INTRODUCCIÓN
La Organización Mundial de la Salud ha definido la osteoporosis como una enfermedad esquelética caracterizada por una "densidad ósea baja y deterioro de la micro arquitectura del tejido óseo con el consiguiente aumento de la fragilidad ósea y la susceptibilidad a fractura."1 Los impactos mecánicos a los que se somete al sistema esquelético, los cambios de presión a nivel de los vasos sanguíneos que irrigan el propio hueso y las fuerzas axiales que, sobre el hueso, ejerce la musculatura cuando ésta se activa, parecen ser factores clave en los procesos de adaptación ósea.2 En este sentido, recientes estudios han sugerido que, estímulos mecánicos (vibraciones) de alta frecuencia y baja magnitud pueden ejercer un efecto positivo sobre la morfología ósea, beneficiando su cantidad y calidad.3,4
Las guías clínicas para la prevención de osteoporosis recomiendan intervenciones dietéticas, farmacológicas y ejercicios con pesas para prevenir las fracturas óseas.5,6,7,8 Estas intervenciones tienen a veces baja adherencia y pueden causar efectos adversos. Una alternativa complementaria a estas intervenciones es el entrenamiento vibratorio de todo el cuerpo, en el que la energía producida por una oscilación forzada se transfiere al individuo desde una plataforma de vibración mecánica.9
Las plataformas vibratorias (PF) se introdujeron en la década pasada como una nueva promesa contra el tratamiento de la osteoporosis ya que se encontraron mejoras significativas en el ratio de formación del hueso, en la densidad mineral ósea (DMO), en la estructural trabecular y en el grosor cortical en animales modelos.10,11,12
La plataforma vibratoria es una máquina popular donde se permanece de pie, individualmente, sobre una placa vibratoria y el motor transmite aceleraciones verticales al músculo y hueso.13 Esta puede producir efectos osteogénicos al cambiar el flujo de líquido de la médula ósea a través de la estimulación directa y mecano transducción, o puede generar la estimulación ósea indirecta a través de la activación del músculo esquelético mediante el reflejo de estiramiento del tono.14,15
Actualmente, en el mundo, más de 200 millones de mujeres posmenopáusicas sufren osteoporosis.16 Esta enfermedad es una de las más comunes y costosas de la salud pública e incide en gran proporción sobre ésta población.17 Los aspectos determinantes de la fractura ósea son las caídas, la fragilidad ósea, la pérdida de equilibrio y la disminución de fuerza en extremidades inferiores.18,19 El ejercicio físico es considerado como una estrategia efectiva, que se recomienda con frecuencia en la práctica general, para la prevención y tratamiento de la osteoporosis posmenopáusica.13
Por lo tanto, el objetivo de esta revisión ha sido conocer los últimos avances de entrenamiento con plataformas vibratorias para la mejoría de la masa ósea en mujeres posmenopáusicas, como punto de partida para el desarrollo de futuras intervenciones cuyo objetivo sea mantener una masa ósea saludable y mejorar la calidad de vida.
MÉTODOS
Fuentes de datos y estrategia de búsqueda
Se ha realizado la búsqueda en tres bases de datos diferentes, PubMed (1950 a 2 enero 2015), SPORTDiscus (1887 a 2 enero 2015) y ISI Web of Science (1900 a 2 enero 2015). La búsqueda se realizó para los materiales publicados hasta el 2 de enero de 2015. Las palabras claves utilizadas para identificar los artículos y restringir la población en esta revisión fueron: “female” y “human” las cuales fueron combinadas con “whole body vibration” y “osteporosis” con el término boleano AND. Además, se añadió un último filtro: “10 years” para reducir la búsqueda a los artículos publicados en los últimos 10 años. La estrategia de búsqueda se modificó para cada base de datos y se exploró con el fin de maximizar la sensibilidad y producir una búsqueda exhaustiva. Los términos fueron buscados según título, resumen y encabezamiento de materia.
Criterios de inclusión
Tipo de estudios: Estudios experimentales que comparan los efectos de un entrenamiento en plataforma vibratoria sobre el hueso.
Tipo de participantes: Mujeres posmenopáusicas entre 51-91 años, con un mínimo de 5 años tras la menopausia para evitar confundir los efectos acelerados de la pérdida ósea inmediatamente después de la misma. Pueden ser mujeres osteoporósicas, osteopénicas o saludables.
Tipo de resultados: Contenido mineral ósea (CMO), densidad mineral ósea (DMO) o área ósea de todo el cuerpo, zona lumbar, cadera (cuello femoral, trocánter, intertrocánter o subregiones del triángulo Ward’s), arquitectura del hueso (tomografía computarizada cuantitativa [pQTC] o densitometría ósea [DXA]) o parámetros de ultrasonido (broadband ultrasound attenuation [BUA].
Criterios de exclusión
Los criterios de exclusión consistieron en (a) artículo en idioma diferente del español, inglés o francés; (b) datos no publicados; (c) estudios con animales; (d) estudios con hombres; (e) mujeres < 51 años; (f) mujeres menárquicas; (g) estudios que no combinen el trabajo en plataformas vibratorias con prevención osteoporosis.
Evaluación de la calidad
Se utilizó la Declaración CONSORT 201020) para evaluar la calidad metodológica en los estudios experimentales aleatorios y no aleatorios. De acuerdo a esta escala, tras aplicar los criterios de exclusión e inclusión, todos los artículos fueron aceptados (ninguno cumplía con los criterios de exclusión).
Estudios aceptados
En la búsqueda inicial en las diferentes bases de datos electrónicas, se encontraron 96 artículos (Fig. 1). Después de eliminar los duplicados, 70 fueron los seleccionados para la presente revisión. 58 artículos fueron excluidos tras leer el título y el resumen. Finalmente, los 12 artículos seleccionados fueron examinados teniendo en cuenta los criterios de inclusión y exclusión y los criterios de calidad y todos ellos fueron aceptados.
RESULTADOS
Prescripción de actividad física
La actividad física recogida en los artículos que se recomienda realizar a mujeres postmenopáusicas es:
Andar: 30 a 60 minutos, 1 a 3 veces/ días, 40- 75% VO2max, 2- 5días a la semana.
Andar + Ejercicios aeróbicos (bailar, nadar, bicicleta): 30 a 60 minutos, 50- 84 % VO2mac, 3-4 días/ semana.
Ejercicios aeróbicos (jogging, andar, bailar, nadar, bicicleta) + entrenamiento de resistencia (bandas elásticas, pesas, pesas tobillos, máquinas): 30- 70 minutos, 42- 75 % VO2max, 10- 70 % 1 RM.
Ejercicios de resistencia: 5- 12 ejercicios, 40- 80 % 1RM, 8, 16 repeticiones, 3 días/ semana.
Por otra parte, los diferentes tipos de plataformas vibratorias (PV) utilizadas en los diferentes estudios se evidencian en la tabla 1. Los resultados sobre los efectos del trabajo en plataforma vibratoria para la mejora de la resistencia ósea en las mujeres posmenopáusicas, se muestran en la tabla 2.
En la mayoría de los estudios se observaron cambios en el aumento de la DMO del cuello femoral en los grupos en los que se aplicó entrenamiento con PV, mientras que en los grupos control se observó disminución para esta misma variable.21,22,23,24,25,26,27,28,29,30,31,32,33,34
Ruan y otros,30 en un estudio llevado a cabo con mujeres diagnosticadas de osteoporosis, observaron tras aplicar un programa de entrenamiento con PV durante seis meses (10min/sesión), aumentos en la DMO lumbar y del cuello femoral del grupo de entrenamiento; frente a la disminución de estas mismas variables en el grupo control.
Otros estudios que han combinado entrenamiento en PV y resistencia en mujeres con osteopenia,25,26 han evidenciado mejoras en el control postural.
Un estudio con muestra representativa (n= 710),35 en el que se realizó un entrenamiento en PV en mujeres postmenopáusicas sanas, durante 18 meses, evidenció mejoras en el tiempo de reacción, velocidad de movimiento y equilibrio.
Estudio | N | Tipo/Suplemento | Métodos/ Intervención | Sujetos acaban | Plataforma/ Parámetros | Frecuencia y duración | Resultados |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Gusi et al. | 28 | PSTMN sanas- | 1. PV (n=18) | 1. PV (n=14) | Galileo2000 | 3x/sem; 8m | PV: ↑DMO cuello femoral |
(2006)(22) | desentrenadas | 2. GA (n= 18) Rodillas flexionadas 60º, sesión de andar: 55min | 2. GA (n= 14) | (oscilación lateral); 12.6 Hz, 3.3 g (lateral) and 0.7 g (vertical), ↑progresivo | 6x60s/ sesión (↑progresivo) | (4,3%) que GA; no cambios DMO en zona lumbar | |
Ruan et al. | 116 | PSTMN | 1. PV (n=66) | 1. PV (n=51) | ZD-10; 30 Hz, 5mm | 5x/sem; 6m | PV: ↑DMO lumbar (4,3%), |
(2008)(30) | Osteoporósicas | 2. GC (n=50) Posición vertical sobre PV | 2. GC (n=43) | 10min/sesión | ↑DMO cuello femoral (3.2%), ↓DCA GC: ↓DMO lumbar (1,9%), ↓DMO cuello femoral | ||
Beck et al. | 47 | PSTMN sanas | 1. GC (n= 15) | 1. GC (n= 14) | Juvent1000 (vertical): | 2x/sem; 8m | GC: ↓CMO trocánter (- |
(2010)(23) | 2. BPV (n=15) 3. APV (n=17) Posición vertical sobre PV; A | 2. BPV (n=14) 3. APV (n=15) | 30Hz, 0.3g Galileo2000 (oscilación lateral): 12,5Hz, 1g | 15min/sesión | 6%), zona lumbar (-6,6%) No diferencias entre BPV- APV | ||
Bemben et al. | 55 | PSTMN sanas | 1. GR (n=22) | 1. GR (n=22) | Power plate® | 3x/sem; 8m | GR- PV: No diferencias |
(2010)(27) | 2. PV (n= 21) 3. GC (n= 12) Sentadillas dinámicas, diversos ejercicios extremidad superior en PV | 2. PV (n= 21) 3. GC (n= 12) | (triaxial); 30- 40Hz, 2- 4mm, 2,16- 2,8g | 15-60s/ ejercicio 10min/ sesión | DMO total cuerpo, zona lumbar, cadera izda y trocánter dcho GR-PV-GC: ↓DMO cadera y cuello femoral dcho PV: ↑ligeramente DMO radio que GC | ||
Slatkosvska et | 202 | PSTMN sanas + | 1. PV 90Hz (n=67) | 1. PV 90Hz (n=67) | No especifica; 90Hz, | 7x/sem; 12m | No efectos significativos |
al. (2011)(31) | Calcio, Vit D | 2. PV 30Hz (n=68) 3. GC (n=67) | 2. PV 30Hz (n=68) 3. GC (n=67) | 30Hz, 0.3g | 20min/sesión | DMO entre PV 90-30Hz y GC | |
(DCPV:880IU; ADPV: 1600IU) | 1.2. ADPV (n=27) 2. GC (n=57) DCPGC(n=28) ADGC (n=29) Sentadilla; A | 1.2. ADPV (n=25) 2. GC (n=53) DCPV (n=26) ADPV (n=27) | 2.2g,↑progresivo | músculo y ↑niveles Vit D No diferencias significativas entre todos grupos | |||
Veschueren et al. (2011)(28) | 113 | PSTMN sanas + Calcio (DCPV:880IU; ADPV: 1600IU) | 1. PV (n=56) 1.1. DCPV (n=29) 1.2. ADPV (n=27) 2. GC (n=57) 2.1. DCPGC(n=28) 2.2. ADGC (n=29) Sentadilla; A | 1. PV (n=50) 1.1. DCPV (n=25) 1.2. ADPV (n=25) 2. GC (n=53) 2.1. DCPV (n=26) 2.2. ADPV (n=27) | Power plate®; 30-40Hz, 1.6-2.2g,↑progresivo | 3x/sem; 6m 15min/sesión | PV-GC:↑DMO cadera, ↑fuerza dinámica del músculo y ↑niveles Vit D No diferencias significativas entre todos grupos |
Von Stengel et | 108 | PSTMN sanas + | 1. PVR (n=36) | 1. PVR (n=34) | Vibrafit: 12.5Hz, | 3x/sem; 12m | PVR-PVV:↑DMO zona |
al. (2011)(32) | Calcio (1200mg), Vit D (800IU) | 2. PVV (n=36) 3. GC (n=36) Sentadilla 1-2 piernas, levantando talones; A | 2. PVV (n=29) 3. GC (n=33) | 12mm, 8g (PVR) Qionic: 35Hz, 1.7mm, 8g (PVV) | 15min/ sesión | lumbar (0,7%-0,5%), ↑DMO cuello femoral (0,3%-1,1%), ↑fuerza máxima pierna (27%- 22%) que GC | |
Iwamoto et al. | 52 | PSTMN | 1. PV (n= 26) | 1. PV (n= 26) | Galileo900: 20Hz | 2x/sem; 6m | PV: ↑flexibilidad, |
(2012)(33) | osteoporósicas + alendronato (5mg) | 2. GC (n= 26) Posición vertical sobre PV; A | 2. GC (n= 26) | (oscilación lateral) | 4min/sesión | equilibrio, velocidad de paseo que GC | |
Chung- Liang et | 32 | PSTMN sanas | 1. PV (n=16) | 1. PV (n=14) | LV-1000 (oscilación | 3x/sem; 6m | PV: ↑DMO (2,03%) |
al. (2013)(34) | 2. GC (n=16) Posición vertical sobre PV; A | 2. GC (n=14) | lateral); 30Hz, 3.2 g | 5min/sesión | GC: ↓DMO (0.05%) | ||
Stolzenberg et | 68 | PSTMN | 1. PV (n=34) | 1. PV (n=26) | Galileo: 22-26Hz, | 2x/sem; 9m | ↑DMO tibia distal |
al. (2013)(25) | osteopenia | 2. GE (n=34) Posición vertical, sentadilla, posición 90º sobre PV; Entrenamiento de resistencia= 30min; A | 2. GE (n= 31) | 3.9-10.9g (↑progresivo) | 35-40min/sesión (Entrenamiento resistencia+ PV o E) | ||
Stolzenberg et | 68 | PSTMN | 1. PV (n= 34) | 1. PV (n= 26) | Galileo: 22-26Hz, | 2x/sem; 9m | Entrenamiento de fuerza |
al. (2013)(26) | osteopenia | 2. GE (n= 34) Posición vertical, sentadilla, posición 90º sobre PV; Entrenamiento de resistencia= 30min; A | 2. GE (n= 31) | 3,9-10,9g (↑progresivo) | 35-40min/sesión [Entrenamiento resistencia+ PV (4min)o E (15min)] | combinado con PV y E mejora el control postural | |
Leung et al. | 710 | PSTMN sanas | 1. PV (n= 364) | 1. PV (n= 280) | No especifica: 35Hz, | 5x/sem; 18m | ↑T reacción, V |
(2014)(35) | 2. GC (n= 346) | 2. GC (n= 316) | 0.3g | 20min/sesión | movimiento, E |
PSTMN: Postmenopáusicas; GE: Grupo equilibrio; E: Equilibrio; Vit: Vitamina; A: Aleatorio; PV: Plataforma vibratoria; DMO: Densidad mineral ósea; DCA: Dolor crónico de espalda; T: Tiempo; V: Velocidad; PVR: Plataforma vibratoria rotacional; PVV: Plataforma vibratoria vertical; GA: Grupo andador; CMO: Contenido mineral ósea; DCPV: Dosis convencional grupo plataforma vibratoria; ADPV: Alta dosis grupo plataforma vibratoria; DCGC: Dosis convencional grupo control; ADGC: Alta dosis grupo control; GR: Grupo de entrenamiento resistencia; GC: Grupo control;
DISCUSIÓN
Existen escasas evidencias sobre los beneficios y daños de las PV para la prevención y tratamiento de la osteoporosis, en definitiva, mejorar la salud ósea de las mujeres postmenopáusicas es el asunto que nos concierne.
Debido a esta escasa evidencia científica relacionada con el uso de las PV, es necesario que en el caso de que se utilicen como modo de entrenamiento autónomo sin un especialista que controle este entrenamiento, debe tenerse cuidado, puesto que no se especifica en la ciencia cuál es el tipo de PV, la frecuencia u oscilación más apropiada a cada caso, como puede ser la prevención de osteoporosis, entrenamiento deportivo, mantenimiento muscular u otros.
Existe un alto número de artículos que han realizado estudios en diferentes poblaciones especiales o sanas, pero en ninguna se concreta cual es el mejor tipo de entrenamiento. Es más, se tiende a excluir los sujetos con problemas de salud, tales como problemas cardiacos o músculo-esqueléticos, lo que conlleva a reducir el ratio de poblaciones estudiadas y no conocer los daños o beneficios que podría conllevar el entrenamiento en PV.
Por todo lo comentado anteriormente, se debe de tener especial cuidado a la hora de utilizar la PV de forma autónoma, sin control, ya que podría dar lugar a mayores problemas que beneficios.
Se debe entender que las PV no sustituyen la terapia para prevenir la osteoporosis, sino que es una posible terapia de ayuda que junto a otros tipos de entrenamiento o suplementos nutricionales, se podría prevenir.
Por lo tanto, en esta discusión se pretende obtener una posible conclusión sobre qué PV, frecuencia, oscilación, duración y resultados se obtienen en aquellos artículos que han realizado una intervención con mujeres postmenopáusicas y PV en los últimos 10 años.
Los 12 estudios publicados revisados incluyeron diversos protocolos de tratamiento, reflejando la incertidumbre que existe acerca del tipo de plataforma más eficaz, sus ajustes (frecuencia, amplitud y aceleración) y duración de la sesión, así como frecuencia de la misma. Pocos estudios evaluaron los daños potenciales de la PV o resultados clínicamente importantes como las fracturas, dolores lumbares u otros.
Referente al tamaño de muestra, es muy dispar, ya que algunos ensayos tenían un alto número sujetos y otros muy bajo; además, en algunos casos se llevaba a cabo el estudio en un hospital o centro adecuado al uso de PV con un especialista vigilando en todo momento el entrenamiento y en otros el entrenamiento en PV lo realizaban los propios sujetos en su casa o sin un especialista controlando el mismo. Los estudios no solían ser de larga duración (6 a 18 meses) ni incluir una frecuencia semanal alta.
Los resultados no solían ser estadísticamente significativos o simplemente se obtenían pequeños aumentos en DMO que daban lugar a una incertidumbre clínica. Por lo tanto, no existe una clara armonía a la hora de llevar a cabo un tratamiento común con mujeres postmenopáusicas.
Se puede llegar a la conclusión de que la PV que más se utiliza con mujeres postmenopáusicas es la plataforma vibratoria Galileo Fitness™,22,23,24,25,26 una evolución de las antiguas plataformas “verticales” que gracias al movimiento oscilante patentado, se gana juego articular de la pelvis y emulando el movimiento de la marcha, un movimiento 100 % fisiológico. Es una de las plataformas más utilizadas y con mayor prestigio en el mercado. Se trabajó con frecuencias 12.6, 20, 22, 26Hz, la amplitud varía bastante de un ensayo a otro (0,7 a 4,2 mm) al igual que ocurre con la aceleración (1 a 10,9 g).
Se utilizó en diferentes poblaciones de mujeres posmenopáusicas, tanto sanas, desentrenadas como osteopénicas y osteoporósicas. Los ensayos tuvieron una duración de 6 a 9 meses con una frecuencia de 2-3 días a la semana. Trabajando con esta plataforma, el grupo que entrenó con vibración obtuvo mejoras en la DMO del cuello femoral,22 la tibia distal,26 en el equilibrio, la flexibilidad24 y el control postural.25
Centrándonos en la otra PV con más prestigio, plataforma vibratoria Power Plate® que vibra en los tres planos, de delante hacia atrás, de derecha a izquierda y de arriba abajo, de esta manera, se produce una activación muscular. Esta se utiliza solamente en dos artículos27,28 y es muy similar los parámetros de trabajo con la PV; frecuencia 30-40Hz, amplitud 2-4mm y aceleración 1,6 a 2,8 g, tres días a la semana y un periodo de duración del tratamiento de 6-8 meses. Además, en ambas intervenciones se complementa el trabajo en plataforma con suplementación de calcio y vitamina D. Se obtuvieron mejoras en la DMO de cadera y radio y en la fuerza dinámica del músculo.28 No obstante, Bemben y otros27 demostraron que no hubo diferencias en el DMO total del cuerpo, de la zona lumbar, de la cadera izquierda y del trocánter derecho entre el grupo PV y el grupo que llevó a cabo un entrenamiento de resistencia.
En algunos artículos se cuestiona sobre la adherencia y el acceso a las plataformas vibratorias,22,24,27,29 tanto el sitio (clínico u hogar) como la frecuencia de las sesiones pueden afectar al tratamiento y a la adherencia a largo plazo. Además, al ser un material costoso, un alto porcentaje de los consumidores no pueden acceder a ellas, por lo que deben ir a lugares especializados en el entrenamiento con PV y por lo tanto, pagar cada sesión. Esto conlleva también un alto costo y finalmente se deja de lado este tipo de entrenamiento tanto por el desplazamiento, como por la constancia necesaria, como por el mal uso y alto coste, aspecto a mejorar como parte de estrategias de marketing social.36 Por ello, es necesario llegar a la conclusión sobre cuál es el tratamiento adecuado en cada población y caso específico. De esta forma se aumentaría la utilización de las PV, que en los últimos años ha generado mala fama en torno a ellas reduciendo su uso debido a la mala utilización y lesiones producidas, y también al desconocimiento acerca de un tratamiento adecuado con PV. Sería necesario formar a la población acerca de cómo utilizarlas, cuáles son las más apropiadas para cada objetivo y que contengan unos medios de seguridad para evitar caídas debido al desequilibrio o desorientación.
Dicha revisión tiene limitaciones. Se podría haber llevado a cabo una búsqueda más amplia utilizando otros términos como “bone mass”, “bone mineral content”, “bone mineral density”, “BMC” o “BMD”, alternando el uso de ellos en otras bases de datos como EMBASE o revistas científicas españolas. Se incluyeron sólo estudios publicados en los 10 últimos años. No se tuvo en cuenta otros resultados a parte de los relacionados con la DMO o el efecto que tuviese el entrenamiento vibratorio.
Futuros hallazgos
Sería interesante llevar a cabo estudios en los que se trabajase con la PV Galileo complementando el tratamiento con calcio y vitamina D o alternar el uso de PV con trabajo de fuerza muscular y equilibrio, los cuales podrían mejorar el número de caídas y fracturas. Para mejorar la fiabilidad de los artículos se requiere de estudios con muestras mayores y periodos de intervención de más larga duración.
Conclusiones
Se requiere de ensayos clínicos con muestras mayores y adherencia de participación para finalizar el estudio. De un control específico de otros parámetros como fracturas, ingesta de calcio, vitamina D, actividad física, calidad de vida y otros que sean de mayor duración para lograr encontrar diferencias, puesto que los cambios en el hueso conllevan un proceso lento y en una intervención de corta-media duración no se puede apreciar, al igual que ocurre con las fracturas.
Respecto al uso del tipo de PV, hay una mayor conformidad en el entrenamiento con la Power Plate que con la Galileo, pero claramente la primera se utiliza en menos ensayos que la segunda y al compararlo con otros entrenamientos no se obtuvieron diferencias significativas, quizás porque el movimiento oscilatorio sea más beneficioso para esta población que el movimiento triaxial.
Se continúa sin conocer explícitamente los beneficios y daños de las PV en mujeres postmenopáusicas y por lo tanto sería interesante llevar a cabo más ensayos clínicos, alternando con otros entrenamientos para conocer completamente el papel de esta terapia.