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Revista Cubana de Cirugía

versión On-line ISSN 1561-2945

Rev Cubana Cir v.41 n.4 Ciudad de la Habana oct.-dic. 2002

 

Artículos originales

Hospital Universitario " Carlos Manuel de Céspedes", Bayamo, Granma

Reconstrucción de los tumores nasales con el colgajo de pediculo subcutáneo. Nuestra experiencia

Dr. Manuel Estrada Sarmiento,1 Dr. Francisco Fernández-Vega Barreto2 y Lic. Isel Virelles Espinosa3


Resumen

Se realiza una investigación, cuyo universo estuvo compuesto por 40 pacientes que asistieron al azar a nuestra consulta durante el período de 1995-1999, por presentar lesiones tumorales de la piel nasal. Para caracterizar a la población objeto de estudio, se analizaron algunos aspectos tales como edad, sexo, color de la piel, localización anatómica y tamaño de la lesión. De los 40 pacientes 28 eran masculinos (70 %). Los pacientes de piel blanca fueron los más afectados (77,5 %). Los cartílagos alares y los triangulares con su proyección en el dorso nasal fueron las regiones más afectadas con el 62,5 y 32,5 %, respectivamente. El mayor número de las lesiones eran de pequeño tamaño; los resultados estéticos con esta técnica han sido satisfactorios y se clasificaron de buenos en 77,5 % de la serie.

DeCS: NEOPLASMAS NASALES/cirugía; CIRUGIA PLASTICA; COLGAJOS QUI-RURGICOS; PROCEDIMIENTOS QUIRURGICOS ORALES/métodos; PROCE-DIMIENTOS QUIRURGICOS RECONSTRUCTIVOS/métodos.

Subject headings: NOSE NEOPLASMS/surgery; SURGERY, PLASTIC; SURGICAL FLAPS; ORAL SURGICAL PROCEDURES/methods; RECONSTRUCTIVE SURGICAL PROCEDURES/methods.

La posición que ocupa la nariz en la región maxilofacial, la hace vulnerable a los más diversos agentes morbosos, como ha señalado Digman y Natvig1. Esta característica aumenta su susceptibilidad a la aparición de lesiones cancerosas de la piel que la cubre, por estar más expuesta a las radiaciones solares, como ha manifestado Conley2 quien la reporta como la zona de más alta incidencia de cáncer de la piel de la cara.

Los tumores como causa de una pérdida de sustancia de dimensiones variables, obliga a una reconstrucción lo más estética posible, dada la situación prominente de la nariz en el conjunto de la estética facial.3-5

Para las reconstrucciones nasales, múltiples técnicas quirúrgicas y gran variedad de colgajos han sido descritas para el cierre de las superficies cruentas, para una buena reconstrucción.4-15

El objetivo de nuestro estudio estuvo encaminado a valorar la eficacia de la técnica de colgajos con pedículo subcutáneo en pacientes con tumores nasales.

Relación de tratamiento de los tumores nasales

Se han planteado diversas técnicas quirúrgicas, entre las cuales podemos citar las siguientes:

Colgajos frontales

Tienen su base en la rama anterior de la arteria temporal superficial, o los vasos supraorbitarios o frontales internos.9,12

Colgajo de Rieger

Se moviliza toda la piel de la nariz sobre un pedículo lateral que se rota hacia abajo, y se cierra el defecto de arriba en forma de V-Y.14,15

Colgajo del pliegue nasolabial

Se forma a partir del pliegue nasolabial; puede tener base inferior o superior a causa de su excelente irrigación sanguínea.8,12

Colgajo de pedículo subcutáneo

El motivo de nuestra investigación, estuvo basado en una modificación de los colgajos arteriales, en los cuales el pedículo subcutáneo debe ser suficiente para mantener la circulación, esto es posible porque la irrigación sanguínea de la piel facial es extensa.16-18


Métodos

El universo utilizado en el presente trabajo estuvo compuesto por 40 pacientes que asistieron al azar a nuestra consulta durante el período de 1995 a 1999, ambos inclusives, por presentar lesiones tumorales en la región nasal y constituyeron el material para la presente investigación.

Para caracterizar la población objeto de estudio se analizaron algunos aspectos como: edad, sexo, color de la piel, procedencia, localización anatómica y tamaño de la lesión.

Los resultados se clasificaron de acuerdo con el siguiente criterio:

  • Excelente: cicatriz apenas visible sin deformidad.
  • Bueno: cicatriz escasamente visible y/o mínima deformidad.
  • Regular: cicatriz visible y/o deformidad visible.
  • Malo: cicatriz muy visible y deformidad marcada.

Para calcular el tamaño de la lesión se utilizó un pie de rey. La preparación de los tejidos se realizó mediante el colgajo de pedículo subcutáneo.

Los datos se procesaron manualmente y los resultados se expresaron en tablas; para extraer de ellas las conclusiones se utilizaron como medidas de resumen los porcentajes, promedios y medianas.


Resultados

La tabla 1 refleja la edad y sexo de los pacientes estudiados, el mayor número se puso de manifiesto en el grupo de 56 a 65 años con 13 pacientes (32,5 %). El 52,5 % de la serie se encontró entre los 56 y 75 años de edad. Las edades extremas fueron de 27 y 83 años. Se destaca que sólo el 5 % estaba compuesto por menores de 35 años.

TABLA 1. Distribución por grupos de edades

 
N= 28
N= 12
Grupos de edades
Masculino
Femenino
Total
(años)
No.
%
No.
%
No.
%
25-35
1
3,5
1
8,3
2
5
36-45
4
14,3
2
16,7
6
15
46-55
4
14,3
2
16,7
7,6
15
56-65
10
35,7
3
25
13
32,5
66-75
5
17,8
3
25
7,8
17,5
76-85
4
14,3
1
8,3
5
12,5
Total
28
70
12
30
40
100

Fuente: Hospital Universitario "Carlos Manuel de Céspedes". Bayamo, Granma. Período de 1995-1999.

El sexo masculino prevaleció con el 70 %; la razón entre uno y otro sexos fue de 2,3 :1.
El 77,5 % de la serie pertenecía a la raza blanca, el 22,5 % correspondió a la mestiza. No se hallaron pacientes de la raza negra en nuestra investigación. Hubo un predominio de enfermos del área rural (70 %) sobre el área urbana (30 %) (tabla 2).

TABLA. 2. Relación raza y procedencia

 
Procedencia
Color de la piel
Rural
Urbana
Total
 
No.
%
No.
%
No.
%
Blanca
22
78,5
9
75
31
77,5
Mestiza
6
21,4
3
25
9
22,5
Total
28
70
12
30
40
100

Fuente: Hospital Universitario "Carlos Manuel de Céspedes", Bayamo, Granma. Período de 1995-1999.

Los cartílagos alares y los triangulares con su proyección en el dorso nasal fueron las regiones más afectadas con el 62,5 y 32,5 % respectivamente.

El mayor número de las lesiones eran de pequeños tamaños. El 92,5 % correspondió a las de menos de 2 cm (tabla 3).

TABLA 3. Tamaño de la lesión

Pacientes
Tamaño de la lesión
No.
%
-1
30
75
1-2
7
17,5
Más de 2
3
7,5
Total
40
100

Fuente: Hospital Universitario "Carlos Manuel de Céspedes", Bayamo, Granma. Período de 1995-1999.

Los resultados estéticos con esta técnica han sido satisfactorios y se clasificaron de bueno, regular y malo en el 77,5, 20 y 2,5 % con 31, 8 y 1 paciente respectivamente. Generalmente los resultados agradaron a la mayoría de los enfermos y familiares.


Discusión

Los pacientes investigados demostraron nuevamente que la piel de la nariz es una de las regiones más afectadas por los tumores malignos dentro del maxilofacial, lo que coincide con otras investigaciones realizadas.2,4,6-8

Sólo 2 pacientes estaban por debajo de los 36 años, hecho que corroboró lo planteado por otros autores. 3,6,11,13

Como ha sido reportado en otras series, 3,6,13,15 el sexo masculino fue el imperante, esto a causa de que el hombre está más expuesto a la acción de los rayos solares.

Otras investigaciones sobre tumores de la piel nasal, destacan la raza blanca como la más afectada, porque estas personas desarrollan una degeneración solar e hiperqueratosis que posteriormente se convierten en carcinomas. Lo expuesto anteriormente explica el predominio del área rural sobre la urbana, al igual que en otras series.2,3,11

Como ha sido señalado en otras publicaciones13,17 la zona de los cartílagos alares es la más afectada en la región nasal
(fig. 1).

Figura 1

El alto tanto por ciento de lesiones por debajo de 2 cm es atribuido a que la región nasal es la más prominente. Es el conjunto de la estética facial, y en ella cualquier lesión, la que llama la atención del paciente, quien acude rápidamente a solicitar tratamiento médico, criterio que comparten otros autores;1,2,7,11,13,17 no obstante, la exéresis de dichas lesiones precisa de un margen oncológico en dicho proceder quirúrgico, lo cual influye junto con la localización de la zona afectada, en la selección de la técnica para el cierre de la zona cruenta.

Otros estudios11,13,17 sobre tumores nasales también destacan al colgajo de pedículo subcutáneo como la técnica quirúrgica más utilizada, ésta tiene la ventaja de un mejor resultado estético, el que se realiza en un solo tiempo quirúrgico, aunque esta técnica está determinada por la localización de la zona afectada (fig.2).

Figura 2

Para concluir diremos que en nuestra experiencia el colgajo de pedículo subcutáneo es adecuado para la reconstrucción de los defectos vecinos al pliegue nasolabial.

Estamos satisfechos con los resultados de esta técnica reconstructiva, que fue eficaz en el 77,5 % de los pacientes con tumores localizados en las regiones de los cartílagos alares y triángulares (figs. 3 y 4).

Figura 3


 Figura 4

Referencias bibliográficas

  1. Digman RO, Natving P. Surgery of facial fractures. Philadelphia: WB Saunders, 1984:267.
  2. Conley J. Cancer of the skin of the nose. Arch Otolaryngol 1986; 84:77.
  3. Estrada Sarmientos M. Lesiones malignas de la piel facial. Rev Cubana Estomatol 1988, 25(2):33-43.
  4. Haneke E. Surgical treatment of defect on the tip of the nose. Dermatol Surg 1998; 24(7):711-7.
  5. Pagliani G. Skin tumors. Localization of basal cell carcinoma in 162 patients. Minerva Chir 1995; 50(6):557-61.
  6. Rojas Casanova P. El injerto de piel total en la pirámide nasal. Presentación de ocho casos. Rev Cubana Estomatol 1980;17(1):37-41.
  7. Pérez Solar JE. Utilidad del colgajo nasocantal en el tratamiento quirúrgico de las lesiones de la punta nasal. Rev Cubana Estomatol 1984;21(1):99-110.
  8. Beer GM. Closure of nasal defects after tumor excision with local flaps. Aesthetic Plast Surg 1998;22(1):42-7.
  9. Rogissar F, Malka G. Our experiences with the frontal flap. Apropos of 105 cases. Rev Stomatol Chir Maxillofac 1998;98(6):363-70.
  10. Marili ME. Further experience with upper lip flaps for reconstruction of the alar nasi and alar base defects. Ann Plast Surg 1998; 40(6):600-5.
  11. Estrada Sarmiento M. Análisis del tratamiento quirúrgico de 80 pacientes con carcinomas basocelulares. Rev Cubana Cir 1989; 26(6)549-56.
  12. McGregor JA. Principios básicos de la transferencia de colgajos cutáneos. Clin Quir Norteam 1989;57:961.
  13. Tafalla Peña M, Morell A. Reconstrucción de los tumores nasales. Cir Plast Iberolatinoam 1980;6(4):453-63.
  14. Marchc O. The axial frontonasal flap revisited. Plast Reconstr Surg 1985;76(5):7-9.
  15. Reiger RA. A local flap for repair of the nasal tip. Plast Reconstr Surg 1967;40:147.
  16. Rustad TJ. The subcutaneous pedicle flap in melolabial reconstruction. Arch Otolaryngol Head Neck Surg 1998;124(10):1163-6.
  17. Estrada Sarmiento M. Reconstrucción de los tumores nasales. Nuestra experiencia. Multimed 2000;4(2):27-31.
  18. Kernahan DA. Reconstrucción de la nariz. En: Grabb WC, Smith JW. Cirugía plástica. La Habana: Ed. Científico-técnica, 1982:455.


Recibido: 11 de junio de 2001. Aprobado: 20 de noviembre de 2001.
Dr. Manuel Estrada Sarmiento. Hospital Universitario "Carlos Manuel de Céspedes", Bayamo, Granma, Cuba.

1 Especialista de II Grado en Cirugía Maxilo Facial. Profesor Auxiliar. Jefe de Grupo Provincial.
2 Especialista de II Grado en Cirugía Plástica y Caumatología.
3 Licenciada en Enfermería. Jefa de enfermeras de la Sala de Cirugía.

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