INTRODUCCIÓN
La OMS declara que la conducta suicida es un problema de salud presente en la historia de la humanidad, que se incrementa a escala mundial y ocasiona la pérdida de aproximadamente un millón de vidas cada año, lo que equivale a una muerte cada 40 segundos.1) Cuba no escapa a esta realidad; fue el país de más alta tasa en América Latina en el año 2005. Las lesiones autoinfligidas intencionalmente ocuparon la décima causa de las muertes de todas las edades con tasas brutas de 13.5 y 12.7 por cada 100 000 habitantes respectivamente en los años 2015 y 20162) por lo que existe un Programa Nacional de Prevención y Atención a la Conducta Suicida desde 19893 cuyo objetivo fundamental es evitar el primer intento de suicidio, su repetición y consumación, así como la vigilancia epidemiológica en los diferentes niveles de atención.
Según el Anuario Estadístico Nacional4) la tendencia histórica cubana del suicidio ha incrementado sus cifras en todos los grupos de edades, con marcado aumento en la adolescencia. Las lesiones autoinfligidas son la décima causa de muerte general con una tasa 13.3 x 100000 habitantes, la razón de hombres/mujeres de 3/9. En cuanto a las defunciones por territorios se destacan Isla de la Juventud con 13.0 y Matanzas con 10.1 por 100 000 habitantes. En Granma la problemática ha mantenido tasas ajustadas por 100 000 habitantes de 12.3 con 104 casos.5
En Cuba constituye un principio de la educación médica que la docencia sirva a la asistencia, y se parte del hecho de que: “… allí donde hay un profesor, allí donde hay un hombre obligado al estudio constante y sistemático hay una mejor asistencia [médica]. (…) Si queremos ser potencia médica tenemos que ser una potencia en la docencia médica”, según expresó Castro Ruz6 en 1982.
En consonancia con lo expuesto, en la educación médica superior la disciplina Medicina General Integral (MGI) garantiza la calidad formativa de los estudiantes de Medicina de conjunto con otras asignaturas y/o disciplinas del currículo con un enfoque integrador. Entre los temas relacionados con la la formación de las competencias para la prevención y control del intento de suicidio, los autores consideran que la bibliografía básica con que cuentan los estudiantes para su aprendizaje resulta insuficiente para el desarrollo de los contenidos en los programas de las asignatura MGI en el tema II (5to año) y el internado en MGI (6to año) tema IV, lo cual afecta el dominio de los conocimientos para identificar, evaluar y dar seguimiento a los sujetos con riesgo para cometer un intento de suicidio.
Los investigadores concuerdan con Manso López et al.7 en que la disciplina MGI es trascendental en la educación médica superior al tener por objeto de estudio el proceso salud-enfermedad en la persona, los grupos humanos, la familia y la comunidad, y desarrolla variantes de aplicación del método científico según el objeto de trabajo: el método clínico, la terapia familiar y el método epidemiológico.
Los autores consideran que hay que aprovechar todas las potencialidades para la enseñanza de los diferentes temas para formar un galeno con una mejor preparación, capaz de incidir exitosamente en el contexto social que les corresponde y modificar indicadores negativos a la salud. En consonancia con la problemática planteada estos autores elaboraron un manual sobre los contenidos de los temas II de 5to año y IV de 6to año. La investigación tiene como objetivo: valorar el nivel de satisfacción de los estudiantes de Medicina sobre el manual digital “Prevención de la Conducta Suicida” como recurso bibliográfico para facilitar el aprendizaje del referido tema en la disciplina integradora Medicina General Integral.
MÉTODOS
Se realizó un estudio observacional descriptivo en la Facultad de Ciencias Médicas de Manzanillo, Granma, en el curso 2018-2019. El universo estuvo conformado por 901 estudiantes de la carrera de Medicina: 328 de 5to año y 573 de 6to año. De este universo se seleccionaron 128 estudiantes de quinto año y 201 de sexto año, por muestreo estratificado, modalidad por afijo proporcional del 30 %.
Se utilizaron métodos del nivel teórico (análisis-síntesis, hipotético-deductivo, hermenéutico- dialéctico).
Del nivel empírico:
Cuestionario a estudiantes: para evaluar el nivel de satisfacción de los estudiantes con el empleo del folleto para la adquisición del contenido teórico y las habilidades para la identificación de riesgos de conducta suicida, conformada por 6 preguntas de tipo cerrada: las respuestas positivas con un valor de 10 puntos y las respuestas negativas 0 punto; el total de puntos máximos a alcanzar fue de 60. Se calificaron las variables como sigue:
Nivel de satisfacción adecuado: el 70 % o más de respuestas positivas
Nivel de satisfacción inadecuado: menos del 70 % de respuestas positivas
El manual objeto de valoración puede ser consultado en el sitio web de la Facultad de Ciencias Médicas de Manzanillo: http://ftp.fcm.grm.sld.cu/docencia/Medicina%20Comunitaria/
Se utilizó la estadística descriptiva a través del análisis porcentual para el procesamiento de los datos.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Se confeccionó un manual digital sobre el tema de la conducta suicida como material de consulta para los estudiantes de 5to año en la asignatura de Medicina General Integral, el cual puede ser utilizado en el Tema II. La atención médica integral a las enfermedades crónicas no transmisibles y otros daños a la salud; y en 6to año en los seminarios de actualización terapéutica en la rotación de Medicina General Integral en el Tema 4. La atención médica integral a las enfermedades crónicas no transmisibles y otros daños a la salud, ambos forman parte de la disciplina Medicina General Integral. Han sido beneficiados con su uso 328 estudiantes en 5to año y 573 en 6to año en el curso 2018-2019, facilitando la comprensión del contenido teórico y la evaluación desde la educación en el trabajo en el consultorio médico de familia o cualquier otro escenario docente.
Como puede observarse en la Tabla 1, de los 128 estudiantes de 5to año, el 71,09 % consideró adecuado el uso del manual como material de consulta bibliográfica porque facilita la adquisición de los conocimientos en el referido tema.
Para los estudiantes de 6to año también resultó adecuado pues el 72,6 % emitió respuestas positivas, como muestra la Tabla 2.
El medio creado por los autores y utilizado por los educandos facilitó cumplir los objetivos en ambos programas de las asignaturas insertadas en la disciplina, referidos a que el docente debe evaluar las diferentes temáticas objetos de seminarios, así como comprobar el dominio general que tiene en actividades tales como dispensarización de la población sana, en riesgo, con enfermedades crónicas, complicaciones y en rehabilitación; este recurso bibliográfico facilitó el aprendizaje de ambos temas por contar con información actualizada, complementar el programa nacional de la conducta suicida, y suplir el escaso contenido del el libro de texto básico de Medicina General Integral. Salud y Medicina, de Álvarez Sintes referido en el Módulo 23. Capítulo 142. Conducta suicida y su manejo en la APS.8
El manual facilita el estudio de una temática que hoy en Cuba, y especialmente en Granma, resulta un problema de salud; el intento de suicidio, las lesiones autoinfligidas y el suicidio forman parte del cuadro de salud territorial; y el futuro profesional de la salud necesita adiestrado en las herramientas necesarias para identificar, prevenir y/o asistir a personas vulnerables, con lo cual modificarían las tasas negativas por este indicador.
La educación médica cubana proporciona cultura general, tecnológica, política, axiológica, científica, social e ideológica.9 El rol esencial del profesor es más que informar, dictar o instruir el conocimiento; orientar, guiar, estimular, inducir y facilitar el aprendizaje. Por tanto, la creación de materiales que lo complementen es también cumplir con el encargo social como formadores.
El programa nacional para el control y manejo de la conducta suicida3 tiene una data de 32 años; sin embargo, las tasas han continuado elevadas con énfasis en las edades más jóvenes; para cumplir con sus propósitos resulta necesario preparar a los estudiantes desde la educación en el trabajo en el nivel primario de atención guiados por el médico de familia en la comunidad.
El comportamiento de las tasas por lesiones autoinfligidas intencionadas en los sistemas nacional, provincial y local de salud muestran un incremento en la adolescencia relacionado con el intento y en la adultez mayor para el suicidio.10) El balance provincial de salud mental en la provincia11 reporta que los municipios que aumentaron en número los suicidios han sido Jiguaní, Bayamo, Yara, Manzanillo, Buey Arriba y Guisa, allí han informado en los últimos 3 años suicidios en menores de 19 años. En el municipio Manzanillo en el año 2018 fueron registrados un total de 112 intentos suicidas en general y el 39,71 % en adolescentes. El canal endémico se mantuvo todo el año en zona de epidemia.
Los autores del actual estudio consideran que es necesario ver el problema desde varias aristas, entre ellas, la persona con riesgo para cometer ese acto deliberado (variables personales) y el medio en que vive el individuo de riesgo (variables familiares), por lo cual podrían abordarse en varias direcciones:
Los problemas de salud familiar que ejercen su influencia sobre la salud individual del que intenta el suicidio.
Limitaciones en la evaluación del riesgo hacia el intento suicida en los diversos grupos de edades mediante métodos diseñados con tal propósito que no están incluidos en el programa nacional de la conducta suicida.
No contar con un perfil del adolescente y el adulto mayor parasuicida a nivel local como grupos de riesgo más acentuados para cometer este acto, a partir de los factores de riesgo asociados a este evento que permita trabajar en la prevención primaria de este problema de salud.
Escasa visibilidad de las estadísticas de intento y/o suicidio a nivel local y provincial como resultado de diversas investigaciones ejecutadas.
Toda esta información aparece actualizada en el folleto digital, apoyada en resultados de diversas investigaciones a nivel local que han permitido poner al servicio de la comunidad científica y estudiantil elementos teóricos y prácticos que guíen el trabajo de prevención en grupos de riesgo; pero para que cumpla con sus objetivos es preciso contar con un personal académico que posea un conjunto de actitudes y habilidades adecuadas para enseñar. El trabajo metodológico debe constituir la vía principal en la preparación de los docentes.12 Se considera que la enseñanza centrada en el estudiante contribuye a su formación; mientras el profesor debe propiciar situaciones que favorezcan ese aprendizaje a partir de la actividad práctica de sus educandos.13
Algunos autores reconocen como fortaleza el programa nacional de la conducta suicida en el sistema de salud cubano, pero al mismo tiempo apuntan a determinadas debilidades en la enseñanza tutelar a estudiantes de Medicina relacionado con este programa; identificaron inadecuada metodología para el desarrollo de habilidades, dificultades en la evaluación frecuente y escasa tutoría de trabajos científicos sobre la temática que avizora la necesidad de replantear las estrategias formativas para el pregrado en este particular.14 Estas insuficiencias repercuten en el egresado que asume un rol protagónico en la comunidad donde se desempeña; evidencias de ellas han sido socializadas en las investigaciones realizadas en Cuba y otros países por Aguilar Hernández et al.15) Maroto vargas 16 y Goñi Sarries et al.17
CONCLUSIONES
El manual “Prevención de la Conducta Suicida” tuvo acepción por los estudiantes al manifestar un nivel de satisfacción adecuado en su mayoría. Como recurso bibliográfico facilita el aprendizaje de los contenidos de dos asignaturas que conforman la disciplina integradora Medicina General Integral.