SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.166 número2Análisis de la producción científica sobre vulnerabilidad económica índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Economía y Desarrollo

versión On-line ISSN 0252-8584

Econ. y Desarrollo vol.166 no.2 La Habana jul.-dic. 2022  Epub 10-Dic-2022

 

Artículo original

Situación económica de Estados Unidos en 2021: desafíos un año después de la inauguración del gobierno de Biden

United States Economic Situation: Challenges A Year After Inauguration of Biden´s Government

0000-0003-3535-2789Luis René Fernández Tabío1  * 

1 Centro de Investigaciones de la Economía Internacional (CIEI), Universidad de La Habana, Cuba.

RESUMEN

Después de la recesión de 2020, asociada a la pandemia de la covid-19, la economía estadounidense creció en 2021 un 5,7 % de su producto interno bruto (PIB) respecto al año anterior, debido, fundamentalmente, a la gran expansión fiscal. La recuperación económica ha estado influida, además, por múltiples factores y condiciones, entre ellos la persistencia de la crisis sanitaria. A un año de la llegada a la presidencia de Joseph Biden, el propósito de estas páginas es presentar una panorámica del comportamiento de la economía de Estados Unidos en el 2021 a partir de sus principales indicadores macroeconómicos, e identificar sus desafíos actuales, que, por su tamaño y función de centro del capitalismo, tienen gran repercusión para la economía internacional.

Palabras-clave: economía estadounidense; economía internacional; política monetaria

ABSTRACT

After the 2020 recession associated with the covid-19 pandemic, the US economy grew by 5.7 percent of the Gross Domestic Product (GDP) in 2021 compared to the previous year, mainly due to the great fiscal expansion. The economic recovery has also been influenced by multiple factors and conditions, including the persistence of the health crisis. One year after the arrival to the presidency of Joseph Biden, the purpose of these pages is to present an overview of the behavior of the United States economy in 2021 based on its main macroeconomic indicators and identify its current challenges, which due to their size and central function of capitalism have great repercussions for the international economy.

Key words: american economy; international economy; monetary police

INTRODUCCIÓN

Un recuento del desempeño de la economía estadounidense en 2021 muestra un balance en general positivo, pero no exento de contradicciones y problemas. Esta situación se ha derivado de la recesión de 2020 y de las múltiples dificultades sociales, políticas, ideológicas y diplomáticas que ha enfrentado el país. Dicho panorama ha sido heredado, en parte, de las erráticas políticas de la anterior administración de Donald Trump; sin embargo, ahora también es el resultado de las decisiones de continuidad y cambio del actual presidente.

En estas páginas no se analizarán las crisis anteriores, las dificultades sistémicas del capitalismo ni las propias de la fase imperialista por la que transita Estados Unidos. Basta reconocer que las difíciles condiciones iniciales del actual gobierno, precedido del asalto al Capitolio el 6 de enero, todavía en entredicho y los distintos momentos de la pandemia de la covid-19 son relevantes y hacen muy difícil la tarea de medir sus repercusiones económicas. A este difícil escenario, enfrentado por la administración de Biden, se suman los retos políticos en el Congreso para la aprobación el plan de rescate (American Rescue Plan (ARP)) y los más ambiciosos programas de reconstrucción de la infraestructura y las capacidades competitivas del país. Estos últimas se incluyen en el paquete Reconstruir Mejor (Build Back Better (BBB)),

El propósito de esta breve presentación es ofrecer una síntesis del comportamiento de la economía estadounidense en 2021 y dilucidar sus retos y perspectivas para 2022. La presentación consta de dos partes y las conclusiones, la primera reseña los resultados de la economía estadounidense en 2021; la segunda enfatiza en los desafíos, repercusiones, y se introducen elementos del debate sobre posibles políticas económicas para enfrentarlos. Por último, como conclusión, a partir de los elementos introducidos se exploran algunas proyecciones sobre las perspectivas de la economía de Estados Unidos en 2022 en medio de las complejidades e incertidumbres de tales escenarios.

LA ECONOMÍA ESTADOUNIDENSE EN 2021

La contracción anual de la economía estadounidense en 2020 fue del 3,48 % del producto interno bruto (PIB); la peor desde 1946. Significó una pérdida de alrededor de 6,4 millones de empleos. El momento más intenso de la crisis económica en el año 2020 ocurrió en el segundo trimestre, cuando el PIB anualizado descendió 31,2 % (Siegel y Van Dam, 2022). La tasa de desempleo en mayo fue del 13,3 %, cuando el número de desempleados se estimó en 21 millones (Bureau of Labor Statistics, 2020). Las causas fundamentales estuvieron vinculadas al confinamiento y a las interrupciones de la actividad económica dentro y fuera de Estados Unidos, incluyendo los embotellamientos y retrasos en las cadenas globales de suministros.

En la rápida recuperación, que no supone el retorno a las condiciones anteriores a la crisis, fueron decisivos los enormes paquetes de ayuda fiscal y la acomodaticia política monetaria con muy bajas tasas de interés. Los monumentales gastos del presupuesto para paliar la crisis de la covid-19 alcanzaron 6,6 billones de dólares estadounidenses; los ingresos fueron aproximadamente la mitad de esa cifra (Congressional Budget Office, 2022).

Durante el año 2021 el comportamiento del PIB real se incrementó a una tasa anual de 6,3 % en el primer trimestre, 6,7 % en el segundo, para luego descender 2,1 % en el tercero por el agotamiento de la expansión fiscal. La desaceleración del PIB en el tercer trimestre se debió, en su mayor parte, a la disminución en los gastos de consumo; al resurgir de casos de covid-19, provocados por la variante ómicron; a las nuevas restricciones; y a retardos en abrir negocios en algunas partes del país. En los meses finales de 2021 los casos de covid-19 se incrementaron aceleradamente -600 000 en promedio semanal-. Además, los fallecimientos superaron los 2 000 casos diarios («Coronavirus in U. S.: Latest Map and Case Count», 2022).

Luego de grandes pérdidas de empleo en 2020, la tasa de desempleo ha ido disminuyendo desde 5,4 % en julio hasta 3,9 % en diciembre de 2021. Sin embargo, el comportamiento ha sido un tanto anómalo y ha provocado interpretaciones disímiles sobre su significado. Para algunos se trata de un fenómeno nuevo, que representaría una restructuración del empleo a raíz de la Covid-19, pero, según otros, sus causas son más profundas que la crisis sanitaria. Lo han denominado «la gran renuncia», porque en noviembre de 2021 un total de 4,5 millones de trabajadores decidieron poner fin a su relación laboral en búsqueda de una mayor retribución («Transcrip: The Great Resignation with Molly M. Anderson, Anthony C. Klotz, PhD & Elaine Welteroth», 2021).

No deben anteponerse unas interpretaciones a otras, sino considerar el fenómeno de «la gran renuncia» como multicausal. El gobierno de Biden introdujo rápidamente un programa de asistencia para aliviar la crisis y enfrentar la pandemia: el ARP, por un monto de 1,9 billones de dólares. Esto otorgó cierta capacidad de negociación a la fuerza de trabajo enfrentada a riesgos y con limitada retribución.

El problema del empleo en Estados Unidos debe considerar el gradual deterioro del salario y el incremento de las desigualdades socioeconómicas, registrados desde la década del setenta en la enorme concentración de los ingresos, la riqueza, y la disminución del nivel de vida de las capas medias.

El asunto presumiblemente estará asociado no solamente a mayor compensación salarial, sino también a mejores condiciones de trabajo y otras prestaciones, sobre todo en aquellos empleos peor remunerados en la esfera de los servicios, con altos riesgos en la actualidad a causa de la pandemia (Schmitt, Gould y Bivens, 2018).

En el transcurso de los meses se supone que aumente la presión sobre estos trabajadores al modificarse sus expectativas y al necesitar un nuevo ingreso en un entorno inflacionario, donde, en perspectiva, podría aumentar el costo de los créditos por la subida de los intereses. Este escenario puede agravarse o aliviarse en el transcurso del año 2022, según se comporte la inflación y las tasas de interés. Desde una visión más estructural y de largo plazo, los niveles de empleo y desempleo deben ajustarse a la creciente automatización, la introducción de la inteligencia artificial (IA) en muchos procesos, y, como ha puesto de manifiesto en la crisis sanitaria por la covid-19, el incremento del teletrabajo.

La creación de nuevos empleos constituye un indicador revelador del comportamiento de la economía y complementa al índice de desempleo que, con frecuencia, oculta la verdadera situación laboral por la forma de computarlo en Estados Unidos. La creación de nuevos empleos en diciembre de 2021 fue de 199 000, una cifra inferior a los 400 000 esperados («U. S. Hiring Slowed in December as Employers Struggled to Find Workers», 2022). Sin embargo, los datos de enero de 2022 parecen preservar una situación favorable. El empleo total se incrementó en 467 000 en el primer mes del año, comparado con un promedio mensual de 555 000 en todo el año 2021. La tasa de desempleo en enero fue de 4 % (Bureau of Labor Statistics, 2022). Esto devela que no todo está bien con las condiciones de la fuerza de trabajo en la economía estadounidense, lo que puede tener repercusiones económicas, sociales y políticas.

Los enormes gastos del presupuesto para enfrentar la crisis económica y sanitaria significaron un fuerte financiamiento gubernamental a la economía, y fueron destinados no solo a los hogares, sino también al sector empresarial como «alivio económico» por la covid-19. Las consecuencias de esos descomunales consumos con reducidos ingresos conllevan enormes déficit y deudas en términos absolutos y respecto al PIB, que han alcanzado récords históricos. Esta situación preocupa a algunos economistas. No hay consenso sobre los efectos, pero pareciera por el repunte de la inflación, por tantos años controlado, que se está llegando a un punto de ruptura en el comportamiento de la economía.

Podría decirse que de modo circunstancial se ha apelado a una política keynesiana en el manejo del gasto público, y que se ha dejado en segundo plano la elevación del déficit presupuestario y la deuda. No obstante, los demócratas y los republicanos explican la situación desde distintos presupuestos teóricos: los primeros emplean la visión de la economía de la oferta, y los segundo se acercan más a la visión keynesiana (Krugman, 2021).

En este complejo escenario, el paquete de financiamiento del gobierno de Biden tiene reminiscencias en las políticas del Estado benefactor y trata de recuperar la infraestructura del país. Esto último en condiciones deplorables, si se compara con otros países de Asia y Europa, ya que ha sido desatendida por tres décadas de políticas fiscales conservadoras introducidas con mucha fuerza desde la década del ochenta.

Sin embargo, el programa BBB, pensado inicialmente por 3,5 billones de dólares, ha chocado con enormes obstáculos políticos a causa de divisiones al interior de los dos partidos y entre estos, por lo que ha tenido que ser disminuido a 1,9 billones («President Biden Announces the Build Back Better Framework», 2021) con posibilidades de debilitar todavía la aprobación de estas propuestas de financiamiento en el tenso balance de fuerzas delas dos cámaras del Congreso, según sean los resultados en las elecciones a finales de 2022.

La opción para el gobierno de Joseph Biden pudiera ser segmentar los grandes paquetes de financiamiento, como el BBB y así lograr apoyo bipartidista en algunos temas, probablemente con menores asignaciones. Es un asunto difícil de predecir y trascendente para la economía en los próximos años. Existen dos posturas extremas: la del conservadurismo fiscal, que considera que los gastos son excesivos en un momento en que aparece el problema de la inflación y del otro lado los que consideran que son gastos a más largo plazo y su efecto inflacionario en todo caso sería mínimo y coyuntural.

Durante la crisis de 2020 se agudizaron los desequilibrios en la cuenta corriente de la balanza de pagos internacionales, que no han disminuido con la recuperación en el año 2021. En el primer trimestre de este año, el déficit fue de 189,4 mil millones de dólares, y se elevó en el segundo a 190,3 en los mismos términos. Este resultado se explica, como es usual para esta economía, fundamentalmente por el desequilibrio comercial en bienes, no compensado por el balance positivo en servicios (Telles, 2022).

El desbalance comercial mensual de Estados Unidos se incrementó en el año transcurrido de septiembre de 2020 a septiembre de 2021. Se situó en 73,3 mil millones de dólares en agosto y subió a 80,9 mil millones en septiembre, debido a que las importaciones se incrementaron y las exportaciones se redujeron. De esta manera, el balance de bienes fue -98,2 mil millones en septiembre, y no fue compensado con el superávit en servicios por 17,2 mil millones (BEA, 2021b).

La posición neta de las inversiones internacionales estadounidense (la diferencia entre las obligaciones y los activos de los residentes en Estados Unidos) incrementó su desequilibrio en alrededor de -10 billones de dólares (activos menos obligaciones) a finales de 2019, a -15,42 billones de dólares en el segundo trimestre de 2021 (BEA, 2021a).

PRINCIPALES DESAFÍOS

No puede negarse la relación existente entre el choque de la pandemia de la covid-19 y la crisis económica mundial que alcanza a Estados Unidos. Tampoco pueden desconocerse las causas preexistentes de la crisis económica actual, que agravan la posterior recuperación. Los enormes déficits y deuda federal, que han alcanzado niveles extraordinarios en proporción al PIB, pueden tener consecuencias que aceleren la caída del poder de su economía y el deterioro de la posición del dólar en su privilegiada condición. ¿Hasta cuándo se mantendrá el privilegio del dólar y la posibilidad de cubrir sus desbalances internos con financiamiento externo? No hay respuesta concreta y precisa a esa pregunta.

El índice de precios al consumidor (IPC) no alcanzaba niveles tan altos desde 1982, lo cual remonta al país a una situación de grandes cambios y, aunque estos se producen en circunstancias muy distintas, no deben pasarse completamente por alto. ¿Cuál es la verdadera causa de la inflación? ¿El incremento de la oferta monetaria? ¿La crisis económica y los obstáculos del lado de la oferta? ¿Cómo enfrentarla? Indiscutiblemente, la inflación tiene distintas causas, y todas de conjunto contribuyen a su elevación, como se muestra en la Figura 1.

Figura 1 Inflación de Estados Unidos 2021. 

Al asumir que existe el problema de exceso de liquidez (expansión fiscal) y obstáculos de oferta resultado de la recesión, la caída de la producción por cierre o parálisis de industrias conduce a una subida de los precios. Además, ocasiona interrupción o dificultades en los canales de suministro, incremento del costo del flete de los contenedores y parálisis de puertos, que pueden incrementar el precio de las materias primas y productos clave, como combustible y alimentos, o dilatar la entrega de microprocesadores que frenan a la industria del automóvil y elevan los precios. Tensiones políticas y políticas económicas agresivas por parte de Estados Unidos han limitado la oferta de hidrocarburos en Europa, Medio Oriente y América Latina. Acciones de política neoproteccionista, sanciones económicas y la guerra económica, comercial y tecnológica con China y otros países sin duda dificultan las normales relaciones comerciales y financieras e impulsan los precios al alza.

Ante la subida de la inflación en Estados Unidos, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, reconoció que la actual inflación no es temporal y por tal razón la llamada política acomodaticia terminaría. El fin de la política monetaria expansiva y bajas tasas de interés para estimular la economía comenzaría a modificarse a partir de marzo. Aunque no es el único factor y restan los detalles, la secuencia en la intervención y sus resultados, se espera que durante el año se aumenten las tasas de interés, lo que tendrá necesariamente efectos sobre el ritmo de crecimiento económico, y podría alterar el comportamiento de las bolsas, los flujos internacionales de comercio e inversiones. En tal compleja circunstancia, con una estructura distinta en la economía y problemas graves en distintas esferas internas y externas, no puede desacertarse el estallido de otro episodio recesivo en Estados Unidos, con las repercusiones mundiales que ello supone.

El debate sobre este asunto es muy delicado porque existen discrepancias, como ya se ha señalado, sobre las causas de la inflación y las políticas para combatirla. Sin embargo, no hay dudas sobre las consecuencias políticas negativas que esta situación tiene sobre el presidente Biden y los demócratas en les elecciones de medio término. Esto le otorga enorme sensibilidad al problema, con independencia de las opiniones sobre el asunto desde distintas escuelas de pensamiento económico.

La crítica a la política monetaria anunciada plantea, esencialmente, que la causa principal de la inflación podría no ser monetaria, sino derivada de restricciones en la oferta por la crisis económica y la pandemia. Si fuera así, entonces el cambio en la política de la Reserva Federal puede ser inefectivo, o contraproducente, y desatar un episodio recesivo.

Por el lado de la política fiscal, los programas de expansión del gasto presentados por el gobierno de Biden, sean por causas coyunturales o estratégicas, plantean desafíos económicos y políticos. Según la administración, el programa para desarrollar la infraestructura y renovar capacidades competitivas al trabajo y al capital de Estados Unidos, dirigido estratégicamente a la competencia por la hegemonía económica y tecnológica con China, no tiene efectos inflacionarios, sino por el contrario debe reducir esas presiones a largo plazo. No obstante, la parte más coyuntural referida al ARP como continuidad de los gastos precedentes para el enfrentamiento de las crisis asociadas a la pandemia sí parece tener algún efecto en este sentido, aunque sea solamente marginal.

CONCLUSIONES

Los resultados de la economía estadounidense en 2021 fueron técnicamente muy favorables después de la crisis económica de 2020. La rápida recuperación fue estimulada fundamentalmente por la enorme política fiscal expansiva. Si bien esta no solucionó los problemas estructurales ni los desequilibrios acumulados, logró aumentar el producto, la demanda interna y reducir el desempleo. Las principales proyecciones de fuentes oficiales y organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional, suponen que el crecimiento continúe en 2022 y 2023, pero los desafíos que surgen en un entorno sumamente complejo, donde reapareció la inflación, pueden dar lugar a nuevos episodios recesivos y crisis financieras en un escenario caracterizado por la elevada incertidumbre.

La inflación ya es una realidad y cualesquiera que sean sus causas requerirá un ajuste en las políticas económicas, monetaria y fiscal, según la recomendación que sigan los formuladores de política. Esta es negativa para los demócratas en términos políticos, tanto para los comicios de medio término en 2022 como las presidenciales en 2024. Sin duda la economía y en particular la inflación es el principal reto para la economía, y, a la vez, la principal preocupación de los electores porque impacta negativamente los ingresos reales.

Naturalmente, dado el papel del dólar en la economía mundial, cualquier alteración en el valor de esa moneda por la modificación ya anunciada en la política monetaria para combatir la inflación debe elevar las tasas de interés, y estos cambios se transmiten al resto del mundo con nefastas consecuencias. Para países de economías más frágiles, con importantes deudas, como, por ejemplo, las pequeñas economías del Caribe, las consecuencias pueden ser muy graves.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Bureau of Labor Statistics. (2020, mayo). The Employment Situation. Recuperado el 7 de marzo de 2022 de en Recuperado el 7 de marzo de 2022 de en https://www.bls.gov/news.release/archives/empsit_06052020.pdfLinks ]

Bureau of Labor Statistics. (2022, enero). The Employment Situation. Recuperado el 4 de febrero de 2022 de Recuperado el 4 de febrero de 2022 de https://www.bls.gov/news.release/pdf/empsit.pdf Links ]

Congressional Budget Office (2022). The Federal Budget 2020. Budget Infographic. Recuperado el 28 de enero de 2022 de Recuperado el 28 de enero de 2022 de https://www.cbo.gov/system/files/2021-04/57170-budget-infographic.pdfLinks ]

The New York Times (enero, 2022). Coronavirus in U. S.: Latest Map and Case Count. Recuperado el 30 de enero de 2022 de Recuperado el 30 de enero de 2022 de https://www.nytimes.com/interactive/2021/us/cpvid-cases.htmlLinks ]

Krugman, P. (2021, julio, ). Working Out: Keynesian Republicans, Supply-Side Democrats. The New York Times. Recuperado el 1 de enero de 2022 de Recuperado el 1 de enero de 2022 de https://www.nytimes.com/2021/07/30/opinion/american-rescue-plan-stimulus-keynes.htmlLinks ]

The white White House (2021, 28 de octubre). President Biden Announces the Build Back Better Framework. Recuperado el 30 de enero de 2022 de Recuperado el 30 de enero de 2022 de https://www.whitehouse.gov/briefing-room/statements-releases/2021/10/28/president-biden-announces-the-build-back-better-framework/Links ]

Schmitt, J., Gould, E., y Bivens, J. (2018, septiembre,). America’s Slow Motion Wage Crisis. Economic Policy Institute. Recuperado el 30 de enero de 2022 de Recuperado el 30 de enero de 2022 de https://www.epi.org/publication/americas-slow-motion-wage-crisis-four-decades-of-slow-and-unequal-growth-2/Links ]

Siegel, R., y Van Dam, A. (2022, 28 de enero,). U.S. Economy Growth 5.7 Percent in 2021. It Was the Fastest Full-Year Clip Since 1984. (January 28), The Washington Post. Recuperado el 28 de enero de 2022 de Recuperado el 28 de enero de 2022 de https://www.washingtonpost.com/business/2021/01/28/gdp-2020-economy-recession/ Links ]

Telles, R. (2022, enero). U. S. International Transactions. Third Quarter 2021. Survey of Current Business. Recuperado el 24 de enero de 2022 de Recuperado el 24 de enero de 2022 de https://apps.bea.gov/scb/2022/01-january/0122-quarterly-international-transactions.htmLinks ]

The Washington Post Live . (2021, 24 de septiembre) Transcrip: The Great Resignation with Molly M. Anderson, Anthony C. Klotz, PhD & Elaine Welteroth. Recuperado el 25 de enero de 2022 de Recuperado el 25 de enero de 2022 de https://www.washingtonpost.com/washington-post-live/2021/09/24/transcript-great-resignation-with-molly-m-anderson-anthony-c-klotz-phd-elaine-welteroth/Links ]

U. S. Bureau of Economic Analysis (BEA). (2021a, 28 de septiembre). U. S. Investment Position. Second Quarter 2021. Recuperado el 2 de enero de 2022 de Recuperado el 2 de enero de 2022 de https://www.bea.gov/news/2021/us-international-investment-position-second-quarter-2021#:~:text=The%20U.S.%20net%20international%20investment%20position%2C%20the%20difference,totaled%20%2434.20%20trillion%20and%20liabilities%20were%20%2449.62%20trillionLinks ]

U. S. Bureau of Economic Analysis (BEA). (2021b, noviembre 4). U. S. International Trade in Goods and Services. Recuperado el 15 de octubre de 2021 de Recuperado el 15 de octubre de 2021 de https://www.bea.gov/news/2021/us-international-trade-goods-and-services-september-2021Links ]

The New York Times (2022, 7 de enero). U. S. Hiring Slowed in December as Employers Struggled to Find Workers. Recuperado el 2 de enero de 2022 de Recuperado el 2 de enero de 2022 de https://www.nytimes.com/2022/01/07/business/economy/jobs-report-december-2021.htmlLinks ]

1Códigos JEL: O-51, F-01, E-30, E-52

Recibido: 12 de Diciembre de 2021; Aprobado: 03 de Enero de 2022

* Autor para la correspondencia: luis.fernandez@ciei.uh.cu

El autor declara que no existen conflictos de intereses.

Creative Commons License