Sr. Director:
El proceso educativo universitario constituye una prioridad para la educación superior cubana. La eficacia de la labor educativa puede constatarse a través del desarrollo de los modos de actuación de los estudiantes universitarios en todos los contextos de actuación.1
La universidad, como elemento de la sociedad, está llamada a jugar un papel importante en la construcción de un mundo nuevo comprometida con el pueblo para llevar adelante los proyectos del desarrollo, además, educa, forja valores y actitudes en los futuros profesionales.
El Ministerio de Educación Superior ha definido la residencia estudiantil como “Las instalaciones con que cuentan los centros de educación superior (CES) para satisfacer las necesidades mínimas indispensables de los estudiantes que requieren de los beneficios de la condición de becario para desarrollar sus estudios y demás actividades orientadas, se agrupa en ellas una cantidad significativa de estudiantes para con los cuales se realiza una labor educativa por determinados actores sociales que como función específica de su desempeño (trabajo educativo) realizan una atención personalizada con los mismos”.2
La residencia estudiantil en las universidades cubanas se le asigna al estudiante que vive en zonas distantes, de forma gratuita, garantizándosele el alojamiento y la alimentación. En ella el proceso educativo se centra en las relaciones de convivencia y modos de actuación de los estudiantes en ese contexto, supervisado por el trabajo de las Instructoras Educativas bajo la orientación psicopedagógica.1
Un análisis del trabajo “Perfeccionamiento del sistema de gestión del proceso de formación integral de los estudiantes universitarios en el eslabón de base” 3) aplicado a nuestro contexto, nos permite asegurar que en nuestra residencia estudiantil, aún subsisten algunas brechas en la labor educativa, tales como:
La labor educativa aún no ha logrado adaptarse a las condiciones histórico-sociales del momento actual y a las necesidades educativas de las nuevas generaciones de universitarios.
No se ponen en práctica nuevas dinámicas basadas en el diálogo colectivo para alcanzar la formación integral de la personalidad en el contexto de la residencia estudiantil.
La falta de efectividad que ha tenido la labor educativa en el modo de actuar de los estudiantes.
El desarrollo de la labor educativa en el contexto de la residencia estudiantil, es una necesidad para profundizar en el modo de actuación de los estudiantes universitarios como futuros profesionales, basado en las condiciones adecuadas para el descanso, el estudio, la correcta socialización con el resto de los estudiantes y la utilización de su tiempo libre.1
La influencia de los docentes y directivos universitarios es de vital importancia en la consolidación de un buen funcionamiento de la Residencia Estudiantil. A diferencia del resto de la sociedad, en esta comunidad educativa solo conviven sujetos de una misma generación, que funcionan con códigos de relaciones que responden a sus intereses, por lo que no se establece de modo natural la regulación que se logra en el resto de las comunidades, de generación a generación. En este contexto es imprescindible la influencia que se ejerce externamente, por parte de los actores educativos, a través de un sistema.1
Por lo que se debe elaborar una estrategia educativa en la residencia como una necesidad y un reto de la contemporaneidad en nuestro contexto.