Introducción
Según varios estudios las lesiones en el baloncesto poseen una alta incidencia y se producen con mayor frecuencia sobre los miembros inferiores, especialmente en las estructuras anatómicas del pie y la rodilla, las más comunes son las lesiones por contacto, o aquellas que se producen al realizar un salto, un giro o un cambio brusco de dirección.1,2,3,4,5
Actualmente existe el criterio consensuado de que las lesiones constituyen un problema médico fundamental en el deporte, las cuales poseen una etiología multicausal y representan factores de riesgo para la salud de los deportistas, pues no solo comprometen significativamente su rendimiento deportivo, sino que afectan notablemente su bienestar biopsicosocial.6,7
Un estudio reciente en deportistas retirados de la National Basketball Association (NBA) refleja las consecuencias nefastas de las lesiones sobre la salud al revelar que más de un tercio de los encuestados padece de dolor de cadera y/o ingle y casi un tercio presentan problemas de movilidad entre moderados y severos, mientras casi la mitad padece dolor crónico de moderado a severo.8
Estos datos realzan la importancia de trabajar de manera intensa y sistémica la prevención de la lesión con un enfoque holístico para lograr prevenir su ocurrencia y sus consecuencias, ya que en ella intervienen diversos factores en un entramado complejo de interacciones que configuran cierto grado de vulnerabilidad, por lo que resulta imprescindible tener en cuenta todos los factores etiológicos en su interrelación, tal y como explica el modelo biopsicosocial de la lesión deportiva.9
El estudio psicológico de las lesiones deportivas alcanzó un vertiginoso desarrollo a partir de la publicación del Modelo de Estrés y Lesiones, el cual explica las relaciones causales entre el estrés establecido ante situaciones de alta tensión psicológica y las respuestas inadaptadas del deportista. Las respuestas negativas al estrés se caracterizan por un incremento de la tensión muscular, de la distractibilidad, el estrechamiento del campo visual y la descoordinación de los movimientos que facilitan la ocurrencia de la lesión.10
Varias investigaciones se han centrado en analizar las relaciones entre variables psicológicas y lesiones11,12,13,14,15 como vía de validación del modelo de Andersen y Williams y han generado un cuerpo teórico-metodológico con abundantes datos empíricos que evidencian los antecedentes psicológicos de las lesiones deportivas, lo cual ha conllevado al reconocimiento y el consenso científico internacional sobre los factores de riesgo psicológico.16,17,18
No obstante, este cuerpo teórico no se encuentra exento de insuficiencias, las cuales han sido analizadas por Olmedilla en su propuesta del Modelo Global Psicológico de las Lesiones Deportivas.19 Varios autores refieren que los planteamientos metodológicos diversos, el estudio de múltiples variables, el uso de diferentes instrumentos de evaluación y la integración de varios deportes con características diferentes en deportistas de varios niveles de especialización y contextos nacionales, han conspirado contra la sistematización de los resultados, lo cual mantiene abierto y vigente uno de los campos de estudio más prolíferos y complejos de la Psicología en el contexto deportivo.19,20,21
Si bien los primeros estudios posteriores al planteamiento del Modelo de Estrés y Lesiones analizaron variables psicológicas directamente relacionadas con el estrés, de manera paulatina y gradual los investigadores se han ido centrando en el análisis de factores psicológicos considerados recursos de afrontamiento, los cuales están estrechamente relacionadas con el rendimiento deportivo.22,23,24,25,26,27,28,29,30
Este acercamiento al problema desde una arista contemporánea se ha realizado a partir de dos posturas teóricas en el ámbito hispanoamericano fundamentalmente. Ambas cuentan con suficiente evidencia científica de la relación entre las variables psicológicas con el rendimiento deportivo, pero a pesar de haberse demostrado su relación con las lesiones aún es insuficiente por la cantidad de datos acumulados y su falta de sistematización.
La menor cantidad de resultados que aportan evidencias de la relación de estos factores psicológicos con las lesiones debido al número de investigaciones realizadas, es sin lugar a dudas la postura teórica de Loehr que define un total de siete habilidades mentales relacionadas con el rendimiento deportivo.31
Estos estudios27,28,29,30 se han realizado fundamentalmente en deportes individuales y sus resultados también han sido divergentes por los mismos elementos que han provocado la dispersión teórica en este campo de investigación, ya que de manera general se han realizado investigaciones donde las muestras están conformadas por deportistas de diferentes modalidades y maestría deportiva.
Esta investigación posee la finalidad de obtener evidencias empíricas de las relaciones de estos factores psicológicos definidos por Loehr,31 con las lesiones presentadas por deportistas de baloncesto, lo cual aporta datos para los deportes colectivos cubanos. Por tanto, el objetivo es determinar la relación entre factores psicológicos asociados a la ejecución deportiva y las lesiones sufridas por jugadores villaclareños de baloncesto de alto rendimiento.
Material y Métodos
Se realizó un estudio descriptivo-correlacional de tipo transversal debido a que todas las mediciones se realizaron en un mismo y único momento. La investigación se realizó en el Centro Provincial de Medicina del Deporte de Villa Clara y las mediciones se realizaron a inicios de la etapa de preparación para el campeonato nacional correspondiente al año 2020.
La población estudiada estuvo constituida por los 21 deportistas de alto rendimiento que integraron la preselección del equipo de baloncesto de Villa Clara que participó en el campeonato nacional de 1ra. categoría, los cuales ostentan el título de campeón nacional del año 2019 y contaban con una edad cronológica comprendida entre 16 y 37 años (M= 23,75, DT= 6,99) y una experiencia deportiva entre 2 y 25 años (M= 13,52, DT= 6,09).
Se estudiaron las siguientes variables:
Independientes:
Ansiedad Rasgo: evaluada por las puntuaciones directas obtenidas mediante la escala correspondiente del Inventario de Ansiedad Rasgo/Estado.
Ansiedad Estado en Competencia: evaluada por las puntuaciones directas obtenidas mediante el Cuestionario de Ansiedad Estado en Competencia (CSAI-2).
Autoconfianza: evaluada por las puntuaciones directas mediante escala correspondiente del Inventario Psicológico de Ejecución Deportiva (IPED).
Nivel Motivacional: evaluada por las puntuaciones directas mediante escala correspondiente del IPED.
Control de la atención: evaluada por las puntuaciones directas mediante escala correspondiente del IPED.
Control de afrontamiento: Negativo: evaluada por las puntuaciones directas mediante escala correspondiente del IPED; Positivo: evaluada por las puntuaciones directas mediante escala correspondiente del IPED.
Control visuoimaginativo: evaluada por las puntuaciones directas mediante escala correspondiente del IPED.
Control de la actitud: evaluada por las puntuaciones directas mediante escala correspondiente del IPED.
Dependientes
Antecedente de lesión: lesionado o no lesionado.
Cantidad de lesiones sufridas: una, dos o más de dos lesiones.
Gravedad de las lesiones: leve, moderada, grave, muy grave.
Contexto de la lesión: entrenando, compitiendo o ambos.
Se utilizó un cuestionario de autoinforme diseñado para obtener información sobre las lesiones. Para la evaluación de la ansiedad rasgo se empleó la escala correspondiente del Inventario de Ansiedad Rasgo-Estado.32 Esta escala cuenta con 20 afirmaciones y cuatro opciones de respuestas tipo Lickert (1= Casi Nunca; 2= Algunas Veces; 3= Frecuentemente; 4 = Casi Siempre). Se obtuvo un coeficiente Alfa de Cronbach de 0,76
Para evaluar la Ansiedad Estado en Competencia se utilizó el Competitive Sport Anxiety Inventory CSAI-233 en su versión al español.34 Está conformado por 27 ítems distribuidos en tres subescalas que miden ansiedad cognitiva, ansiedad somática y autoconfianza con cuatro opciones de respuestas tipo Lickert (1= Nada; 2= Un poco; 3= Moderadamente; 4= Mucho). Se tuvo en cuenta las puntuaciones directas de las escalas ansiedad cognitiva y somática. Se obtuvo un coeficiente Alfa de Cronbach de 0,68.
Se empleó el Inventario Psicológico de Ejecución Deportiva para evaluar los factores psicológicos asociados al rendimiento deportivo.35 El instrumento está constituido por 42 ítems agrupados en siete escalas de respuesta tipo Likert (desde 1 = Casi Nunca hasta 5 = Casi Siempre). Obtuvo un coeficiente Alfa de Cronbach de 0,69 para el factor Autoconfianza, 0,68 para Control de Afrontamiento Negativo, 0,71 para Control de la Atención, 0,65 para Control Visuoimaginativo, 0,68 para Nivel Motivacional, 0,69 Control de Afrontamiento Positivo y 0,75 para Control Actitudinal.
Se utilizó estadística descriptiva y correlacional para el análisis de los datos empleando estadísticos de dispersión y tendencia central como el mínimo, el máximo, la media y la desviación típica, así como la distribución empírica de frecuencias para la descripción de las lesiones. Se aplicó la prueba de normalidad mediante estimación de asimetría, curtosis y Kolmogórov-Smirnov (K-S) para una muestra. Fue empleado el coeficiente de correlación lineal de Pearson para determinar la relación entre los factores psicológicos y las lesiones, cuya fuerza se aprecia en los valores más próximos a -1 y 1, considerando un nivel de significación estadística donde p ≤ 0,05. Fue utilizado el paquete informático IBM SPSS (versión 25.0).
Para la realización del estudio se contó con el consentimiento informado de los participantes y las condiciones óptimas para garantizar la veracidad y objetividad de las informaciones. Este estudio forma parte del proyecto de investigación: “Preparación psicológica y lesiones deportivas en deportes colectivos”, aprobado y avalado por el Consejo científico y el Comité de ética médica de la institución.
Resultados
La Tabla 1 muestra que más de la mitad de los deportistas se ha lesionado, predominan los que se lesionan en más de dos oportunidades. Estas han sido leves en su mayoría, aunque también se evidencian lesiones moderadas, el entrenamiento es el contexto de mayor ocurrencia.
La Tabla 2 muestra que la ansiedad estado en competencia alcanza valores elevados por encima de la ansiedad rasgo y con una alta dispersión en los deportistas analizados. El control de la actitud, el nivel motivacional, la autoconfianza y el control visuoimaginativo alcanzan las puntuaciones más altas y el control de afrontamiento negativo y de la atención constituyen debilidades en estos deportistas debido a que, no solo logran valores mínimos inferiores, sino que sus valores medios también lo son. El análisis realizado indica que las variables siguen una distribución normal debido a que el valor de K-S para una muestra posee una significación estadística superior a 0,05 en todas las variables psicológicas estudiadas.
AR= Ansiedad Rasgo, AEC= Ansiedad Estado en Competencia, AC= Autoconfianza, NM= Nivel Motivacional, CA= Control de la Atención, CAN= Control de Afrontamiento Negativo, CAP= Control de Afrontamiento Positivo, CVI= Control Visuoimaginativo, CACT= Control de la Actitud
En la Tabla 3 se muestra que el hecho de haberse lesionado es independiente del estado de los factores psicológicos estudiados, no obstante, se evidencia una relación inversa del control de afrontamiento positivo, la autoconfianza, el control de la actitud, el control de afrontamiento negativo y el control de la atención, con la cantidad de veces que un deportista se lesiona. Un menor control de la actitud y del afrontamiento negativo se asocia también a la ocurrencia de lesiones de mayor gravedad, mientras que un menor control de la actitud se asocia a la incidencia de lesiones en ambos contextos.
AR= Ansiedad Rasgo, AEC= Ansiedad Estado en Competencia, AC= Autoconfianza, NM= Nivel Motivacional, CA= Control de la Atención, CAN= Control de Afrontamiento Negativo, CAP= Control de Afrontamiento Positivo, CVI= Control Visuoimaginativo, CACT= Control de la Actitud. Correlación mínima entre 0 y 0,2; baja entre 0,2 y 0,4; moderada entre 0,4 y 0,6; buena entre 0,6 y 0,8; muy buena entre 0,8 y 1.
Discusión
La elevada distribución porcentual de deportistas que han padecido lesiones confirma los hallazgos de varias investigaciones que han llegado a estimar una epidemiología notable en el baloncesto (1,2,3,4,5 y en sentido general reafirma el planteamiento de varios autores (6,7 al considerar las lesiones como factores de riesgo inherente a la práctica de cualquier modalidad deportiva.
Respecto a las variables que conforman el perfil de rendimiento psicológico de estos deportistas se obtuvo que el control de la actitud, el nivel motivacional, la autoconfianza y el control visuoimaginativo son las que mayores puntuaciones alcanzan, mientras que el control de afrontamiento negativo y de la atención constituyen debilidades en estos deportistas, coincidiendo plenamente con otras investigaciones independientemente del deporte y el nivel competitivo.27,28,29,30
El estudio realizado mostró que la ocurrencia de la lesión resulta independiente a los factores psicológicos, lo cual supone que otros factores etiológicos inciden en la ocurrencia de este flagelo. De manera específica, los resultados obtenidos sobre la independencia entre la ansiedad (rasgo y estado en competencia) y las lesiones, son similares a los obtenidos por varios estudios,23,36 pero a la vez contrarios a los resultados de otras investigaciones.(28, 29,30,37,38,39)
La evidencia científica acumulada ha mostrado que los deportistas que experimentan mayores niveles de ansiedad durante las competiciones tienden a presentar más lesiones, lo cual se explica a partir del modelo de estrés y lesiones de Andersen y Williams,10 no obstante, en los deportistas analizados esta relación no se evidencia.
A pesar de que los factores psicológicos estudiados no indiquen una relación con la incidencia de la lesión y que la ansiedad no se asocia a las lesiones en estos deportistas, se obtuvo evidencia de que el control de afrontamiento positivo, la autoconfianza, el control de la actitud, de afrontamiento negativo y de la atención, se relacionan de manera inversa con la cantidad de veces que un deportista se lesiona.
Estos resultados se aproximan a estudios similares, aunque de manera parcial, ya que una investigación demostró la relación inversa de la autoconfianza, el control de afrontamiento negativo y positivo con la cantidad de lesiones en deportistas de lucha olímpica y taekwondo,27 mientras que este mismo autor en una investigación posterior aplicada a deportistas de atletismo, ciclismo, piragüismo y taekwondo28) encontró que solo el control de afrontamiento negativo establece esa relación.
El análisis de una amplia muestra de deportistas abarcando los deportes antes mencionados mostró que el grado de autoconfianza permite predecir la cantidad de lesiones a partir de una relación inversa entre ambas variables, lo cual indica que los deportistas con poca confianza en sí mismos son más vulnerables a reincidir en lesiones.29
Respecto a la relación inversa de la autoconfianza y la cantidad de lesiones, otra investigación realizada con deportistas villaclareños de alto rendimiento de futbol, béisbol y softbol también mostró este resultado, 36 coincidiendo con el presente hallazgo y con estudios sistemáticos realizados en lanzadores de béisbol.37,38,39
Por otra parte, en una investigación realizada con deportistas femeninas de softbol se halló que el control de afrontamiento negativo, la autoconfianza y el control de afrontamiento positivo se relacionan inversamente con la cantidad de lesiones, mientras que el control de la actitud solo se asocia a la gravedad de las lesiones sufridas.40 A pesar de ello, otro estudio realizado en triatletas mostró que solo el control de afrontamiento positivo, de la actitud y del afrontamiento negativo establecen una relación inversa con la cantidad de lesiones sufridas,30 lo que no coincide con el presente estudio en cuanto a la autoconfianza y el control de la atención.
Como puede apreciarse, los datos obtenidos presentan un alto nivel de coincidencia con estudios previos realizados en diferentes deportes en variables como el control de afrontamiento negativo, la autoconfianza y el control de afrontamiento positivo, no obstante, también se muestran especificidades que pueden estar atribuidas a las características diferenciadoras de los deportes, los deportistas y las condiciones bajo las cuales se establecen los entrenamientos y competencias, tal como se ha expresado anteriormente por varios autores.37,40
Los resultados obtenidos aportan evidencias empíricas sobre la importancia de la preparación psicológica para la prevención de las lesiones deportivas, se muestran relaciones que permiten inferir que niveles bajos de habilidades psicológicas constituyen factores de riesgo para una mayor frecuencia de lesiones, una mayor gravedad y que ocurran en situaciones de entrenamientos y competencias.
El modo en que se relacionan los hallazgos obtenidos con otros estudios reafirma la necesidad de continuar sistematizando resultados mediante investigaciones similares en deportes y deportistas diferentes, con el propósito de determinar las causas de las divergencias en la relación de factores psicológicos específicos y lesiones. Este aspecto mantiene abierto un campo de investigación que requiere de mayores datos para arribar a conclusiones más próximas a la esencia del objeto de estudio que posibilite su generalización.
No obstante, los resultados establecen la condición de que el psicólogo del deporte debe poseer una visión salutogénica del proceso de preparación que le permita ir ajustando las acciones de intervención no solo a favor del rendimiento deportivo, sino además de la prevención de lesiones y el estado de salud del deportista tal como afirma Palmi,41 lo cual no resulta frecuente en el contexto deportivo cubano según Ríos Garit et al. (42
A pesar de los aportes de los resultados, se considera que el tamaño pequeño de la población analizada constituye una limitación que no posibilita su generalización hacia el baloncesto como deporte específico y menos aún hacia el deporte en sentido general, ni permite establecer relaciones causales entre las variables. El estudio transversal realizado tampoco posibilita determinar cómo se establecen las relaciones entre variables en el tiempo, debido a que la medición se realiza en un único momento.
Se considera que para solventar estas limitaciones se debe analizar una muestra representativa de los baloncestistas cubanos durante varios campeonatos y emplear pruebas estadísticas analíticas. Además, se debe incluir el estudio de otras variables consideradas factores de riesgo a las lesiones en el orden físico, técnico, táctico y fisioprofiláctico, para determinar la influencia que ejercen los factores psicológicos sobre la ocurrencia de las lesiones en el complejo entramado de relaciones causales.
Conclusiones
En los deportistas estudiados se observa una marcada presencia de las lesiones con una alta tendencia a la reiteración, pero con una moderada gravedad. Un menor control de la atención, de afrontamiento emocional, de la actitud y una baja autoconfianza están asociados a una mayor cantidad de lesiones, mientras que un menor control de afrontamiento negativo y de la actitud también se asocian a lesiones de mayor gravedad.