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Revista Cubana de Medicina Militar

versión On-line ISSN 1561-3046

Rev Cub Med Mil vol.43 no.3 Ciudad de la Habana jul.-set. 2014

 

ARTÍCULO HISTÓRICO

 

Enrique Núñez de Villavicencio y Palomino, profesor y coronel iniciador de la docencia médico militar cubana

 

Enrique Nunez de Villavicencio y Palomino, professor and colonel, pioneer of the Cuban military medical education

 

 

DrC. Jorge Eduardo Abreu Ugarte,I Dra. María Cruz GarcíaII

I Universidad de Ciencias Médicas de las FAR. La Habana, Cuba.
II Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas Victoria de Girón. La Habana, Cuba
.

 

 


RESUMEN

Se destacan los aportes a la medicina militar cubana del doctor Enrique Núñez de Villavicencio y Palomino (1872-1916), cirujano de la guerra por la independencia de Cuba (1895-1898), en la que alcanzó el Grado de Coronel Médico. Como médico militar se desempeñó como profesor universitario; realizó investigaciones que contribuyeron al desarrollo de la cirugía y de la salud pública en Cuba; publicó numerosos artículos científicos. También fue Secretario de Sanidad y Beneficencia; en este cargo favoreció el progreso de la salud pública en el país. Como médico del Ejército Libertador de Cuba, mantuvo su interés por la ciencia en condiciones de campaña. Se consideró el primero en presentar trabajos en eventos científicos y publicar artículos con resultados de su investigación en la práctica de la medicina militar. Este genuino representante del pensamiento independentista cubano, constituye un paradigma para los profesionales de la salud cubanos, en especial para los que integran los Servicios Médicos de las Fuerzas Armadas Revolucionaras y para los docentes encargados de su formación.

Palabras clave: medicina militar, Villavicencio, sanidad militar, Ejército Libertador.


ABSTRACT

This paper underlined the contributions of Dr. Enrique Nunez de Villavicencio y Palomino (1872-1916), who was surgeon at the Cuban independence war of 1895 and had the military rank of medical colonel. He worked as university professor, conducted researches that supported the development of surgery and of the Cuban public health in Cuba and published a number of scientific papers. Dr Nunez was also Secretary of Health and Welfare and from his position, he encouraged the advance of the public health system in the country, As physician of the Liberating Army of Cuba, he kept his interest on science, even under war conditions., He was regarded as the first one in the submission of papers to scientific events and in the publication of articles with his research outcomes implemented in the military medicine practice. This genuine representative of the Cuban independence thinking is a paradigm for the Cuban health professionals, particularly those members of the Revolutionary Armed Forces medical services, and for the teaching staff as well.

Keywords: military medicine, Villavicencio, military health, Liberating Army.


 

 

INTRODUCCIÓN

Diversos médicos participaron en las guerras por la independencia cubana del siglo XIX y fueron verdaderos paradigmas de patriotismo.1 La investigación histórica sobre sus vidas, está dirigida a destacar sus aportes como médicos militares a la independencia de la patria y a su vez contribuir con la formación de valores en las nuevas generaciones de profesionales en el campo de la medicina militar.

El objetivo del presente artículo es contribuir mediante una revisión bibliográfica al conocimiento de la historia de la medicina militar cubana a través de la presentación de aspectos relevantes de la vida profesional del doctor Enrique Núñez de Villavicencio y Palomino (1872-1916), destacado cirujano de la guerra por la independencia de Cuba (1895-1898), en la que alcanzó el Grado de Coronel Médico del Ejército Libertador. Fue profesor universitario. Publicó artículos científicos que contribuyeron al desarrollo de las especialidades quirúrgicas y de la salud pública en el país.2 Al terminar la guerra, ocupó cargos en la sanidad, fue Secretario de Sanidad y Beneficencia. Entre sus obras se destaca la transformación del Hospital Militar Alfonso XIII en el Hospital Nacional General Calixto García.3

 

BREVE RESEÑA HISTÓRICA

Nació en Madruga (actual provincia Mayabeque) el 16 de enero de 1872. Su madre Adolfina Palomino y su padre Emiliano Núñez de Villavicencio y Álvarez. Su padre fue médico y último director del Hospital de San Felipe y Santiago y primer director del Hospital Nuestra Señora de las Mercedes (institución que se localizaba en el lugar que ocupa la actual heladería Coppelia, en La Habana).4

Comenzó los estudios de medicina en la Universidad de La Habana en 1886; alcanzó magníficos resultados académicos. Obtuvo el título de licenciado en 1893 y el de doctor en 1894 con la tesis Contribución al estudio del paludismo en el puerperio, primera de sus monografías.2

Fue alumno externo del Hospital Nuestra Señora de las Mercedes; desde el segundo año realizó prácticas en salas y salones de cirugía. En quinto año asistió a un curso práctico sobre técnicas quirúrgicas (ligaduras de vasos sangrantes, amputaciones y desarticulaciones). En el examen práctico demostró su habilidad al realizar la ligadura de la arteria femoral.5

Desde estudiante se destacó en la publicación de artículos médicos. El primero fue en tercer año Apuntes de técnica anatómica, publicado en la revista de estudiantes. En cuarto y quinto año publicó otros dos artículos en la revista El Progreso Médico titulados: Decolación del húmero por lesión traumática y Pénfigo agudo.2

Realizó estudios de posgrado en hospitales de New York. Con el título Correspondencia desde New York envía artículos a la Revista El Progreso Médico, los cuales fueron publicados a partir de 1893. En el primer artículo, Sobre cirugía en los hospitales de New York, describe los salones de operaciones y los actos quirúrgicos que presenció en hospitales norteamericanos (New York Hospital, Mount Sinai Hospital, Roosevelt Hospital, Woman's Hospital y Manhattan Eye and Ear Hospital). En el segundo artículo, Sobre las operaciones de hernias en los hospitales de New York, se refiere al furor operatorio que existía en los Estados Unidos. En el tercero, Sobre las operaciones de apendicitis en New York, fue crítico con cirujanos norteamericanos que intervenían con el diagnóstico preoperatorio de apendicitis, sin confirmación clínica ni por otros medios. A estos artículos les siguieron: Sobre la operación de Alexander y la histeropexia en los hospitales de New York, Sobre la electroterapia en ginecología y El Sloane Maternity Hospital de New York.2

Para cumplir los requisitos como aspirante a miembro de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, envía desde New York a esta institución los resultados del estudio La electricidad en el tratamiento de desórdenes menstruales, con experiencias personales en la técnica que aprendió con doctores norteamericanos; fue publicado en El Progreso Médico y en Anales de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de la Habana en 1894.2

De regreso a Cuba volvió al Hospital Nuestra Señora de las Mercedes donde trabajó con relevantes cirujanos de la época. Fue médico honorario del Hospital de Mujeres de San Francisco de Paula. Fue nombrado ayudante facultativo de la Cátedra de Clínica de Obstetricia y Ginecología, en la Facultad de Medicina y Profesor Auxiliar de Obstetricia y Ginecología de la Escuela Práctica de Medicina. En esta institución se desempeñó como Profesor Titular el doctor Eusebio Hernández Pérez, figura destacada de la obstetricia cubana, patriota que alcanzó el Grado Militar de General de Brigada en la última de nuestras guerras de independencia y el honor de ser médico del General Antonio Maceo.2,5

Su prestigio científico se consolidó en 1895 al ingresar como miembro titular de la Sociedad de Estudios Clínicos de La Habana y presentar la monografía Consideraciones clínicas sobre la sueroterapia en la difteria, en la que se expone por primera vez en Cuba las reglas para la aplicación del suero antidiftérico.2

El entorno familiar del doctor Núñez era de patriotismo por la independencia de Cuba. Similar ambiente reinaba también en el Hospital Nuestra Señora de las Mercedes, bajo la dirección de su padre. Este último fue Jefe de la Delegación del Partido Revolucionario Cubano en La Habana, detenido por los españoles en el propio hospital, enjuiciado y deportado a África, a las cárceles de la Isla Fernando Poo.2,5

Al iniciarse la Guerra del 1895 el doctor Núñez viajó por segunda vez a Estados Unidos, en una misión científica que disimulaba el carácter revolucionario del viaje. Una vez cumplido el propósito de este fue destinado a otras actividades patrióticas. Se afilió en la Junta Revolucionaria en Nueva York. En 1897 embarcó en el vapor Laurada integrando la expedición comandada por el Mayor General Carlos Roloff Mialofsky y por el General de Brigada Joaquín Castillo Duany, que arribó a la costa norte del oriente cubano el 14 de marzo de 1897.6

Se incorporó al Estado Mayor del Lugarteniente General Calixto García Íñiguez en el 2do. Cuerpo de Ejército. Participó como médico en acciones de guerra en la zona norte de Oriente.2,5 En la batalla de Las Tunas, una de las más importantes de la guerra del 95, el General de Brigada Mario García Menocal resultó herido de gravedad y el doctor Núñez lo asistió, con una oportuna intervención quirúrgica salvó su vida. Por su destacada actuación como médico militar, a propuesta del Lugarteniente General Calixto García, es ascendido a Teniente Coronel.2

Integró como médico el Estado Mayor del General de Brigada Mario García-Menocal Deep cuando este partió al frente de una tropa al occidente.2 Junto a estas tropas efectuó el heroico paso por la Trocha de Júcaro a Morón. Por sus méritos le otorgaron el grado de Coronel Médico del Ejército Libertador y ocupó el cargo de segundo jefe de sanidad militar del 5to. Cuerpo del Ejército Libertador.2,6

Junto a reconocidos cirujanos realzó la cirugía de campaña en el Ejército Libertador. Su actuación en la Guerra de Independencia contribuyó a la organización de los Servicios de la Sanidad Militar.7,8 A pesar de las dificultades de la práctica de la medicina en condiciones de campaña, llevó con rigor el expediente clínico de los casos que personalmente atendió en la guerra. Su disciplina y firmeza profesional le permitieron una digna realización de su misión médica.

Al terminar la guerra, ofreció valiosos testimonios científicos de la labor médica en la conflagración. En 1899 presentó en la Sociedad de Estudios Clínicos de La Habana el trabajo Consideraciones sobre la intervención quirúrgica en las heridas producidas por armas de fuego, de reconocido valor histórico médico-militar, basado en las anotaciones sobre los casos que operó en la guerra. Este trabajo lo dedicó a la memoria de los médicos cubanos muertos en campaña, se publicó en Archivos de la Sociedad de Estudios Clínicos de La Habana en 1899 y muchos años después en Cuadernos de Historia de la Salud Pública No. 38 en 1968.9,10

En el III Congreso Médico Panamericano, celebrado en La Habana en 1901, presentó dos trabajos que complementaron el anterior; el primero se tituló Notas sobre los traumatismos óseos observados en la campaña de Cuba, publicado en la Revista de la Asociación Médico-Farmacéutica y el otro titulado Manera de aplicar la compresión elástica para obtener la hemostasis provisional en las intervenciones sobre el hombro. Este último lo publicó en El Progreso Médico y en él da a conocer un procedimiento propio e innovador empleado en campaña.7,8

En el ámbito político fue consecuente con su actitud patriótica, como lo demostró al terminar la guerra ante las posiciones intervencionistas del gobierno de los Estados Unidos. Integró la Asamblea de Representantes, participó en su sesión en Santa Cruz del Sur, más tarde en Marianao y en el Cerro. Previo a la sesión en que fue destituido de sus cargos el Generalísimo Máximo Gómez,10,11 renunció a su puesto por desacuerdo con el rumbo que tomaban los acontecimientos. Se retiró de la vida pública para reintegrarse a sus labores médicas y científicas.

Retornó al Hospital Nuestra Señora de las Mercedes. Al ponerse en vigor un nuevo plan de estudios en las carreras de la Universidad de La Habana (Plan Lanuza, 1899)12-15 fue nombrado, por la Orden Militar No. 250 del 30 de diciembre de 1899, catedrático de Patología Quirúrgica; tomó posesión del cargo el 1 de enero de 1900. En 1900 se puso en vigor el segundo plan de estudios que reformó de modo integral la enseñanza media y superior en Cuba (Plan Varona, 1990);12-15 el doctor Núñez obtuvo la plaza de Profesor Auxiliar. En este periodo, la docencia en la cirugía llegó a situar a Cuba a la delantera en toda Latinoamérica.16

También enseñó Ginecología en la primera Escuela de Enfermeras del Hospital Nuestra Señora de las Mercedes, fundada en 1899 por la enfermera estadounidense Mary Agnes O' Donnell, durante la primera intervención norteamericana.17 Publicó una colección de sus conferencias en un libro de texto Nociones de Ginecología impreso en 1901. Pronunció en 1902 el discurso en la graduación de las siete primeras enfermeras cubanas.

Tradujo del francés el Manual de Ginecología, que fue el libro de texto en la carrera de medicina en Cuba y otros países de habla hispana. Además de su labor de traducción, le agregó un esclarecedor prólogo, notas a pie de páginas y un capítulo original Técnica ginecológica.

Junto a su labor docente, desempeñaba una actividad quirúrgica destacada, que se evidenció en estudios estadísticos que realizó al terminar la guerra. En Operaciones realizadas durante el año 1900 analiza 254 operaciones de cirugía general y ginecología practicadas por él. En Operaciones practicadas durante el año 1901 comenta 425 intervenciones. Otros ejemplos son los artículos: Reflexiones sobre 97 laparotomías practicadas durante el año 1902, Elección de un proceder quirúrgico en las supuraciones pelvianas de la mujer con 218 observaciones y Ciento cuarenta laparotomías practicadas durante el año 1903.2,15,16

Publicó artículos sobre procederes quirúrgicos novedosos en el país como: Primera sinfisiotomía practicada en Cuba (1896), Resultados analgésicos de las inyecciones intrarraquídeas de cocaína (1901), Un caso de ligadura del tronco braquiocefálico por aneurisma de la carótida primitiva (1901), Un proceder de acortamiento intra-abdominal de los ligamentos redondos con suspensión del útero (1900), Un caso de bocio exoftálmico tratado por la resección bilateral del ganglio superior del simpático cervical (1902), Un caso de tumor fibroso intersticial del útero (1902) y Un caso de inversión uterina. Reducción por laparotomía y sección posterior del anillo de inversión (1903).2

Expuso en informes experiencias propias en intervenciones quirúrgicas novedosas en la época como operaciones en casos de inversión uterina, enucleación de fibromas, implantación del uréter en la vejiga y de ambos en el recto. Otras de sus publicaciones fueron: Tres esplenectomías por hipertrofia y ectopia del bazo (1900), primeras realizadas en Cuba y Prostatectomía transvesical. Curación, en la cual informa la primera practicada en el país por él.2 En 1904 en asociación con el doctor Alberto Sánchez de Bustamante y Sirven, eminente profesor de Obstetricia, fundó una clínica ginecológica que llegó a ser una de las más importantes de la época.

En 1905 recibió el premio de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, con la monografía La cirugía de las manifestaciones filariásicas, tema del que publicó un folleto ilustrado con figuras originales.

Fue electo académico numerario de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana en 1906. Su trabajo de ingreso Contribución personal a la cirugía conservadora de los ovarios fue publicado en 1907; en este refiere la historia de la cirugía ginecológica en Cuba desde 1790 y analiza 120 pacientes intervenidos personalmente. Ese mismo año viajó a París para actualizarse en técnicas de cirugía urológica con el doctor Joaquín Albarrán Domínguez, profesor de urología y patriota cubano. El doctor Núñez de Villavicencio practicó en Cuba la primera extirpación completa de la vejiga, intervención novedosa en la época.6

Su obra científica llegó a más de medio centenar de publicaciones. En la tabla se relacionan otras publicaciones significativas por su aporte al desarrollo de las especialidades quirúrgicas:

Sobre la historia de la cirugía en nuestra patria también dedicó dos trabajos sobre la cirugía en la guerra de independencia, La evolución de la cirugía en Cuba (1905), en el que destaca hechos y personalidades importantes de las ciencias médicas cubanas y La cirugía abdominal en 1889 (1916), que fue su último artículo científico.15

Una de sus primeras publicaciones, La mortalidad producida por tétanos infantil en La Habana (1894) demuestra su interés por la salud pública. Realizó estudios sobre las causas de la prostitución, los efectos, el desenvolvimiento y los peligros para la sociedad.

En 1910 fundó la revista La Prensa Médica, de la que fue director. En esta publicación abogaba por la creación en Cuba de un Colegio Médico Nacional.

En los primeros años de la República Liberal Burguesa (1902-1958) se organizaron y desarrollaron las Juntas de Sanidad y Beneficencia con el doctor Carlos J. Finlay Barrés, la más alta personalidad de la medicina cubana y fundador de la salud pública. En 1909 el sistema de salud pública adquiere categoría ministerial. Vale señalar que Cuba fue el primer país en lograrlo al crearse la Secretaría de Sanidad y Beneficencia. El doctor Núñez estuvo entre los cien médicos nombrados para constituir el Departamento de Sanidad, desempeñando el cargo de Inspector de Distrito. Meses después pasa a la Sección de Higiene Especial y jefe de la comisión.2

Como Secretario de Sanidad y Beneficencia conoció los problemas sanitarios del país y refirió criterios de cómo se podían resolver. Emprendió proyectos sociales y de higienización a favor de la salud pública; aprovechó su influencia sobre el Presidente de la República Mayor General Mario García-Menocal Deep, así como el alza del precio del azúcar a partir de 1914 por la Primera Guerra Mundial, época de bonanza económica en que la Secretaría de Sanidad y Beneficencia alcanzó mayor esplendor. Estos proyectos incluyeron: protección de la niñez, el mejoramiento de los hospitales y los asilos de ancianos, el desarrollo de la asistencia hospitalaria y de la beneficencia pública en Cuba. Creó servicios de higiene infantil, de vigilancia sanitaria al abasto de leche y la colonia de defensa sanitaria infantil.18,19 En 1914 propuso la organización del servicio de enfermeras visitadoras de higiene infantil, especializadas en Salud Pública, tarea materializada por la primera profesora de enfermería en Cuba, Martina Guevara Molina, que estuvo entre las primeras enfermeras graduadas en Cuba.20,21

Prestó interés al saneamiento administrativo de los bienes de la atención hospitalaria. Logró mayor atención y presupuesto para los hospitales y asilos. Desarrolló la asistencia hospitalaria y la beneficencia en Cuba. Acometió otros proyectos como la construcción en cada capital de provincia de un hospital de niños, uno antituberculoso, un psiquiátrico, así como un asilo nacional de ancianos y la ampliación del Hospital Nuestra Señora de las Mercedes.

Durante este periodo, el 19 de agosto de 1915, fallece el doctor Carlos J. Finlay Barrés y al doctor Núñez le correspondió pronunciar las palabras de despedida de duelo del ilustre médico. Tuvo el mérito de pronunciar las palabras de presentación al develarse el monumento al sabio en la Secretaría de Sanidad y Beneficencia el 21 de marzo de 1916.2,15

En visita de trabajo a los Estados Unidos, un accidente automovilístico en la ciudad de New York le provocó una lesión en una pierna. La diabetes que padecía le predispone a un absceso en la herida por lo que es intervenido quirúrgicamente, pero complicaciones sépticas posoperatorias le provocaron la muerte el 15 de septiembre de 1916, con 44 años de edad. Su cadáver fue trasladado a La Habana en el Crucero Patria, de la Marina de Guerra Nacional. Fue inhumado en la necrópolis de Colón el 21 de septiembre de 1916, con los honores de Coronel del Ejército Libertador muerto en campaña.2,5

Uno de sus mayores empeños fue la transformación del antiguo Hospital Militar de la colonia "Alfonso XIII" en un moderno hospital; para cumplir con su voluntad, en junio de 1917 se nombra a esta institución Hospital Nacional General Calixto García, en homenaje al héroe de las tres guerras independentistas contra España.3

La obra del doctor Enrique Núñez de Villavicencio y Palomino nos muestra a un genuino representante del pensamiento independentista cubano, que ha tenido continuidad en diferentes épocas en las luchas revolucionarias de nuestra nación, con la participación de médicos de diferentes generaciones. Como cirujano, docente, investigador, higienista, administrador en la salud pública y como médico militar, constituye un paradigma para los profesionales de la salud cubanos, en especial para los que integran los Servicios Médicos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y para los docentes encargados de su formación.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Recibido: 17 enero de 2014.
Aprobado: 20 de marzo de 2014.

 

 

Jorge Eduardo Abreu Ugarte. Universidad de Ciencias Médicas de las FAR. Avenida 114 entre 25 y 31, Marianao. La Habana, Cuba. Correo electrónico: jabreu@infomed.sld.cu