Introducción
La coevolución del hombre y de la bacteria Helicobacter pylori (H. pylori) ha sido documentada y existe evidencia que sugiere que la infección por este microorganismo pudo estar presente en los seres humanos desde hace miles de años. Además, este agente ha sido identificado en muestras de especímenes patológicos de hace más de 100 años.1
Al ser muy común en el microbioma intestinal, la infección por H. pylori es considerada como la enfermedad bacteriana crónica más prevalente en el ser humano, pues infecta a más del 50 % de la población mundial y contribuye en un 20 % al desarrollo de enfermedades gástricas.2
H. pylori es un bacilo Gram negativo de forma espirilada o helicoidal que no forma esporas.3) El único reservorio es el hombre, la frecuencia de la enfermedad gástrica aumenta a medida que aumenta la edad y existe mayor incidencia en países en vías de desarrollo, con situación sanitaria deficiente,4) así como entre familias numerosas o en instituciones cerradas, lo que sugiere la transmisión de persona a persona.5
Los factores de riesgo para la infección incluyen: características socioculturales, económicas, hacinamiento, prácticas higiénicas inadecuadas, ausencia de agua potable, presencia de vectores y alimentos contaminados.5,6
La úlcera péptica es una lesión de la mucosa de la pared gástrica y/o duodenal más allá de la muscular de la mucosa; y clásicamente se ha considerado como producto de un desbalance entre factores protectores y agresores a dicho nivel.7 No obstante, esta hipótesis no es incompatible con el papel etiopatogénico de H. pylori en la producción de la misma.8
La distribución de la enfermedad ulcerosa péptica es universal.2 La úlcera duodenal predomina en países con baja incidencia de cáncer de estómago, mientras que en zonas donde el cáncer gástrico tiene alta incidencia predomina la localización gástrica.9) Este fenómeno podría estar relacionado con la existencia en dichas áreas de cepas de H. pylori con genotipos de virulencia común para cáncer y úlcera a nivel gástrico.7
El Policlínico Universitario “Camilo Cienfuegosˮ, del municipio Habana del Este, cuenta con el departamento de Endoscopía Digestiva Superior donde se realiza este proceder diagnóstico con toma de biopsia de manera sistemática. Se ha podido conocer, de manera empírica, que existe un alto número de pacientes diagnosticados con úlcera péptica y resultados de la biopsia positiva para H. pylori, pero se desconoce el comportamiento clínico epidemiológico de esta enfermedad.
Por tal motivo se realiza este estudio, con el objetivo de describir las características clínico epidemiológicas de la infección por H. pylori en pacientes con diagnóstico endoscópico de úlcera péptica.
Métodos
Estudio descriptivo, transversal, realizado en el departamento de Endoscopía Digestiva Superior del Policlínico Universitario “Camilo Cienfuegosˮ, municipio Habana del Este, de enero a diciembre de 2018.
La población estuvo constituida por 42 individuos con los siguientes criterios de inclusión: pacientes de 18 y más años, con diagnóstico endoscópico de úlcera péptica (según criterios establecidos para tal fin),10 a quienes se les realizó toma de muestras para estudio histológico, para el diagnóstico de infección por H. pylori, con informe de estudio histológico que mostraba presencia de infección (prueba positiva) o ausencia de infección (prueba negativa) por H. pylori (Sensibilidad cercana al 100 %).11
Fueron excluidos del estudio aquellos pacientes con tratamiento con antibióticos, fármacos inhibidores de la secreción ácida, inhibidores de la bomba de protones (IBP) y sales de bismuto, durante el mes anterior al estudio de endoscopía.
Se revisaron las historias clínicas y se confeccionó una planilla de recolección de datos donde se incluyeron las variables necesarias para la realización del estudio:
Infección por H. pylori: presente o ausente, según resultado de estudio histológico, incluido en el informe de biopsia.
Grupo de edades: según años cumplidos.
Sexo: masculino o femenino.
Manifestaciones clínicas: según el motivo de la endoscopia digestiva superior: síndrome ulceroso, síndrome emético, síndrome dispéptico y síndrome de hemorragia digestiva alta.
Tipo de úlcera: según su localización anatómica: duodenal, gástrica, combinada.
Número de lesiones: según total de lesiones presentes: única, doble o múltiple.
Actividad de la úlcera: presente o ausente. Se tomó como activa cuando se informa la presencia de leucocitos polimorfonucleares invadiendo la mucosa y la pared o la luz de las glándulas gástricas.
Metaplasia intestinal: presente o ausente. Se clasificó como tal cuando se informa la presencia de tejido de tipo intestinal como células caliciformes, absortivas o de Paneth, conformando o no estructuras papilares, ya sea de tipo completa o incompleta.
En los informes endoscópicos se utilizó la terminología apropiada, según metodología de las normas cubanas de gastroenterología,12) para describir las lesiones y las clasificaciones de las lesiones endoscópicas propuestas en la actualidad, partiendo de que la técnica endoscópica es un método esencialmente visual.
El análisis estadístico se realizó mediante la aplicación del programa Epidat 3.0. Se utilizó la media y la desviación estándar (DE) como medida de centralización y dispersión para variables cuantitativas y se identificaron los límites de clases superior e inferior. En el análisis de los factores cualitativos, se calcularon los porcentajes correspondientes a las distintas categorías estudiadas. Se estimó la prevalencia general y específica por grupo de edades y sexo de la infección por H. pylori.
En este estudio se tuvieron en cuenta los principios éticos de la investigación científica en humanos13 y contó con el consentimiento informado de los pacientes y la aprobación del concejo de dirección del Policlínico Universitario “Camilo Cienfuegosˮ.
Resultados
La mayor proporción de pacientes con úlcera péptica se presentó en el grupo de edades de 30 a 41 años (30,9 %). El límite inferior de edad fue de 21 años y el paciente con mayor edad tenía 71 años. El promedio de edad calculado fue de 46,7 años con una desviación estándar de 12,02 años. La edad fue más homogénea respecto a su media entre los pacientes con úlcera con edades de entre 30 y 41 años, debido a que este grupo tuvo menor desviación estándar (5,09) (Tabla 1).
Grupo de edades | FA | FR | FAA | FRA | LI | LS | Media | DE |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
De 18 a 29 años | 8 | 19 | 8 | 19 | 21 | 27 | 24,3 | 8,33 |
De 30 a 41 años | 13 | 30,9 | 21 | 49,9 | 30 | 39 | 34,7 | 5,09 |
De 42 a 53 años | 10 | 23,8 | 31 | 73,7 | 42 | 52 | 48,1 | 5,72 |
De 54 a 65 años | 6 | 14,2 | 37 | 87,9 | 55 | 63 | 59,3 | 9,37 |
Más de 65 años | 5 | 12,1 | 42 | 100 | 65 | 71 | 68.7 | 7,65 |
Total | 42 | 100 | - | - | 21 | 71 | 46,7 | 12,02 |
Nota: FA: Frecuencia absoluta. FR: Frecuencia relativa. FAA: Frecuencia absoluta acumulada. FRA: Frecuencia relativa acumulada. LI: Límite inferior. LS: Límite superior. DE: Desviación estándar.
Se diagnosticó un total de 25 pacientes con infección por H. pylori. La tasa de prevalencia fue de 59,5 %, superior en pacientes mayores de 65 años (80 %) y en los hombres (68 %) (Tabla 2).
Variable | Total de pacientes | H. pylori | Prevalencia por 1000 hbts. | |
---|---|---|---|---|
Presente | Ausente | |||
Grupo de edades | ||||
De 18 a 29 años | 8 | 4 | 4 | 0,500 |
De 30 a 41 años | 13 | 7 | 6 | 0,538 |
De 42 a 53 años | 10 | 6 | 4 | 0,600 |
De 54 a 65 años | 6 | 4 | 2 | 0,666 |
Más de 65 años | 5 | 4 | 1 | 0,800 |
Sexo | ||||
Masculino | 25 | 17 | 8 | 0,680 |
Femenino | 17 | 8 | 9 | 0,470 |
Total | 42 | 25 | 17 | 0,595 |
El perfil clínico del paciente típico con diagnóstico de úlcera péptica, realizado por endoscopía digestiva superior, sería un individuo del sexo masculino con edad menor a 65 años (87,9 %) con sintomatología compatible con un síndrome dispéptico (46,7 %), con una única úlcera (62,1 %) de localización duodenal (95,3 %), en fase activa (74,4 %) y sin metaplasia intestinal (92,8 %) (Tabla 3).
Variables | Valor más probable | Porcentaje de aparición | IC del 95 % del % de aparición |
---|---|---|---|
Edad | Menor de 65 años | 87,9 | 84,21 % - 92,48 % |
Sexo | Masculino | 59,5 | 55,15 % - 62,92 % |
Helicobacter pylori | Presente | 59,5 | 56,78 % - 61, 69 % |
Manifestación clínica | Síndrome dispéptico | 46,7 | 43, 02 % - 50,92 % |
Tipo de úlcera | Duodenal | 95,3 | 92,89 % - 98,79 % |
Número de lesiones | Única | 62,1 | 59,79 % - 66,03 % |
Actividad | Presente | 74,4 | 71,78 % - 78,06 % |
Metaplasia intestinal | Ausente | 92,8 | 88,11 % - 95,72 % |
Discusión
H. pylori afecta cerca de dos tercios de la población mundial. Su presencia varía significativamente entre regiones y su prevalencia está fuertemente relacionada con las condiciones socioeconómicas.2
En las últimas décadas se ha verificado una tendencia a la disminución paulatina de la prevalencia de la infección por este patógeno en los países occidentales; sin embargo, no se ha observado un fenómeno similar en las zonas con mayores prevalencias como Asia, África y Sudamérica.14
La prevalencia de la infección en la actual investigación fue de aproximadamente el 60 %. En países desarrollados, suele estar ubicada en torno al 50 % o menos de la población general.14 No obstante, en otros estudios han sido encontradas cifras más altas,5 incluso en estudios realizados en Cuba.15,16
La prevalencia de úlceras en pacientes portadores de esta bacteria es seis a diez veces más frecuente que en no portadores y la prevalencia de por vida es de aproximadamente el doble en pacientes con la bacteria comparado con la población general.10
En países en vías de desarrollo, se ha estimado que la mayoría de los niños son infectados por H. pylori antes de cumplir los 10 años,17 por lo que, alrededor de la quinta década de la vida, la infección suele estar presente en aproximadamente el 80 % de la población.18) Por el contrario, en los países desarrollados solo existe evidencia serológica en el 50 % de los pacientes mayores de 60 años.19
En la actual investigación se evidenció que la prevalencia de aislamiento de la bacteria en los casos de úlcera péptica osciló alrededor del 80 % en los individuos mayores de 65 años, lo cual coincide con estos estudios.
Numerosos estudios no han podido demostrar relación directa de la infección por H. pylori con el sexo;15,16,20,21 sin embargo, la menor prevalencia hallada en mujeres podría deberse a un mayor uso de antimicrobianos, lo que podría haber contribuido a la erradicación de la infección.22
Existe evidencia acumulada de que la úlcera gástrica se asocia positivamente con el riesgo de desarrollar cáncer gástrico, mientras que la úlcera duodenal tiene una asociación negativa.4,5,7,9,23 Algunos estudios han concluido que padecer de úlcera péptica aumenta el riesgo de cáncer gástrico, sobre todo cuando es hallada una metaplasia intestinal y una displasia asociada de bajo o de alto grado, las cuales pueden desencadenar cambios neoplásicos.7,9,24
Las diferencias en las manifestaciones clínicas y la gravedad de las enfermedades gástricas dependen de la virulencia de H. pylori, aunque la predisposición genética, la susceptibilidad personal, entre otros factores, pudiera jugar un papel clave en la patogénesis de las enfermedades gástricas asociadas a la infección por este agente biológico.22,25
Aproximadamente el 70 % de las úlceras pépticas son asintomáticas y no existe un cuadro típico de infección por H. pylori, por lo que algunos autores justifican el diagnóstico microbiológico de la enfermedad.26 Los síntomas clásicos están relacionados con la dispepsia, descrita subjetivamente como un dolor epigástrico o incomodidad urente, sordo, “vacío” o “como sensación de hambre” y acompañado frecuentemente de náuseas. Al examen físico, los hallazgos son inespecíficos y frecuentemente ausentes. La clínica tiende a ser recurrente pues alternan periodos “silentes” con periodos de actividad.27 Estas características fueron encontradas en los pacientes estudiados y coincide con otros estudios consultados.10,28,29
Una limitante del estudio fue que solamente se incluyeron adultos con diagnóstico de úlcera péptica, por lo que no ha podido evaluarse la prevalencia de H. pylori en la población general. Tampoco se tuvieron en cuenta otras variables importantes como las relacionadas con el nivel socioeconómico, dada la complejidad del tema, lo cual limita la validez externa de los resultados encontrados.
Finalmente, hay que añadir que la investigación fue realizada en un área de salud pequeña y aquellos estudios que cubren grandes áreas geográficas con tamaños de muestra más amplios proporcionarían más información sobre el comportamiento clínico epidemiológico de la infección por H. pylori en nuestro medio.
En conclusión, el estudio permitió describir el comportamiento clínico epidemiológico de la infección por H. pylori en pacientes con diagnóstico endoscópico de úlcera péptica, y coincidió con lo reportado por la literatura científica que trata el tema. En el entorno donde se realizó la investigación, el paciente típico con diagnóstico de úlcera péptica, realizado por endoscopía digestiva superior, sería un hombre de menos de 65 años que presenta sintomatología propia de un síndrome dispéptico, con una única úlcera de localización duodenal, en fase activa y sin metaplasia intestinal.