Estimado Editor:
En un mundo donde los constantes cambios afectan a las diferentes ramas de la ciencia, la medicina no queda exenta de estos; en la actualidad la búsqueda de nuevos recursos terapéuticos nos ha hecho retroceder a lo que nuestros ancestros nos legaron.
En Cuba, según la resolución número 381, con fecha 20 de mayo del 2015, existen 10 modalidades de la Medicina Natural y Tradicional aprobadas.1 Una de ellas es la homeopatía, la cual es un sistema terapéutico mediante el cual se administran sustancias, ya sean orgánicas, minerales o vegetales y que en un sujeto sano producirán los mismos síntomas que la enfermedad a tratar.2
Esta disciplina se rige por la máxima atribuida a Hipócrates, el padre de la medicina, similium cure similium, que es traducido al español como “lo similar cura lo similar”.
Es precisamente este filósofo griego quien en el siglo V a.n.e enunció las 3 leyes básicas de la homeopatía: Natura medicatrix, Ley de los Contrarios (Contraria contraribus curantur) y Ley de los Similares (Similia similibus curantur).
Según quienes la defienden, la homeopatía trata la causa de la enfermedad y no la sintomatología en sí; mejora el sistema inmunológico y convierte al organismo en un sistema más eficaz, pero para ellos es necesario realizar una correcta prescripción del tratamiento homeopático.
El homeópata debe individualizar al paciente como entidad única e irrepetible, para llegar a conocer en qué se diferencia de cualquier otro enfermo con la misma afección o constitución. Para ello utiliza el método de síntesis, dado por la modalización y jerarquización de los síntomas, para luego repertorizar y prescribir el medicamento que corresponde.
Repertorizar, en sí, es un procedimiento mecánico aritmético que tiene una finalidad: ayudar al homeópata a encontrar el medicamento más indicado para su paciente, pero no es la panacea para encontrar un medicamento, y eso debe quedar muy claro; de ninguna manera la repertorización sustituye al médico en su conocimiento de la materia médica ni a su criterio para encontrar el medicamento que cure al paciente.
Esto es razón suficiente para que exista la necesidad de ser meticuloso y exacto en el momento de especificar los síntomas característicos del paciente, pues la tarea no solo consiste en recopilar síntomas, sino percibir lo que hace sufrir al enfermo y lo que hay que curar.
El orden de jerarquización de los síntomas es el siguiente: causales, mental y emocional, raro, extraño o tipo original del paciente, síntomas generales, síntomas locales y síntomas patognómonicos.
Existen varios elementos claves para realizar una correcta repertorización, tres de los más importantes son utilizar rigurosamente síntomas característicos, distinguir las limitaciones del método repertorial en sí y no utilizar demasiadas rúbricas.
Son siete las claves para repertorizar, cinco de las más importantes son el conocimiento de la construcción y la organización del repertorio, la evaluación correcta de los síntomas, la conversión precisa del síntoma al lenguaje de la rúbrica repertorial, las permutas y combinaciones de rúbricas y reconocer las limitaciones del repertorio.
Son varios los estudios realizados donde se demuestra la efectividad de la repertorización; Tenzera y otros3 muestran una serie de tres casos donde existió mejoramiento en patologías cardiacas prolongadas a causa de los remedios homeopáticos individualizados.
Si bien es cierto que existen causas de fracaso de la repertorización del tratamiento homeopático, dentro de las cuales las más frecuentes son fallas derivadas del interrogatorio, imputables al enfermo, imputables al médico y fallas aparentes de la repertorización (reacción irregular del remedio de fondo por causas extrínsecas), su correcta utilización continúa siendo de mucha utilidad en el manejo de los pacientes enfermos, independientemente del tipo de enfermedad, sea aguda o crónica.
Para hacer un adecuado uso de estos recursos debemos de ver a cada paciente de forma diferente, constituyendo cada uno un caso nuevo y siendo la correcta repertorización el mecanismo más eficaz para la individualización de este tratamiento.