Introducción
La ciencia dispone de hechos que confirman la existencia de tumores malignos en nuestros antepasados. Los egipcios en la antigüedad, en la necrópolis cerca de Gisch demostraron que hace más de 2700 años (a.c.) se reportaron tumores óseos en las excavaciones arqueológicas realizadas en esta región. (1,2)
Correspondió Petroculis, médico del siglo xix, el gran mérito realizar el tacto rectal a un paciente con el objetivo de diagnosticar un tumor prostático, siendo Langeloff en 1917 quien publicó el primer caso de tumor maligno de la próstata. 3) Cáncer de próstata es el que se desarrolla en uno de los órganos glandulares del sistema reproductor masculino llamado próstata. (4
El cáncer de próstata es, a nivel mundial, es la sexta causa de muerte por cáncer y la cuarta por cáncer en los hombres con una incidencia y mortalidad marcadamente variable entre los diferentes países. Según información de la Organización Mundial de la Salud se espera que la incidencia mundial de cáncer aumente un 50% y se llegue a 15 millones de casos nuevos en el año 2020, principalmente a causa del envejecimiento de la población en muchos países del mundo y al control de las enfermedades infecciosas; se prevé que en el 2030 más de 1,6 millones de personas morirán por esta causa debido a los cambios demográficos y a una mayor exposición a los factores de riesgo.5,6
Las tasas más altas son observadas en pacientes afro norteamericanos en los Estados Unidos seguidos del resto de Norteamérica y de los países escandinavos que tienen una tasa de incidencia y mortalidad superior que los países del sur de Europa y de América del Sur. 7 La mortalidad por cáncer prostático es 2 veces más alta en Noruega (24 por 100 000) que en España (13 por 100 000). En Japón y China existe la menor incidencia y mortalidad de cáncer de próstata en el mundo es la principal causa de incidencia de cáncer en los hombres de Centroamérica (26.9 por 100 000) y el Caribe (38.6 por 100 000). (8
En Cuba, constituye la segunda causa de muerte por cáncer para el hombre y con una tendencia creciente en incidencia y mortalidad por esta causa más de 2000 pacientes, constituyendo dentro de las patologías tumorales una de las más frecuentes La enfermedad se presenta frecuentemente en hombres mayores de 50 años, alcanzando su mayor incidencia a partir de la sexta década de la vida. Excepcionalmente se puede diagnosticaren edades más jóvenes, pero existe la tendencia a su incremento con la edad. 9,10
A pesar de constituir un problema importante de salud, los factores etiológicos de esta enfermedad no han sido claramente dilucidados. Tradicionalmente se ha considerado que los factores de riesgo potenciales están relacionados fundamentalmente con el medioambiente y los estilos de vida. Se señalan factores relacionados con la dieta, las enfermedades de transmisión sexual, las infecciones virales y la actividad física. Sin embargo, los resultados de los estudios epidemiológicos han mostrado pocas asociaciones de manera consistente; las únicas reconocidas son la de la edad, el grupo racial y la historia familiar de la enfermedad. 11,12
Similar comportamiento se ha venido observando en la provincia de Granma, con una tendencia creciente de la morbilidad y mortalidad en este periodo. En el municipio Guisa, la neoplasia de próstata ocupa el segundo lugar entre los tumores malignos con 65 casos y tasa de 13,5 por 10 mil habitantes siendo la segunda causa de muerte con 10 fallecidos.
Por todo lo antes reflejado se desprendió la necesidad de desplegar un estudio con todos los pacientes con diagnóstico de neoplasia de próstata en el municipio, con el identificar la incidencia de la neoplasia de próstata en pacientes mayores de 50 años, en el área de salud del policlínico Guillermo Gonzáles Polanco. Guisa, enero - abril 2017.
Método
Se realizó un estudio observacional, descriptivo de tipo longitudinal a todos los pacientes masculinos mayores de 50 años con el diagnóstico de neoplasia de próstata, atendidos en consulta del Policlínico Guillermo González Polanco de Guisa, enero - abril 2017, de acuerdo a los criterios de inclusión y exclusión.
El universo estuvo conformado por 87 pacientes masculinos en edades comprendidas 50 años y más y la muestra quedó conformada con 69 pacientes con diagnóstico de neoplasia de próstata.
Se aplicaron los siguientes criterios de inclusión:
Individuos con edades comprendidas de 50 años y más, con diagnóstico de neoplasia de próstata.
Voluntariedad expresada mediante consentimiento informado del paciente.
Se aplicaron los siguientes criterios de exclusión:
No aceptación del paciente estar incluido en el estudio.
Paciente sin diagnóstico de neoplasia de próstata.
Operacionalización de las variables.
Edad.
Procedencia.
Color de la piel.
Factores de riesgo.
Tratamiento.
Se puso de manifiesto al usar las referencias bibliográficas para la actualización del tema. Redactar los antecedentes de forma lógica y / u organizada, lo que permitió abordar y revisar la bibliografía a través de una secuencia.
Se aplicó durante el proceso de investigación a la hora de la recolección de datos, a través de la encuesta (anexo 1), lo cual nos posibilitó una mayor veracidad en la información, con el cuidado en la utilización adecuada de los mismos para lograr deducir la veracidad de la información recibida.
Se empleó en la planificación, recolección, procesamiento y análisis de la información recogida sobre las variables del estudio, para analizar cuantitativamente la constatación inicial y final de los resultados y estos fueron procesados por el método de conteo simple y se utilizó como medida de resumen los números absolutos y los por cientos. Se utilizó una computadora con el programa Windows xp, Microsoft office Word y Microsoft Excel 2007.
Consideraciones éticas
Se les informó a las participantes en estudio los objetivos del trabajo, brindándoles la posibilidad de retirarse en el momento en que desearan de la investigación. Se tuvo presente como premisa fundamental la obtención de un consentimiento informado por parte de las participantes y teniendo siempre presente los criterios de Helsinki. (Anexo 2)
Resultados
La tabla 1, muestra la distribución de los pacientes con diagnóstico de neoplasia de próstata según grupo etáreo y procedencia, el mayor número de pacientes portadores de esta enfermedad estuvo presente en las edades de 70 - 79 años (42%) siguiéndole en importancia el grupo de 80 y más con el (39,1%) y la procedencia pudo conocerse que correspondió a la zona urbana el mayor número de casos con 50, que representan el (72,4%) de los pacientes estudiados.
En la tabla 2, se observa el comportamiento de la neoplasia de próstata según la raza obteniendo como resultado que el grupo racial más afectado es el mestizo con 47 pacientes que representan el 68,1% del total seguido de la raza negra con 12 casos (17,3%). La raza blanca representó 10 (14,4%).
Al analizar los factores de riesgo presentes en los pacientes estudiados observamos que los antecedentes familiares fue el que más incidió con21 pacientes (30,44 %), seguido de los fumadores con 18 (26,08), los consumidores de alcohol 16 (23,19 %) y los obeso por dietas inadecuada 14 (20,29%). (Tabla 3)
Se evidencia que la Hormonoterapia es el tipo de tratamiento más empleado en los pacientes estudiados, 50 resolvieron con el bloqueo hormonal representando el (72,45 %). (Tabla 4)
Discusión
Actualmente en el mundo desarrollado el adenocarcinoma prostático constituye el cáncer más comúnmente diagnosticado en los hombres y se espera que supere la neoplasia del pulmón como la principal causa de muerte por estas enfermedades. En la distribución de los pacientes con diagnóstico de neoplasia de próstata según grupos etáreo se pudo corroborar que el mayor número de pacientes que aportaban la enfermedad se encontraban entre 70 y 79 años, coincidiendo con estudios realizados por diferentes autores consultados en múltiples ilustraciones epidemiológicas han confirmado la elevada incidencia de estos tumores y un incremento notable de carcinomas prostáticos en los últimos años probablemente debido al aumento de la vida media de la población mundial en general, como es el caso del estudio de Brito Hernández N, y colaboradores.9
Fajardo Zapata, 13 y colaboradores plantean que la edad es sin duda el factor de mayor influencia en la aparición del carcinoma prostático siendo excepcional ante de los 40 años de edad, incrementando su frecuencia a partir de los 60, llegando a estar presente en el 30% de los individuos entre70 y 80 años y hasta el 70% en los mayores de 80 años. Estos resultados son similares a los alcanzados en el estudio realizado.
En el estudio realizado por el doctor Benedetti y colaboradores, en el pesquisaje valor del tacto rectal y el antígeno prostático específico de adenocarcinoma de próstata en el 2012, obtuvo como resultado que el mayor número de pacientes portadores de cáncer de la enfermedad está dado en pacientes mayores de 60 años siendo el de 70 - 79 años el de mayor número de casos.14 Los resultados del estudio son semejantes a los señalados anteriormente teniendo en cuenta que incluye a pacientes de más de 50 años y que las enfermedades tumorales crecen linealmente con la edad.
Estos resultado son atribuido a que en el área urbana existe mayor afluencia y más fácil accesibilidad a los servicios de salud así como mayor nivel cultural de los pacientes, lo que permite que acudan fácilmente a consultas médicas, para la realización de procederes y exámenes que favorecen el diagnóstico de esta enfermedad, tal es el caso del tacto digito rectal proceder vigente, fácil de realizar en cualquier institución médica y PSA, pero muchas veces difícil de llevar a cabo por los tabúes existentes en la población, como es el caso de zonas rurales, lo cual interfiere lamentablemente en su diagnóstico oportuno. En la literatura revisada y estudios realizados por otros autores como Fajardo-Zapata Á, Jaimes-Monroy G, en la percepción y disposición sobre el examen de próstata en hombres mayores de 40 años, no se recogen datos que muestren la relación de esta enfermedad con las zonas geográficas. (13
Los resultados anteriores pudieran estar en relación con la distribución étnica de Cuba, teniendo en cuenta que más del 50% de la población tiene características mestiza. La raza constituye un factor de riesgo importante en la aparición de la enfermedad coincidiendo lo antes expuesto con la literatura revisada la cual plantea que el cáncer de próstata es más frecuente en la raza mestiza. En estudios prevalencia del cáncer, realizados por Segura Moreno, 10 y otros autores se ha demostrado este es más frecuente en los afroamericanos que en los blancos, y menos frecuente en los indios Americano y en los Asiáticos. Estos resultados concuerdan con los alcanzados en el estudio donde se demostró que la raza negra fue la más afectada.
En la bibliografía analizada de los autores Segura Moreno y Serrano López, 10 y otros colaboradores, coinciden en plantear que en el cáncer prostático existe una incidencia familiar muy significativa y elevada, la cual sugiere un componente genético y que las probabilidades de presentar la enfermedad son 5 a 6 veces superiores a los de las personas que no tienen antecedentes de este tipo de tumores existiendo además una alta incidencia entre los consanguíneos de pacientes con este tipo de cáncer, el riesgo mayor es 2 o 3 veces en hombres con padres o hermanos que padezcan de cáncer prostático clínico y el riesgo relativo puede llegar a ser superior a 5 si 2 o más parientes cercanos padecen la enfermedad (Genes autonómicos dominantes) gen de alta penetrancias siendo la mayor prevalecía en abuelos, padres, hermanos y tíos según el árbol genealógico de la enfermedad.
La obesidad por dietas inadecuadas es otro de los factores de riesgo presente en los pacientes estudiados. Existen evidencias que sugieren que una dieta rica en grasa animal incrementa el riesgo, y lo contrario ocurre con una dieta rica en vegetales y frutas; existen evidencias que ciertos suplementos dietéticos pueden prevenir su aparición. Cabe disminuir el riesgo de padecer este cáncer consumiendo una dieta baja en grasas y rica en verduras, frutas y cereales. Parece que las vitaminas y los suplementos minerales pueden disminuir el riesgo de padecerlo. De todas formas, hay que consumir los suplementos vitamínicos con precaución. Es más recomendable una dieta adecuada y variada con predominio de alimentos de origen vegetal que animal, que contienen todos estos micros nutrientes y que actúan positiva.12
Estudios realizados por Barroso Rojas, 3) demuestran que la combinación de tratamiento radiante con hormonoterapia o dreprivación androgénica sobre la radioterapia monoterapia, obtienen resultados superiores y mayores índices de supervivencia: 61% a los 10 años. Agüero Gómez J L, (1) y colaboradores coinciden en la conveniencia de asociar ambos tratamientos: en un estudio de 977 pacientes se logró un índice de supervivencia de un 49% a los ocho años cuando combinaron las terapias. Benedetti Inés, Reyes Niradiz, (14 en su estudio la progresión del adenocarcinoma prostático encontraron que, al combinar ambas terapias en un grupo de pacientes, se logró una supervivencia a los 10 años de 22.5% contra un 13.2% en la radioterapia única. Estos resultados no concuerdan con los alcanzados en el estudio, donde la Hormonoterapia fue la más efectiva.
Conclusiones
El mayor número de pacientes portadores de neoplasia de próstata quedó representado por las edades comprendidas entre 70 y 79 años. El área urbana y el grupo racial la clase mestiza fue las que reportó mayor número de pacientes portadores. Los antecedentes patológicos familiares fue el factor de riesgo más frecuente en los pacientes estudiados. La hormonoterapia y la radioterapia el tratamiento mayor utilizado en estos casos.