Introducción
A nivel mundial, aumenta la población adulta mayor.1 En Cuba la problemática es similar2, lo que preocupa a los líderes de salud, porque con el envejecimiento incrementa la comorbilidad, por lo que incide de modo significativo la Diabetes Mellitus (DM) en el adulto mayor.3
La Organización Mundial de la Salud (OMS)4 estima que unos 422 millones de personas padecen DM y causa 20 mil defunciones al día y 8 millones cada año. Además es determinante en la génesis de enfermedades como la cardiopatía isquémica, la insuficiencia cardiaca, la enfermedad cerebrovascular, la insuficiencia renal crónica, la enfermedad vascular periférica y la retinopatía, por lo cual incrementa los costos de la salud pública.5,6
En Cuba, en el 2018 la prevalencia de DM fue de 64,3 por 1 000 habitantes y esta fue la octava causa de muerte con una tasa de mortalidad de 21,1 por 100 000 habitantes.3 Por ello, se estimula la implementación de programas dirigidos a su prevención, control, diagnóstico y tratamiento con el propósito de reducir la letalidad.3
Los autores de este artículo aprecian que a pesar de los profesionales de la salud por el control de la DM, aún no son suficientes la ejecución de acciones educativas para que los pacientes diabéticos adquieran una cultura que les haga competente para lograr y mantener el control de la enfermedad y modificar su historia natural, concepción que en este estudio se asume como autocuidado de la salud diabetológica. Esto hace ineludible perfeccionar la educación de los pacientes diabéticos para que cooperen más con el autocuidado de su salud.
Por lo que se expresó, que el objetivo de este artículo es determinar el nivel de preparación para el autocuidado de la salud diabetológica de pacientes adultos mayores dispensarizados en el consultorio 4 del Policlínico Docente “Marcio Manduley Murillo” y diseñar una vía para solucionar las carencias cognoscitivas que se identifiquen en ellos.
Método
En el municipio Centro Habana, en el 2018, se realizó un estudio descriptivo, prospectivo, transversal y de intervención educativa, que se aprobó por el Comité de Ética del Policlínico Docente “Marcio Manduley Murillo”.
El universo fue el total de pacientes dispensarizados por DM (N=72). Se excluyeron aquellas pacientes con diagnóstico de DM gestacional. A cada paciente seleccionado se les explicó los propósitos del estudio y se les solicitó el consentimiento para su inclusión.
Se estudiaron las siguientes variables: edad, sexo, estado civil, escolaridad, respecto a la DM se precisó el tipo, tiempo de evolución, control metabólico y complicaciones. También se exploró la autovaloración del paciente sobre nivel de preparación para el autocuidado de la salud diabetológica.
Se diseñó, aplicó y validó una intervención educativa dirigida a su preparación para el autocuidado de la salud diabetológica. Las pacientes se encuestaron antes y después de aplicar la intervención educativa para explorar el nivel de información sobre los siguientes núcleos de conocimiento en relación con el autocuidado de la salud diabetológica: dominio de la definición de DM, su impacto como riesgo a la salud, las vías de diagnóstico, las complicaciones y cómo prevenirlas, los síntomas de descontrol de la enfermedad, tratamiento y acciones para el autocuidado de su salud. Los contenidos incluidos se determinaron con base en los requerimientos del programa nacional de DM.
Según el nivel de información los pacientes se agruparon en una de las siguientes categorías:
Paciente adulto mayor diabético con adecuado nivel de preparación respecto al tema diabetes mellitus: se incluyeron aquellos que obtuvieron una calificación igual o superior a 70 puntos.
Paciente adulto mayor diabético con inadecuado nivel de preparación respecto al tema diabetes mellitus: se incluyeron aquellos que obtuvieron una calificación igual o inferior a 69 puntos.
La intervención educativa se realizó en tres etapas, con sus respectivos objetivos y métodos de ejecución: la etapa I se dirigió a la medición del nivel de preparación sobre el tema.
La etapa II consistió en el diseño y ejecución de la intervención educativa, que consistió en un curso que se desarrolló en tres sesiones de 50 minutos de duración, con una periodicidad semanal, donde se tuvo en cuenta los siguientes aspectos:
Fundamentación.
Objetivo.
Contenidos (conocimiento, las habilidades y valores).
Indicaciones metodológicas y de organización del curso.
Sistema de evaluación.
Bibliografía.
La etapa III consistió en la evaluación de los resultados de la aplicación de la intervención educativa, la que se realizó quince días después de su implementación.
Se consideraron dos resultados del nivel de preparación: antes y después de la intervención y se determinaron los cambios porcentuales.
Los resultados se valoran de acuerdo a las siguientes categorías:
Impacto insatisfactorio de la intervención educativa: cuando después de aplicar ésta, se apreció un incremento inferior al 20,0 %, de la proporción de pacientes adultos mayores diabéticos evaluados como adecuadamente preparados.
Impacto parcialmente satisfactorio de la intervención educativa: cuando después de aplicar ésta, se apreció un incremento variable entre el 20,0 y el 49,0 % de la proporción de pacientes adultos mayores diabéticos evaluados como adecuadamente preparados.
Impacto satisfactorio de la intervención educativa: cuando después de aplicar ésta, se apreció un incremento igual o superior al 50,0 % de la proporción de pacientes adultos mayores diabéticos evaluados como adecuadamente preparados.
Los datos compilados fueron introducidos en una base de datos con el programa Microsoft Excel. Para su procesamiento estadístico se empleó el paquete estadístico SPSS, versión 19. Se utilizó la frecuencia absoluta y el porcentaje como medida de resumen. Para determinar el impacto de la intervención se utilizó la prueba de Chi cuadrado, se consideró el valor p < 0,05 como nivel de significancia estadística.
Resultados
En la tabla 1 se caracterizaron a los pacientes de acuerdo con la edad, el sexo, el estado civil y la escolaridad.
En la tabla 2 se identifican a los pacientes según las características de la diabetes mellitus.
En la tabla 3 se muestra que el mayor porcentaje de los pacientes (76,4 %), se autoevaluó como insuficientemente preparado para el autocuidado de la salud diabetológica y a pesar de que el 23,6 % refirió sentirse preparado para esta finalidad, sólo el 15,3 % del total de ellos realizaba autocuidado de su salud.
La tabla 4 refleja los criterios de los pacientes respecto a la diabetes mellitus.
La tabla 5 muestra el nivel de información de los pacientes respecto a la DM, antes y después de aplicar la intervención educativa. Antes de aplicarla, para todos los indicadores explorados los porcentajes de respuestas correctas fueron insuficientes, de modo que el mayor porcentaje expresó un inadecuado nivel de preparación para el autocuidado de su salud diabetológica (83,3 %). Todos los indicadores mejoraron después de aplicar dicha intervención. Los incrementos porcentuales variaron entre el 38,1 y el 73,2 %, lo que indicó que el impacto de la intervención educativa fue muy satisfactorio (p=0,001).
Discusión
Los resultados de este estudio revelan que es insuficiente el tratamiento teórico de la educación de los pacientes adultos mayores diabéticos respecto al tema DM, y que en estos no se perciben comportamientos responsables por carencias cognoscitivas, procedimentales y actitudinales. Estos resultados anotan la necesidad de la elaboración, vías que permitan la preparación de los pacientes adultos mayores diabéticos respecto al tema DM.
Lo anterior hace necesario enfrentar la DM desde una perspectiva epidemiológica-preventiva y social y no sólo desde un paradigma curativo-asistencial, como una vía para satisfacer los objetivos de trabajo del Ministerio de Salud Pública (MINSAP)7 para el 2019, respecto al incremento del estado de salud de la población, que plantea la necesidad de implementar estrategias de promoción y educación para la salud dirigidas a enfrentar las enfermedades no transmisibles y otros daños a la salud.
En correspondencia con ello, el MINSAP declaró el programa nacional para el diagnóstico, tratamiento y control de la DM8, pero su aplicación no siempre ha asegurado la calidad de la atención a estos pacientes y su impacto en lograr su contribución asertiva en la promoción de salud y la prevención de las complicaciones de la enfermedad, lo que ha relacionado con diversos factores, entre ellos, la carencia de sistematicidad en el desarrollo de acciones educativas para mejorar los conocimientos, los comportamientos saludables y actitudes responsables hacia el manejo de la enfermedad desde la Atención Primaria de Salud, aspectos que han sido señalados en diversos estudios.9,10,11,12
Los resultados que se presentan denotan deficiencias en la labor de promoción y prevención por parte del equipo de salud, pues la mayoría de los pacientes expresaron un nivel de información insuficiente sobre la DM, sin embargo, el que se incrementó de modo ostensible posterior a la aplicación de una intervención educativa (p < 0,05).
Estos resultados son similares a los de otros investigadores13,14,15, pues en la búsqueda bibliográfica se encontraron diversos estudios en los que se concluyó que la mayoría de los pacientes diabéticos expresan un insuficiente nivel de información sobre la enfermedad, lo que los limita para ser protagónicos en la salvaguarda de su salud. En este sentido, varios autores16,17,18,19) revelan la viabilidad de la intervención educativa con la finalidad de solventar esta falta de información.
Por otro lado, según la OMS4) las bajas tasas de supervivencia de las pacientes con DM se debe principalmente a la incidencia de complicaciones y al diagnóstico tardío de estas en la mayoría de los casos debido a la falta de información que tienen los pacientes para asumir el autocuidado de su salud. Es por ello, que se estimula el desarrollo de acciones dirigidas a su preparación sobre este tema, entre ellas se pondera la intervención educativa en salud, como una vía para poder transmitir los conocimientos pertinentes a la población deseada, esto la hace parte de las estrategias fundamentales que ayudan a fortalecer los procesos de promoción de la salud que contribuyen con la formación de hábitos de autocuidado.
Al respecto, diferentes autores11-15) señalan que no son suficientes las acciones de promoción y educación por parte del personal de salud, por lo que resulta primordial intensificar la labor educativa del médico y demás personal involucrado en la atención al paciente diabético al ser una enfermedad cuya historia natural puede modificarse con el adecuado control metabólico y la actitud responsable del paciente para la prevención de las complicaciones a corto, mediano y largo plazo, y así disminuir su morbilidad y mortalidad.
Los resultados de este estudio apoyan los de otros investigadores que aclararon la efectividad de las intervenciones educativas para la promoción de salud y la prevención secundaria11-15, sin embargo, son escasos los artículos publicados sobre estrategias o actividades realizadas por los servicios de salud para la aplicación de programas de educación para la salud relacionados con el autocuidado de la salud diabetológica.
Conclusiones
La intervención educativa dirigida a la preparación de pacientes adultos mayores con diabetes mellitus para el autocuidado de la salud diabetológica en el Policlínico Docente “Marcio Manduley Murillo” posibilitó enriquecer su aptitud para esta finalidad. No obstante, se identificaron limitaciones para la generalización de este resultado, debido al tamaño de la muestra, será necesario aplicar la intervención en un mayor número de pacientes y en otras áreas de salud para demostrar su fiabilidad de manera más precisa, también será conveniente realizar una valoración teórica de la viabilidad de la intervención diseñada y medir su impacto en el logro del control metabólico y la prevención de las complicaciones en los pacientes. Lo anterior hace conveniente la continuación de la investigación, considerando otras variables que puedan influenciar en el objeto de investigación.