INTRODUCCIÓN
Durante la adolescencia se dan cambios psicológicos que llevan a una modificación en la conducta emocional y social, que pueden influir en las variaciones de las preferencias y aversiones alimenticias de los adolescentes y, por tanto, en sus hábitos alimentarios.1
Las modificaciones de estos hábitos se deben a dos factores principales: los cambios corporales de la edad y las concepciones de los adolescentes sobre su cuerpo. En la adolescencia se desencadenan cambios propios del crecimiento y desarrollo, los cuales al acompañarse de la actividad física marcan los requerimientos energéticos del individuo, y por ende sus hábitos nutritivos. Sin embargo, no siempre se mantiene un equilibrio entre requerimiento e ingesta, el cual pude ser tanto por consumo excesivo como por malnutrición.
Varias son las técnicas, analíticas e instrumentos que permiten valorar el estado nutricional de los adolescentes, sin embargo, debido a la disponibilidad de algunas, la antropometría es una de las más empleadas.
La antropometría es una técnica de medición ampliamente utilizada como una herramienta para describir los cambios en las dimensiones y proporciones de las estructuras del cuerpo humano. Esta técnica, al establecer mensuraciones en diferentes etapas de la vida, resulta útil en la construcción de indicadores de salud, aplicaciones que han permitido avances en la investigación, en el crecimiento y desarrollo, medicina forense, cirugía reconstructiva y genética clínica.2
Una de cada cinco personas en el mundo es adolescente de entre 10 y 19 años, población que alcanza actualmente 1 300 millones, la mayor generación adolescente registrada en la historia. La mitad de ellos son pobres y una cuarta parte vive en extrema pobreza. La visión de la adolescencia tiene importantes implicaciones de cómo debería atenderse a este grupo. Es necesaria una mayor investigación de los cambios que se producen durante la adolescencia, para así poder garantizar una mejor comprensión de los mismos y realizar un enfoque preventivo.3
En México, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) realizada en el año 2016 reportó una prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad para los niños entre 5 y 11 años del 33,2 % y en adolescentes de entre 12 y 19 años, del 36,3 %.4
En la provincia de Pinar del Río, donde existe más de un 12 % de adolescentes, de julio del 2016 a junio de 2017 se reportaron un total de 3 746 obesos en edades entre los nueve y 19 años y en el municipio cabecera 1004 adolescentes obesos, de ellos 51,19 % del sexo masculino.5
Ante la importancia de la atención integral a la los adolescentes y jóvenes, y la incidencia de la obesidad en jóvenes, se desarrolló la presente investigación, con el objetivo de caracterizar el estado nutricional y variables antropométricas en adolescentes del Policlínico Universitario “Luis Augusto Turcios Lima”.
MÉTODOS
Se desarrolló un estudio observacional, descriptivo y trasversal en adolescentes del consultorio médico 19, del Policlínico Universitario “Luis Augusto Turcios Lima", en el periodo comprendido entre enero y diciembre de 2019. El universo estuvo conformado por los 231 adolescentes con edades entre 10 y 19 años. La muestra quedó conformada por los 180 adolescentes, seleccionados mediante un muestreo aleatorio simple.
Se estudiaron las variables edad, sexo, índice de masa corporal (IMC) calculado mediante el peso en kilogramos dividido por el cuadrado de la talla en metros, peso, talla, pliegue tricipital, subescapular y abdominal, circunferencia de cintura y de cadera. Para la obtención de la información se emplearon las Historias Clínicas Individuales de los adolescentes y las Historias de Salud Familiar. Además, se citó a los jóvenes para realizar las mediciones y obtener otras informaciones. Toda la información se registró en un formulario de recolección de datos confeccionado al efecto.
Para la toma de los datos fueron utilizados: balanza antropométrica debidamente calibrada, cinta métrica no extensible con intervalos de 0,1 centímetros y adipómetro (calibrador de pliegues).
Se recibió la aprobación del consejo científico y el comité de ética de la institución. Se solicitó el consentimiento informado a los tutores de los adolescentes, así como la conformidad de los mimos para participar en el estudio. Se siguieron los principios de la ética médica.
RESUTADOS
Se encontró predominio de pacientes entre 13 y 16 años (32,78 %), así como el sexo femenino (56,11 %) (tabla 1).
Tabla 1 Distribución según edad y sexo de los adolescentes del Consultorio Médico 19 del Policlínico Universitario “Luis Augusto Turcios Lima” entre enero y diciembre de 2019
Edad (en años) | Femenino (n= 101) | Masculino (n= 79) | Total (n= 180) | |||
---|---|---|---|---|---|---|
No | % | No | % | No | % | |
≤12 | 38 | 21,11 | 16 | 8,89 | 54 | 30 |
13-16 | 42 | 23,33 | 25 | 13,89 | 67 | 37,22 |
≥17 | 21 | 11,67 | 38 | 21,11 | 59 | 32,78 |
Total | 101 | 56,11 | 79 | 43,89 | 180 | 100 |
Con respecto al IMC, se encontró predominio de adolescentes normopesos (72,79 %) (tabla 2).
Tabla 2 Distribución de adolescentes según sexo e índice de masa corporal
IMC | Femenino (n= 101) | Masculino (n= 79) | Total (n= 180) | |||
---|---|---|---|---|---|---|
No | % | No | % | No | % | |
Bajo Peso | 4 | 2,22 | 6 | 3,33 | 10 | 5,55 |
Normopeso | 75 | 41,67 | 56 | 31,12 | 131 | 72,79 |
Sobrepeso | 15 | 8,33 | 14 | 7,78 | 29 | 16,11 |
Obesidad | 7 | 3,88 | 3 | 1,67 | 10 | 5,55 |
Las medias de las medidas antropométricas resultaron mayores en el sexo femenino, sin embargo, no se encontraron relaciones significativas de estas con el sexo (tabla 3).
Tabla 3 Medidas antropométricas de los adolescentes
Variable | Femenino | Masculino | P |
---|---|---|---|
Media (DE) | Media (DE) | ||
Pliegue tricipital | 13,42(±5,23) | 9,40(±3,87) | 0,721 |
Pliegue Abdominal | 15,92(±7,93) | 10,78(±6,12) | 0,263 |
Pliegue Subescapular | 12,02(±5,99) | 10,18(±9,99) | 0,702 |
IMC | 18,96(±3,87) | 18,84(±2,88) | 0,686 |
Con respecto a las circunferencias corporales, solo la circunferencia de la cadera fue mayor en hombres (Media: 77,24; DE: ±18,52) que en mujeres (Media: 74,32; DE: ± 23,49). No se reportó asociación entre el sexo y estas variables (tabla 4).
Tabla 4 Diferencias entre las circunferencias de los adolescentes, como medidas antropométricas de acuerdo con el sexo. Consultorio Médico 19.
Variable | Femenino | Masculino | P |
---|---|---|---|
Media (DE) | Media (DE) | ||
Circunferencia de la Cintura | 66,74(±14,74) | 65,92(±11,87) | 0,094 |
Circunferencia de la Cadera | 74,32(±23,49) | 77,24(±18,52) | 0,666 |
Razón Cintura - Cadera | 0,93(±0,90) | 0,82(±0,05) | 0,122 |
DISCUSIÓN
El predominio del sexo femenino responde a que, a nivel nacional, existe un ligero predominio de las féminas. El anuario estadístico de 2019 reportó que a nivel nacional existen aproximadamente 5 631 469 y 5 570 081 hombres.6 Sin embargo, esto difiere de los resultados de autores como Rivas Pajuelo y col.,7 quien encontró predominio de pacientes del sexo masculino, al igual que Camacho Camargo y col.8
Un estudio realizado por Grandía Carvajal y col. reportó predominio de adolescentes normopesos (71,43 %).9 Similares resultados fueron identificados en la presente investigación, así como en otra realizada en Venezuela.8
La forma más común de determinar si una persona tiene sobrepeso u obesidad es mediante el cálculo del IMC que consiste en la relación entre el peso de la persona dividido por el cuadrado de su estatura. Sin embargo, esta medida requiere un análisis al no distinguir entre músculo y grasas, ni determina la distribución de la grasa corporal.10 Sin embargo, continúa siendo la medida más asequible al no requerir instrumentación sofisticada, solo una cita métrica y una pesa bastan para su realización. Existen estudios que proponen otras medidas, como la investigación de Alba L y col.,11 quienes proponen un modelo difuso para determinar sobrepeso y obesidad en niños y adolescentes; sin embargo, este modelo no se ha validado o estudiado en el medio cubano.
De etiología multifactorial, se plantea que más del 95 % de la obesidad infantil responde a una causa exógena (nutricional), en tanto la restante, se debe a causas endógenas (endocrinas, síndromes genéticos, lesiones hipotalámicas, entre otras).12
Existen otras medidas que recientemente han suscitado el interés de la comunidad académica, entre ellas las circunferencias de cuello, cintura y cadera.8,13 Rivas Pajol encontró una media de IMC de 19,52 ± 2,98 y una circunferencia de cintura media de 68,86 ± 7,51; siendo estos valores superiores a los del estudio actual. Este resultado puede estar condicionado por características étnica, hábitos alimenticios y otros factores, al realizarse la presente en Cuba y la otra en Venezuela.
Pampillo Castiñeiras y col.,5 encontró en su estudio en adolescentes de 11 a 19 años, que el grosor de los pliegues tricipital y abdominal fueron mayores en el sexo femenino. Estos resultados coinciden en gran medida con la presente investigación.
La relación cintura cadera es una medida antropométrica comúnmente utilizada para la determinación del exceso de peso. Los resultados de esta mensuración se asocian a factores de riesgo cardiovasculares, como el hipercolesterolemia, los niveles bajos de lipoproteína de alta densidad y la resistencia insulínica. Esta se considera un método seguro para determinar la adiposidad central en niños y adolescentes e importante predictor del riesgo de enfermedad coronaria.14
Es conocido que con el aumento de la edad hay un crecimiento pondo-estatural bien como la maduración sexual, es decir, a la medida que aumenta la edad ocurre el desarrollo físico con incremento de peso y acumulación de grasa estimulados, principalmente, por las hormonas sexuales y de crecimiento, lo que aporta para el incremento de la circunferencia de la cadera.
La acumulación de grasa a nivel abdominal se asocia a un incremento de riesgo para la salud, en comparación con el depósito de grasa en otras localizaciones. En los últimos años es considerada la circunferencia de la cintura el mejor marcador de sobrepeso y obesidad, aún cuando el IMC no lo evidencie, por expresar una relación muy estrecha con la grasa abdominal, responsable en mayor medida, de las consecuencias metabólicas directas relacionadas con la obesidad.15
Se concluye que fue común en los adolescentes el predominio de féminas, así como la tendencia al peso normal, sin diferencias significativas entre ambos sexos en cuanto a las mediciones antropométricas