Las afecciones de los pies en pacientes con diabetes mellitus constituyen una de las principales causas de morbilidad y discapacidad, y son el principal factor de riesgo no traumático para la amputación de miembros inferiores aproximadamente en el 15 % de los diabéticos. Su riesgo de amputación es muchas veces superior al de los no diabéticos y la prevalencia de la mortalidad después de amputarlos es de 39 % a 80 %.1,2 Las altas tasas de amputaciones causan un importante grado de invalidez con un elevado costo económico y social.
En Cuba la disminución actual de amputaciones y estadías hospitalarias relacionadas con esta enfermedad se deben a la creación del heberprot-P, nuevo medicamento cubano, único de su tipo en el mundo, y a una labor médica con enfoque más abarcador y multidisciplinario.3) Está prescrito para la terapia de la úlcera del pie diabético, basado en el factor de crecimiento humano recombinante (FCHrec) mediante infiltración intralesional directamente en el sitio de la herida. Es un producto que acelera la cicatrización de las úlceras profundas, neuropáticas o neuroisquémicas; útil en estadíos avanzados con alto riego de amputación.4,5
Un objetivo esencial del sistema de salud cubano es la atención integral al paciente diabético para lograr el control metabólico y evitar las complicaciones asociadas a la enfermedad. Para ello es imprescindible conjugar las acciones de educación para la salud con la atención médica sistemática a partir del funcionamiento de equipos multidisciplinarios que incluyen especialistas en Medicina General Integral, personal de Enfermería, podólogos capacitados para la actividad, dietistas, estomatólogos y especialistas en Medicina Interna, Endocrinología y Angiología, desde la Atención Primaria de Salud.6
La educación terapéutica deviene así en la piedra angular de la atención integral de las personas con diabetes, y debe desarrollarse efectivamente en todos los servicios del sistema nacional de salud mediante el Programa Nacional de Educación en Diabetes el cual cuenta con una estrategia de educación debidamente estructurada en tres líneas principales de acción:7
La educación terapéutica del enfermo y sus familiares.
La capacitación del personal de salud para realizar esta función educadora.
La promoción y educación para la salud dirigidas a la comunidad y a los grupos de riesgo.
Varios estudios1,2,3 concluyen que es indispensable el empleo de la educación para la salud con la finalidad de fortalecer la prevención y el control de los factores de riesgo, la identificación del pie de alto riesgo y la educación diabeto-lógica dirigida a que las personas adopten de forma habitual y sistemática normas elementales para su cuidado.
A partir de la experiencia acumulada en las consultas de Atención Integral al Paciente con Úlcera del Pie Diabético (PAIPUPD), el uso del heberprot-P y considerando la tercera línea de acción del Programa Nacional de Diabetes, los autores han estimado pertinente diseñar un sistema de acciones educativas para disminuir las recidivas de úlceras en los pies diabéticos de pacientes que se atienden en el Policlínico Universitario “Santa Clara” de la ciudad del mismo nombre.
Las acciones consisten en un grupo de actividades educativas distribuidas en talleres de la forma siguiente:
Taller 1. Conocer es poder
Taller 2. Sin lesión, fuera preocupación
Taller 3. Enfermedades diagnosticadas y tratadas, salud garantizada
Taller 4. Beneficios de la actividad física
Taller 5. Alimentación saludable, salud de calidad
Taller 6. Calzado ideal, caminar seguro
Requisitos metodológicos para el desarrollo de los talleres:
Para lograr aprendizajes significativos sobre los contenidos se desarrollará un proceso educativo con varias sesiones individuales y grupales. La metodología se caracteriza por ser de carácter flexible, participativo, práctico y vivencial.
Como punto de partida se toma el análisis crítico de los participantes acerca de sus vivencias, conocimientos, aciertos y desaciertos en relación a la diabetes mellitus y la úlcera del pie diabético (UPD).
Se utilizarán diferentes técnicas pedagógicas activas como: análisis de problemas, discusiones grupales, debate público, video con discusión, simulación operativa, demostración con entrenamiento, análisis de situaciones y toma de decisiones.
Los grupos de trabajo se organizarán con alrededor de 20 pacientes para poder desarrollar las actividades con creatividad y técnicas participativas que posibiliten la reflexión, el diálogo y un análisis crítico de la realidad.
Las acciones se realizarán semanalmente, con una duración de no más de una hora, en áreas agradables y confortables.
Los medios de enseñanza se diseñarán atendiendo al objetivo y su tema.
Los autores consideran que las acciones diseñadas son pertinentes, se corresponden con los criterios lógicos del tratamiento, son factibles de ser aplicadas y contribuyen a elevar los conocimientos para el logro del objetivo general propuesto. Los contenidos son muy precisos y actuales y la metodología para su empleo está adecuadamente fundamentada.