Introducción
La crisis febril, es el tipo más común de convulsión en niños (2 a 5 %), y es definida como una crisis epiléptica asociada con una enfermedad febril en ausencia de infección del sistema nervioso o anormalidades metabólicas agudas en niños de 6 a 60 meses de edad sin previas crisis epilépticas afebriles.1,2) La crisis febril es clasificada como simple o compleja. Una crisis febril simple se caracteriza por una crisis única en un periodo de 24 horas, de menos de 15 minutos de duración, generalizada, sin infección intracraneal y sin anormalidades neurológicas postictal,3) este tipo de crisis representa 85 % de todas las crisis febriles.3) La crisis febril compleja es definida si dura más de 15 minutos, focales, ocurre más de una vez dentro de 24 horas y asociada con anormalidades neurológicas postictal.1,3,4
La crisis febril raramente ocurre antes de los 6 meses y después de los 5 años de edad, con un pico de incidencia entre 14 y 18 meses, que se superpone con la de anemia por déficit de hierro.1,5,6
La deficiencia de hierro es el desorden nutricional más común en todo el mundo. Aproximadamente se estima que 30 % de la población global sufre de anemia por déficit de hierro y la mayoría se encuentra en países en vías de desarrollo.2 El hierro es un cofactor para diversos sistemas enzimáticos del cuerpo y tiene un rol en la producción y función de neurotransmisores, función hormonal y duplicación DNA.1,2,7) El hierro es esencial en reacciones neuroquímicas, formación de mielina, metabolismo de algunos neurotransmisores como norepinefrina, dopamina, serotonina y acido gamma amino butírico y el metabolismo energético cerebral.1,6,8) Se postula que el déficit de hierro podría disminuir el umbral convulsivo en el niño e incrementar el riesgo de crisis febril.1
Los resultados de diferentes estudios acerca de la relación entre anemia y la primera crisis febril son conflictivos. Algunos estudios muestran la anemia por déficit de hierro como un factor de riesgo para crisis febril, mientras otros no confirman esta relación.1,2,7,9) Considerando estos resultados, se realiza el trabajo con el objetivo de determinar el rol de la anemia por déficit de hierro como un factor de riesgo para la primera crisis febril simple.
Métodos
Estudio casos y controles prospectivos, transversal realizado en el servicio de emergencia del Hospital Regional Huacho del departamento de Lima, durante los meses de enero a diciembre de 2019. La población estudiada fueron niños de 6 a 60 meses de edad, que acudieron a emergencia del hospital. Se consideró como casos a los niños con crisis febril simple y los controles a niños que presentaron fiebre, pero sin crisis.
Las variables del estudio fueron crisis febril simple y anemia por déficit de hierro.
La crisis febril simple fue definida como una crisis epiléptica que ocurre en asociación con un proceso febril, de duración menor de 15 minutos, de naturaleza generalizada y única en un periodo de 24 horas, en ausencia de infecciones del sistema nervioso central o cualquier otra causa definida de crisis epiléptica. Fueron excluidos del estudio niños con historia de crisis epilépticas afebriles, trastornos hematológicos, trastornos metabólicos, infección del sistema nervioso central, retardo del desarrollo y déficit neurológicos.10
La anemia por déficit de hierro fue definida con una hemoglobina (Hb) < 11 g/dl, volumen corpuscular medio (VCM) < 70 fentolitro (fl) y ancho de distribución eritrocitaria (RDW) > 15 %.11
La muestra estaba constituida por 51 pacientes con crisis febril (casos) y 51controles (niños febriles sin crisis), apareados por edad y sexo.
Previo consentimiento informado de los padres, se tomó muestra de sangre venosa de 1 ml a todos los participantes para la medición de marcadores hematológicos de hemoglobina (Hb), volumen corpuscular medio (VCM), y distribución del ancho del eritrocito (RDW). Estos índices hematológicos se procesaron en el analizador hematológico automático marca Mindray modelo BC5300 de fabricación China.
El análisis estadístico para las variables categóricas expresadas como recuento (%) y se comparó usando la prueba de Ji-cuadrada (χ²). Para las variables continúas expresadas como la media y su desviación estándar, se aplicó la prueba de t de student para grupos independientes.
Se utilizó como medida de riesgo el odds ratio (OR) o razón de momios, su intervalo de confianza al 95 % (IC95%) y la significancia estadística (p< 0,05). Se calculó el OR ajustado con análisis de regresión logística binaria simple. Los datos se procesaron con el paquete estadístico SPSS versión 24.
Teniendo como marco referencial la declaración de Helsinki,12) se obtuvo la aprobación del comité de ética institucional.
Resultados
Se evaluaron 102 niños, entre los 6 meses y 60 meses de edad. 51 casos con crisis febril y otros 51 niños fueron controles. La media de edad en meses en el grupo con crisis febril fue 21,24 con una desviación estándar de ± 12,35, frente al grupo control 21,86 meses con una desviación estándar de ± 15,043 con p valor= 0,82. En el grupo con crisis febril, el sexo masculino fue más frecuentemente afectado 36 (70,6 %) comparado con el femenino 15 (29,4 %). La proporción de sexo masculino en grupo con crisis febril fue 36 (70,6 %) comparado con el sexo femenino en el grupo control que fue de 27 (52,9 %) con p= 0,10.
La media de temperatura en el grupo con crisis febril fue 38,88 °C con desviación estándar de ± 0,58, frente al grupo control 38,52 °C con desviación estándar de ± 0,55 con p= 0,002.
Se muestra los resultados de la presencia de anemia por déficit de hierro entre los grupos de casos y controles (Tabla 1).
Se obtuvieron los resultados de los indicadores hematológicos en casos y controles (Tabla 2).
Los resultados que muestran la medida del factor de riesgo como el odds ratio crudo y ajustado se obtuvieron en la muestra del estudio (Tabla 3).
N: número; casos y controles: N= 51; p< 0,05 nivel de significación; Hb: hemoglobina; VCM: volumen corpuscular medio; RDW: ancho de distribución eritrocitaria; fl: fentolitro.
Discusión
En este estudio la comparación entre la media de la edad en el grupo con crisis febril comparado con el grupo control, no aportó diferencias importantes (p= 0,82). Hallazgo también encontrado por Sharawat y otros5) con un valor p= 0,60 y por Ashour13 con p= 0,77.
El número de niños y de niñas, sin diferencia (p= 0,1031), aunque hubo más niños en el grupo con crisis febril. Hallazgo que fue también encontrado por Sharawat,5Ashour,13) con p= 0,71 y p= 0,84, respectivamente; otros investigadores14,15,16) obtienen en sus muestras resultados similares en cuanto al número de niñas y niños.
Se observó en este estudio que la temperatura corporal media fue diferente entre el grupo con crisis febril y el grupo control (p= 0,002), hallazgo similar al encontrado por otros autores.15
En contradicción y con respecto a la temperatura corporal y con el mismo nivel de significación, se plantean valores de p= 0,13 y de p= 0,61,13,17) que indican ausencia de diferencias en la temperatura en los grupos estudiados. Investigadores sugieren17,18) que el aumento de temperatura causa taquipnea, que resulta en alcalosis respiratoria en el cerebro inmaduro. Este aumento en el pH cerebral incrementa la excitabilidad neuronal y provoca la crisis febril. Adicionalmente, la fiebre puede agravar los efectos negativos de la anemia o el déficit de hierro en el cerebro.19
En este estudio la comparación del valor promedio de la hemoglobina (Hb) entre el grupo con crisis febril y el grupo control, dio una diferencia estadísticamente significativa con p= 0,002, que coincide con los hallazgos encontrados por diferentes autores,2,5,9,13,20,21,22) y difiere de los obtenidos por otros,15,23) que explican que sus resultados probablemente se deban a la deshidratación encontrada en su estudio en niños con crisis febril.
El valor promedio del volumen corpuscular medio (VCM) del grupo crisis febril comparado con el grupo control reveló una diferencia importante (p= 0,029). Este hallazgo está en concordancia con los encontrados por varios autores,2,5,13,23,24) pero también en otros estudios,17,23) estos resultados no fueron trascendentes.
Estas diferencias entre los estudios podrían deberse a los diferentes valores de puntos de cortes del valor del VCM y además este volumen disminuye a medida que la hemoglobina desciende, es decir, cuando el niño presenta anemia moderada y severa, y esto ocurre cuando la hemoglobina está por debajo de 10 g/dl.25
Con respecto al ancho de distribución eritrocitaria (RDW) hubo diferencias significativas entre el grupo crisis febril y el grupo control, con un valor más alto en el grupo crisis febril (p= 0,006). Estos resultados también se encontraron en otros estudios,2,5,9 y no concordaron con los resultado de otras investigaciones.23
El valor de la asociación OR crudo entre la anemia por déficit de hierro y la primera crisis febril del estudio fue 3,684 (IC95%, 1,622-8,363), con p= 0,002 y un OR ajustado por regresión logística binaria simple de 1,699 (IC95%: 1,191-2,433) con un valor p= 0,003. Estos resultados fueron también encontrados por otros autores,20,26,27,28,29,30,31,32 todos con valores de OR crudo y ajustado superiores a la unidad entre factor de riesgo anemia y la primera crisis febril simple.
Contrario a estos hallazgos otros autores no han encontrado a la anemia por déficit de hierro como un factor de riesgo para el desarrollo de la primera crisis febril.33,34
Entre las limitaciones del estudio esta no haber medido los depósitos de hierro en los niños. Estos análisis bioquímicos (ferritina, hierro sérico) son muy costosos de realizar para un país con escasos recursos económicos como el nuestro, pero también hay que tener en consideración, que el ancho de distribución del eritrocito (RDW) no se ve afectado al igual que el volumen corpuscular medio (VCM) en procesos infecciosos agudos, como si se ve afectado la ferritina, que es un reactante de fase aguda.
Por otro lado, el RDW es el primer indicador en ser afectado en la deficiencia de hierro, aún previos a los cambios en las concentraciones de ferritina, hierro sérico, hemoglobina y protoporfirina eritrocitaria libre; la capacidad de ligación de hierro total y el tamaño celular. Varios estudios han encontrado que el RDW solo o en combinación con VCM es una herramienta diagnostica para el déficit de hierro en niños y muchas veces superior a otros indicadores.25,35,36
En conclusión, la anemia por déficit de hierro es un factor de riesgo para desarrollar una crisis febril simple por primera vez.