Introducción
Los valores forman parte de la vida del hombre, en los revolucionarios cubanos el valor del internacionalismo, la entrega, el compromiso y la solidaridad están bien arraigados desde todos los tiempos en nuestra historia, en este momento en la patria de Bolívar y Chávez, que es también nuestra patria, nos corresponde impregnarlos en los educandos.1-2
El acuerdo del pacto de Sandino de los comandantes Fidel y Chávez sobre la colaboración médica al pueblo de Venezuela, en especial en la formación de los futuros médicos como respuesta a la necesidad de formar un profesional de la salud comprometido a mejorar los índices de salud y la calidad de vida de los venezolanos, permitió que en nuestra hermana República de Venezuela se hiciera realidad este pensamiento, al colaborar con el más grande Programa de Formación de Médicos, Programa de Formación de Médicos Integrales Comunitarios (PFMIC), encaminados a solucionar los problemas de salud de esta gran nación.(3-4
El comandante Hugo Chávez, en su declaración durante la inauguración de aldeas universitarias el 5 de abril de 2006 dijo: “La universidad que necesitamos debe estar al servicio del pueblo, al servicio del proyecto nacional de desarrollo, no al servicio de intereses particulares o de las élites. ¡Es la universidad para la transformación!”.
La colaboración docente se basa en el trabajo metodológico, a través de diferentes actividades con el fin de perfeccionar la calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje, para la solución de los problemas metodológicos, aplicados conocimientos contemporáneos de las ciencias pedagógicas, lo que trae consigo, el cumplimiento de funciones de gestión del proceso docente por los equipos docentes estatales.
Como resultado de esta política y de los convenios devenidos la Facultad de Ciencias Médicas Guantánamo comenzó a enviar profesionales de alto prestigio en la docencia, de los cuales formaron parte los autores de este artículo.
Desarrollo
Pretender plasmar una breve reseña en estas líneas sobre la experiencia de un colectivo de colaboradores docentes en la República Bolivariana de Venezuela, más específicamente en el Estado de Miranda, es sin dudas, un sueño.
Iniciamos esta tarea a mediados del mes de mayo de 2013 y la mejor sorpresa fue encontrarnos un grupo de compañeros, amigos y coterráneos. El Dr. Ibrahim Ganén Prats† fungió como vicejefe docente por tres años, la Dra. Yonaida Silot Garrido se sumó como responsable del Programa de Médicos Integrales Comunitarios en Altos Mirandinos, la Dra. Zulema Guadalupe Galano Guzmán como asesor docente y responsable de postgrado, otra especialista principal para la docencia y el Dr. Osmay Gámez asesor docente del Valle del Tuy.
Así comenzamos nuestro trabajo en uno de los estados más grandes de Venezuela con una matrícula de 2 124 estudiantes de pregrado de ellos, 65 Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) en todos los años, distribuidos en 5 regiones (Altos Mirandinos, Región Metropolitana, Guarenas-Guatire, Valle del Tuy y Barlovento) y más de 970 en el régimen de residencias conformados por 89 residentes de primer período Medicina General Integral (MGI) - Médicos Integrales Comunitarios (MIC), 155 de segundo período, 325 de tercer período, 350 residentes de segundo año de Medicina General Integral cubanos, 7 residentes de primer año y 50 de segundo año de estomatología general integral.
Se contaba, además, con asesores y responsables del PFMIC de otras regiones de Cuba como: Matanzas, Habana, Holguín, Camagüey, entre otras. El colectivo crecía con cinco secretarias docentes que hacían válido el proceso y compartían mano a mano el trabajo diario.
Nuestro equipo docente tenía como algo que lo distinguía del resto, no compartir un local para la docencia, sino que cada región por su extensión y lejanía una de otra, tenía un asesor y un responsable del PFMIC. Las reuniones metodológicas, consejillos docentes y otras reuniones para cumplir el sistema de trabajo se realizaban en la Universidad Bolivariana de Venezuela en Caracas donde permanecía el local de secretaria y del PFMIC estatal.
Nuestra labor consistía en garantizar el cumplimiento de las exigencias y necesidades sociales en la formación de los profesionales, orientando la preparación de los profesores y la ejecución del Proceso de Enseñanza Aprendizaje (PEA), aprovechando las fortalezas y evaluando las deficiencias para establecer actividades que sirvieran de base para la preparación científica metodológica de los profesores a través de la ejecución de tareas tales como:5,6,7,8
Planificar, organizar, dirigir y controlar la ejecución del proceso docente educativo a los niveles formativos correspondientes.
Planificar y dirigir la actividad metodológica.
Organizar y controlar la documentación inherente al proceso docente educativo.
La distribución de escenarios docentes estatales: 69 áreas de salud con 117 Núcleos de Asistencia Integral de Salud (NAIS), de los cuales estaban acreditadas para la docencia del pregrado 49 Áreas de Salud Integral Comunitaria (ASIC) y para el postgrado la totalidad de los Centros Médicos de Diagnóstico Integral (CMDI), ubicando residentes de los tres regímenes en los NAIS del estado, distribuidos de la siguiente manera: NAIS con un año académico 12, con dos años académicos 30, representando el mayor por ciento del estado, con tres años académicos 4 y con 4 años académicos solamente 2, debido a la complejidad del municipio donde estaban ubicados y la gran matrícula que poseían los dos CMDI, sin posibilidad de ser ubicados en otras áreas.
La estructura organizativa docente asistencial de la Misión Barrio Adentro garantizaba en ese momento la formación de profesionales en todas sus extensiones: cubanos y venezolanos, muchos de los cuales formados en nuestra patria en la Escuela Latinoamericana (ELAM).
El estado Miranda contaba además con 924 profesores, de ellos 202 con categoría docente: instructores 151, asistentes 34, profesores auxiliares 15 y profesores titulares 2, especialistas de segundo grado 11, diplomados 321, másteres 119, doctores en ciencias 2 e investigadores 2. Se contaba con 49 núcleos docentes.
Se destacaron las bases de misiones (27) que, además de acercar a la población los servicios, también fomentaban las actividades en deporte y cultura, con participación de residentes y estudiantes venezolanos.
Debido a la elevada matrícula, en la caracterización del claustro y el encargo social a cumplir como colaboradores docentes se imponía la utilización de métodos de aprendizaje centrados en el estudiante y en la solución de problemas, para lograr la apropiación de conocimientos, independencia cognoscitiva y el desarrollo de la creatividad y personalidad armónica, con el empleo de las tecnologías de la comunicación y la información que garantizarían un aprendizaje eficiente, teniendo en cuenta el plan de estudios, el contexto sociocultural, los escenarios, recursos humanos y materiales con que contábamos para ello.
Como consecuencia era evidente la necesidad de superación continúa del claustro en aras de alcanzar mejores resultados. Comenzaron a llegar profesores itinerantes para ayudar en los cursos de preparación para estos profesores, aumentando entonces el número de docentes de esta alta casa de estudio, entre ellos podemos mencionar al Dr. Eduardo Dupuig, la Dra. María Isabel Delis y Dra. Lissette Cristina Dorsant, entre muchos otros pineros, habaneros, camagüeyanos, etc.
Los estudiantes participaron en todas las tareas que durante su formación les fueron requeridas, la retención escolar fue de más del 90 % en los tres años, el movimiento de alumnos preparadores con más del 86 %, formaron parte de la directiva estudiantil bolivariana, participaron en marchas en apoyo a la revolución, conformación de cátedras honoríficas implementando temas relacionados con la Venezuela actual y con su historia desde lo curricular9-10, haciendo énfasis en sus próceres y en los valores más relevantes desde cada unidad curricular, por ejemplo, la cátedra Bolívar-Chávez, José Martí, José Gregorio, Guaicaipuro, Francisco de Miranda, entre otros, vinculando a estudiantes, residentes, más la participación de beneficiarios de nuestros servicios, líderes comunitarios y promotores, de manera que resaltaran las conquistas de la revolución en los servicios de salud para los más necesitados. En relación a los residentes nos imbuimos en la cobertura del 100 % de la población.11-12
El colectivo docente se empeñó de forma esmerada en la preparación de los cursos de reflexión y debate con el objetivo de lograr una mayor preparación política-ideológica de los colaboradores.4-6
Se logró utilizar el trabajo comunitario integrado como escenario docente principal para la formación del médico integral comunitario, sobre la base de la vinculación del estudio con el trabajo, la educación en valores éticos, morales y revolucionarios y la utilización del método clínico- epidemiológico con enfoque social.
A la hora de la partida contábamos con la graduación de tres cohortes de pre grado, la graduación de los residentes del batallón 51 (24 MGI), tres graduaciones de residentes cubanos de MGI (más de 300), la participación en el reimpulso de los programas de referencia tuberculosis y atención materno-infantil, la relación con el Comité Académico Bolivariano Estatal (CABES) y Comité Estatal Postgrado Medicina Integral General (CEPMIG).
Agradecemos a los compañeros venezolanos que nos acompañaron en estos tres años: Lic. Meiby Josefina Morales, Lic. Flor Bazán, Dr. Ely Marrero, Dra. Ruth Martínez, entre otras e instituciones como el Hospital General “Dr. Victorino Santaella” y el Hospital Ginecobstétrico “Dr. Rafael Osio de Cua”.
Consideraciones finales
La formación de médicos es la mayor muestra de humanismo, internacionalismo y solidaridad que hace hoy vigente las ideas de Fidel y pone en alto la frase martiana: “Patria es humanidad”. Se siente verdadera satisfacción por haber llevado el nombre de Guantánamo y de esta casa de altos estudios a la hermana República Bolivariana de Venezuela y de regresar con el deber cumplido.
"... Instruir no es educar, ni la instrucción puede ser un equivalente de la educación, aunque instruyendo se educa”. Simón Narciso de Jesús Carreño Rodríguez.