implicaciones psicológicas y las vivencias que experimenta el sujeto de su estado de salud.
Gotay Sardiñas (2002) en su tesis de maestría, destaca a Páez, Iraugui, Valdoseda y Fernández (1993) que plantean que entre los factores psicosociales de la salud mental más reseñados se han contemplado: el nivel de estrés, el apoyo social tanto objetivo como subjetivo y las formas de afrontamiento y resolución de problemas. El autor realizó una sistematización de los estudios sobre los factores psicosociales que intervienen en el estado de salud mental y a los factores anteriores agregó el estilo de vida, las condiciones de vida y las condiciones de trabajo. La salud mental como expresión de calidad de vida es otra de sus dimensiones y se puede diagnosticar a partir de los factores psicosociales expresados en indicadores.
En este sentido se construyó una escala de salud mental teniendo en cuenta el enfoque holístico de la salud la cual fue aplicada a una muestra de 235 profesores de Educación Infantil de la provincia La Habana, de los municipios Plaza de la Revolución, Cerro y Centro Habana y se pudo constatar que 24 profesores presentan buena salud mental que representan el 10 %, 178 relativa salud mental que representan el 76 % y 33 poseen poca salud mental para un 14 %, destacando que quienes tenían poca salud mental eran mujeres comprendidas en el rango de edad entre los 41 y 50 años.
Después de este estudio se define la calidad de vida de los profesores de Educación Infantil como: Combinación de las condiciones biológicas y psicosociales de vida y la satisfacción que se manifiesta al ser vivenciada y percibida, que se revela en el desempeño pedagógico profesional, los proyectos de vida y la salud mental de la persona.
CONCLUSIONES
La sistematización teórica, las valoraciones y los resultados obtenidos en investigaciones realizadas por el autor han permitido hacer una aproximación al estudio de la calidad de vida en el contexto educacional y en particular de la salud mental de profesores de Educación Infantil.
Los fundamentos teóricos analizados no se presentan aisladamente como compartimentos estancos, sino que se ínter penetran y se expresan dialécticamente, lo cual permite el conocimiento más profundo de la calidad de vida y del mejoramiento profesional y humano de los profesores de Educación Infantil.
En el estudio de la calidad de vida de los profesores de Educación Infantil deben tenerse en cuenta las dimensiones propuestas: el desempeño pedagógico profesional, proyecto de vida y la salud mental, lo cual constituye la antesala para seguir profundizando en el estudio de la calidad de vida de los profesionales de la educación.