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Revista Cubana de Medicina General Integral

versión On-line ISSN 1561-3038

Rev Cubana Med Gen Integr v.23 n.2 Ciudad de La Habana abr.-jun. 2007

 

Prevalencia de discapacidad física en ancianos de la provincia Granma

Dayamí Díaz Garrido,1 Héctor Bayarre Vea,2 Miguel Ángel Lazo Álvarez,3 Jesús Menéndez Jiménez,4 Julia S. Pérez Piñero5 y Teddy Tamargo Barbeito6

Resumen

El envejecimiento poblacional ha cobrado gran importancia en la comunidad científica internacional, y la discapacidad física se ha convertido en un problema de salud frecuente en la tercera edad. Se realizó un estudio descriptivo para estimar la prevalencia de discapacidad física en ancianos de la provincia Granma en el año 2004. La muestra de 688 ancianos se conformó mediante un muestreo estratificado polietápico. Se recogió la información mediante el Examen Mínimo del Estado Mental, el Índice de Lawton y una encuesta que contenía variables biológicas, psicológicas y sociales. Se realizó la estimación puntual y por intervalos de tasas y porcentajes. Se constató una discapacidad física de 36,6 % con IC 31,6-41,7. Las principales limitaciones en las actividades de la vida diaria fueron, la capacidad para la realización de compras y el modo de transporte. Concluimos que las actividades que demandan mayor movilidad del anciano fueron las que se observaron con mayor frecuencia.

Palabras clave: Salud del anciano, prevalencia, calidad de vida, personas incapacitadas.

El aumento total de la población se distinguirá, en el futuro cercano, por una proporción cada vez mayor de personas de edad avanzada. Este proceso, ya en marcha, se acompaña de una franca disminución de la natalidad y de un aumento manifiesto de la esperanza de vida. De tal manera, las tendencias demográficas destacan al envejecimiento poblacional como el cambio más sobresaliente, en la actualidad, en la estructura de la población mundial.1-3

El desarrollo de las ciencias, y de la medicina en particular, ha demostrado que lo más importante no es que haya un aumento de la expectativa de vida, sino que es posible envejecer con vitalidad.4 Las discapacidades físicas, mentales y sociales, íntimamente relacionadas con el incremento de la expectativa de vida, se consideran entre los problemas más graves que debemos enfrentar.5 De ahí que, mejorar la prevención, el tratamiento, el pronóstico, así como la calidad de vida de estos pacientes, se haya convertido en un reto para la comunidad científica internacional, cuyo cumplimiento depende, en gran medida, de los aportes que haga la investigación en este campo.

En Cuba se han realizado varios estudios sobre la discapacidad en el adulto mayor. En uno, se intentó caracterizar la población anciana del policlínico “Santiago de las Vegas”, en relación con un grupo de presuntos factores de riesgo. Más recientemente, un grupo de investigadores de la Facultad de Salud Pública realizó varias investigaciones sobre este objeto de estudio en el ámbito comunitario. Así, se estimó la prevalencia de discapacidad física y mental, y los factores de riesgo de discapacidad física en ancianos del municipio Playa, 7 en el área de salud del policlínico “26 de Julio” (Clavijo T. Prevalencia y factores de riesgo de discapacidad en el anciano. Policlínico “26 de julio”. Trabajo para optar por el título de Máster en Salud Pública. Facultad de Salud Pública, 1999) y en el área de salud “Ramón González Coro” del municipio Marianao (García V. Prevalencia y factores de riesgo de discapacidad en el anciano, municipio Marianao. Trabajo para optar por el título de Máster en Atención Primaria. Facultad de Salud Pública, 1999). También se efectuaron 2 investigaciones en la provincia de Las Tunas (Hernández Y. Prevalencia y factores de riesgo de discapacidad en ancianos, municipios Puerto Padre y Las Tunas. Trabajo para optar por el título de Especialista de I Grado en Bioestadística. Facultad de Salud Pública, 1999) y (Tello Y. Prevalencia y factores de riesgo de discapacidad en ancianos, municipios Jobabo y Amancio Rodríguez. Trabajo para optar por el título de Especialista de I Grado en Bioestadística. Facultad de Salud Pública, 1999). Se destaca igualmente una en la provincia de Matanzas (Martínez S. Prevalencia y factores de riesgo de discapacidad física en ancianos en el municipio "Pedro Betancourt". Trabajo para optar por el título de Especialista de I Grado en Epidemiología. Facultad de Salud Pública, 1997) y en Ciudad de La Habana (Tamargo T. Prevalencia y factores de riesgo de discapacidad en ancianos de Ciudad de La Habana. Trabajo para optar por el título de Especialista de I Grado en Bioestadística. Facultad de Salud Pública, 2000), y más recientemente, en las provincias de Holguín y La Habana (Morejón A. Prevalencia y factores de riesgo de discapacidad en ancianos en la provincia de Holguín. Trabajo para optar por el título de Especialista de I Grado en Bioestadística. Facultad de Salud Pública, 2002) y (González A. Prevalencia y factores de riesgo de discapacidad en ancianos en la provincia de La Habana. Trabajo para optar por el título de Especialista de I Grado en Bioestadística. Facultad de Salud Pública, 2004). Estos estudios han permitido estimar la prevalencia de las discapacidades físicas y mentales en los ancianos. Las primeras se encuentran entre el 24,9 y 45,3 %, en tanto que las segundas se sitúan entre el 13 y el 26,2 %.

La provincia de Granma tiene una población envejecida, lo que unido al interés de la Dirección Sectorial de Salud Pública de esta provincia, posibilitó la realización de este estudio, cuyo objetivo fue estimar la prevalencia de discapacidad física y la frecuencia de aparición de las principales limitaciones en las dimensiones investigadas, en ancianos de la provincia Granma en el año 2004. Estos resultados se podrán utilizar para trazar estrategias que impidan que el envejecimiento se convierta en un problema social grave para la provincia.

Métodos

La investigación clasifica como un estudio descriptivo, de corte transversal, de los conocidos estudios de prevalencia. Para dar salida al objetivo propuesto se estudiaron las variables siguientes: presencia de discapacidad física, realización de compras, modo de transporte, preparación de alimentos, capacidad para manejar las finanzas, manejo de la casa, responsabilidad con los propios medicamentos, lavado de ropa, capacidad para usar el teléfono, edad, sexo, presencia de enfermedades crónicas, presencia de secuela posfractura de cadera, insatisfacción con las actividades de la vida cotidiana, sensación de inactividad, ausencia de confidente, pérdida de rol social, presencia de desocupación, sentimientos de soledad, condiciones materiales de vida inadecuada, presencia de pérdidas, inadaptación a la jubilación y nivel de escolaridad.

El universo del estudio, estuvo constituido por todos los ancianos que residían en la provincia Granma durante el año 2004, de los que se escogió una muestra de 688, mediante el muestreo estratificado polietápico.8 La recogida de la información se realizó a partir de los instrumentos siguientes:

  • Examen Mínimo del Estado Mental (EMEM), que permitió diagnosticar el deterioro cognitivo en el anciano, y en caso que este resultó positivo, no se incluyó en el estudio.
  • Índice Lawton (IL), que permitió evaluar la capacidad funcional del individuo para llevar a cabo las actividades instrumentadas de la vida diaria (AIVD).
  • Encuesta de variables biológicas, psicológicas y sociales.

Los diferentes instrumentos fueron aplicados por los Médicos de Familia de los consultorios seleccionados, a los cuales se les realizó un adiestramiento previo, que consistió en un seminario impartido por el grupo de investigación. Con el objetivo de asegurar la recogida de la información durante la ejecución del trabajo, los autores realizaron un control de la calidad al 10 % de las entrevistas, seleccionadas al azar. El procesamiento de los datos se realizó mediante los paquetes Epi-info versión 6,02 (módulo CSAMPLE) y SPSS versión10,1. Se estimaron tasas de prevalencia de discapacidad física global y específica, con sus respectivos intervalos de confianza del 95 % de confiabilidad. Además, se calcularon frecuencias absolutas y porcentajes.

Resultados

La estimación de la prevalencia de discapacidad física en ancianos de la provincia Granma, durante el período de estudio, mostró una prevalencia puntual de 36,6 % con un intervalo de confianza de 95 % entre 31,6 % y 41,7 %. En las actividades instrumentadas de la vida diaria, los mayores porcentajes de limitaciones se presentan en la capacidad para la realización de compras y el modo de transporte (182 ancianos, 26,5 %, y 146, 21,2 % respectivamente). Le siguen en orden de frecuencia las limitaciones en la preparación de los alimentos (141, 20,5 %), el lavado de la ropa (119, 17,3 %), la capacidad para manejar las finanzas (109, 15,8 %), y el manejo de la casa (104, 15,1 %). La responsabilidad con los medicamentos (102, 14,8 %) y la capacidad para el uso del teléfono (78, 11,3 %) fueron las menos frecuentes.

Se observa igualmente un incremento de la discapacidad física a medida que aumenta la edad. La prevalencia de discapacidad física estimada para el grupo de 60-69 años fue de 23,2 % con un IC de 13,1-33,3; la del grupo de 70-79 fue de 43,1 % con IC de 34,3-51,8; y la del grupo de 80 y más de 36,6 % con IC 31,6-41,5. El sexo femenino resultó ser el de mayor prevalencia (43,1 %, IC 34,3-51,8), y para el sexo masculino se dio una prevalencia de 28,5 % con IC 25,2-31,8.

En relación con las variables biológicas, la estimación de pacientes con enfermedades crónicas fue de 40,8 % (34,6-47,0), mientras que para la presencia de pacientes con secuelas posfractura de cadera fue de 66,7 % (46,7-86,7). El intervalo de confianza de la segunda, mostró una gran imprecisión, lo cual pudiera estar relacionado con el escaso número de adultos mayores en esta categoría.

La prevalencia de discapacidad física en ancianos, según variables psicológicas y sociales, se muestra en la tabla. Se destacan la pérdida del rol social para la que se estimó una tasa de 63,6 % (55,6-71,5), seguida por la presencia de sentimientos de soledad con 56,3 % (39,1-73,4) y por las condiciones materiales de vida inadecuadas con 49,5 % (41,8-57,3). La sensación de inactividad se presentó en el 47,8 % (40,4-53,3), la indaptación a la jubilación en el 47,7 % (33,2-62,3) y la ausencia de confidente en el 45,4 % (35,0-55,8). Con menor frecuencia se presentaron la insatisfacción con las actividades cotidianas, o la presencia de pérdidas y la desocupación, que afectaron al 41,9 % (34,8-49,0), al 40,6 % (35,9-45,3) y al 38,4 % (31,6-45,1) respectivamente.

TABLA. Prevalencia de discapacidad física en ancianos según variables psicológicas y sociales

Variables psicosociales

No.

Tasa*

Intervalo de confianza

Insatisfacción con actividades cotidianas (n=308)

129

41,9

34,8 – 49,0

Sensación de inactividad (n=138)

66

47,8

40,4 – 53,3

Ausencia de confidentes (n=163)

74

45,4

35,0 – 55,8

Pérdidas de rol social (n=118)

75

63,6

55,6 – 71,5

Presencia de desocupación (n=615)

236

38,4

31,6 – 45,1

Presencia de sentimientos de soledad (n=80)

45

56,3

39,1 – 73,4

Condiciones materiales de vida inadecuadas (n=216)

107

49,5

41,8 – 57,3

Presencia de pérdidas (n=325)

132

40,6

35,9 – 45,3

Inadaptación a la jubilación (n=174)

83

47,7

33,2 – 62,3

*Por 100 ancianos

De forma general se observó un decremento de la discapacidad física a medida que se elevó el nivel de escolaridad, de manera que la mayor prevalencia se obtuvo en el grupo de los analfabetos con un 55,6 % (IC 48,2-62,9), seguida por los ancianos con primaria inconclusa, con 51,5 % (IC 43,4-59,6) y primaria concluida con 37,7 % (IC 27,0-47,2). Le siguieron los ancianos con secundaria concluida 33 % (IC 24,2-51,9) y pre-universitario concluido 27,1 % (15,7-38,5). Los porcentajes más bajos de discapacidad fueron de 25 % (10-40) para los ancianos universitarios. Llama la atención la imprecisión de estos intervalos de confianza, lo que limita la validez de estos resultados.

Discusión

La prevalencia de discapacidad física que se reporta en esta investigación es superior a la encontrada por Martínez (Martínez S. Prevalencia y factores de riesgo de discapacidad física en ancianos en el municipio "Pedro Betancourt". Trabajo para optar por el título de Especialista de I Grado en Epidemiología. Facultad de Salud Pública, 1997), por Bayarre,7 Hernández,3 y Morejón (Morejón A. Prevalencia y factores de riesgo de discapacidad en ancianos, provincia de Holguín. Trabajo para optar por el título de Especialista de I Grado en Bioestadística. Facultad de Salud Pública, 2002); mientras que Clavijo (Clavijo T. Prevalencia y factores de riesgo de discapacidad en el anciano. Policlínico “26 de julio”. Trabajo para optar por el título de Máster en Salud Pública. Facultad de Salud Pública, 1999), García (García V. Prevalencia y factores de riesgo de discapacidad en el anciano, municipio Marianao. Trabajo para optar por el título de Máster en Atención Primaria. Facultad de Salud Pública, 1999) y González (González A. Prevalencia y factores de riesgo de discapacidad en ancianos. Provincia La Habana. Trabajo para optar por el título de Especialista de I Grado en Bioestadística. Facultad de Salud Pública, 2004) refieren una prevalencia superior a la aquí encontrada. Todos estos estudios utilizaron la misma metodología y aplicaron los mismos instrumentos. Por otra parte, el hecho de haber utilizado para evaluar la discapacidad un instrumento que incluye las AIVD, pudo contribuir a que la prevalencia sea superior a la de otros estudios que utilizan las actividades básicas de la vida diaria, ya que son más complejas y necesitan mayor coordinación y elaboración de actos por parte del individuo, lo que incrementa su vulnerabilidad ante alteraciones mínimas de una función orgánica determinada. Otro elemento en que pudiera pensarse es el siguiente: la crisis económica que ha afectado a la población cubana durante las últimas décadas, en la que el anciano, quien ha visto pasar sus mejores momentos como rol productivo, puede devenir sujeto vulnerable, lo que pudiera precipitar la discapacidad física en muchos ancianos. Bayarre7 reporta una tasa inferior a la de este estudio y a la de los mencionados anteriormente, lo que pudiera estar relacionado con las características de la población por él estudiada (municipio Playa).

La realización de las AIVD se comportó de forma similar a lo arrojado por estudios epidemiológicos realizados en varios países desarrollados, en los que se ha observado más discapacidad para aquellas actividades que requieren mayor esfuerzo físico y desplazamiento del anciano.5 El aumento de la dependencia del anciano para realizar las actividades que requieren un mayor desplazamiento, en Cuba, pudiera estar relacionado con las limitaciones del transporte, que se han hecho más marcadas por el período especial, lo que obliga al anciano a disminuir o eliminar esta actividad.

El comportamiento de la discapacidad física según la edad encontrado en este estudio se corresponde con lo que reportan otros autores,3,7 quienes plantean que con la acumulación de los años varía la forma y el funcionamiento del cuerpo humano, independientemente de la salud, lo cual es llamado envejecimiento normal. Si bien las funciones fisiológicas se afectan con el proceso de envejecimiento, la mayoría de las personas ancianas no presentan alteraciones que influyan marcadamente en su funcionamiento físico, intelectual o social antes de los 80 años. Sin embargo, que el incremento del riesgo de discapacidad física en general (discutido con anterioridad) esté ocurriendo a expensas de los viejos jóvenes, hace pensar que, al margen del envejecimiento fisiológico, otros factores están precipitando la ocurrencia de este evento en la población anciana.

Otras investigaciones,1,7 utilizando un criterio diagnóstico de discapacidad distinto (3 limitaciones), han reportado un predominio del sexo femenino sobre el masculino al igual que este estudio. Aunque, pudiera considerarse que esto no se deba a causas estrictamente biológicas, en relación con la predisposición a la discapacidad por uno u otro sexo, sino a la coexistencia de un conjunto de razones, entre las que se destaca el predominio de familias extendidas en la población cubana, de manera que en la organización de las actividades domésticas, la mujer de edad avanzada puede estar limitada por féminas jóvenes que asumen su trabajo, o de lo contrario, sobrecargadas en el trabajo doméstico.

En relación con las enfermedades crónicas los resultados son similares a lo que reporta García, pero superiores a los de los estudios de Clavijo, Hernández y Tello, que concuerdan con el hecho de que el nivel de discapacidad encontrada en esta investigación es mayor en algunos de ellos porque las enfermedades crónicas dificultan el desempeño de las actividades diarias del senescente, trayendo como consecuencia que este no las realice.

Con relación a la insatisfacción con la pérdida del rol social, otros estudios han obtenido resultados similares.7 Se ha planteado que la sociedad continúa sin precisar el contenido del papel de los ancianos. La falta de tareas específicas culturalmente conlleva la dificultad de no saber dónde concentrar los esfuerzos y dónde volcarse para actualizar las propias potencialidades. De ahí que como las actividades de los ancianos en la sociedad no han sido definidas en el nivel sociocultural, deben ser especificadas por cada individuo en particular. Cada anciano debe buscar qué hacer, debe crear sus propias tareas que pueden ser más o menos valiosas para él, pero sin tener la garantía de que serán reconocidas socialmente. La falta de un rol social para el anciano tiende a que su vida transcurra sin anhelos, sin entusiasmo y sin horizontes.

La sensación de inactividad se presentó similar a lo informado por Bayarre7 e inferior a lo reportado por otros autores. Con la senectud se supone que el sujeto pase de la autonomía a depender de los demás (Tamargo T. Prevalencia y factores de riesgo de discapacidad en ancianos de Ciudad de La Habana. Trabajo para optar por el título de Especialista de I Grado en Bioestadística. Facultad de Salud Pública, 2000), a lo que se le agrega la pérdida de relaciones que el sujeto ha tenido durante años, tales como, el trabajo, y sobre todo, los hijos, quienes pueden valerse por sí mismos y no necesitan de la ayuda de los padres, lo que provoca que sientan minusvalía. La disminución del riesgo de discapacidad encontrada en este trabajo con respecto a otros anteriores, pudiera estar relacionada con la incorporación de los ancianos a los clubes de abuelos en muchas áreas de salud, actividad esta que los hace sentirse útiles e importantes.

La sociedad ve la desocupación en el anciano como un hecho normal. En este estudio se obtuvo una tasa de discapacidad física, según dicha variable, inferior a los reportes de Hernández, con excepción de Bayarre,7 y Morejón, quienes informan una prevalencia inferior a la de esta investigación y a los mencionados anteriormente. Con la jubilación los ancianos se acogen a un descanso merecido, después de muchos años de trabajo, además en Cuba fueron pocas las mujeres que en edades productivas trabajaron fuera de sus casas, debido a que por normas de la sociedad de índole sociocultural, las mujeres debían permanecer en sus hogares, desempeñando tareas domésticas y dependiendo económicamente de sus esposos.

El resultado obtenido con respecto a los sentimientos de soledad y la discapacidad física en esta investigación muestra una prevalencia superior a lo informado por otros autores. En los ancianos predominan los sentimientos de soledad, que se acentúan con la pérdida de seres queridos, la jubilación, la inactividad y la incomunicación de las jóvenes generaciones con las viejas, al creer que los ancianos por su condición y poco aporte a la sociedad, son inútiles, lo que favorece su aislamiento y que se desarrolle ese sentimiento en ellos. El análisis de las variables psicosociales con relación a la discapacidad física, nos hace pensar que estos ancianos presentaron problemas con la calidad de vida, originados por múltiples factores, siendo necesario un tratamiento multidisciplinario e intersectorial que permita a los ancianos envejecer con mayor independencia, satisfacción y felicidad.

El comportamiento de la discapacidad física según la escolaridad concuerda de forma general con otros autores como Tello y Zayas (Zayas SM. Evaluación de aspectos de autonomía de los ancianos atendidos en el policlínico “Cristóbal Labra”, municipio La Lisa. Trabajo para optar por el título de Especialista en Geriatría y Gerontología. Ciudad de La Habana, 1992), los que reportan que a menor escolaridad hay mayor discapacidad. Estos resultados reflejan que el nivel educacional contribuye al bienestar de los ancianos, al posibilitar que los adultos se preparen mejor para su vejez.

Por todo lo anterior concluimos que la alta frecuencia con que se presenta la discapacidad física en las unidades de análisis estudiadas, evidencia la importancia de la problemática en los ancianos de la provincia Granma, que las actividades que demandan de una mayor movilidad por parte del anciano fueron las que con mayor frecuencia se observaron en la población investigada, situación que puede estar relacionada con un empeoramiento de las condiciones de vida de la población de los territorios estudiados, así como que el incremento del riesgo de discapacidad física a expensas de los viejos jóvenes, hace suponer la aceleración del envejecimiento fisiológico o normal, por factores ajenos a este.

summary

Prevalence of physical disability in the elderly from Granma province

The population aging has acquired importance in the international scientific community, whereas physical disability has become a common health problem in the third age. A descriptive study was undertaken to calculate the prevalence of physical disability in the elderly from Granma province, in 2004. 688 aged persons were selected by multiphasic stratified sampling. The information was collected by the Mini Mental State Examination, Lawton's index , and a survey with biological, psychological and social variables. The point estimation and the estimation by intervals of rates and pecentages were made. It was observed a physical disability of 36.6 % with CI 31.6-41.7. The main limitations in the daily life activities were the capacity to go shopping and transportation. It was concluded that the activities demanding higher mobility of the elderly were the most frequently observed.

Key words: Elderly's health, prevalence, quality of life, disabled persons.

Referencias bibliográficas

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3. Hernández Castellón R. Estudio del envejecimiento de la población. En: Perspectivas y escenarios de la población y los recursos humanos de Cuba y sus implicaciones económicas y sociales entre el año 2000 y 2050. La Habana: Centro de Estudios Demográficos; 2000.p.374-418.

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8. Silva Ayçaguer LC. Diseño razonado de muestras y captación de datos para la investigación sanitaria. Madrid: Díaz de Santos; 2000.

Recibido: 22 de noviembre de 2006.      Aprobado: 15 de diciembre de 2006.
Dra. Dayamí Díaz Garrido. Calle 17, entre M y N, apto 16 C, Edificio FOCSA, municipio Plaza, Ciudad de La Habana, Cuba. E mail: dayami.diaz@infomed.sld.cu

1Especialista de I Grado en Bioestadística. Profesora Asistente.
2Dr. en Ciencias de la Salud. Especialista de II Grado en Bioestadística. Máster en Salud Pública. Profesor Titular.
3Especialista de I Grado en Higiene y Epidemiología. Máster en Economía de la Salud. Investigador Agregado.
4Especialista de II Grado en Geriatría. Profesor Auxiliar.
5Especialista de II Grado en Bioestadística. Máster en Salud Pública. Profesor Auxiliar.
6Especialista de I Grado en Bioestadística. Profesor Asistente.

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