INTRODUCCIÓN
El perfil epidemiológico tanto de los países desarrollados como en vías de desarrollo pone las enfermedades cardiometabólicas como la principal causa de morbimortalidad. No obstante, desde hace un par de años los problemas de salud mental han aumentado considerablemente. La última Encuesta Nacional de Salud (2016-2017), indicó que más del 17 % de la población chilena ha padecido síntomas depresivos recientemente, lo que también parece ser una tendencia a nivel mundial.1 Sin dudas, una de las principales causas de la depresión es el estrés, sobre todo el social más que el fisiológico. Este se ha convertido en un verdadero problema de salud pública: afecta de manera transversal todos los grupos etarios, incluso acorta la esperanza de vida.
Los universitarios se ven continuamente enfrentados a situaciones estresantes relativas con actividades académicas, personales y/o laborales que les demandan gran cantidad de recursos físicos y psicológicos.2 Destacan en el período inicial de la universidad la condición de desarraigo familiar y amical que constituye un proceso de adaptación importante en la vida del estudiante. La independencia y nuevas responsabilidades adquiridas en esta etapa, las presiones por estudiar y cumplir con los requerimientos de la vida universitaria provocan una serie de cambios en los jóvenes, que muchas veces no son las adecuadas ya que tienden a caer en la autocompasión;3 sin embargo, se ha reportado que con una intervención adecuada puede aumentar la responsabilidad de sí mismo, tener un régimen de estudios enfocado en desarrollar habilidades y competencias para el desempeño profesional basadas en la formación cognoscitiva, procedimental y actitudinal; a pesar de ello, estos cambios provocan situaciones de estrés, irritabilidad y ansiedad, los que constituyen potenciales riesgos para el desarrollo de enfermedades de salud mental y física.4
Específicamente los estudiantes que cursan carreras de salud tienen fuentes adicionales de estrés propias de la disciplina y que guardan relación con la carga de trabajo durante el programa, debido a las prácticas clínicas, talleres, y situaciones de estrés preclínico y clínico que tienen que ver con el desarrollo de habilidades necesarias para proporcionar servicios a otros.5
De esta forma, el estrés académico es un proceso sistémico de carácter adaptativo y esencialmente psicológico que se da en el ambiente académico. Al ser un problema de interacción entre el individuo y su medio ambiente, se convierte en un aspecto prioritario a considerar en el proceso de adaptación al contexto universitario, al igual que la forma de manejarlo para minimizar sus efectos en el corto y largo plazo.
Es sabido que si no hay un abordaje oportuno del estrés académico, este puede transformarse en una condición patológica; y por tanto, crónica con resultados negativos para la salud del individuo. Las consecuencias van desde la dimensión física hasta la psicológica con repercusiones en situaciones de deserción, falta de concentración, fatiga intelectual, inapetencia a las tareas habituales, descuido, fatiga sexual, tristeza, descenso del rendimiento intelectual o físico, nerviosismo, modificación de la frecuencia cardiaca, tensión arterial, metabolismo y disminución de la actividad física.6
Existen recursos que permiten minimizar las consecuencias antes descritas. Las estrategias de afrontamiento del estrés son herramientas efectivas para modificar el agente estresor y facilitar el control emocional mediante la regulación de emociones que provocan las situaciones estresantes.7
El abordaje del estrés académico y las estrategias de afrontamiento en universitarios a nivel local es escaso, especialmente en estudiantes de carreras de la salud. De esta forma, la investigación al respecto es relevante para minimizar los riesgos en la etapa adulta y promover el autocuidado de la salud psicológica y física en la educación superior. El objetivo de este estudio es: determinar el estrés académico y las estrategias de afrontamiento en estudiantes de carreras de salud en Santiago de Chile.
MÉTODOS
Se trata de un estudio de tipo cuantitativo de corte transversal analítico realizado en una institución de educación superior privada en Santiago de Chile, durante 2019. La muestra fue de tipo probabilística estratificada según carrera y estuvo compuesta por 236 mujeres y 162 hombres que cursaban segundo y tercer años en las carreras de Nutrición, Kinesiología, Enfermería y Terapia Ocupacional que estuvieron de acuerdo en participar en el estudio mediante la firma de consentimiento informado. Se resguardaron los principios éticos y se mantuvo el anonimato de las personas e institución participantes. El proyecto fue revisado y aprobado por el Comité de Bioética y Bioseguridad de la Universidad del Bío-Bío.
Se emplearon métodos teóricos: análisis-síntesis e inductivo-deductivo y empíricos: encuestas mediante cuestionarios, inventarios y escalas.
Recolección de la información
Se obtuvieron características generales de los sujetos de estudio que incluyeron variables sociodemográficas de sexo, edad, nivel socioeconómico (NSE) y variables académicas; notas de enseñanza media (NEM), puntaje de la prueba de selección universitaria (PSU) y notas de enseñanza universitaria (NEU), las cuales fueron obtenidas mediante el programa informático para la gestión curricular de la institución.
El estrés académico se obtuvo a través del Inventario de Estrés Académico modificado (IEA).8 El IEA está compuesto por un total de 20 reactivos evaluados en una escala Likert de 1 a 5, donde 1 significa poco y 5 mucho, agrupados en 4 áreas: 1) reacciones físicas (pesadillas, fatiga, cefalea); 2) reacciones psicológicas (inquietud, concentración, irritabilidad); 3) reacciones comportamentales (aislamiento, abulia, hiperfagia) y 4) otras reacciones. Es una prueba que se aplica de forma individual, y un mayor puntaje de este instrumento se interpreta como indicativo de mayor estrés académico.
Para evaluar las estrategias de afrontamiento del estrés académico se utilizó la Escala de Afrontamiento del Estrés Académico (A-CEA), considerado como adecuado para su aplicación en el ámbito universitario. El cuestionario constó de un cuadernillo con preguntas y una hoja de respuestas que se responde por separado. Cada una de sus alternativas se expresa a través de una escala tipo Likert, con seis posibilidades de 0 a 5, que el sujeto elige para dar a conocer su percepción acerca de lo que se le pregunta. La escala definitiva de afrontamiento del estrés estuvo constituida por 23 ítems que permiten diferenciar entre el apoyo social (7 ítems), la revaluación cognitiva (9 ítems) y la planificación (7 ítems).9
Análisis de la información
Los datos se analizaron con estadística descriptiva e inferencial. Las variables cualitativas se describieron con frecuencia absoluta y porcentajes. Las variables cuantitativas con medidas de tendencia central y dispersión. La distribución normal se verificó con el test de Shapiro Wilk. Para comparar se aplicaron las pruebas T-Student para muestras independientes, ANOVA de un factor (oneway), test a posteriori Tukey, y prueba de Chi-cuadrado. En todos los casos se consideró un nivel de significancia α<0,05 y los análisis se realizaron con el software STATA 15.0.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
La edad promedio de los estudiantes fue 21,4±1,0 años, sin ser distinta entre hombre y mujeres (p>0,05). La información académica referida a las NEM fue similar según sexo (5,4±1,0 de un máximo de 7.0, al igual que los resultados de la prueba de selección universitaria (PSU) con puntaje alrededor de los 450 puntos (p>0,05) de un máximo de 850. Sí hubo diferencias entre hombres y mujeres respecto a NEU donde ellas alcanzan valores más altos que los hombres con 5,2 y 4,8, respectivamente (p<0,05), como se aprecia en la Tabla 1.
En Chile existen tres tipos de establecimientos educativos según el tipo de financiamiento, aquellos con fondos públicos (municipal y particular subvencionado) y los privados. Debido al nivel socioeconómico de los participantes >70 % (C2-C3 y D), es probable que procedan de colegios municipales o particular subvencionados, y en ese sentido el promedio de puntuación de la PSU tanto en hombres como en mujeres fue de (454,0 ± 122,0) y (465,5 ± 128,0) respectivamente.
Conocer el nivel socioeconómico de los estudiantes universitarios es de particular importancia cuando se quiere investigar sobre estrés académico debido a su interrelación existente en condiciones de desigualdad y segregación económica, datos que se ofrecen en la Tabla 1.
Fuente: programa informático.
Leyenda:
*Datos expresados en promedio ± desviación estándar).
**Datos expresados en frecuencia absoluta (porcentajes)
†Prueba t-test
††Prueba Chi2
Nivel de significancia p<0,05
Abreviaciones: NEM (notas enseñanza media), PSU (prueba de selección universitaria), NEU (notas de enseñanza universitaria).
El 94 % de los estudiantes refirió haber tenido momentos de preocupación o nerviosismo en el transcurso del año académico. A pesar de los grandes avances en materia de prácticas pedagógicas y a la incorporación cada vez más frecuente de tecnologías de información comunicación y tecnologías del aprendizaje y el conocimiento, el estrés académico sigue siendo un problema que los afecta ya que no solo involucra el contexto académico sino el extracadémico que envuelve al sujeto.
Respecto a las situaciones generadoras de estrés percibidas por los estudiantes, la Tabla 2 muestra que la dimensión competencia con los compañeros no es estadísticamente distinta por carrera (p>0,05), igual que las dimensiones referidas a tiempo limitado, personalidad del profesor, evaluaciones y otros. La única dimensión que presentó diferencias fue la sobrecarga de trabajos, donde los estudiantes de Enfermería alcanzaron el mayor puntaje con 4,1±0,7 puntos, en comparación con los estudiantes de las otras carreras (p=0,032). Estos resultados son muy similares a lo mostrado por Castillo et al.10) (2018) en su estudio con estudiantes chilenos donde también informan que la sobrecarga académica (4,6±0,1) es la principal fuente de estrés académico.
Fuente: cuestionario.
Leyenda:
Datos expresados en promedio ± desviación estándar
Prueba ANOVA (one way)
Test post-hoc Tukey
a,b Letras distintas en la misma fila indican diferencias entre grupos
Nivel de significancia p<0,05
Los resultados respecto a las reacciones de los estudiantes ante situaciones de estrés, observables en la Tabla 3, muestran que las reacciones físicas presentan diferencias significativas (p=0,024), siendo la carrera de Enfermería la que alcanza puntaje más alto (4,8±0,8) y el más bajo Terapia Ocupacional (4,1±0,9). En relación a las reacciones psicológicas hubo diferencias (p=0,021), los de terapia ocupacional refieren mayores puntajes (4,6±1,2) y los de Nutrición los más bajos (4,0±0,8). Las reacciones comportamentales no fueron diferentes estadísticamente (p=0,067). Resultados similares han sido reportados por Blanco et al.11 (2012), donde también se informó que tanto la sobrecarga de trabajo como las reacciones físicas al estrés son las más comunes (48,2 %). Si se analiza que la principal causa de estrés que tienen los estudiantes de Enfermería es la sobrecarga de trabajo es lógico pensar que sus principales reacciones sean físicas, tales como fatiga, abulia y desgano. Estos resultados también coinciden con lo encontrado por De Witt et al.12) (2019), cuyo estudio en 101 estudiantes de Terapia Ocupacional también muestra que estos tienen algunas reacciones del ámbito psicológico como problemas de autocuidado y socialización.
Fuente: cuestionario
Leyenda:
Datos expresados en promedio ± desviación estándar)
Prueba ANOVA (one way)
Test post-hoc Tukey
a,b Letras distintas en la misma fila indican diferencias entre grupos
Nivel de significancia p<0,05
El uso de estrategias de afrontamiento adecuadas puede minimizar los riesgos y subsanar el estado de estrés en la que un estudiante se encuentre. En este sentido, y considerando que cada individuo reacciona de manera diferente frente a un evento estresor, es necesario identificar estrategias adecuadas para revertir la condición estresante y sus síntomas.
En relación con las estrategias de afrontamiento, se aprecia en la Tabla 4 que la referida a revaluación positiva es diferente y mayor porcentualmente en Terapia Ocupacional con 53,1 % respecto a las demás carreras que no alcanzan el 15 % (p<0,01). Esto coincide con las reacciones psicológicas antes el estrés académico y lo indicado por Clarke et al.13) (2019), en su estudio con alumnos sudafricanos.
La estrategia referida a la búsqueda de apoyo es estadísticamente distinta (p=0,03), siendo la carrera de Nutrición la que alcanza el mayor porcentaje con 80,9 %, Enfermería 79,2 %, Kinesiología 73,8 % y Terapia Ocupacional solo 32,1 %. Respecto a la estrategia de planificación los mayores puntajes los refieren las carreras de Terapia Ocupacional y Kinesiología con 14,9 % y 16,4 % respectivamente, mientras que Enfermería y Nutrición no alcanzan el 10,0 % para este ítem (p=0,025). Mahfouz et al.14) (2016), en su estudio con 51 estudiantes de Enfermería del Cairo (Egipto) también muestran que las principales estrategias de afrontamiento son: aumentar el sentido del humor, hacer actividades recreativas y la búsqueda de apoyo. La literatura coincide que en diferentes estudiantes de ciencias de la salud la búsqueda de apoyo, los consejeros de carreras y programas de mentores son utilizados como principales estrategias de afrontamiento.15
Prueba Chi2
Nivel de significancia p<0,05
La etapa de formación universitaria es relevante en lo que se refiere a la formación de hábitos de vida. Un adecuado control del estrés académico entrega herramientas que permiten formar hábitos saludables que repercutirán en un bienestar integral de los estudiantes universitarios y que favorecerán su calidad de salud desde un paradigma biopsicosocial durante el curso de la vida.
CONCLUSIONES
Se determinó el estrés académico y sus estrategias de afrontamiento en estudiantes de carreras de salud en Santiago de Chile. La sobrecarga de trabajo fue identificada en la génesis del estrés sin presentar diferencias entre programas de estudio, pero sí en su enfrentamiento, diferenciando a las carreras del área de la salud en la búsqueda de un acompañamiento más personalizado. Las reacciones físicas frente al estrés se presentaron mayormente en estudiantes de Enfermería, mientras que las psicológicas en estudiantes de Terapia Ocupacional.