INTRODUCCIÓN
Para los estudiantes que cursan el preuniversitario la elección de su carrera constituye una decisión importante y compleja. Muchos no tienen definida la profesión que los motiva más, lo que les gustaría hacer en el futuro o cuáles son sus mejores oportunidades de desarrollo. En ocasiones consideran sentirse motivados por profesiones que realmente no conocen o sucede que su ideal a veces no se corresponde con la realidad.
Múltiples factores como la falta de información, las presiones familiares, etc., pueden generar una selección equivocada; por eso el primer paso es conocer cuáles son las habilidades, talentos y gustos de los estudiantes y sus perspectivas de desarrollo profesional.1 A veces la inclinación o vocación por una carrera está dada por la influencia de familiares cercanos, amistades o el grado de conocimiento social que de esta posee; también ocurre que una vez en ellas, se producen frustraciones por falta de una adecuada información lo que conlleva a la deserción escolar, con un impacto negativo en lo social y lo económico.2
Los autores comparten el criterio de González Maura3 cuando considera que la elección profesional es un proceso complicado en el que participan factores de orden individual: motivos, valores, aptitudes, conocimientos, habilidades; y de orden social: familia, valoración social de las profesiones, oportunidades laborales y de estudio, entre otros, que no siempre son tenidos en cuenta y valorados objetivamente por los jóvenes en la toma de decisiones profesionales, lo que se expresa en elecciones no responsables que afectan la permanencia y calidad del proceso de formación en los centros universitarios.
Una de las formaciones motivacionales que influye en la elección de la profesión en los adolescentes y jóvenes es la motivación profesional; esta ha sido estudiada en Cuba por varios investigadores: González Serra,4 González Rey,5 Domínguez García,6 y González Maura et al,7 entre otros.
Los autores de la presente investigación coinciden con González Rey5) cuando admite que la motivación hacia la profesión, como toda motivación humana, tiene distintos niveles de desarrollo: puede estar orientada por motivos personales (prestigio personal, salario, ser un profesional, etc.) por motivos morales o por cualquier otro tipo de motivación aislada; sin embargo, esta motivación profesional solo constituye una verdadera manifestación de la autodeterminación personal cuando es expresión juiciosa de un conjunto de conocimientos y necesidades de la personalidad que, elaborados activa y conscientemente, forman su intención profesional.
También se comparten los argumentos que refiere Domínguez García8 cuando considera que la motivación profesional es una formación de la personalidad que integra un conjunto de componentes psicológicos y que el diagnóstico de ellos permite la determinación de sus niveles de desarrollo; menciona como elementos que la conforman: el conocimiento que posee el sujeto acerca del contenido de la futura profesión, el vínculo afectivo que siente hacia ella y los aspectos de la autovaloración y de la proyección futura de la personalidad.
Profundizar en esta importante formación motivacional de la personalidad y el nivel de desarrollo que alcanza en jóvenes del preuniversitario reviste importancia para las universidades por la repercusión que puede tener en la correcta elección profesional y el adecuado desempeño futuro. Es una responsabilidad de las universidades y centros de estudios de la enseñanza media superior adoptar medidas que faciliten una correcta selección de la carrera para evitar bajas académicas y deserciones por diferentes motivos.9
En un estudio reciente10 se afirma que la educación médica superior en Cuba tiene como misión la educación integral de los estudiantes de las ciencias médicas, lo que implica conocimientos teóricos, habilidades profesionales, y formación y desarrollo de valores; por ello es tan importante que estén motivados y que los profesores logren un proceso de estimulación que les permita alcanzar su meta.
Las transformaciones que ha enfrentado desde hace algunos años el sector de la salud en Cuba han llevado a un incremento de las matrículas en la carrera de Medicina. Esta masividad ha generado preocupaciones en los docentes de la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara, pues algunos alumnos presentan dificultades en su rendimiento docente, otros están poco motivados y no muestran interés por aprender, además se han incrementado las bajas, las licencias de matrícula y los repitientes. Todo esto hace que los autores se cuestionen si en estas dificultades estará influyendo una inadecuada elección de la profesión por los estudiantes, por lo que se han trazado como objetivo: caracterizar la motivación profesional hacia la carrera de Medicina en los estudiantes de onceno grado del preuniversitario “Capitán Roberto Rodríguez” de la ciudad de Santa Clara.
MÉTODOS
Se realizó un estudio de tipo descriptivo con un diseño de dos etapas que permitió la aplicación de enfoques cuantitativo y cualitativo de manera secuencial e independiente y cuyos resultados se complementan, entre septiembre 2018-febrero 2019. El universo lo constituyeron los 352 estudiantes de onceno grado del preuniversitario “Capitán Roberto Rodríguez” de la ciudad de Santa Clara. Se seleccionó una muestra no probabilística intencional de 85 jóvenes, cuyas edades oscilaban entre 16 y 17 años, con predominio del sexo femenino y como criterios de inclusión: estudiantes que tenían decidido optar por la carrera de Medicina en primera opción y que ofrecieron su consentimiento para participar en la investigación.
Se utilizaron los siguientes métodos:
Teóricos: análisis-síntesis, inducción-deducción e histórico-lógico para la fundamentación teórica de la investigación, la interpretación de la bibliografía consultada y valorar la progresión del tema por otros investigadores.
Empíricos: encuesta en forma de cuestionario y las técnicas: la composición (se orientó que escribieran dos) y el completamiento de frases, para la obtención de la información necesaria en correspondencia con el objetivo propuesto.
Matemático-estadístico: se empleó el analítico-porcentual a través de las distribuciones de frecuencias que se obtuvieron del empleo del paquete estadístico SPSS versión 18, para analizar los resultados en cifras.
Las variables evaluadas en la encuesta para dar cumplimiento al objetivo propuesto fueron:
Factores que están influyendo en la decisión de optar por la carrera de Medicina.
Nivel de motivación que refieren hacia la profesión médica.
Nivel de información acerca de la carrera de Medicina.
Necesidad de recibir orientación o información acerca de esta profesión.
Para el análisis cualitativo de los resultados en las técnicas: composición y completamiento de frases se definieron las siguientes categorías e indicadores que responden a los componentes de la motivación profesional.8
Se analizó el nivel de desarrollo alcanzado en cada componente:
Cognitivo: conocimiento del contenido de la profesión de médico.
Afectivo: vínculo afectivo que siente hacia la profesión de médico.
Autovaloración: manifestación o no de cualidades, características y capacidades que poseen y son necesarias para ejercer la profesión de médico.
Proyectos futuros: si se expresan o no objetivos, aspiraciones y metas futuras relacionados con la profesión de médico.
A partir del análisis de contenido de las técnicas aplicadas se determinó:
El nivel de desarrollo de la motivación profesional que predomina, partiendo de la combinación de los componentes anteriormente descritos.
El predominio o no de intenciones profesionales, como forma superior de expresión de la motivación profesional. Para ello se consideró la elaboración personal como la característica definitoria de la existencia de una intención profesional.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En el análisis de los factores que están influyendo en la decisión de optar por la carrera de Medicina, se obtuvieron los siguientes resultados:
La razón más coincidente fue amor y respeto hacia la profesión, 38 estudiantes (44,70 %); le siguieron en orden: para ayudar a la población, marcada por 17 (20 %), e influencia de familiares y/o amigos escogida por 10 (11,76 %). Es notable destacar que 5 consideraron como un factor que decidió la elección de la carrera el embullo, y 1 seleccionó no saber muy bien por qué está decidido a optar por su estudio, lo que corrobora que aún existe poca motivación en ellos.
En cuanto al nivel de motivación hacia la profesión de médico, se solicitó que marcaran 5 opciones de respuestas. La mayoría (67,05 %), refirió sentirse motivados, y el 31,76 % medianamente motivados.
En cuanto al nivel de información que los estudiantes consideraron poseer acerca de la profesión, la mayoría (61,17 %) refirió poseer alguna información, y 10 (11,76 %) expresó tener poca información. Solo 23 (27,05 %) refirieron tener mucha información sobre la carrera.
Referente al acápite de si les gustaría recibir información u orientación acerca de la carrera y la profesión, el 97,64 % de los estudiantes plantearon que sí, dato que demuestra la necesidad de realizar oportunas acciones de orientación profesional en los preuniversitarios. Solo 2 refirieron no estar interesados en recibirla.
Para valorar el nivel de desarrollo de la motivación profesional de los estudiantes preuniversitarios y compararlos con los resultados anteriormente descritos, se analizó cualitativamente la técnica escribir una composición, cuyo título fue: ¿Qué significa para ti ser médico? con los siguientes resultados:
Se delimitaron 3 grupos según las respuestas:
El primer grupo lo conformaron 14 estudiantes (16,47 %) con alto nivel de desarrollo expresado en el dominio del componente cognitivo, pues manifestaron conocimientos profundos acerca de los contenidos de la profesión de médico, un fuerte vínculo emocional positivo y un alto nivel de elaboración personal sobre sus metas y aspiraciones. En el componente autovalorativo se refirieron algunas cualidades, características y actitudes que poseen y son necesarias para ejercer la profesión. Se constataron, además, intenciones profesionales precisas y efectivas en la regulación de la conducta.
El segundo grupo lo integraron 27 estudiantes (31,76 %) en los que se manifestó cierto grado de desarrollo en los componentes cognitivos y de proyección futura, pobre vínculo emocional positivo y no refirieron el componente autovalorativo.
El tercer grupo y más representativo estuvo conformado por 44 estudiantes (51,76 %). En el componente cognitivo ellos expresaron conocimientos superficiales acerca de la profesión, la valoraron utilizando adjetivos sin elaboración personal (bonita, importante, reconocida) e incluyen contenidos de carácter formal por lo que se considera que poseen un desarrollo parcial; en el afectivo hay una ausencia de vínculo emocional con la profesión, y el autovalorativo y proyección futura están ausentes; por lo que estos autores opinan que existe un bajo nivel de desarrollo en ellos pues no expresaron una intención adecuada hacia la profesión.
Si se comparan los resultados de la composición con los alcanzados en la encuesta se observa que se contradicen algunos datos. En la encuesta, según la percepción estudiantil, 57 declararon estar muy motivados por la profesión médica, sin embargo, en la composición se constató que solo 14 (16,47 %) poseían un nivel desarrollado con presencia de una intención profesional precisa y efectiva en la regulación de su conducta; además se comprobó que la mayoría, 44 (51,76 %) poseía un bajo nivel de desarrollo en los componentes de la motivación profesional.
Este carácter formal de las motivaciones hacia la profesión que se aprecia en muchos de los estudiantes en la composición, se pudo evidenciar también en la técnica de completamiento de frases:
Se reiteró en el tercer grupo de 44 estudiantes la manifestación de motivaciones profesionales formales hacia la Medicina, respuestas concretas y superficiales orientadas al área estudiantil y profesional, pero sin vínculo emocional positivo y expresando lo socialmente esperado. Aunque priman frases como: en el futuro, mi principal objetivo, la aspiración de alcanzar la carrera de Medicina, se ofrecen respuestas superficiales y sin vínculo emocional ni elaboración; además, estas respuestas se contradicen con el resto de las que se emiten en otras frases. Cuando se solicita completar: Yo estudio para… predominan respuestas como: ser alguien en la vida, ser mejor (sin aclarar en qué), o terminar 12 grado, coger una carrera (sin especificar cuál), ser un profesional (sin aclarar en cual profesión).
Cuando se solicita completar: Necesito… prevalecen en el área personal respuestas referidas a salud y prosperidad, vacaciones, una mayor motivación, enfocarme. En el área escolar-laboral refirieron con mayor frecuencia: orientación profesional, salir bien, alcanzar una carrera (sin especificar cuál). Llamó la atención que 3 no completaron esta frase.
El menor grupo de estudiantes manifestó una mayor elaboración en las respuestas y primó en ellos un vínculo emocional positivo. Se evidenciaron motivos orientados a alcanzar la profesión de médico y algunos se identificaron con la especialidad que les atraía. Refirieron en el área escolar-laboral que en el futuro quisieran: poder alcanzar la carrera de Medicina y llegar a ser un excelente médico, (31), llegar a ser buenos doctores y muy reconocidos (15). En la frase incompleta: Necesito… se manifestó con mucha frecuencia (26) la posibilidad de: recibir orientación profesional y más información para conocer de la profesión de médicos.
En cuanto al análisis de la composición Mis proyectos futuros dentro de 5 años y dentro de 10 años son…, los resultados fueron los siguientes:
De los 85 estudiantes que participaron en la investigación, hubo 6 (7, 05 %) que no refirieron ninguna meta, objetivo o aspiración futura que quisieran alcanzar a largo plazo (2 de ellos no contestaron y 4 ofrecieron argumentos superficiales que no incluían la profesión de médicos), lo que permite afirmar que presentaron limitaciones en la estructuración de sus proyectos de vida y no tienen claro qué hacer en el futuro. Estos resultados llamaron la atención, aunque la cifra es pequeña.
Se pudo definir también que los proyectos futuros de la mayoría (74,11 %) estaban relacionados en alguna medida con la carrera de Medicina o el futuro desempeño profesional. En sus proyecciones a más largo plazo 14 (22,22 %) definieron el perfil de especialización que quisieran lograr dentro de los estudios médicos.
Significativo resultó que el 25,88 %, refirieron aspiraciones que no están relacionadas con Medicina, lo que manifestó una contradicción con su motivo principal al elegir esta carrera en primera opción y corrobora los resultados antes alcanzados en la composición y completamiento de frases.
En cuanto a la calidad de las respuestas se constató que 69 de los proyectos futuros referidos carecen de un vínculo emocional positivo y poseen un bajo nivel de elaboración personal.
Resultados similares a los de este estudio fueron constatados por Naipe-Delgado et al. (10 en estudiantes de primer año. Definieron como razones que más influyeron en su elección: permite acercarse a otras personas, hacer bien a los demás y el amor y respeto por esta profesión. Con relación a la motivación se evidenció que el 81 % refirió poseerla.
En una investigación11 realizada en el Policlínico Universitario de Nuevitas se determinaron como motivos: ser útil al país, a sí mismo y a otros países. Prieto Cordovés et al12 alcanzaron resultados similares: con el fin de ayudar a las personas y/o por el gusto por la carrera.
Con relación al nivel de desarrollo de la motivación profesional se pudieron establecer algunas similitudes. En tesis doctoral sobre este tema, citada por Domínguez García8) en estudiantes de enseñanza media superior y superior, el nivel más representativo que se constató fue un desarrollo parcial del componente cognitivo, un desarrollo del componente afectivo en términos positivos y ausencia del componente autovalorativo y de proyección futura. Estos resultados coinciden con los del presente estudio.
Otro estudio13 realizado sobre la autovaloración y proyección futura en la motivación profesional de los estudiantes, determinó que la mayoría optaban por carreras de las ciencias médicas; la generalidad eligió la profesión que les gustaría estudiar pero con predominio de un conocimiento parcial en cuanto a utilidad social, perfil ocupacional y características personales para su desempeño. Ellos concluyeron que la insuficiencia de conocimientos sobre la profesión puede ser un indicador de que los intereses profesionales no son la fuerza que moviliza la conducta; además determinaron que los componentes afectivos y cognitivos mostraron mayor nivel de desarrollo en la motivación profesional, que el autovalorativo y de proyección futura, resultados similares al estudio que se presenta.
La caracterización efectuada por los autores del presente artículo demostró la necesidad en los estudiantes de informarse sobre la profesión médica, lo cual demanda realizar acciones de orientación profesional en el preuniversitario. La mayoría identificaron los estudios médicos como una profesión importante, reconocida y útil para la sociedad, pero esta apreciación no garantiza que lo interioricen conscientemente ni que por ello posean una adecuada motivación profesional; elegir la carrera constituye una decisión compleja. Otros estudios14,15 también corroboran estas carencias y lo inmediato de su solución.
CONCLUSIONES
Se caracterizaron los elementos que influyen sobre la insuficiente motivación profesional en estudiantes de preuniversitario que optaron por la carrera de Medicina, a partir del análisis de sus componentes cognitivos, afectivos, y de autovaloración y proyección futura. Los resultados corroboraron la necesidad de realizar acciones de orientación profesional en este nivel de enseñanza.