Introducción
El Síndrome de desgaste profesional (SDP) o Síndrome de burnout (SB) es una respuesta al estrés laboral crónico, que surge al fracasar las estrategias de enfrentamiento que en forma regular, emplean las personas para tratar las situaciones que originan cansancio en el ejercicio de su profesión. Se describe por primera vez en 1974 por el psicólogo Herbert Freudenberger1 y a partir de los trabajos de Christina Maslach2 se incrementa su interés al observarse con frecuente alta entre los trabajadores y estudiantes de los servicios de salud.
El SDP se desarrolla en tres etapas. Una de ellas se denomina “agotamiento emocional”, los profesionales perciben que ya no pueden dar más de sí. Se caracteriza por un quebranto de las energías con desproporción creciente entre la labor que realiza y el cansancio que se experimenta, con una pérdida de la capacidad para disfrutar el trabajo efectuado. Se identifica por la frase “no puedo más”.3,4
En otro momento emerge la “despersonalización”, considerado el núcleo de la entidad, y consiste en el desarrollo de actitudes y sentimientos negativos con hostilidad, pérdida de empatía y cinismo hacia las personas destinatarias del trabajo. El trabajador afectado manifiesta “me da lo mismo”.3,4
Una tercera fase se titula “escasa realización personal”; posee una dimensión de carácter cognitivo, y consiste en la pérdida de ideales y valor del trabajo que se desempeña, con una autoevaluación negativa y de censura, en forma constante, se piensa “no valgo nada”.3,4
Es de señalar que hasta el momento, no existe una opinión consensuada sobre la secuencia de aparición de alguna de las tres dimensiones, para el desarrollo del SDP. Solo se reconoce el “agotamiento emocional”, como la manifestación central de la entidad.5,6
El SDP es considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como riesgo de trabajo, su incidencia se encuentra entre 43% y 45% en médicos generales, y de 22% hasta 60% en especialistas.6 En Cuba varias son las publicaciones que estudian este morbo; así Alfonso Sarria7 en su investigación en el Hospital Universitario “Calixto García Iñiguez”, informa que más de la mitad de la muestra presenta el SDP, mientras que Hernández Gómez8 constata una elevada presencia del SDP, en los especialistas en Medicina General Integral que laboran en la atención primaria.
Este estudio tiene como objetivo determinar la frecuencia del Síndrome de desgaste profesional y el comportamiento de sus tres componentes, en médicos del Hospital Pediátrico Docente Cerro.
Material y Método
Se realizó un estudio descriptivo, de corte transversal, en una muestra de 45 médicos de un universo de 65 profesionales que laboraron en el HDPC en marzo de 2017, con un período de tiempo mínimo de 90 días antes de la realización del cuestionario, incluidos los residentes de pediatría, quienes aceptaron voluntariamente llenar el cuestionario, previa lectura de la hoja informativa.
Como criterio de exclusión, se identificó al personal administrativo que no atendía directamente a los pacientes, y/o personas que no aceptaron participar en el estudio.
Se utilizó como instrumento de medición, el cuestionario Maslach Burnout Inventory - HS, creado por Maslach y Jackson, en 1981,6,9 el cual consta de 22 aspectos y en él se pueden diferenciar y medir los tres factores o dimensiones que conforman el SBO. Los sujetos valoraron cada ítem con una escala de tipo Likert, en la que indicaron con qué frecuencia han experimentado en el último año la situación descrita en la pregunta y completaron los cuestionarios en forma anónima y confidencial que aceptaron llenar con la supervisión de los investigadores. La escala de respuestas a cada ítem fue: 0, nunca; 1, pocas veces al año o menos; 2, una vez al mes o menos; 3, pocas veces al mes; 4, una vez por semana; 5, varias veces a la semana; 6, siempre. Las variables fueron agrupadas según las siguientes características:
Agotamiento Emocional: Variable ordinal determinada por la sumatoria de la puntuación obtenida de los ítems 1, 2, 3, 6, 8, 13, 14, 16 y 20, su valor es directamente proporcional al SDP; Despersonalización: Variable ordinal determinada por la sumatoria de la puntuación obtenida de los ítems 5, 10, 11, 15 y 22, su puntuación es directamente proporcional al SDP; Escasa realización personal: Variable ordinal determinada por la sumatoria de la puntuación obtenida en los ítems 4, 7, 9, 12, 17, 18, 19 y 21. Su valía es inversamente proporcional al SDP.
En esta trabajo se consideraron, como afecto del SDP, los encuestados que en las tres sub-escalas presentaban grados de identificación (GI) altos correspondientes al ”Agotamiento emocional, Despersonalización y Escasa realización personal”, de acuerdo con los criterios de Maslash2 con los valores de referencia mostrados en la tabla 1.
A los efectos de esta investigación, los sujetos que en las tres fases los GI mostraron niveles bajos, fueron clasificados como “no propensos” a mostrar el SDP; los que alcanzaron tener en una de las tres dimensiones un GI medio, se consideraron “propenso en forma moderada”; los que mostraron un GI alto y los otros con diferentes proporciones, fueron valorados como “altamente propenso a presentar el SDP”.
Cada formulario se identificó con un código que fue almacenado en una hoja Excel, la cual fue procesada por el programa XLSTAT versión 5, para analizar las tablas de doble contingencia. Los datos cuantitativos de las variables se examinaron a través de medidas de tendencia central y porcientos.
El protocolo fue registrado ante el Comité de Investigación Hospitalario, previa obtención del consentimiento informado por parte de cada médico.
Resultados
En la tabla 2, se describió la distribución del SDP según la clasificación asignadas a las dimensiones o grupos, en ella se observó que 31,11% de los profesionales no mostró algún indicio de presentar esta entidad, mientras que estaban propenso a manifestar la misma en una forma moderada, 26,66% y altamente propenso, 35,55%. Es de señalar que solo 6,66% de la muestra estudiada se consideró que padecían el SDP.
Es notable que si sumamos las categorías moderada y altamente propenso el porcentaje alcanza 62,21%.
En la figura 1, se puede observar la distribución porcentual de los tres bloques del Síndrome de desgaste profesional según el GI alcanzado; en ello se observó: clasificados como Bajo, obtuvieron su máximo porcentaje en la dimensión despersonalización (68,8%), y escasa realización personal (66,6%). El GI moderado alcanzó la máxima expresión en la división agotamiento emocional (26,6%) y despersonalización (15,5%), mientras que el GI alto alcanzó la mayor proporción en la sección agotamiento emocional (26,6%).
En la tabla 3, se aborda la distribución del promedio más representativo de los elementos que conforman las divisiones del Síndrome de desgaste emocional, la misma exhibe que en el aspecto agotamiento emocional, las cifras más elevadas estuvieron constituidas por las variables “Al final de la jornada me siento agotado”; “Me encuentro cansado cuando me levanto por la mañana y tengo que enfrentarme a otro día de trabajo”, por último “Debido a mi trabajo me siento emocionalmente agotado” con cifras de 3,91 DS ±1,9; 3,46 DS ±1,8 y 3,24 DS ±2,0, respectivamente
En relación con la sección despersonalización, se hicieron notables los acápites: “Me preocupa que este trabajo me está endureciendo emocionalmente” 1,33 DS ± 2,1; “Creo tener un comportamiento más insensible con la gente desde que hago este trabajo” 1,13 DS ± 2,0 y “Siento que los pacientes me culpan de algunos de sus problemas” 1,06 DS ± 1,8
La Baja Realización personal se caracterizó por mostrar los promedios más relevantes, en “Trato los problemas emocionales con mucha calma en mi trabajo” 4,42 DS ± 2,1, “Me encuentro con mucha vitalidad” 4,71 D± 2,1S, y por último “Me encuentro animado después de trabajar junto con los pacientes y compañeros” 4,91 DS± 1,8.
Discusión
En el presente estudio el SDP o SB, se observa en un bajo porcentaje de los encuestados de acuerdo con la definición planteada por Maslach,2 cifras parecidas lo reporta Zanatta en Brasil,10 con 6,00%, mientras que Morín Apela en Uruguay4) describe, 16,00%. Terrones Rodríguez en México,11 obtiene en su estudio cantidades más elevadas, con 89,62% En otros países también se encuentran diferentes resultados, así en China, Chew12 describe 65,73%; Van Vendeloo13 en Holanda, 15.00% entre residentes de medicina, y en Perú, Tantaleán Da Fiero, 30,00%.14 En Colombia, Vergara15) comenta que este morbo transcurre entre 9,11 y 85,00%. Las diferencias antes expuestas, pudieran deberse al tipo de población en la que fue realizada la investigación, las condiciones del entorno laboral existentes, así como como los criterios empleados para diagnosticar el SDP.
Es significativo que en 62,21% de los encuestados, se presentan circunstancias proclives a padecer en algún momento este síndrome, al sumarse los resultados del GI moderado y altamente propenso de las estructuras que componen el SDP. Esto pudiera ser explicado porque los pediatras en general, están sometidos en forma diaria a situaciones de estrés continuado, resultado de una elevada demanda de atención, un alto compromiso con la cura del paciente, sumado al tipo de emergencias complejas, que en ocasiones se presenta, elementos todos considerados dentro de los trabajadores de salud, como génesis de sufrir un alto riesgo SBO.16 Otros factores que condicionan esta situación, son la compasión, el altruismo, y las continuas exigencias por la parte administrativa, plasmadas estas en programas priorizados, para tratar de alcanzar los objetivos propuestos en ellos.17
Con respecto al comportamiento de los elementos que conforman el SDP, se destaca que el agotamiento emocional mostró las cifras mayores de GI media y alta, parecida esta última a lo reportado por Vázquez Manrique16) (12,9%). Este sector se caracteriza por manifestar la persona que lo padece, una reducción en sus recursos emocionales acompañado de síntomas somáticos y psicológicos;6 constituye el núcleo principal del SDP, perturba en forma negativa la calidad de vida y contribuye de mantenerse las causas que han desencadenado esta patema, a desarrollar el resto de las otras dimensiones.
La “despersonalización” compone otra pieza del SDP; la misma expresa en el presente estudio iguales GI moderados y profundos, con cifras también semejantes a lo reportado por Vázquez Manrique16 hecho este que traduce las posibilidades potenciales de los sujetos que lo padecen, a mostrar actitudes de distanciamientos con los pacientes, dureza en su trato hacia ellos o sus familiares, así como indiferencia en el sufrimiento que estos presentan, todo lo cual repercute en la calidad asistencial que el equipo de salud puede brindar.
El estudio de la tercera estructura del SDP se encuentra representado por la baja realización personal, donde esta obtuvo el nivel más bajo entre las 3 dimensiones para el GI moderado, muy por encima de 5% reportado en su estudio por Galván. et al.18
En este aspecto, debemos recordar que los individuos que han desarrollado esta categoría, se encuentran expuestos a relacionarse mal con las personas que atiende, y poseen la sensación de inutilidad de cualquier intento por cambiar la situación.4 En esta etapa, hay pérdida de ideales y en forma primordial, un creciente alejamiento de las actividades familiares, sociales y recreativas, y se crea una especie de autorreclusión. Los individuos comienzan a utilizar drogas como alcohol o psicofármacos, que pueden crear adicción de no interrumpirse este ciclo.
La presencia del SDP a su vez es causa de insatisfacción laboral, con la consiguiente reducción en la eficiencia, absentismo19 y desarrollo de un terreno proclive al surgimiento de errores en la práctica médica,20 por lo que no deben estos siempre ser atribuible solo al profesional, sin tener en cuenta la organización y condiciones del medio donde este se desenvuelve.
La OMS considera el estrés laboral, como uno de los factores determinantes sociales de la salud de la población, sobre todo a la luz de los diversos cambios ocupacionales de los últimos 50 años, que incluyen, entre otras complejidades, la transformación de una economía basada en la producción industrial a la prestación de servicios y la globalización de la mano de obra,21 fuente para el desarrollo del SDP
La prevención de esta situación para evitar su cronicidad y evolución ulterior a este morbo, debe ser tratada bajo dos aspectos: uno institucional relacionado con la construcción de un ambiente de trabajo organizado, acompañado de evaluaciones periódicas y justas con su correspondiente estímulo, donde los obreros aprecian que desarrollan su actividad con agrado; otra encaminada al personal facultativo mediante el ofrecimiento de técnicas anti-estrés, para lograr una equilibrio entre trabajo, y descanso, y evitar que las continuas exigencias cada vez mayores, afecten la salud individual de los profesionales.
Como limitación del estudio se declara el haberse realizado en una población pequeña de la institución de referencia, que influyó en que el diseño no permitía la búsqueda de asociación entre variables, por lo que no fue posible definir la relación entre las mismas.
Conclusiones
La presencia del SDP en esta investigación, destaca que su frecuencia es baja, pero existe en forma potencial, en más de la mitad de la muestra, la posibilidad de manifestarse el mismo en un futuro, lo cual se considera un problema de salud relevante que amerita trazar estrategias por parte de los directivos y profesionales afectados, para su prevención y manejo adecuado.