Introducción
La hipertensión arterial es un riesgo clave asociado a la presentación de enfermedades cardiovasculares graves y factor principal en las causas de muerte.1 Un alto número de personas desconoce que la padece,2 por lo que ha sido denominada “el enemigo silencioso”; las estadísticas sanitarias mundiales reportan que las enfermedades cardiovasculares han provocado 17,9 millones de muertes, lo que explica el 44 % de toda la mortalidad mundial;3 dato corroborado por American heart Association;4 quienes muestran el incremento estadístico de esta enfermedad.
Cuando la hipertensión arterial se presenta de forma silenciosa o asintomática, adiciona un riesgo a la salud de la persona, especialmente en aquellos que buscan los servicios de atención solo ante la presentación de signos y síntomas reales, situación que empeora ante el aumento del índice de ausentismo de las personas inscritas en los programas de prevención y control de riesgo cardiovascular.5 Tema que fue abordado por el estudio de González y otros.6
Desde la esfera ocupacional, las evidencias científicas señalan la caracterización de la enfermedad hipertensiva, en población económicamente activa.7,8,9,10,11 El conocimiento de este tema en la esfera laboral se convierte en un área que contribuye con la identificación de casos asintomáticos. Colombia reglamentó la práctica de evaluaciones médico ocupacionales en diferentes momentos de la vinculación laboral de los trabajadores, tales como el pre-ingreso, control periódico, retiro laboral, y postincapacidad, mediante la Resolución 2346 de 2007;12 mecanismo que propende por el desarrollo de la salud y medicina preventiva y del trabajo, como elemento del Sistema de Gestión en Seguridad y Salud en el trabajo (SGSST),13,14 el cual cobra vigencia con los estándares mínimos de cumplimiento del sistema.15
En consecuencia, las evaluaciones médico ocupacionales se convierten en una oportunidad que, asociadas a las condiciones de trabajo,16 marcan el derrotero que guía la atención de la salud de los trabajadores. Aunando esfuerzos para la identificación de nuevos casos de enfermedades hipertensivas no diagnosticadas previamente.
Es preciso indicar que los hallazgos derivados de las evaluaciones médico ocupacionales son el resultado de situaciones multifactoriales del contexto, lo cual abarca condiciones socioeconómicas, culturales y de acceso a los servicios de salud; y que es de amplio significado como determinantes del proceso salud-enfermedad de la población.
Por tanto, la identificación de la hipertensión puede direccionar el control oportuno y a la reducción de las enfermedades cardiovasculares a corto, mediano y largo plazo. Más cuando el Ministerio de Salud reporta como primera causa de morbilidad las enfermedades no transmisibles;17) y que reafirma el Ministerio de Salud Colombiano cuando describe que la enfermedad isquémica del corazón y cerebro vascular en mayores de 45 años ocupan los primeros lugares a pesar de los avances en cobertura de la Seguridad social,18 y que va en contravía con las políticas y objetivos mundiales de la salud.19,20
En consecuencia, estos hallazgos cobran importancia al permitir identificar enfermedades que estadísticamente se presentan como altas y prioritarias y que requieren intervención por parte de los sectores responsables de la salud de las personas, a través de la sinergia intersectorial, para el desarrollo de modelos participativos que apoyen no solo la identificación de casos, sino la ejecución de programas de atención preventiva y de control de hipertensión arterial.
El presente estudio, partió de las observaciones empíricas y tuvo como objetivo describir la evaluación médico ocupacional como práctica en la identificación de la hipertensión arterial silenciosa, la cual plateó como hipótesis verdadera.
Métodos
Estudio descriptivo, retroprospectivo, con enfoque cuantitativo y diseño no experimental. Fue realizado en una población de 1260 trabajadores, atendidos en el Centro Regional para la Investigación y Atención en Salud, institución prestadora de servicios de seguridad y salud en el Trabajo (IPS) de la ciudad de Sincelejo, Colombia; con información recabada de las evaluaciones médicos ocupacionales correspondiente al primer trimestre del 2020 y de los registros clínicos condensados en el software de historias clínicas, derivados del cuarto trimestre de 2019; período del cual se eligió el 100 % de los consultantes, con muestreo censal, al tener en cuenta todos los casos registrados; con el fin de eliminar el error de selección.
Se excluyeron aquellos casos, que presentaron algún tipo de confusión en el registro, obteniendo una población definitiva de 1245. La información recabada incluyó variables cuantitativas de interés para el estudio: sociodemográficas, datos generados del acápite de identificación de usuarios; índice de masa corporal, valores de cifras de tensión arterial; esta última fue tomada con fonendoscopio y tensiómetro calibrado, siguiendo los parámetros de la Guía de la Sociedad Europea de Hipertensión y la Sociedad Europea de Cardiología (HTA) 2018,21 quienes establecen: valor óptimo (< 120/80 mmHg), presión arterial normal (120-129 y 80-84 mmHg), presión arterial normal-alta (130-139 y 85-89 mmHg), HTA grado 1 (140-159 y 90-99 mmHg), HTA grado 2 (160-179 y 100-109 mmHg), HTA grado 3 (≥ 180/110 mmHg) e hipertensión sistólica aislada con parámetros (≥ 140 y < 90 mmHg). El índice de masa corporal, por su parte, siguió las orientaciones de la OMS,22 que la clasifica como: insuficiencia ponderal (< 18,5), normal (18,5-24,9), sobrepeso (≥ 25,0), preobesidad (25,0-29,9) obesidad grado I (30 - 34,9), obesidad grado II (35.0 -39,9), obesidad grado III (≥ 40); otras variables de interés tenidas en cuenta fueron los signos y síntomas percibidos y el concepto de aptitud laboral, que siguieron las parámetros de registros clínicos del software, de la IPS donde se realizaron las evaluaciones.
El análisis de la información contó con la construcción de una base de datos en hoja de cálculo Excel, que posteriormente se procesó en el software Past.23 Estadísticamente, los resultados fueron analizados mediante índice de frecuencias y presentados a través de tablas. Se respetaron los principios éticos de investigación en humanos,24 declaración de Helsinki,25) código deontológico de enfermería26) y recibió el aval por parte del Comité de ética de la Institución.
Resultados
La recolección de información mostró datos generales referentes a los 1245 participantes al estudio y específicos, relativos a la población de 285 trabajadores que resultaron con cifras tensionales altas. En la tabla 1 se describen las variables sociodemográficas.
La edad mínima encontrada fue 19 años, la máxima 72; media de 38,66 y desviación estándar 11,15. En cuanto a la información laboral, el tipo de cargos se distribuyó de la siguiente manera: 356 cargos administrativos (28 %) y 905 operativos (72 %). Según el tipo de evaluación laboral 667 (53,60 %) correspondieron a pre-ingreso; 240 (19,27 %) periódica, 149 (12 %) periódica para trabajo en alturas, 137 (10,93 %) ingreso para trabajo en altura y 52 (4,12 %) de retiro laboral.
El índice de masa corporal mostró que 566 (44,64 %) se ubicaron en valores normales, 501 (40,28 %) con preobesidad; 142 (11,41 %) con obesidad grado I, 22 (1,83 %) con obesidad grado II; y en menor proporción 14 (1,44 %) con insuficiencia y obesidad grado III.
De los trabajadores con enfermedad hipertensiva, 10 (3,50 %) se encontraban afiliados a los programas de prevención y control de riesgo cardiovasculares; 6 (2,10 %) manifestaron signos y síntomas consistentes en mareos, cefaleas y malestar; 235 (97,9 %) manifestaron no haber percibido síntomas, negaron antecedentes personales de padecimiento de la enfermedad hipertensiva. 98,16 % de ellos pertenecen al sexo masculino y 96,49 % revelaron estar afiliados al sistema de aseguramiento en salud.
De las evaluaciones realizadas, 198 (69,47 %) correspondieron a preingreso laboral, 82 (28,77 %) periódica y 5 (1,75 %) de retiro laboral.
De los trabajadores declarados aptos, 127 fueron restringidos para trabajo en alturas, 146 para trabajos con equipos de suministro de aire autocontenido y 128 para trabajar en espacios confinados; un trabajador puede presentar restricción para las tres actividades mencionadas. Por otro lado, 55 de ellos (19,29 %) fueron aplazados temporalmente para el cargo, mientras mejora su estado de salud y los 11 restantes (3,85 %) se les declaró con restricción total para desempeñarse en el oficio.
Discusión
Los resultados encontrados en esta investigación confirman que mediante las evaluaciones médico ocupacionales se identificaron resultados importantes de las condiciones de salud. Este hallazgo puede mostrar un nivel de sesgo de información, debido a que las evaluaciones médico ocupacionales de preempleo presumen un cierto grado de negación al reconocimiento de síntomas, por el temor de afectar negativamente la declaración de concepto de aptitud laboral; caso evidenciado en los resultados, quienes, en un amplio número, fueron declarados con restricciones, para labores de alto riesgo, tales como trabajo en alturas, espacios confinados y con equipos comprimidos. Sin embargo, independientemente de la probable negación sintomatológica, la mayoría de ellos no se encontraban inscritos en los programas de prevención y control, para este tipo de enfermedades.
Al analizar la proporción de personas de sexo masculino, este dato puede estar en concordancia con los tipos de trabajo operativos en zonas de riesgo; adicionalmente, las percepciones culturales relacionadas con la mayor vinculación de hombres a estas actividades. Esto es congruente con los datos descritos por Marrugo,27 quien evaluó el efecto de techo de cristal para el acceso laboral de las mujeres, que muestran baja participación en el mercado. Igualmente, la unión libre como relación entre parejas es típica en la zona geográfica. En este sentido, Quintana y otros28 declaran que la dinámica relacional de la pareja se efectúa por múltiples factores que obedecerán al contexto y donde juega un papel preponderante en la sociedad y la cultura. Mientras que la escolaridad básica primaria y secundaria se explica por la alta demanda de trabajos operativos.
Al confrontar el total de trabajadores participantes con el número que presentaron cifras tensionales altas, se encuentra que una amplia cifra presenta estado de normalidad. No obstante, el porcentaje de alteraciones evidenciadas es un dato llamativo, pues se trata de población joven, dato que se convierte en factor de alerta por su claro impacto sobre la salud de las personas y la repercusión en la declaración de aptitud laboral, que a su vez provoca restricciones para la ejecución de actividades laborales.
Los anteriores hallazgos deben estimular el cumplimiento de las normas de Seguridad y Salud y trabajo,12 para prevenir complicaciones de la salud por exposición a labores de mediano o alto riesgo y factores ambientales por condiciones extremas de temperatura y stress que pueden aumentar el riesgo para la salud de los trabajadores. La presencia de hipertensión arterial asintomática es un hecho demostrado en otros estudios, es así como Sánchez y otros5 hallaron una prevalencia de (6,50 % en y 3,40 %) de hipertensión asintomática; en las ciudades de Santa Marta y Bucaramanga, respectivamente; datos similares a los mostrados por Troche29 y Murillo.30
Estadísticas que si no son intervenidas a corto, mediano o largo plazo pueden acarrear el incremento de enfermedades cardiovasculares; si se tiene en cuenta que durante el 2019, el Departamento administrativo Nacional de Estadísticas reportó 8756 casos de mortalidad por enfermedades del corazón y 2003 sucesos por hipertensión, como primera causa de mortalidad en hombres y mujeres, en el territorio nacional.31
En consecuencia, los datos ofrecen una singular lectura sobre la importancia de los problemas hipertensivos identificados en las evaluaciones médico ocupacionales y su impacto sobre la salud pública. Sin olvidar que estos hallazgos representan un factor coadyuvante en el empleo de los trabajadores, al afectar negativamente el concepto de aptitud laboral, mediante declaratoria de restricciones y/o aplazamiento para algunos tipos de cargos. Esta situación puede ser corregida mediante la adherencia a planes preventivos y de control farmacológico y no farmacológicos dispuestos para riesgo cardiovascular, por las Instituciones prestadoras de servicios de salud y que contribuyen al pleno desarrollo en los roles productivos de los trabajadores.
Estos programas, al hacer sinergia con la vigilancia epidemiológica ocupacional (VEO) realizadas por los departamentos de Seguridad y Salud en el Trabajo, promuevan beneficios hacia la salud de los trabajadores, al ser la hipertensión arterial un factor de riesgo prevenible e intervenible para la reducción de las enfermedades crónicas, que abundan en Colombia.
Al ser la hipertensión arterial un factor limitante y/o potencializado por las actividades laborales32 a los trabajadores con cifras tensionales altas, se le direccionó al control de su estado de salud. Igualmente, se les recomendó la aplicación de medidas preventivas dirigidas a hábitos saludables, ejercicio físico, y revaloraciones para los casos aplazados laboralmente. Estudios como este pueden ser replicados metodológicamente y convertirse en fuentes importantes no solo en la identificación de casos, sino en la aplicación de estrategias de seguimiento interinstitucional en la identificación de la hipertensión arterial asintomática.
En conclusión, las prácticas de las evaluaciones médico ocupacionales mostraron ser propicias para la identificación de hipertensión arterial silenciosa, hallazgos que contribuyen favorablemente con el direccionamiento de intervenciones tempranas que impacten en la prevención de riesgo cardiovasculares a corto, mediano o largo plazo. El estudio tiene alcance para los trabajadores atendidos en la IPS participantes y puede mostrar un nivel de sesgo al tratarse de evaluaciones médico ocupacionales de pre-empleo, lo que puede inducir algún grado de negación al reconocimiento de síntomas.