INTRODUCCIÓN
El afrontamiento es el conjunto de pensamientos y acciones que se utiliza para enfrentar situaciones estresantes, que resulta en esfuerzos cognitivos y comportamentales.1 El afrontamiento activo está caracterizado con la solución al problema, y el afrontamiento pasivo se manifiesta como negación o evitación de él. 2) Actualmente, en respuesta a la pandemia por COVID-19, los gobiernos latinos han decretado aislamiento social obligatorio. 3,4,5,6,7,8) Sin embargo, el cierre de mercados, escuelas y la disminución de los servicios de salud pueden ocasionar impacto psicosocial. 9) Durante los picos de la epidemia, en China, se han reportado impactos psicológicos (estrés, síntomas depresivos y ansiedad). 10) En epidemias previas (AH1N1, ébola y SARS), se ha reportado desde temor a enfermar o morir, conductas de pánico y síntomas psicosomáticos11,12,13 hasta tasas significativas de morbilidad postraumática,14 depresión y ansiedad.15
La percepción de riesgo se ha visto asociada a mayores niveles de ansiedad en el contexto epidémico. 16) En escenarios de desastres naturales, la percepción de riesgo se ha visto asociada al afrontamiento activo. 17) En escenarios epidémicos, la morbilidad psicológica está asociada a estrategias de afrontamiento pasivas.14,18 En un estudio previo se evaluó el afrontamiento durante epidemias en poblaciones estudiantiles, el cual encontró que las estrategias de evitamiento representan un predictor de síntomas psicológicos, y todas las formas de afrontamiento se comportan como amortiguadores de los impactos negativos de los estresores relacionados con la epidemia. 18) Sin embargo, las mediciones fueron realizadas durante el final de la epidemia, con un potencial sesgo de memoria. 18) Mediciones de afrontamiento en el personal de salud durante el brote de SARS, mostraron al uso del humor como estrategia predominante, sin embargo, no son extrapolables a la población general. 19,20) Mediciones de afrontamiento y morbilidad psicológica en la población general, muestran asociaciones ajustadas de movilidad postraumática con estrategias de afrontamiento pasivo y planificación. 14) El enrolamiento solo abarcó población de centros de salud comunitarios y los resultados no pueden necesariamente generalizarse a poblaciones atendidas en centros de salud privados. 14) El modelo ajustado no incluyó la covariable de cumplimiento de medidas aislamiento social. 14) Existen evidencias que asocian al tiempo en cuarenta, con estrategias de afrontamiento, de evitación.20
El objetivo es evaluar el nivel de afrontamiento y sus factores asociados en la población general.
MÉTODOS
Estudio transversal analítico realizado a través de una encuesta virtual, a partir del 22 de marzo al 28 de marzo del 2020, durante el periodo de aislamiento social debido a la COVID-19, en la población general de Perú y otros países hispano-latinoamericanos.
Se estudiaron 463 participantes, quienes aceptaron participar en el estudio, completaron el cuestionario en línea y reportaron residir en Perú u otros países de habla hispana.
El grupo investigador elaboró el cuestionario, con el uso del test de afrontamiento frente a riesgos extremos. Luego, se decidió recoger los datos de forma virtual, dado que no fue factible reclutar a los participantes físicamente por las medidas de aislamiento social. Se diseñó la encuesta en Google Form, se realizó estricto control de calidad de los datos capturados mediante una prueba piloto. Adicionalmente, la encuesta en línea fue publicada en diversas redes sociales.
El cuestionario estuvo conformado por dos secciones:
Sección sociodemográfica: 10 preguntas sobre características generales, cumplimiento de aislamiento social, pertenencia a grupos y reportar conocer alguien con COVID-19.
Preguntas para evaluar el afrontamiento psicológico frente a la COVID-19, utilizando el cuestionario de afrontamiento frente a riesgos extremos adaptada por López-Vásquez y otros.2 Este instrumento está conformado por 26 preguntas que evalúan el nivel de afrontamiento pasivo (12 preguntas) y activo (14 preguntas), cuyas opciones de respuesta son en escala de Likert (nunca, pocas veces, algunas veces, muchas veces y siempre). Presenta adecuada consistencia interna (alfa de Cronbach = 0,81; 0,85; 0,77 en global, activa y pasiva respectivamente, en Latinoamérica.2
La variable desenlace fue la presencia de afrontamiento activo y pasivo. El nivel de afrontamiento activo, caracterizado en la “búsqueda de estrategias para hacer frente a las situaciones y lidiar con sus consecuencias”, fue definido como el puntaje igual o mayor a la media de la sumatoria total de respuestas a las preguntas sobre afrontamiento activo.
El nivel de afrontamiento pasivo, caracterizado por “presentar estrategias de negación, rechazo y aceptación pasiva”, fue definido como el puntaje igual o mayor a la media de la sumatoria total de respuestas a las preguntas sobre afrontamiento pasivo.
Las variables de exposición fueron: país de residencia, sexo, edad en años, nivel educativo, estado civil, cantidad de hijos, situación laboral antes de medidas por la COVID-19, pertenencia a grupos, cumplimiento de aislamiento social y reportar conocer alguien con diagnóstico de la COVID-19.
Se realizó un análisis de regresión simple, se estimaron razones de prevalencia, se construyeron modelos lineales generalizados. Las variables que resultaron asociadas en la regresión simple, fueron incluidas en el modelo de regresión múltiple. Se trabajó con un nivel de confianza al 95 %.
Se obtuvo consentimiento informado virtualmente en los participantes antes de iniciar el cuestionario en línea, mencionando el propósito del estudio. La información recogida fue anónima, confidencial y voluntaria.
RESULTADOS
De 463 participantes, la mayoría residía en Perú (67,4 %), era mujer (74,7 %) y la mediana de edad fue de 29 años. El 5,7 % reportó estar desempleado antes de las medidas tomadas por la COVID-19 y el 21,4 % se encontraba afiliado en algún grupo de salud. El 78,4 % reportó cumplir totalmente las medidas de aislamiento social. La media de afrontamiento activo y pasivo fue de 54,1 y 30,3 puntos, respectivamente (tabla 1).
* Media ± desviación estándar
** Mediana (valor mínimo - valor máximo)
† Algunos valores no suman 463 debido a datos faltantes
En la tabla 2, se muestran los factores asociados al afrontamiento activo. Se usa la media como punto de corte para dicotomizar. La edad en años (RP = 1,01), el grado de instrucción universitaria completa / posgrado (RP = 1,23) y el cumplimiento de aislamiento social (RP = 1,34) estuvieron asociadas de forma positiva a afrontar activamente las medidas frente a la COVID-19. En la regresión múltiple, se mantuvo lo observado, excepto en la edad. La frecuencia de presentar alto nivel de afrontamiento activo incrementaba 23 % (RP = 1,23) y 35 % (RP = 1,35), en quienes reportaron grado de instrucción universitaria completa como mínimo y quienes cumplían completamente las medidas de aislamiento social respectivamente. En cuanto a los factores asociados a afrontamiento pasivo, no se identificaron covariables asociadas a una mayor frecuencia de presentar afrontamiento pasivo: sexo (p = 0,538), edad (p = 0,651), grado de instrucción (p = 0,088), estado civil (p = 0,468), tenencia de hijos (p = 0,976), situación laboral (p = 0,702), cumplimiento de aislamiento social (p = 0,100) y conocer alguien con diagnóstico de COVID-19 (p = 0,822).
DISCUSIÓN
Se observó que la media del puntaje de las respuestas a las 14 preguntas sobre afrontamiento activo fue de 54 puntos. Se conoce que el puntaje máximo que se podría obtener es 70 puntos, por tanto, esto sugiere que las personas han reportado estrategias y acciones directas para afrontar la pandemia de la COVID-19. En relación al afrontamiento pasivo, la media de puntaje correspondiente a las 12 preguntas evaluadas fue de 30 puntos, lo cual orienta que los participantes de esta investigación no han reportado una mayoría de acciones de afrontamiento pasivo, dado que el puntaje máximo es de 60 puntos. Estos resultados difieren de lo reportado por Kim y otros,21 quienes observaron un estado emocional normal ante el brote de MERS-CoV en 2015, así como una baja preocupación de contagiarse y una actitud opuesta a las medidas de cuarentena.
En un estudio realizado en universitarios chinos en la etapa final del brote de SARS-CoV en 2003, se encontró que aquellos con un estilo de afrontamiento pasivo presentaban más frecuencia de síntomas psicológicos (somatización, síntomas obsesivos-compulsivos, síntomas depresivos o síntomas de fobia/ansiedad); mientras que aquellos con un estilo de afrontamiento activo reflejaban una mejor calidad de vida. 22) En un estudio comparativo por edad sobre afrontamiento y respuesta emocional al brote del SARS-CoV, Yeung y otros,23 observaron una mejor respuesta emocional de adultos mayores sobre los jóvenes, así como una mejor capacidad para emplear estrategias de afrontamiento ante la epidemia.
En Latinoamérica, no existen datos precisos sobre estilos de afrontamiento ante epidemias similares a la COVID-19. También la escala de este estudio, se han reportado investigaciones sobre diversos temas relacionados con eventos catastróficos o de trauma colectivo. 24,25,26,27,28,29) Dentro de estos estudios, Navarro y otros observaron de forma similar, que la población colombiana expuesta al riesgo de inundación, era más propensa a desarrollar estrategias de afrontamiento activo y pasivo.25 Asimismo, López-Vázquez y otros hallaron que pobladores mexicanos expuestos a riesgo volcánico, empleaban una estrategia de afrontamiento activa.26 Esto sugiere un comportamiento reactivo mixto en aquellas personas expuestas directamente al desastre natural.25,26 Esta similitud complementa la hipótesis de que existe una predisposición para la acción directa sobre el problema en la población afectada por las actuales medidas de aislamiento social.2
Se observó que la frecuencia de afrontamiento activo alto fue 23 % mayor en personas con al menos grado universitario, en comparación con personas con menor nivel educativo. Este resultado se asemeja a lo reportado en México por López-Vázquez y otros, quienes en el contexto de desastres naturales, evidenciaron que las personas con un mayor nivel de instrucción, empleaban con mayor frecuencia una estrategia de afrontamiento activa.26,27Luna y otros, en un estudio colombiano, encontraron un menor nivel de afrontamiento pasivo y mayor sentimiento de control en escolares adolescentes cuyos padres tenían estudios universitarios.24 Una posible explicación de la asociación encontrada radica en que las personas instruidas presentan mayor disponibilidad de recursos para obtener información válida y confiable. Wang y otros30 en ese sentido, mostraron que las personas quienes tenían información sobre salud actualizada y específica, redujeron la frecuencia de estrés, ansiedad y depresión.31 Esto, sugiere la necesidad de modificar estilos de afrontamiento inadecuados, tales como la evasión de situaciones estresantes (afrontamiento pasivo), que está relacionado con el uso y abuso de tabaco, alcohol y drogas.31,32
Experiencias previas han mostrado que la telemedicina puede ser un medio de transmisión de información segura y confiable, que configura un soporte a la salud mental dentro del contexto de una epidemia.33,34
Este estudio muestra que el afrontamiento activo alto, se presentó con 35 % mayor frecuencia en las personas que reportaron cumplir estrictamente el aislamiento social, en comparación con aquellas que mencionaron incumplir esta medida. Actualmente, no se ha identificado literatura que evalúe asociación entre dichas variables. Una posible explicación de esta asociación sería la información confiable, efectiva y rápida que se ha trasmitido, sobre la importancia del aislamiento social a través de diversos medios de comunicación.35,36,37 Una probable ventaja del aislamiento social es la oportunidad de comunicarse más con las personas que viven en el mismo hogar, sea familia, amigos o pareja. Esta mayor interacción permitiría mantener el soporte emocional deseado para las personas afectadas.37 Sin embargo, tiempos prolongados de medidas de aislamiento social podrían desencadenar alteraciones psicológicas, como trastornos de ansiedad o síntomas depresivos. 38) Se deben considerar las consecuencias de las medidas de aislamiento social en el ámbito psicológico en cuanto al tiempo de aplicación, información brindada y mantenimiento de las necesidades básicas.37,38,39
Este estudio tiene como principal limitación el autorreporte de las variables de interés, el cual puede introducir potencial sesgo de medición y podría conllevar a una mala clasificación de tipo diferencial o no diferencial. Recoger los datos a través de una encuesta en línea supone un probable incremento de la tasa de rechazo en la aceptación de respuesta. Existe potencial sesgo de selección debido al muestreo no probabilístico; por tanto, los hallazgos no son generalizables para la población en general. Sin embargo, dada la consecuencia de nuestros resultados, los datos reportados se deben considerar como parte de la rápida evidencia que se genera en el contexto evolutivo de la pandemia frente a la COVID-19. Además, el instrumento utilizado presenta adecuadas propiedades psicométricas de confiabilidad y validez en población latinoamericana.21
La COVID-19 representa un problema de vital importancia y en constante investigación. Este estudio explora aspectos de la salud mental que dan luces sobre la importancia de intervenciones futuras, tanto en la población en general como en el personal de salud, en el contexto de las medidas tomadas para enfrentar la epidemia.
En este estudio se encontró que tener grado de instrucción universitaria/ posgrado y el cumplimiento del aislamiento social estuvieron asociados a una mayor frecuencia de nivel alto de afrontamiento activo.