INTRODUCCIÓN
En el Ecuador, según la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES), todas las instituciones de educación superior (IES) tienen la responsabilidad de realizar programas y cursos de vinculación con la comunidad guiados por el personal académico, con el propósito de establecer un intercambio de conocimientos y generar una relación inclusiva entre los estudiantes y la sociedad por medio de la ejecución de proyectos de vinculación, proyectos que se ejecutan bajo planificación docente y tutores que conforman el Departamento de Vinculación de cada facultad. Esto implica que son sometidos a un arduo proceso de desarrollo, observación y aprobación por las autoridades respectivas de las universidades. De modo que esta área vinculativa es considerada como asignatura dentro del pénsum académico y se ejecuta de acuerdo con lo establecido en los planes analíticos que instauran las diferentes áreas académicas de cada institución.
En la Facultad de Comunicación Social (FACSO) de la Universidad de Guayaquil (UG), los estudiantes de las carreras de Comunicación Social y Comunicación que cursan quinto, sexto y séptimo semestre, de manera presencial y online, tienen el compromiso académico de realizar su vinculación.
Durante los ciclos I 2019-2020 al II 2020-2021, el Departamento de Gestión del Conocimiento y Vinculación de la FACSO ha mantenido la ejecución de dos proyectos integradores planificados por docentes de la facultad, los cuales han sido denominados «Plan de empoderamiento ciudadano del cantón Santa Lucía» y «Renacer del adulto mayor». Sin embargo, estas experiencias arrojaron resultados de una práctica estudiantil apática, que no alcanzó a potenciar las aptitudes académicas/comunicativas que debe incorporar el nuevo profesional de la comunicación. El estilo de cómo se desarrolla el aprendizaje áulico, la integración obligatoria de los estudiantes con las comunidades, la diseminación de actividades infructíferas, la desvaloración de ideas y necesidades de un sistema educativo más integrador y democrático en el área investigativa y social, son aspectos que han influido en su sentido de participación y contribución a su hogar académico.
A pesar de establecer nuevas reformas en el diseño curricular de la asignatura para que el alumnado forme parte de un plan integrador, más «comunicacional» y, según la opinión gestora, con más autonomía de ideas, hasta el periodo 2021-2022, ciclo I, la estructuración de los proyectos de vinculación continúa careciendo de la perspectiva universitaria respecto a su nivel de formación profesional en el área de la comunicación. Entonces, ¿qué nivel de empoderamiento comunicacional adquirieron los estudiantes de ambas carreras durante su desarrollo vinculativo?
Es necesario diagnosticar los factores situacionales que influyen en la desidia de vincularse; deben conceptualizarse los componentes teóricos e informativos sobre la significación del empoderamiento comunicacional en los estudiantes; hay que reconsiderar los procesos metodológicos y las técnicas necesarias para determinar ese nivel de empoderamiento comunicacional obtenido durante su ejecución y, mediante una estrategia, fortalecerla con base en el diálogo, el intercambio de ideas y su participación en la estructuración de proyectos de vinculación con la comunidad. De esta manera se establece una vía de concienciación en las autoridades de la FACSO y de la Universidad de Guayaquil para coadyuvar al desarrollo académico y empoderamiento comunicacional de los futuros comunicadores; incentivar al personal gestor y docente del área de vinculación para identificar a aquellos estudiantes con visión y compromiso, con el fin de motivar la proliferación de sus ideas; establecer los medios efectivos para potenciar su participación y habilidades creativas en el campo investigativo-profesional, extendiendo así sus abanicos de conocimientos de modo que puedan contribuir con su institución en la demostración de sus competencias comunicacionales gracias a su desempeño futuro en el área vinculativa.
METODOLOGÍA
Para el diagnóstico de la investigación se utiliza el enfoque cuantitativo y cualitativo, y se define como una investigación descriptiva con índices exploratorios, con un diseño de campo y no experimental-transeccional bajo el planteamiento metodológico estructuralista, que permite la obtención de datos tomados directamente de la realidad englobada al nivel del empoderamiento comunicacional adquirido por el alumnado durante sus actividades vinculativas. Para la obtención de los resultados cuantitativos se aplicaron encuestas descriptivas en línea debido a la pandemia de la covid-19, con preguntas de opción múltiple, politómicas, cerradas y según el método de la Escala de Likert. Por otro lado, los métodos empleados son el método analítico y síntesis, para realizar un análisis de la situación actual del comportamiento de la comunidad universitaria.
Los autores también utilizaron en función de la investigación los aportes más relevantes de la teoría pedagógica para la identificación del rendimiento académico en los estilos de enseñanza-aprendizaje y del proceso formativo; de la teoría semiótica, relacionada con la perspectiva y comprensión que tienen los sujetos de su realidad; y la teoría de la comunicación, desde las relaciones e interacciones que se generan entre lo personal y lo colectivo. Además, se puso en práctica la apreciación docente a través de entrevistas individuales para conocer su perspectiva sobre el sistema de vinculación con la comunidad de FACSO-UG en los últimos tres años, el abordaje de las normativas relacionadas con el tema, y la posible integración de los futuros comunicadores en la estructuración de los proyectos de vinculación.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Fundamentación teórica: participación universitaria
La participación estudiantil potencia el desarrollo de acciones que contribuyen al desenvolvimiento sociocultural universitario local, regional, e incluso internacional, independiente de la gestión institucional. Por ello, el rol del estudiante universitario no solo se centra en el cumplimiento de actividades curriculares, sino que, como figura representativa de la sociedad, es capaz de extender el camino de oportunidades, desarrollo, integración e inclusión en la toma de decisiones, como actores y socios plenos en el compromiso académico y profesional. Hidalgo y Perines (2018, p. 27) establecen que la participación estudiantil «Debe convertirse en un tema prioritario para el profesorado y para la educación en su conjunto. (…) El alumnado no puede ser observado como un mero receptor inmóvil de las decisiones de los docentes; por el contrario, debe sentirse implicado en su formación. No basta con informarle contenidos, la normativa, o los criterios de evaluación; su implicación real tiene que ver con los procesos de diálogo, debate y consenso en un ambiente de entendimiento mutuo».
Hay factores que influyen en la potencialización de la participación. Muchas veces, al no encontrar la motivación y la interacción eficaz de una comunicación asertiva dentro de las IES, el universitario solo forma parte de un modelo de estudiante incapaz de indagar, investigar e ir más allá de su entorno, y muchas veces termina convirtiéndose en el protagonista de su deficiencia académica. Su realidad es la de ser receptor académico, en un entorno donde usualmente no existe la motivación, la metodología de enseñanza es bastante cimentada por el docente y poco didáctica, y se hunde en una vinculación muy cerrada a lo teórico, con una visión académica que se limita solamente a asistir y cumplir con sus responsabilidades curriculares y no busca involucrarse. Si las IES sitúan una elevada participación social, será más probable que los universitarios participen, con sentido de pertenencia, dentro de su alma máter.
Oportunidades de aprendizaje
El priorizar la participación estudiantil como la oportunidad de desarrollo académico y profesional, abre paso a la comprensión de los procesos cognitivos con el fin de establecer una trayectoria de aprendizaje más profunda y eficaz, además de amplificar espacios de acción para que la comunidad universitaria pueda consolidar sus conocimientos. Por ello es de suma importancia la colaboración complementaria docente, para que el estudiantado aprenda a transformar su realidad y las instituciones educativas puedan fortalecer e innovar los procesos de enseñanza aprendizaje para fomentar la sociedad del conocimiento. Así lo resumen Donoso y Padilla (2019, p. 35): «Deben formarse individuos adaptables y críticos frente a las propuestas de transformación de un mundo diferente, capaces de comprender y organizar la complejidad de la información, que integren en su cultura los nuevos conocimientos, pero también el impacto ético, social y ambiental que estos producen».
Una oportunidad para fortalecer el proceso de aprendizaje es permitir que los estudiantes acrecienten su rol de «generadores de conocimiento» mediante la aplicación de métodos y técnicas de participación que puedan potenciar su desarrollo cognoscitivo como un recurso para la solución de problemas muchas veces relacionados con una posible falta de motivación y desempeño académico; para ello necesitarán establecer dichas técnicas de acuerdo con sus propias experiencias. Así lo menciona Estupiñán, Carpio, Verdesoto y Romero (2016, p. 39) al referir que los métodos participativos «estimulan la búsqueda de la verdad a través del trabajo de indagación y reflexión, aproximándose la enseñanza de la investigación científica, a la actividad productiva y social, brindando mayor solidez a los conocimientos adquiridos».
Una buena aplicación de los métodos en el proceso de enseñanza-aprendizaje contribuye a la conducción superior del trabajo entre docentes, estudiantes y demás miembros de un grupo. Da lugar a la comprensión de problemas más complejos, y garantiza la conversión hacia una comunidad estudiantil más crítica y transformadora, dejando a un lado los prototipos curriculares retrógrados que «robotizan» al futuro profesional por medio de actividades que no motivan su creatividad y profesionalidad.
Desarrollo creativo
El universitario está expuesto constantemente a un sinnúmero de interpretaciones cognitivas que, si no está sólidamente centrado en un sistema óptimo y efectivo de enseñanza-aprendizaje, se convertiría en un individuo ausente de pensamiento crítico y motivación. Por esto, las IES tienen la responsabilidad de diseñar modelos curriculares de aprendizaje que inyecten la proliferación de la creatividad universitaria con el objetivo de convertirlos en individuos comprometidos, reflexivos, polifuncionales, capaces de desarrollar metodologías de solución a largo plazo, pero más que todo, que potencien el dominio de la innovación.
No es suficiente que se considere al alumnado como un difusor de ideas, sino que dicho proceso creativo se figure profesionalmente de la mano con la enseñanza innovadora del personal docente, ya que la importancia radica en encadenar los conocimientos para llegar a una excelente finalidad formadora. De nada sirve que participen en el proceso o desarrollo creativo de un plan, si el docente no dispone del mismo estímulo y creatividad para el diseño de este; ambos deben convertirse en individuos coactivos del trabajo en equipo.
Formación y perfil profesional
El sistema de educación superior debe transcender en base al requerimiento de intereses estudiantiles. Las nuevas generaciones poseen una visión empíricamente más crítica y exigente, lo que obliga a las IES a someterse a la innovación y reformación de estándares institucionales para ramificar las posibilidades de aprendizaje y perfeccionamiento de competencias en las diferentes áreas académicas y laborales. Un factor que debe considerarse es la motivación, ya que mediante ella se obtiene el interés y la autoeficacia de los discentes en los procesos de enseñanza para el cumplimiento de cada meta. Por el contrario, si no se toma en cuenta, puede aminorar el nivel de participación. Así lo refieren Valerio y Rodríguez (2017, p. 112): «la participación académica no depende solo del estudiante. Existen varios factores que pueden tener algún impacto en el proceso de enseñanza-aprendizaje en general, y específicamente en dicha motivación, por ejemplo: la experiencia en el aula (concepto que incluye las prácticas de enseñanza), la interacción docente-estudiante durante la clase, la interacción entre pares, y las propias percepciones de los estudiantes sobre el ambiente del aula».
En el sector investigativo, las IES tienen la importantísima labor de intensificar la producción científica, tanto en el profesorado como en el conglomerado estudiantil, con el fin de desarrollar una cultura universitaria capacitada en el diseño de estrategias y en la planeación de nuevos retos para la solución de problemas institucionales, académicos y sociales. Ricaurte y Pozo (2018, p. 212) enfatizan la importancia de mantener viva la actividad científica-investigativa, ya que esta se encarga de «contribuir al desarrollo y a la existencia de un sector docente de excelencia como consecuencia de la participación de profesores y estudiantes en el proceso de investigación, siendo una concepción de la educación superior que no hay verdadera docencia universitaria sin actividad de investigación, ella forma parte del proceso de formación de los estudiantes y tiene gran valor en la formación profesional».
De esta forma se comprende la importancia que implica la formación profesional: la creación de profesionales adaptables a la realidad cambiante, global y tecnologizada, que se proyecten como agentes promotores de cambios con misión, visión e identidad propias, que exijan superar la óptica de una instrucción profesional parcializada y limitada a atender áreas específicas del desarrollo de la personalidad integral y competitiva del estudiantado.
Trabajo colaborativo docente-estudiante
El trabajo colaborativo es un proceso de transformación del aprendizaje en el individuo gracias a la interacción colectiva que, mediante la contrastación de diferentes puntos de vista, produce la edificación de la cognición y la formación. Dicho proceso se centra, más que todo, en la aportación intelectual de cada individuo de modo que genere crecimiento y valor a un proyecto, y donde se reconoce la importancia de cada rol, de las responsabilidades individuales, del trabajo en equipo y de la inteligencia colectiva.
En el contexto académico, según Revelo, Collazos y Jiménez (2018, p. 117), el trabajo colaborativo «constituye un modelo de aprendizaje interactivo, que invita a los estudiantes a construir juntos, lo cual demanda conjugar esfuerzos, talentos y competencias, mediante una serie de transacciones que les permitan lograr las metas establecidas consensuadamente». Destaca la importancia de la interdependencia de los integrantes, la reciprocidad, las relaciones sociales y la comunicación asertiva para un aprendizaje colaborativo y óptimo.
En el área universitaria, el trabajo colaborativo docente-estudiante no respalda ninguna clase de jerarquización áulica o nivel de autoridad, ya que, en dicho espacio de colaboración, solo debe fundamentarse el diálogo y la reciprocidad entre ambos; el manejo de la información debe ser accesible y responsablemente compartida, de tal forma que se obtengan aportaciones críticas y se genere una interacción constructiva de calidad académica. El docente se convierte no en un individuo autoritario, sino en mediador, en un acompañante que se sumará como integrante para la planificación del trabajo y que instaura un sistema colaborativo equitativo, sin divisiones; su responsabilidad ante el aprendizaje es estar a la par y ofrecer acompañamiento a sus estudiantes, incentivar el razonamiento, el cuestionamiento y la discusión científica.
Proyectos de investigación y vinculación
Las IES tienen la responsabilidad de crear individuos profesionales capaces de contrastar investigativamente sus entornos, forjados en una formación académica teórica y práctica que les permite desarrollar sus conocimientos científicos en función del beneficio colectivo, social, nacional e internacional. Los proyectos de investigación son base esencial para la educación, la enseñanza, la comprensión de necesidades, la información y la generación de conocimientos; es el camino a oportunidades de formación y perfeccionamiento de competencias de los estudiantes mediante procedimientos integradores que permitan proyectar destacablemente a su institución y su país.
Al establecer un contacto más cercano con la realidad, se conocen los entornos y factores situacionales que requieren ser analizados y, mediante la interpretación de los hallazgos, comienza el proceso de metodológico para establecer soluciones a problemas sociales. El estructurar proyectos de investigación como estrategias solucionadoras de desarrollos socioculturales y competencias académicas, promueve la construcción de un sistema educativo más efectivo, así lo mencionan Barrios, Reyes y Muñoz (2009, p. 231):
La aplicación de estrategias basadas en proyectos de investigación permite acceder de manera espontánea a la construcción del conocimiento, a través de un proceso que inicia con la fase motivacional y crea condiciones de apertura para la acción constructiva del aprendizaje, que se complementa con la fase de cierre donde el estudiante refuerza los contenidos y las herramientas de investigación al integrar competencias declarativas, procedimentales y actitudinales. De allí surge la necesidad de asumir un aprendizaje significativo que implique en el docente investigador la aplicación de estrategias orientadas al desarrollo de las competencias a través de la investigación.
En el área de la Vinculación con la Comunidad, mediante la ejecución de proyectos se complementa el perfil profesional de los universitarios y se contribuye al desarrollo de las comunidades. Las IES mantienen su proceso de aprendizaje vinculativo bajo parámetros académicos en donde el personal gestor y docente es el encargado de la estructuración de los proyectos de vinculación, mientras que a la comunidad estudiantil le corresponde la praxis. Sin embargo, dicho sistema debe refrescar sus enfoques para dar paso a la innovación de nuevas estrategias con el fin de mejorar la experiencia vinculativa estudiantil en servicio de la sociedad. Estos deben convertirse en el conjunto de acciones que dinamicen la práctica del conocimiento entre el personal académico y los estudiantes, y reflejen creativamente la planificación de estrategias de abordaje inter-, multi- y transdisciplinares para la transformación de la realidad comunitaria, social y educativa. No obstante, actualmente dicha situación decae en su efectividad, ya que la mayoría de las IES ecuatorianas mantienen intereses equívocos sobre la transferencia de conocimientos y la planificación de programas con la comunidad universitaria.
En una encuesta realizada a estudiantes de la PUCE-Esmeraldas, se planteó como discusión que el diagnóstico de las necesidades, tanto sociales como la del conglomerado universitario, deben sujetarse a la participación estudiantil y de las unidades académicas, debe velarse por la calidad de dicho diagnóstico y, sobre todo, de la ejecución de actividades vinculativas con estrategias de socialización que, al decir de Mendoza, Jácome y Vélez (2017, p. 220) «permitan a todos los docentes y estudiantes conocer los formatos y lineamientos para presentar y ejecutar los proyectos de vinculación con la colectividad». La Figura 1 muestra las principales motivaciones estudiantiles recogidas en la encuesta, entre las cuales las que más resaltan son ayudar a las personas necesitadas, adquirir conocimientos y cumplir con los requisitos de grado.
Empoderamiento comunicacional
El empoderamiento comunicacional parte de que los individuos y las comunidades sean actores y generadores de transformaciones sociales a un grado comunicativo más profundo, que busquen generar nexos de concientización, comunicación dialógica-participativa y aumentar la potencialidad de la voz como una dimensión humanizadora de cambio social a largo plazo. Aguilar y Buraschi (2018, p. 209) enfatizan de una forma breve, que este «implica revalorizar el potencial transformador de la comunicación y del diálogo, en su capacidad de contribuir a crear nuevos imaginarios sociales».
En el ámbito educativo el empoderamiento comunicacional tiene que ver con la transformación de los estudiantes en agentes de respuesta activa que, mediante el diálogo y el trabajo en conjunto con el personal administrativo y docente de las IES, permitan maximizar las oportunidades investigativas para un cambio educativo eficaz. Así lo menciona Parejo (2016, p. 73): «El personal académico puede invitar a los estudiantes a dialogar y discutir para conocer su opinión, por ejemplo, sobre su estilo de aprendizaje y futuro profesional. De este modo, los estudiantes asumirían el rol de agentes activos en lugar de receptores de la enseñanza. Sus valoraciones se convertirían en temas de debate en las reuniones de los consejos de departamento e incluso se les invitaría a formar parte de comités para la selección y nombramiento de nuevo personal académico».
Llevar la comunicación al grado de un cambio social en el sistema de educación superior correlaciona el diálogo con la equidad, la justicia y una participación integradora, por tanto, es vital sostener que, mediante el activismo y la socialización de sus intereses se permite reconciliar diferentes puntos de vista, unificarlos, con el deseo de contribuir estratégicamente a la motivación y el desarrollo de la comunidad universitaria y la sociedad.
Estrategias comunicacionales
Las estrategias son ese conjunto de acciones metodológicas planificadas que ayudan a optimizar el cumplimiento de las necesidades e intereses de las personas, empresas, o de la sociedad en general, en tiempos y situaciones determinados en donde requieren su ejecución para alcanzar determinar aquello que se quiere lograr. Diseñar estrategias requiere conocer ampliamente el objetivo público. En el ámbito comunicacional, estas ayudan a orientar al fortalecimiento comunicativo de los ciudadanos y las comunidades, a establecer evaluaciones de los factores situacionales presentes en su entorno y a incentivar su propio desarrollo.
En el área educativa, las estrategias comunicacionales se aplican con el fin de superar las decadencias de investigación, participación, inclusión, administración, etcétera, existentes en las IES, por medio de canales informáticos o mediáticos. La capacitación o los espacios de diálogos son considerados estrategias comunicativas solucionadoras a problemáticas sociales y educativas, además de fortalecer la conexión y motivación entre docentes y estudiantes y propiciar la coparticipación en asuntos de investigación, según Parra, Rodríguez y Calanchez (2017). Por ello es importante su aplicación en las IES, ya que sin colaboración entre los actores (personal administrativo, docente y estudiantes) toda estrategia quedaría sin efecto transcendental y, por consiguiente, la imposibilidad de integrar un proceso comunicacional más efectivo a nivel interno y externo.
Desarrollo comunicacional
Para profundizar en el desarrollo comunicacional del alumnado en su paso por la asignatura Vinculación con la Comunidad, fue necesario categorizar las siguientes dimensiones: 1) formación y perfil profesional, 2) proyectos de vinculación, 3) necesidades académicas y 4) estrategias comunicacionales; junto con los indicadores I) trabajo colaborativo docente-estudiante, II) oportunidades de aprendizaje, III) desarrollo creativo, IV) concienciación y convergencia cultural (Tabla 1), con el fin de analizar el compendio de factores situacionales que los impactan comunicacional, académica y profesionalmente.
Temáticas abordadas | Variables | Dimensión; indicador | Porcentajes de la perspectiva estudiantil |
---|---|---|---|
1. Satisfacción del estudiante en la ejecución de proyectos de vinculación | Participación universitaria | Formación y perfil profesional; proyectos de vinculación | Insatisfechos 37 % Imparciales 34 % Satisfechos 29 % |
2. Gestión del Departamento de Vinculación de la FACSO en la elaboración de proyectos de vinculación | Participación universitaria | Formación y perfil profesional; proyectos de vinculación | Desacuerdo 37 % De acuerdo 32 % Imparciales 31 % |
3. Valorización de la creatividad de los estudiantes por parte de las autoridades y personal docente de la FACSO | Participación universitaria | Necesidades académicas; desarrollo creativo | Tal vez 51 % No y nunca 33 % Sí 16 % |
4. Fortalecimiento de la formación y perfil profesional del estudiante | Participación universitaria | Formación y perfil profesional; trabajo colaborativo docente-estudiante | Poco 52 % Nada 30 % Sí 18 % |
5. Oportunidad al estudiante de diseñar proyectos de vinculación | Participación universitaria | Necesidades económicas; oportunidades de aprendizaje | Importante 87 % Algo y poco importante 13 % |
6. Trabajo colaborativo docente-estudiante en el diseño de proyectos de vinculación | Participación universitaria | Formación y perfil profesional; trabajo colaborativo docente-estudiante | Importante 89 % Imparciales 9 % No es importante 2 % |
7. Participación de estudiantes en el diseño creativo de proyectos | Empoderamiento comunicacional | Estrategias comunicacionales; concienciación y convergencia cultural | Sí 80 % Tal vez 19 % No 1 % |
8. Estrategia comunicacional y concienciación de autoridades/docentes de la FACSO | Empoderamiento comunicacional | Estrategias comunicacionales; concienciación y convergencia cultural | De acuerdo 91 % Imparciales 5 % Desacuerdo 4 % |
Fuente: Elaboración propia a partir de Guartán (2021), de las temáticas y porcentajes de las encuestas realizadas a estudiantes de Comunicación y Comunicación Social.
Los resultados revelaron un sistema de vinculación frágil y ampliamente fragmentada respecto a la función que tiene de potenciar comunicacionalmente a los estudiantes de las carreras de comunicación, y evidenció un grado considerable de insatisfacción estudiantil respecto al proceso y las actividades que realizan en su vinculación, como también en la gestión que viene ejecutando el Departamento de Vinculación de la FACSO-UG en la estructuración de dichos proyectos, ya que no están direccionadas al fortalecimiento de la formación y el perfil profesional del futuro comunicador.
CONCLUSIONES
Existe una demanda considerable de participación universitaria en asuntos científicos, investigativos y vinculativos, ya que se evidenció, mediante la aplicación metodológica de varias herramientas, que los estudiantes de las carreras de Comunicación y Comunicación Social sean considerados creativa y profesionalmente en áreas de mayor complejidad, con el fin de incrementar sus conocimientos y mejorar sus competencias para un excelente desenvolvimiento vinculativo en el campo real.
Se coincide en la necesidad de imponer un espacio de información para mantener la actualización de las actividades vinculativas que realiza la comunidad universitaria de la FACSO, destacando el vínculo entre institución y sociedad. Esto añade el valor adicional de intensificar las competencias dialógicas, participativas, comunicativas y profesionales, al convertirse en el medio oficial directo de un departamento de vinculación dirigido por estudiantes, capaz de abarcar temáticas sociales/académicas que permitan la integración democrática de la creatividad y la libertad de opinión, temáticas que estén relacionadas con el compendio de factores que componen los proyectos de vinculación y favorezcan la obtención de experiencias enriquecedoras gracias a su ejecución.
Se anhela que, para un futuro fructífero, de excelencia académica, en la Facultad de Comunicación Social y la Universidad de Guayaquil, sus enfoques en el área de la Investigación y Vinculación con la Comunidad eleven su calidad gracias a la innovación, y permitan moldear profesionales humanizados, democráticos, capaces de convertirse en agentes de cambio social, de enriquecer la cultura académica e investigativa de su comunidad y de contribuir al desarrollo de la sociedad a través de su empoderamiento comunicacional.