Introducción
El tercer molar es el último diente que brota y puede provocar cambios patológicos por falta de espacio en la cavidad bucal. Esta erupción generalmente tiene lugar entre los 18 y 25 años de edad, aunque puede ser unos años antes o después. Son también conocidos popularmente como muela del juicio o de la sabiduría. Esta pieza dental no suele erupcionar completamente si no se dispone de suficiente espacio posterior en la cavidad oral, situación que puede causar numerosas complicaciones, entre ellas: pericoronitis, periodontitis, caries, defectos oclusales, reabsorción de las raíces de los segundos molares, formación de quistes dentales y anomalías en la articulación temporomandibular.
Los terceros molares impactados ocasionan varios inconvenientes a nivel maxilar y mandibular. Se ha llegado a pensar que pueden ser causa de la necesidad de recurrencia a procedimientos de ortodoncia. Para evitar estos inconvenientes se sugirió la extirpación quirúrgica del folículo del tercer molar, por ello es fundamental pronosticar cómo este se desarrollará.
Principalmente en Ortodoncia, los terceros molares son un tema controversial debido a que contribuyen a la maloclusión o recaída posterior al tratamiento de ortodoncia, debido a que el diente tendría la posibilidad de transmitir un componente de fuerza hacia abajo afectando al arco dental, que principalmente se concentra en el área de los caninos e incisivos. La teoría de Niedzielska se refiere al espacio suficiente que debe existir para la erupción de los terceros molares. Cuando esto sucede, este diente asume una posición adecuada en la arcada dentaria, sin provocar desplazamiento de los otros dientes.1
La sostenibilidad del tratamiento de Ortodoncia es un elemento importante, donde la posición de los terceros molares durante su erupción se convierte en un factor necesario a evaluar, fundamentalmente en la mandíbula. Múltiples son los estudios acerca de la relación que puede existir entre la posición de estos dientes al brotar y la necesidad de recurrir nuevamente al tratamiento de ortodoncia, no obstante, faltan evidencias científicas al respecto.2,3
A partir de la sistematización de los referentes sobre el tema y la importancia de lograr la sostenibilidad de los tratamientos ortodóncicos se plantea la necesidad de describir las posiciones más frecuentes de estos molares durante su erupción en pacientes con tratamiento ortodóncico, por lo que se plantea como objetivo describir la posición de los terceros molares mandibulares durante su erupción en pacientes que recibieron tratamiento ortodóncico en el consultorio Desing Dental en la ciudad de Santo Domingo de los Tsáchilas.
Método
Se realizó un estudio descriptivo transversal con el objetivo de describir la posición de los terceros molares mandibulares durante su erupción en pacientes que recibieron tratamiento ortodóncico en el consultorio Desing Dental en la ciudad de Santo Domingo de los Tsáchilas, Ecuador.
El universo lo constituyeron el total de pacientes que recibieron dicho tratamiento en las edades comprendidas entre 13 y 33 años pertenecientes al consultorio antes mencionado.
El muestreo fue aleatorio simple y quedó conformada la muestra por 23 pacientes, 11 del sexo masculino y 12 del femenino. Como criterio de inclusión se tuvo en cuenta la voluntariedad de participar en el estudio y de exclusión el abandono del tratamiento de ortodoncia.
Se definieron variables como grupos de edades, sexo y posición de los terceros molares. La recolección de la información se realizó a través de la revisión documental de los informes radiográficos mediante una guía confeccionada para este fin.
Los resultados se presentaron en tablas y fueron contrastados con los de otras investigaciones. Se respetaron los principios éticos.
Resultados
La posición de los terceros molares más común según edad y sexo son: en el sexo masculino, con una muestra de 11 pacientes, la posición vertical con un total de 2 pacientes (18 %), posición mesioangular con un total de 8 pacientes (73 %), posición horizontal con un total de 1 paciente (9 %); en el sexo femenino con una muestra de 12 pacientes, la posición vertical con un total de 2 pacientes (17 %) la posición horizontal con un total de 0 pacientes, posición mesioangular con un total de 8 pacientes (67 %), posición distoangular con un total de 2 pacientes (17 %).
La posición de mayor frecuencia en el estudio fue la mesioangular con un 70 % seguido de la vertical con un 17 % (Tabla 1).
Tabla 1 Posición de los terceros molares durante su erupción en pacientes que recibieron tratamiento ortodóncico
![](/img/revistas/ric/v101n6//1028-9933-ric-101-06-e4045-gt1.png)
Fuente: análisis estadístico.
Con respecto al sexo masculino la posición con mayor frecuencia fue la mesioangular con un 73 %, la segunda fue la posición vertical con 18 % y, por último, la horizontal con 9 % (Tabla 2).
Tabla 2 Posición de los terceros molares durante su erupción en pacientes masculinos que recibieron tratamiento ortodóncico
![](/img/revistas/ric/v101n6//1028-9933-ric-101-06-e4045-gt2.png)
Nota: Distoangular: cero muestral.
El cuanto al sexo femenino la posición con mayor frecuencia fue la mesioangular con 67 %, la segunda la vertical con 17 % seguida de la distoangular con 17 % (Tabla 3).
Tabla 3 Posición de los terceros molares durante su erupción en pacientes femeninas que recibieron tratamiento ortodóncico
![](/img/revistas/ric/v101n6//1028-9933-ric-101-06-e4045-gt3.png)
Nota: Horizontal: cero muestral.
La posición más frecuente de los terceros molares en edades entre 13 y 18 años fue la posición mesioangular un 70 %, la segunda posición con un 30 % fue la vertical, las posiciones horizontales y distoangular no se encontraron en estas edades (Tabla 4).
Tabla 4 Posición de los terceros molares durante su erupción en pacientes entre 13 y 18 años que recibieron tratamiento ortodóncico
![](/img/revistas/ric/v101n6//1028-9933-ric-101-06-e4045-gt4.png)
Fuente: análisis estadístico.
La posición más frecuente de los terceros molares en edades entre 19 y 35 años fue la posición fue la posición mesioangular con un 69 %, la segunda posición disto angular con un 15 %, las posiciones vertical y horizontal con 8 % (Tabla 5).
Discusión
El desarrollo de los terceros molares y su predominación en el arco dental es una inquietud fundamental en la odontología clínica, en especial en la ortodoncia y la cirugía oral. Últimamente, su postura, potencial eruptivo y desarrollo se convirtió en un asunto de interés en la práctica forense. El tercer molar retenido es un inconveniente que aqueja a la mayor parte de los jóvenes y ocurre al no tener espacio suficiente para la erupción. Muchas de las secuelas son: dolor al erupcionar, dolor al masticar, caries radicular y disminución del hueso alveolar del segundo molar, retención de alimentos en el sector retromolar y en los casos más complicados, infección o pericoronaritis, que al agravarse origina una celulitis (infección que encierra el tejido celular subcutáneo).4,5,6
Ibarra, et al.7 en su estudio determinó la frecuencia de la posición de terceros molares mandibulares mediante radiografías panorámicas en pacientes atendidos en el Centro de Atención Ambulatoria del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) Guayas Central CAA No. 6, Guayaquil, Ecuador, 2014 y 2015, cuyos resultados coinciden con los del presente estudio.
Por otra parte Díaz8 realizó una investigación para determinar la frecuencia de la posición de los terceros molares inferiores en comparación con la clasificación Pell y Gregory, sus resultados muestran que la tercera clase y posición más común es tercer molar inferior impactado II Posición Clase B 32.4 %, seguido de posición Clase I B13,0 %, II Clase A 12,2 %, III. C. 10,7 %, III. B. 10,4 % y la posición Clase I A 10,07 %. Llegaron a la conclusión de que después de la posición más común la clasificación de Pell y Gregory es II Posición de clase B.
Para Chicarelli da Silv, Vessoni Iwaki9 y Synan10) la edad cronológica media de los terceros molares mandibulares distoangulares e impactados verticalmente ha sido más grande en ciertas fases de desarrollo que las impactaciones mesioangulares y horizontales. Los hallazgos del presente estudio concluyeron que las versiones distoangulares y de impactación vertical se mineralizan más poco a poco que las versiones mesioangulares y horizontales; no obstante, estas diferencias fueron menores.
Autores como Gopalaiah11 y Olazo12 catalogan dichos casos conforme con la inclinación del eje axial, lo más recurrente es la postura horizontal. Se reporta un caso de un paciente de género masculino de 26 años, sin enfermedades sistémicas, a la anamnesis; refiere molestias en la masticación en el área molar inferior izquierda. Antes le habían prescrito antibióticos por 5 días gracias a la existencia de una pericoronaritis. En el examen clínico se observó un molar retenido con parte de la cara oclusal y proximal expuesta. El diagnóstico presuntivo ha sido tercero molar retenido en postura horizontal.
Los estudios realizados por Ibarra6 con una edad media de 28,6 años y con una desviación estándar de 6,2, encontraron que 233 molares (70 %) estaban cerca del canal mandibular, mientras que 100 molares (30 %) no estaban cerca del canal mandibular. Entre los 233 molares encontrados cerca del canal dentario inferior, encontraron que la imagen más común era una "banda oscura", 71 casos correspondientes al 21,4 %. Se encontró en otro estudio que según las profundidades, el Tipo A (mesioangular y horizontal) con un total de 187 molares (56,2 %) fue el más común, al igual que en el presente trabajo, ya que en los resultados arrojó la posición mesioangular con un porcentaje de 73 % en el sexo masculino y 67 % en el sexo femenino.
En el estudio de Chicarelli, et al.8, realizaron una comparación de los terceros molares superiores e inferiores, se observó que la secuencia de la posición de los terceros molares superiores fue: clase C (77,55 %), clase B (22,45 %) y clase A (0 %). Todavía los terceros molares inferiores tuvieron mayor prevalencia en la clase C, con 42,48 %, y posteriormente en la clase A (33,90 %) y clase B (23,63 %); este resultado en el que domina las posiciones bucolingual no concuerda con el presente trabajo investigativo, donde el resultado predominante fue la posición mesioangular.