INTRODUCCIÓN
La postura corporal es el resultado de la compleja interacción del sistema músculo-esquelético y nervioso que permite al cuerpo mantenerse en una posición adecuada y tener un balance ergonómico, con un gasto mínimo de energía según Bricot (2008) y Marchi et al. (2016). Una postura correcta permite disminuir el riesgo de lesiones y mejora el funcionamiento adecuado de todos los órganos (Duclos, et al., 2017) y (Kendall, et al., 2000). Los autores González et al. (2011), Lutterotti (2021) y Valencia y Venegas (2021) hacen referencia al diagnóstico y la revaluación de la postura, centrada en el análisis de los trastornos del equilibrio.
El papel de la postura es sumamente importante dentro de la vida cotidiana y en las actividades deportivas, donde se realizan estudios, mediante la evaluación plantográfica y postural, definida por algunos como un componente del control biomédico (Pérez y Morales, 2014).
Se considera que, en el campo de la medicina deportiva, el análisis de la postura debe ser una herramienta que se utilice más, en la valoración funcional del deportista y sobre todo, en la concepción de los programas de acciones de prevención de lesiones y de captación de talentos, pues una buena postura es un proceso integrado morfofuncional para un movimiento de calidad. En el caso del deporte, puede concluirse que el resto de secuencias realizadas en un determinado gesto deportivo tienen un precio, en cuanto a gasto energético.
El polo acuático (waterpolo) es la competición por equipos de más larga duración en los Juegos Olímpicos modernos, fue introducido por primera vez en París, en 1900 (Schroeder, et al., 2022); este deporte consta de dos equipos de seis jugadores y un portero, que compiten uno contra el otro cruzando una piscina, hasta lanzar el balón a la red del adversario (Croteau, et al., 2021; Spittler y Keeling, 2016 y Stromberg, 2017).
En el caso del polo acuático se realizan gran cantidad de desplazamientos, cambios de dirección, pases y lanzamientos, donde se requieren niveles elevados de fuerza, potencia y velocidad para la ejecución de bloqueos, empujes y agarres (López, et al., 2022). El polo acuático se compone de un conjunto de movimientos, incluida la patada batidora que conforman la plataforma para muchas habilidades y técnicas en este deporte (Girdwood y Webster, 2021).
Autores como Croteau et al. (2021) han demostrado que además de las habilidades técnicas y tácticas, en el polo acuático las características antropométricas también son factores determinantes para el éxito competitivo, a las que se suman, según criterio de los autores del presente artículo, otros aspectos morfofuncionales como la postura.
Del sustento anterior, se deduce que las exigencias técnicas y el perfil morfofuncional del polista se complementan, como factores internos predisponentes a lesiones por sobreuso. En términos generales, se dispone de una cantidad limitada de información sobre los perfiles posturales de los jugadores de polo acuático; sin embargo, en cierta medida se ha recomendado usar los perfiles de los nadadores como guía de referencia (Witwer y Sauers, 2006) cuestión esta, que incurre en insuficiencias, dadas las diferencias biomecánicas y morfológicas entre ambos tipos de deportistas.
Basado en los anteriores preceptos, y como parte de las tareas del Proyecto "Sistema de Evaluación Morfológica Funcional" (Código: PS242LH001-024), se decidió realizar evaluaciones posturales en la población masculina del equipo nacional cubano, por parte de especialistas del Centro de Investigación del Deporte Cubano (CIDC) y el Instituto de Medicina del Deporte (IMD), con el objetivo de analizar el perfil postural en jugadores élite de polo acuático.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se diseñó un estudio descriptivo, prospectivo, transversal. El universo y muestra estuvo constituido por 18 atletas del sexo masculino, de élite. Los métodos científicos seleccionados estuvieron en el nivel teórico, empírico y estadístico-matemático.
Del nivel teórico se incluyeron a) Análisis-Síntesis: basado en los procesos cognitivos de la evaluación postural como método diagnóstico, la postura y sus diferentes posiciones desde la visión de sus autores. b) Histórico-Lógico: permitió la gestión de información para establecer los fundamentos teórico-metodológicos de la evaluación postural. Se consultaron las bases Pubmed, Scopus, Dimensions, OpenAire y se emplearon las herramientas PubReMiner y Zotero. Se utilizó la estrategia de búsqueda: (Posture), (Sport) y (Waterpolo), a partir de las sugerencias de palabras claves de los tesauros de la UNESCO, así como los Descriptores en Ciencias de la Salud (DeSC).
De los métodos empíricos se empleó a) Observación estructura de las alteraciones posturales y b) Medición directa e indirecta: permitieron obtener el peso del individuo a través de la báscula Seca 286 dp (precisión de 50 g y alta capacidad de carga de hasta 300 kg), la talla fue tomada con un tallímetro mecánico para niños y adultos Seca-216 (Rango de medición 3,5-230 cm), para la medición de la longitud del pie se empleó un antropómetro marca Harpenden. Todas las mediciones fueron realizadas por el autor principal quien cuenta con certificación internacional (nivel-1) por la Sociedad Internacional para el Avance de la Cineantropometría (ISAK).
El procesamiento estadístico se realizó con SPSS Statistics V-25 con el análisis de descriptivo de datos.
Se usó la menor cantidad de ropa posible, sin prendas y descalzos. Se procedió a tomar tres fotografías en bipedestación en las vistas frontal anterior, frontal posterior, sagital derecho e izquierdo respectivamente, según las recomendaciones del software PAS/SAPO Ferreira et al. (2010), (Figura 1)
El sujeto se ubicó en un plano perpendicular al eje de la cámara (Panasonic HC WX970), apoyada sobre un trípode con "burbujas de nivel", a una distancia mínima de tres metros y a una altura de aproximadamente la mitad de la altura del sujeto.
Se encuadró la imagen del sujeto con la plomada (que debe aparecer al lado del sujeto) en la cámara y se deja en la imagen aproximadamente, medio metro por encima y por debajo del sujeto.
Se utilizó una alfombra de goma negra sobre la que se apoyó el sujeto libremente para la captura de las fotos.
En el sujeto, se realizaron una serie de marcaciones con cinta adhesiva de colores, acordes al protocolo PAS/SAPO (Figura 1).
Se transfirieron las fotos a la computadora para realizar la evaluación.
Para la ejecución de las pruebas se recibió el consentimiento informado de los sujetos examinados, se basaron en las recomendaciones éticas planteadas para la investigación en seres humanos.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Las desalineaciones articulares y los desequilibrios artromusculares son origen frecuente de aparición de lesiones. Los programas preventivos y de control biomédico deben incluir una valoración postural y artromuscular completa y exhaustiva (Casáis, 2008 y Marquet, et al., 2021). En la presente investigación las adaptaciones posturales en los polistas fueron descritas mediante un análisis estático en bipedestación.
Se analizaron los datos de 18 polistas masculinos, de élite con edades entre 18 y 33 años, con 12 años de tiempo promedio en el deporte. Desde el punto de vista antropométrico, se registró una talla de 1,85±0,6 m, 84,61±9,95 kg de peso y longitud del pie de 27,5 ±1,57 cm) (Tabla 1).
Mínimo | Máximo | Media | Desviación | |
---|---|---|---|---|
Edad (años) | 18 | 33 | 21,4 | 3,5 |
Edad Deportiva (años) | 6 | 19 | 12,00 | 3,91 |
Longitud del pie | 25,0 | 29,5 | 27,5 | 1,57 |
Talla (cm) | 1,740 | 1,95 | 1,85 | 0,06 |
Peso (Kg) | 70,20 | 102,00 | 84,61 | 9,95 |
Fuente: Planilla de recolección de datos. Departamento de Morfología Funcional; CIDC
Las mediciones de los jugadores de polo acuático de nivel internacional mostraron registros entre 190,92±5,95 cm de talla y 91,08±7,69 kg de peso, con 24,08±3,32 años de edad cronológica; valores promedios que superan los encontrados en el presente estudio. Por otra parte, datos publicados por Iturriaga et al. (2009) donde participaron 22 jugadores pertenecientes a la selección española reportan una media de edad de 24,77±5,69 peso 89,24±11,57 Kg y talla de 187,41±6,63 cm; datos que concuerdan con los encontrados en el presente estudio.
Al decir de Zurita y Cabello (2002) para mantener la actitud de bipedestación el individuo debe estar en equilibrio, y para esto se hace necesario que la vertical que pasa por el centro de gravedad caiga dentro de la base de sustentación. El pie es una pieza elemental de la estática, al ser el elemento de apoyo; así, todas sus variaciones influyen en la estática.
Según los datos expuestos en la tabla 2 en el plano frontal el perfil predominante fue de cabeza centrada (13; 72,2 %), con hombro izquierdo más alto (14; 77,8 %), espina iliaca anterosuperior más alta (10; 55,6 %), triángulo torácico derecho más grande que el izquierdo (10; 55,6 %) y ambas rodillas con correcta alineación (10; 55,6 %) (Tabla 2).
Recuento | % | ||
Plano bipupilar | Neutro | 13 | 72,2 |
Izquierdo más alto | 4 | 22,2 | |
Derecho más alto | 1 | 5,6 | |
Plano clavicular | Neutro | 3 | 16,7 |
Izquierdo más alto | 14 | 77,8 | |
Derecho más alto | 1 | 5,6 | |
Plano biiliaco | Neutro | 5 | 27,8 |
Izquierdo más alto | 10 | 55,6 | |
Derecho más alto | 3 | 16,7 | |
Triángulo Torácico | Iguales | - | - |
Derecho mayor que izquierdo | 10 | 55,6 | |
Izquierdo mayor que derecho | 8 | 44,4 | |
Rodilla Derecha | Valgo | 6 | 33,3 |
Neutra | 10 | 55,6 | |
Varo | 2 | 11,1 | |
Rodilla Izquierda | Valgo | 6 | 33,3 |
Neutra | 10 | 55,6 | |
Varo | 2 | 11,1 |
Fuente: Planilla de recolección de datos. Departamento de Morfología Funcional; CIDC.
En concordancia con las observaciones realizadas en la presente serie de casos, los polistas tienden a desarrollar una adaptación al gesto de la natación, con una característica distintiva de su postura cifótica (Cebula, et al., 2009); tienen hombros elevados que sobresalen hacia adelante, al igual que la cabeza que se estira más allá de la alineación de plomada normal (Kreulen, et al., 2022 y Schlueter, et al., 2021) El anterior planteamiento contrasta con el gesto del lanzamiento de la pelota en la red, por parte del oponente con una mano sobre la pelota (el portero puede usar dos), mientras se mantiene a flote.
Los estudios de Hams et al., (2019) a un grupo de 76 polistas de élite, en Australia concluyeron que los casos lesionados mostraron un rango de movimiento total más bajo del hombro dominante, en comparación con los jugadores no lesionados. En los deportes de lanzamiento, entre los que se incluye el polo acuático, la postura escapular alterada está relacionada con el dolor del hombro al decir de (Croteau et al. (2021)y se plantea la hipótesis de que el patrón de natación con la cabeza hacia arriba, típico durante el waterpolo, también puede conducir a síndromes de pinzamiento Miller, et al., 2018).
Al considerar las peculiaridades del movimiento de este deporte, se proponen diferentes requerimientos biomecánicos para cada lado del cuerpo, lo que trae consigo desalineaciones en el perfil postural del polista. Por un lado, el brazo lanzador exige una gran movilidad para garantizar la activación y relajación muscular en las acciones explosivas dinámicas propias del lanzamiento; por otro, el contralateral está sujeto principalmente a la acción de nadar y pasar el balón.
Las mediciones bidimensionales de rotación escapular hacia arriba también han mostrado una confiabilidad de buena a excelente, según Johnson et al. (2001), lo que ha sido implementado para evaluar a los jugadores de polo acuático. Mukhtyar et al. (2014) compararon la posición de abducción escapular, al medir la distancia entre los ángulos escapulares y la columna, después del entrenamiento en polistas sanos (n=16) contra jugadores con síntomas de pinzamiento (n=14). El grupo con pinzamiento del hombro mostró valores significativamente reducidos de abducción escapular y rotación escapular hacia arriba (p˂0,05) a 45° o más de abducción del hombro.
En el plano biiliaco se observó predominio de desalineaciones que en teoría se atribuyen a la gran cantidad de tiempo que pasa el polista al realizar el pateo de la batidora, lo que implica el desarrollo de los síntomas según Girdwood y Webster (2021) y Spittler y Keeling (2016). La patada de batidora involucra revoluciones cíclicas rápidas de los pies, con el movimiento al crear un ciclo de rotación hacia adentro (Sanders, 1999). Esto ocurre como resultado una rotación interna y externa repetitiva de la cadera, en combinación con la flexión y abducción de la cadera (Löllgen y Leyk, 2018). Los jugadores de polo acuático pasan mucho tiempo en entrenamiento y en la realización de la patada de batidora, ya que es un variable crucial del rendimiento, como lo es la altura del salto en un jugador de voleibol.
Entre los factores de riesgo más probables que predisponen a los polistas a frecuentes lesiones osteomusculares se encuentran los déficits de propioceptividad, la inestabilidad vertebral, la asimetría y el control postural incorrecto (López, et al., 2022).
En la tabla 3, en el plano sagital, el perfil predominante fue de cabeza adelantada (18; 100 %), pelvis neutra (14; 77,78 %) y ambas rodillas en recurvatum (10; 55,6 %) e inclinación corporal anterior (18; 100 %) con un rango de angulación de 2-6 grados. En el plano frontal posterior la cabeza se encuentra neutra (14; 77,78 %) con una inclinación corporal izquierda (12; 66,67 %) (Tabla 3).
Recuento | % | ||
Posición de la cabeza | Anterior | 18 | 100,00 |
Neutra | - | - | |
Posterior | - | - | |
Plano Iliaco Derecho | Basculación posterior | - | - |
Pelvis neutra | 14 | 77,78 | |
Basculación anterior | 4 | 22,22 | |
Plano Iliaco Izquierdo | Basculación posterior | - | - |
Pelvis neutra | 14 | 77,78 | |
Basculación anterior | 4 | 22,22 | |
Inclinación corporal | Anterior | 18 | 100,00 |
Neutra | - | - | |
Posterior | - | - | |
Rodilla Izquierda | Recurvatum | 9 | 50,00 |
Neutra | 8 | 44,44 | |
Flexión | 1 | 5,56 | |
Rodilla Derecha | Recurvatum | 7 | 38,89 |
Neutra | 7 | 38,89 | |
Flexión | 4 | 22,22 | |
Plano OM | Neutro | 14 | 77,78 |
Derecha | 2 | 11,11 | |
Izquierda | 1 | 5,56 | |
Inclinación corporal | Neutra | 6 | 33,33 |
Derecha | - | - | |
Izquierda | 12 | 66,67 |
Fuente: Planilla de recolección de datos. Departamento de Morfología Funcional; CIDC.
El estrés medioambiental en los deportes que acontecen en medio acuático, ante las cargas diarias de entrenamiento, generan desequilibrios musculares de la cintura superior, los que rompen la sinergia muscular necesaria para un correcto movimiento escapulo-humeral (Peris, 2017). Estos cambios estructurales que ocasionan los deportes acuáticos alteran la cinemática escapular, reducen el espacio subacromial, la capacidad de flexión (-25 %) y la de generar fuerza (-16 %) de la articulación del hombro (Díaz, et al., 2010 y Mendieta y Yáñez, 2022).
En el deporte, existen investigaciones que refieren cómo la postura influye en una técnica determinada, lo que puede estar relacionado con una disminución del rendimiento deportivo o la aparición de lesiones.
La conceptualización de una buena postura está en íntima relación con fundamentos biomecánicos del deporte. El deportista necesita tener un conocimiento de su cuerpo y un control muy preciso de sus movimientos, para ejecutar correctamente el gesto deportivo. De entrada, parece una contradicción hablar de postura en un concepto más bien estático, en relación al ejercicio físico que implica movimientos repetidos, planificados y estructurados, por lo tanto, dinámicos; la cuestión está en que solo se trata de dos fases de evaluación de un mismo proceso.
Al decir de Almeira (2016) y Peris (2017) la sociedad tiene hábitos de vida cada vez más estresantes y que se asocian al descuido de la higiene postural. Replantear desde la base (categorías inferiores) una mayor atención a los aspectos posturales aumenta la capacidad de asimilar las distintas cargas y por ende, mejora del rendimiento físico.
CONCLUSIONES
La evaluación del perfil de postura en polistas es útil para diagnosticar desalineaciones en los segmentos corporales, al generar una herramienta para el diagnóstico, corrección y control biomédico del entrenamiento deportivo. Un gesto deportivo concreto, o una secuencia de movimientos similares y repetidos conllevan a un aprendizaje automatizado del mismo, sobre la base de una estructura corporal con determinadas características morfofuncionales, que se adaptan a las citadas condiciones.