Introducción
El proceso educativo acompaña al ser humano desde que nace, se considera como una acción continua y permanente para toda la vida y también como parte integral del trabajo. De esta manera, la formación de enfermería constituye la socialización de conocimientos, principios, valores y técnicas en un campo complejo: el cuidado de la salud.1)
Esta formación, en su connotación más amplia es concebida como una posibilidad de autonomía para la creación de proyectos que permitan el desarrollo de su dimensión humana; por esta razón, la ocupación de estos profesionales y su capacitación son una preocupación universal. En la actualidad se señala la necesidad de acompañar los cambios en la sociedad y la dinámica que hoy impone el desarrollo científico-técnico, con cambios educativos.1,2)
Por lo general, se asocia la capacitación con acciones teóricas y prácticas dirigidas para lograr habilidades en la ejecución de tareas y al logro de determinadas metas. La capacitación constituye una actividad permanente, sistemática y planificada, basada en los problemas objetivos que existen y en las perspectivas de una entidad, grupo o personas. Está orientada a producir un cambio en los conocimientos, habilidades y capacidades de los sujetos, lo que posibilita mayor efectividad en el desempeño de las funciones laborales.3,4
Según el Diccionario Larousse el término capacitación es la “acción y efecto de capacitar” y capacitar se refiere a “formar, preparar, hacer a uno apto para algo”, considerándose de forma implícita el desarrollo de capacidades para una determinada tarea.5
En el año 2018, Jordán considera la capacitación como “el proceso de enseñanza aprendizaje que se desarrolla desde el puesto de trabajo, relacionado con acciones que se realizan a corto plazo y facilitan el desarrollo de conocimientos, habilidades y destrezas de trabajo sobre una unidad de competencia laboral, y que manifiesta una intencionalidad educativa en beneficio de la cultura del trabajador”.6
Otros autores asumen la capacitación como un proceso activo y permanente que consiste en adquirir, mantener, renovar, reforzar, actualizar e incrementar los conocimientos, las destrezas y actitudes que permitan enfrentar y resolver los problemas profesionales, a fin de mejorar la competencia y actitudes del personal, con el objetivo de enfrentar los cambios tecnológicos y de innovación productiva de manera competente. En este contexto, la capacitación representa en si misma el recurso más importante con que cuentan las instituciones de salud, para la formación y actualización de sus profesionales.7,8.9.10
La Resolución Ministerial 29/2006 establece el Reglamento para la Planificación, Ejecución y Control del Trabajo de la Capacitación y Desarrollo de los recursos humanos en las entidades laborales.10 En el capítulo I, artículo 2, se define capacitación como “conjunto de acciones de preparación que desarrollan las entidades laborares dirigidas a mejorar las competencias y calificaciones para cumplir con calidad las funciones del puesto de trabajo y alcanzar los máximos resultados productivos o de servicios. Este conjunto de acciones permite crear, mantener y elevar los conocimientos, habilidades y actitudes de los trabajadores para asegurar un desempeño exitoso”. Esta definición de capacitación es la que se asume en la presente investigación, al considerar el grado de especificidad y las posibilidades de contextualización que provee.
La enfermería es una de las profesiones que se distinguen por la actuación profesional de este recurso en cuatro dimensiones: el cuidado de enfermería, el individuo, familia y comunidad, la salud y el entorno. Se ocupa de la satisfacción de las necesidades humanas a partir de la identificación de los problemas de salud, aplica la lógica del Proceso de Atención de Enfermería (PAE) como método científico de la profesión basado en la evidencia científica, tiene en cuenta acciones de promoción, prevención, curación y rehabilitación para garantizar el bienestar biopsicosocial y utiliza los procesos docentes, laboral e investigativo para la calidad y optimización de los servicios de enfermería.11,12.13
Según la Resolución Ministerial 396/2007 referida a las regulaciones de la práctica de enfermería en todos los niveles del Sistema Nacional de Salud, un enfermero técnico es aquel que ha adquirido competencias científico- técnicas para cuidar y ayudar a las personas sanas o enfermas (niño, adolescente, embarazada, adulto, y adulto mayor), la familia y la comunidad en los tres niveles de atención. Realiza funciones asistenciales, administrativas, docentes e investigativas, y está entrenado en los procedimientos invasivos del ejercicio de la profesión.14
Varios investigadores exponen que el personal de enfermería debe ser competente desde el punto de vista técnico, experto, responsable y capaz de afrontar las situaciones de crisis en el cuidado de la salud, así como tener habilidades de comunicación y la capacidad de explicar la fundamentación empírica y filosófica de sus acciones, en relación con la calidad del cuidado del paciente.15,16,17,18,19 No obstante, la evidencia científica muestra que en su mayoría los enfermeros técnicos presentan conocimientos teóricos básicos, pocas habilidades y por ende, inseguridad al realizar técnicas y procedimientos, lo que en opinión de los autores limita su desempeño laboral.
El Instituto de Hematología e Inmunología (IHI) es un centro del tercer nivel de atención, con elevado nivel científico, que brinda atención especializada a pacientes con enfermedades hematológicas; sin embargo, no hay establecido un proceso de capacitación para los enfermeros técnicos que garantice la formación continua y permanente desde la educación en el trabajo, sobre la base de una adecuada caracterización de las necesidades de aprendizaje.
La presente investigación tiene como objetivo caracterizar el estado actual del desempeño de los enfermeros técnicos en el cuidado de pacientes con enfermedades hematológicas en el Instituto de Hematología e Inmunología.
Métodos
Se realizó un estudio descriptivo y observacional en el IHI, en el período comprendido entre el 1º de julio de 2021 y el 30 de julio del 2022. La población objeto de estudio quedó constituida por 35 enfermeros técnicos seleccionados por muestreo de tipo no probabilístico intencional, que dieron su consentimiento para participar en la investigación.
Se aplicó una encuesta a los enfermeros técnicos que laboran en el área asistencial del IHI, con la finalidad de valorar los conocimientos sobre el cuidado de pacientes con enfermedades hematológicas y las alternativas de capacitación.
Para identificar los problemas profesionales en la práctica de enfermería se realizó una observación inicial al desempeño de forma directa, a través de una guía formada por 10 criterios de evaluación. La observación fue realizada por el equipo de investigación, de forma independiente en las diferentes salas de hospitalización del IHI. La valoración de los resultados fue realizada con la siguiente regla de decisiones:
Se observa (SO): el indicador está presente entre 80 - 100 % de las actividades observadas.
Se observa a veces (SOAV): el indicador está presente entre 50 - 79 %.
No se observa (NO): el indicador está presente en menos del 50 %.
Al finalizar la observación se dio a conocer a los evaluados los resultados, sugerencias y recomendaciones pertinentes para cada caso.
Se emplearon métodos del nivel teórico, entre ellos: histórico-lógico, sistematización y análisis documental de la literatura, a partir de considerar los textos de carácter científico y publicaciones de autores nacionales e internacionales, relacionados con la capacitación de los recursos humanos de enfermería.
El procesamiento de la información se realizó con el paquete estadístico SPSS (Statistical Package for Social Sciences for Principal Compute) versión 22.0 para Windows. Se utilizó la estadística descriptiva, distribución de frecuencias absolutas y relativas.
La investigación se corresponde con los principios éticos en sujetos humanos, establecidos en la Declaración de Helsinki.20) Se solicitó por escrito el consentimiento informado a cada uno de los participantes, se explicaron los objetivos del estudio, el carácter voluntario y la confidencialidad de la información.
Resultados
La encuesta fue aplicada a 35 enfermeros técnicos, de ellos 23 (65,7 %) fueron del sexo femenino y 12 (34,3 %) del masculino. Según los años de graduación, la mayoría (57,2 %) tiene menos de cinco años de graduado y el 5,7 % más de 10 años (tabla 1).
En la tabla 2 se muestran las formas de superación utilizadas para adquirir conocimientos en la especialidad de hematología. El 34,3 % refiere que han realizado cursos, el 28,6 % talleres, 17,1 % utiliza la autopreparación y 14,3 %, conferencias especializadas. Otras formas referidas son las jornadas científicas y actividades metodológicas desarrolladas por el Departamento de Enfermería de la institución. El 65,7 % no ha recibido cursos de capacitación relacionados con el cuidado de pacientes con enfermedades hematológicas en los últimos cinco años.
% | ||
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Cursos | 12 | 34,3 |
Taller | 10 | 28,6 |
Autopreparación | 6 | 17,1 |
Conferencias especializadas | 5 | 14,3 |
Otras | 4 | 11,4 |
Ninguna | 23 | 65,7 |
Los resultados de la preparación de los enfermeros técnicos para el desempeño de sus funciones asistenciales se muestran en la tabla 3. El 57,1 % tiene dominio del PAE y la administración de medicamentos y soluciones por diferentes vías. Un 51,4 % tiene independencia en el manejo de equipos tecnológicos y establece comunicación adecuada con el paciente, familiares y equipo de trabajo. El 42,9 % domina parcialmente la ejecución de técnicas específicas y procedimientos invasivos. En el indicador relacionado con los conocimientos sobre las principales enfermedades hematológicas y sus complicaciones, un 34,3 % lo domina parcialmente y no lo dominan el 22,8 %. Es importante señalar que un 71,4 % no participan en la toma de decisiones coordinadas con el equipo de salud.
D | ||||||
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% | % | % | ||||
Conocimientos sobre las enfermedades hematológicas y sus complicaciones | 15 | 42,9 | 12 | 34,3 | 8 | 22,8 |
Realiza PAE | 20 | 57,1 | 10 | 28,6 | 5 | 14,3 |
Independencia en la ejecución de técnicas específicas y procedimientos invasivos | 11 | 31,4 | 15 | 42,9 | 9 | 25,7 |
Independencia en el manejo de equipos tecnológicos, de diagnóstico y tratamiento | 18 | 51,4 | 12 | 34,3 | 5 | 14,3 |
Administración de medicamentos y soluciones por diferentes vías, tiene en cuenta efectos secundarios | 20 | 57,1 | 10 | 28,6 | 5 | 14,3 |
Establece comunicación adecuada con el paciente, familiares y equipo de trabajo | 18 | 51,4 | 15 | 42,9 | 2 | 5,7 |
Toma decisiones coordinadas con el equipo de salud | 5 | 14,3 | 5 | 14,3 | 25 | 71,4 |
Leyenda: Tengo dominio (D), Domino parcialmente (DP), No tengo dominio (ND)
La comprobación de las habilidades en la práctica en las diferentes salas de hospitalización del IHI se resume en la tabla 4. Durante la observación del desempeño se pudo comprobar que cumplen los principios éticos y bioéticos en la práctica de enfermería (85,7 %), demuestran dominio en el manejo de los equipos tecnológicos (51,4 %), tienen necesidades de superación profesional (51,4%). En el 42,9 % SOAV, responsabilidad y organización en el trabajo e independencia en la ejecución de técnicas específicas y procedimientos invasivos. No se observa la participación en la toma de decisiones en 71,4 % y no realizan autopreparación para desarrollar sus funciones asistenciales el 54,3 %.
No | % | No | % | No | % | |
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Cumple los principios éticos y bioéticos | 30 | 85,7 | 5 | 14,3 | 0 | 0 |
Participa en la toma de decisiones | 5 | 14,3 | 5 | 14,3 | 25 | 71,4 |
Responsabilidad y organización en el trabajo | 15 | 42,9 | 15 | 42,9 | 5 | 14,3 |
Conocimiento sobre las enfermedades hematológicas y sus complicaciones | 15 | 42,9 | 12 | 34,3 | 8 | 22,8 |
Independencia en su modo de actuación profesional | 15 | 42,9 | 12 | 34,3 | 8 | 22,8 |
Independencia y destreza en la ejecución de técnicas invasivas | 11 | 31,4 | 15 | 42,9 | 9 | 25,7 |
Conoce el manejo de equipos tecnológicos | 18 | 51,4 | 12 | 34,3 | 5 | 14,3 |
Habilidades en la identificación y satisfacción de necesidades del paciente | 15 | 42,9 | 12 | 34,3 | 8 | 22,8 |
Tiene necesidades de superación profesional | 18 | 51,4 | 7 | 20 | 10 | 28,6 |
Realiza autopreparación para desarrollar sus funciones asistenciales | 6 | 17,1 | 10 | 28,6 | 19 | 54,3 |
Leyenda: SO: se observa; SOAV: se observa a veces; NS: no se observa
En relación con los conocimientos sobre las enfermedades hematológicas y sus complicaciones, en el 34,3 % el cumplimiento de este indicador SOAV y el 22,8 % los resultados son negativos. El 22,8 % no muestra independencia, habilidad y destreza en su modo de actuación profesional, ni tiene habilidades en la identificación y satisfacción de las necesidades humanas del paciente. Estas insuficiencias observadas, evidencian la necesidad de un proceso de capacitación que permita a estos profesionales perfeccionar y actualizar los conocimientos y habilidades, para el cumplimiento de las funciones asistenciales en el cuidado de pacientes con enfermedades hematológicas.
Discusión
Después de la sistematización realizada, los autores consideran que existe poca evidencia con la cual se puedan comparar los resultados obtenidos en la presente investigación. La mayoría de los estudios evalúan la capacitación desde la perspectiva de la calidad del cuidado tras una intervención, o desde los factores que favorecen o motivan al personal de enfermería para asistir a los cursos de capacitación en una institución hospitalaria.
La planificación y desarrollo de las acciones de capacitación tienen como punto de partida los procesos de producción o servicios que se realizan, así como los conocimientos, habilidades y actitudes que deben poseer los recursos humanos, en correspondencia con los objetivos y resultados educacionales, económicos y de calidad de los servicios que se propone alcanzar la entidad a corto, mediano y largo plazo. Por tanto, la capacitación laboral se concreta a través de las acciones que deben expresar de forma explícita el objetivo final que se quiere lograr con los sujetos que participan en la misma, a partir de las necesidades identificadas en el diagnóstico realizado con anterioridad.21,22
Los enfermeros técnicos de nuevo ingreso se enfrentan a una difícil realidad cuando comienza su vida laboral, en su mayoría con conocimientos teóricos básicos, poca práctica para desarrollar las habilidades necesarias en su modo de actuación profesional, el insuficiente número de horas dedicadas a la autopreparación, lo que se manifiesta en inseguridad al realizar técnicas y procedimientos de la especialidad. Por ello, la formación permanente y continua es necesaria para el completamiento de saberes y destrezas, o de respuestas a necesidades de aprendizaje reconocidas como prioritarias, lo que es un motivo para invertir tiempo y recursos en capacitación en aras de lograr el perfeccionamiento científico y técnico, así como alcanzar la excelencia en su trabajo y la calidad de los servicios.3,13,15,16
La literatura revisada expone las distintas formas y vías para organizar la capacitación laboral como modo de formación o superación profesional, las cuales son: adiestramiento a recién graduados, cursos cortos de perfeccionamiento, charlas, entrenamientos, conferencias, talleres, seminarios, trabajo independiente, conversatorios, revisión de materiales científicos, video-debates, entre otras. Las acciones de capacitación laboral deben corresponder a las características de los temas a desarrollar, al considerar el nivel escolar de la muestra seleccionada y la especialidad donde desempeñan sus funciones.16,18,23
Al respecto, Bontá24 declara que los cursos taller son una buena opción de combinación de la teoría con la práctica, con la finalidad de incrementar los conocimientos y la calidad de los procesos de enfermería.
Por su parte, Hernández y otros25 explican que además de conocer las necesidades de capacitación del personal de enfermería y de la propia institución es necesario desarrollar nuevas estrategias educativas como el aprendizaje basado en la solución de problemas, que parte del principio de que el contexto laboral es un espacio donde emergen de manera constante problemas que se vinculan con el desempeño de los recursos laborales, los cuales serán solucionados cuando se tiene un diagnóstico de esas dificultades y potencialidades, en tanto son los actores que de forma directa intervienen en las situaciones laborales. Consideran, que la planificación del proceso de capacitación debe realizarse a partir de las competencias de enfermería.
Diversos estudios han demostrado la importancia de la capacitación y la educación continua en el personal de enfermería, reflejados en un aumento en la productividad, menor número de accidentes y errores en el trabajo, mejor clima organizacional y resultados con el paciente.3,4,16,21
En la actualidad se enfatiza en la necesidad de contribuir a mejorar los procesos de salud desde el perfeccionamiento y la capacitación con referente en el desempeño profesional para lograr las transformaciones necesarias, que contribuyan a resolver la contradicción externa existente entre la práctica profesional y las demandas de los procesos de salud. El personal de enfermería es un elemento clave e indispensable en las instituciones de salud, lo que obliga a mantener actualizado sus conocimientos para la prestación de servicios. Para ello debe concebirse un proceso formativo que posibilite “(…) la difusión, transferencia, adaptación y aplicación de conocimientos” en la práctica profesional.16,17,21,23)
En el contexto cubano actual, integrar lo permanente y lo continuado de la formación de los recursos humanos en las ciencias de la educación médica, es valorar su carácter de principio desde y para la educación en el trabajo.24,25,26
En opinión de los autores, la necesidad de capacitación del personal de enfermería del nivel medio es indiscutible para satisfacer la exigencia social de elevar los niveles de salud de la población. Caminar con firmeza hacia un desarrollo sostenible requiere de profesionales competentes y preparados, con una cultura que les permita establecer análisis y reflexiones, problematizar, transformar y enriquecer la práctica laboral a partir del desarrollo de sus conocimientos y habilidades profesionales.
El diagnóstico realizado permite comprender la importancia y la actualidad del proceso de capacitación para el desempeño de los técnicos en enfermería en el cuidado de pacientes con enfermedades hematológicas. Es necesario diseñar formas de capacitación integradoras y pertinentes desde la educación médica, para lograr una formación integral y el fortalecimiento de la práctica del cuidado, como vía para la solución de los problemas profesionales y elevar la calidad en el desempeño en esta especialidad.