Estimado editor:
Las enfermedades diarreicas agudas (EDA) constituyen una entidad de elevada prevalencia a escala mundial. Su alta incidencia, morbilidad y mortalidad en niños menores de 5 años y ancianos la hacen un tópico de especial interés.1
La confirmación diagnóstica de los aislados de Salmonella hasta serotipo es de utilidad para los estudios epidemiológicos, sobre todo en los países en vías de desarrollo, donde las condiciones higiénico-sanitarias, influenciadas por el pobre desarrollo socioeconómico y la falta de recursos económicos, favorecen la incidencia y prevalencia de las EDA por este agente. Desde el punto vista clínico, esta enterobacteria puede ocasionar gastroenteritis autolimitada o infección sistémica que comprometen la vida del paciente. Salmonella entérica, subespecie entérica, serovariedad Enteritidis, Typhimurium, Choleraesuis dan lugar a cuadros clínicos de gastroenteritis, mientras que los serotipos de salmonellas tifoídicas (Salmonella Typhi, S. Paratyphi A, S. Paratyphi B y S. Paratyphi C) ocasionan cuadros sépticos caracterizadas por fiebre entérica con diarreas ocasionales.2,3
Los estudios microbiológicos y epidemiológicos en Cuba y en América Latina han evidenciado que los serotipos o serovariedades que se aíslan con mayor frecuencia son S. Enteritidis y S. Thyphimurium, que son los mayores responsables de brotes y casos aislados de gastroenteritis.4
En investigaciones realizadas durante 2010-2020 en el Laboratorio Nacional de Referencia de Enfermedades Diarreicas Agudas del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), se demostró la circulación de seis serogrupos y 54 serotipos, prevaleciendo el serogrupo D y el serotipo S. Enteritidis.
Tradicionalmente los estudios de susceptibilidad antimicrobiana realizados a Salmonella sp. en Cuba han demostrado baja resistencia a los antimicrobianos recomendados por el Instituto de Estándares de Laboratorio Clínico de Estados Unidos de América. En la actualidad, continúan mostrando porcentajes altos de sensibilidad a los aminoglucósidos, cefalosporinas de tercera generación y a las fluoroquinolonas. Sin embargo, llama la atención que en la última década un grupo de antimicrobianos (sulfonamida, ampicilina, cloranfenicol, tetraciclina, azitromicina y ácido nalidíxico) están registrando un incremento en el porcentaje de resistencia antimicrobiana entre el 20 y 70 %.4,5
La Organización Mundial de la Salud advierte y hace un llamado ante este preocupante fenómeno de resistencia, exhortando a la implementación de un Programa Nacional de Control de la Resistencia Antimicrobiana y sobre todo haciendo hincapié en la educación de pacientes y familiares en el uso adecuado de los antimicrobianos, especialmente en países donde los antimicrobianos se adquieren sin necesidad de una prescripción facultativa.
Los estudios fenotípicos realizados a Salmonella sp. en los últimos 10 años consolidan y contribuyen al conocimiento sobre su papel patogénico y la creciente resistencia a los antimicrobianos de los serogrupos más frecuentes, lo cual permite trazar pautas para el tratamiento oportuno, el correcto manejo del paciente, el control y la prevención de las EDA por Salmonella sp. en el país.