SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.17 número34COVID-19, migración internacional, movilidad territorial y fenómenos económicos y sociales asociados. El caso particular de La HabanaEl proceso de integración a la sociedad cubana de inmigrantes exsoviéticas. Estudio de casos índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Articulo

Indicadores

  • No hay articulos citadosCitado por SciELO

Links relacionados

  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Revista Novedades en Población

versión On-line ISSN 1817-4078

Rev Nov Pob vol.17 no.34 La Habana jul.-dic. 2021  Epub 01-Dic-2021

 

ARTÍCULO ORIGINAL

Emigración de padres y madres, manejo sociofamiliar e implicaciones para hijos e hijas menores

Emigration of Fathers and Mothers, Socio-familial Handling and Implications for Minor Children

0000-0002-1338-2349Leidy León Veloz1  (  , 0000-0003-1377-1202Consuelo Martín Fernández2  ((  , 0000-0001-9857-1466Patricia Arés Muzio3  ((( 

1Universidad de Pinar del Río, Cuba.

2Centro de Estudios Demográficos (CEDEM), Universidad de La Habana, Cuba.

3Facultad de Psicología Universidad de la Habana, Cuba.

Resumen

La dinámica de las relaciones entre familia y migraciones ha sido estudiada en Cuba, pero reclama mayor profundización en sus múltiples y complejas dimensiones. Este artículo presenta la sistematización de la experiencia de varios años de trabajo (2005-2019) en la asistencia a familias que llegan a consulta de Psicología, debido a la emigración de padres o madres de hijos e hijas menores que quedan en el país de origen. Objetivos: describir el manejo sociofamiliar de la emigración de padres y madres; y evaluar las consecuencias psicológicas que genera en los hijos e hijas menores. Metodología de investigación cualitativa a través del método fenomenológico. Resultados conclusivos: el manejo sociofamiliar de la emigración de figuras parentales complejiza las dinámicas familiares y agrava sus conflictos cotidianos. Los cuidadores abordan la situación desde cuestionamientos y “silencios”, con una tendencia al “borramiento emocional” de la figura emigrada, a pesar de su supuesta presencia a través de las vías de comunicación online. La respuesta emocional que caracteriza a los menores es de agresividad hacia sí mismos o hacia los demás, especialmente vinculada al área familiar. La incertidumbre sobre el futuro, la ansiedad y angustia son frecuente expresión de implicaciones psicológicas en los menores. La categoría manejo sociofamiliar de la emigración de padres y madres es novedosa y actual; contribuye a la práctica clínica en la atención psicológica a menores en contexto de migraciones; ofrece una comprensión desde un enfoque psicosocial interdisciplinario de las ciencias sociales; y apoya la gestión institucional de la infancia en la sociedad.

Palabras-clave: emigración de figuras parentales; manejo sociofamiliar; implicaciones psicológicas

Abstract

The dynamic of the relations between family and migrations have been studied in Cuba, but demand more depth in their multiples and complex dimensions. This article presents the systematization of the experience of many years of work (2005-2019) attending families in clinical Psychology, because of the emigration of fathers or mothers of minor sons and daughters who stay in the country of origin. Objectives: to describe the socio-familial handling of the emigration of fathers and mothers; and to evaluate the psychological consequences that generate over minor sons and daughters. Qualitative methodology of research throw out phenomenological method. Conclusive results: the socio-familial handling of the emigration of parental figures complex the family dynamics and increase their quotidian conflicts. The caretakers approach the situation from questionings and “silences”, with a tendency to the “emotional erase” of emigrated parental figure, despite of their assumed presence throw out the online communication ways. The emotional response that characterize the minors is the aggressiveness against themselves or towards others, specially linked to familial area. The future uncertainty, anxiety, and anguish are frequent expressions of psychological implications in minors. The category socio-familial handling of the emigration of fathers and mothers is newfangled and actual; contribute to the clinical practice of psychological attention to minors in migratory context; offer another comprehension from an interdisciplinary psychosocial approach of the social sciences; and support the infancy institutional management in the society.

Key words: Emigration of Parental Figures; Socio-familial Handling; Psychological Implications

Introducción

Al siglo XXI se le considera la era de la migración por la nueva intensidad y complejidad que tiene este fenómeno, el “oficio de emigrante” comienza a abrirse, cada vez más, una alternativa concreta (Gilbert, 2006). Las cuestiones migratorias impactan las sociedades en diferentes escalas, los ámbitos políticos, gubernamentales, económicos, culturales o familiares son parte inseparable, tanto del escenario internacional, como de los diferentes escenarios nacionales. Los movimientos de personas de un país a otro como fenómeno social, incluyen determinantes que implican la búsqueda de horizontes económicos, familiares o proyectos profesionales, y con ello quedan implícitas las separaciones entre los miembros de las familias, independientemente de ser un proceso inherente al propio desarrollo de la humanidad. Entonces, las prácticas profesionales de la Psicología requieren cada vez más comprender este proceso y trazar estrategias de ayuda acorde a las dinámicas de las familias que viven la separación migratoria, sobre todo, si de la infancia se trata.

Para Cuba, el fenómeno de la emigración forma parte de su historia, politizado desde el triunfo de la Revolución y emergente cotidiano paliativo a la crisis económica desde los años noventa (Martín, 2000). En este contexto podría suponerse que en los servicios psicológicos muchas problemáticas familiares giraran en torno a la emigración. La apertura por parte de las familias a buscar orientaciones, se registra en consulta asociada a un proceso de naturalización de la emigración en la sociedad cubana y tiene que ver con las dinámicas de cambio en la connotación social de emigrar, del mayor rechazo a una aceptación de neutra a positiva, pero aún contradictoria en diferentes niveles, es decir, que la reestructuración de una percepción positiva coexiste con las concepciones anteriores (Martín, 2007).

La novedad del estudio se ratifica, además, en que hay insuficientes referencias en la literatura sobre las complejidades familiares que se generan ante la emigración de figuras parentales incluyendo las consecuencias para los hijos e hijas menores, desde los países de origen. Los estudios latinoamericanos legitiman la necesidad de investigaciones a profundidad sobre el tema migratorio que analicen las situaciones de vulnerabilidad de los menores que quedan en el país de origen. Publicaciones realizadas en México, Ecuador, Venezuela y otros (Obregón y Rivera, 2015; Zúñiga, 2015; Rodríguez, 2011; Muñoz, 2007) evidencian las realidades de su emigración a partir de la repercusión de las remesas familiares, la feminización de la emigración y el rendimiento escolar de los menores ante la emigración de los padres.

Los estudios en países emisores se centran en los procesos de reinserción social de los inmigrantes. Tal es el caso de los estudios de Achotegui (2009), que describen el síndrome del inmigrante con estrés crónico múltiple. Este autor español refiere dentro de los duelos por los que transita el inmigrante, el duelo de la familia que queda en el país de origen; sin embargo, solo lo menciona.

En nuestro contexto, una referencia importante para el tratamiento de estos casos, fueron las intervenciones realizadas en Mesa Redonda sobre el caso del niño Elián Gonzalez, donde se explicaba los daños posibles ocasionados al menor, por la conducción inadecuada de los adultos en sus contextos (Arés, 1999). Como investigación antecedente principal, se ubica en el año 2005 con un acercamiento al estudio de la infancia, la familia y la emigración, centrado en develar la ausencia de escucha hacia los menores en ámbitos sociales y familiares con respecto a sus juicios y malestares respecto a la emigración de sus padres (León, 2005). Para 2007, se profundiza en la conceptualización de la categoría manejo sociofamiliar de la emigración de padres y madres (León, 2007).

Las familias continúan preocupándose por las dificultades de sus menores ante la separación de sus padres por la emigración. Acuden a consulta en un corto o largo periodo de tiempo, dada la ocurrencia del evento, y distan de concebir a los hijos e hijas como sujetos activos del proceso, ni prever las consecuencias psicológicas que implican para ellos el manejo que hagan del evento. Al decir del terapeuta familiar Igor Caruso, el problema de la separación, es el problema de la muerte entre los vivos (Caruso, 1997). Incluso, aunque socialmente no siempre se obligue a morir, es doloroso el simple hecho de “no estar” o de que “no esté”, y resulta difícil elaborarlo, sobre todo en la infancia. ¿Cuán dolorosa sería entonces la separación entre padres, madres e hijos? ¿Qué sucede en la familia cuando sus progenitores emigran, cuando es en la infancia que “se muere” el padre o la madre, estando vivos?

La presente investigación parte de resultados obtenidos desde la práctica clínica y se extendió al ámbito social cuando se plantea responder el siguiente problema científico: ¿Cuáles son las consecuencias psicológicas que acarrea para los hijos menores el manejo sociofamiliar de la emigración de uno o ambos padres?

Esta investigación aporta nuevos y más complejos escenarios en el contexto cubano: se realiza en una provincia del país con menor desarrollo económico; se incluyen variantes de la emigración temporal, según la planificación realizada por los padres y madres emigrantes, así como la emigración ilegal; se amplía el espectro de indicadores del manejo sociofamiliar; y se desarrolla la propuesta teórico-metodológica en relación con la temática de la infancia, la familia, y la emigración. Es un producto que aspira ser útil a todos los interesados en brindarle a la infancia un espacio saludable de relación con sus familias, en especial con sus padres, partiendo de reconocer lo que ello significa para el futuro social. Como objetivos se pretende:

  • Describir el manejo sociofamiliar de la emigración de uno o ambos padres de acuerdo con las dimensiones siguientes: referentes sociales de la emigración en la familia; elementos jurídicos; vías por las cuales emigran los padres; información sobre la decisión de emigrar los padres a los hijos; comunicación de la familia con el padre emigrado; proyecto de reunificación familiar y relaciones de la familia con el padre emigrado.

  • Evaluar las consecuencias psicológicas generadas por la emigración de los padres y su manejo sociofamiliar respecto a las siguientes dimensiones: respuesta emocional, comunicación-relaciones con los otros, representaciones y fantasías, así como las vivencias asociadas al evento migratorio.

Se ha tornado la práctica clínica escenario valioso para la investigación científica, cumple con su función esencial de intervención y abre las puertas al análisis de una gran gama de problemáticas sociales. El espacio clínico entonces, tiene la posibilidad de ser un escenario de investigación con enfoque psicosocial.

Luego de una experiencia clínica donde, a través de la saturación de la categoría que estudiamos, se muestran los resultados de atención a 30 casos de estudio, que fueron familias con menores de edades entre 4 y 14 años (Tablas 1 y 2).

La metodología de investigación cualitativa para este estudio

Para el estudio del manejo sociofamiliar de la emigración de los padres y las posibles consecuencias psicológicas en los hijos e hijas menores, inevitablemente los alcances explicativos van desde lo público hasta lo más privado y secreto de las vidas de los casos estudiados. Es por ello que esencialmente el estudio utiliza la metodología cualitativa para su comprensión, tratando de describir, desde algunos matices e intenciones explicativas de la problemática. Según Rodríguez, Gil y García (2002), “… cuando tratamos de indagar las particularidades del fenómeno, desde los ámbitos privados, incluso desde los secretos, entendidos como elementos más centrados en el espacio del grupo familiar e individual, desde las valoraciones, vivencias, lo cualitativo emerge como herramienta insustituible”.

Con la metodología de investigación cualitativa y, a través del método fenomenológico, se aplican diferentes instrumentos y técnicas: entrevista a padres/madres cuidadores; dibujo libre y dibujo de la familia; técnica “las tres rabias”, “los tres miedos” y “los tres deseos”; técnica creativa de arteterapia: mi familia ahora, antes y en el futuro. La información recopilada se articula por el método de análisis de contenido con estrategias de análisis propias de cada técnica. La triangulación de fuentes instrumentales confirma su pertinencia y validez en la discusión de resultados.

Tabla 1 Resumen de los casos de estudio según familiares emigrados 

Fuente: Elaboración propia.

Tabla 2 Resumen de los casos de estudio según familiares a cargo de menores 

Fuente: Elaboración propia.

Como se muestra en las tablas 1 y 2 anteriores se trata de 30 casos de estudio, 10 niñas y 20 niños, cuidados en su mayoría por abuelos y abuelas maternas en Cuba. En 23 de los casos la figura emigrada es el padre, solo 5 madres han emigrado y los casos en donde han emigrado ambos padres es menos representativo con 3 casos. En proporción los padres emigrados tienen un proyecto migratorio definitivo o temporal (16 y 14 respectivamente).

Desarrollo

A continuación, se hará referencia a los resultados obtenidos desde el punto de vista teórico-metodológico, sobre la construcción de la categoría manejo sociofamiliar de la emigración de padres y madres, así como la descripción de la misma de manera general. Se abordará el estado emocional de los hijos e hijas menores separados de sus padres y madres emigrantes, llegando a reflexiones conclusivas de la problemática estudiada hasta la actualidad, en el contexto de la pandemia Covid-19. Los casos a partir de los cuales se realizan estas últimas consideraciones si bien no son parte de los casos de estudio de la investigación, han sido atendidos en el último año y agregan reflexiones útiles para el manejo sociofamiliar de la emigración de las figuras parentales en el contexto actual.

El manejo sociofamiliar de la emigración de padres y/o madres

Entendiéndose manejo sociofamiliar como formas de abordaje del hecho migratorio de los padres, tanto en el nivel social como familiar, desde diversas dimensiones: conductual, cognitivo-simbólico, emocional e interactiva. Se trata de cómo este acontecimiento pasa a formar parte de la vida cotidiana de la familia y cómo es presentado a los hijos. Es la forma de articular, de vivir con este hecho, mediado por lo social, en términos de significados de la emigración por la historia vincular de la familia. Teniendo como indicadores: los referentes sociales de la emigración en la familia; las disposiciones jurídicas asociadas a los vínculos de los padres y madres emigradas, así como familia cuidadora con los hijos e hijas menores; las vías de emigración utilizadas por las figuras parentales; el cómo se informa al menor sobre la decisión de emigrar de los padres; y las relaciones familiares y los proyectos de reunificación familiar.

Tratar de mostrar la problemática cotidiana acerca de la infancia, la familia y la emigración no ha sido un ejercicio sencillo. Son solo aproximaciones al tema, de manera que la realidad cubana es mucho más rica que la expuesta hasta aquí. Cada familia asume este evento desde sus propias perspectivas, por lo que cada hijo e hija asume particularmente la emigración de su padre, madre o ambos. A lo largo del estudio, sin embargo, se ha podido construir esta categoría de estudio que se muestra con repercusiones para la familia y para la sociedad. La emigración es un fenómeno que complejiza las dinámicas familiares, que agrava los conflictos cotidianos entre los padres, las familias, los hijos e hijas.

En cuanto a los referentes sociales que se tienen acerca de la emigración, siendo necesariamente este el primer indicador a describir para la comprensión del fenómeno, sobresale la concepción económica, desde una perspectiva familiar y personal: “me voy” o “voy por mis hijos”, “para poder darles lo que necesitan”; es común encontrar esta frase en el discurso de los padres emigrados, cuando se les entrevista o como referencia de la familia que queda al cuidado del menor. La politización de la emigración cubana aparece como referencia de las generaciones de los abuelos y abuelas que están en Cuba; en algunas ocasiones sale el referente de no entender por qué se emigra y si bien hay una aceptación de la decisión de emigrar aún quedan cuestionamientos desde lo político, por ejemplo, en los casos donde el padre emigra por motivos de una misión del estado por un tiempo limitado y luego decide quedarse a vivir en otro país en un proyecto personal. Este cambio de decisión es interpretado como “abandonar la misión”; por lo tanto, implica un giro en el sentido de la emigración. También la emigración de los padres es cuestionada en el nivel social desde el género, dando una significación especial si se trata de la emigración del padre o la madre, donde el mayor cuestionamiento recae sobre esta última. De tal manera lo asumen los hijos e hijas. “Una madre no abandona a sus hijos, el padre es diferente”. Son frases comunes en las valoraciones de la familia.

Las vías y formas utilizadas por los padres para emigrar también tienen un impacto en la familia y un significado: si se utiliza la vía ilegal o irregular, o si se utiliza una vía legal. En la primera, los proyectos migratorios son manejados de manera oculta y tienen el sentido de que se está haciendo algo peligroso, incorrecto para la sociedad. Si se hace de manera legal, pues la información puede llegar a los niños y niñas de una manera más natural y es tomado como un logro. Por ejemplo, si se trata de una Misión, se les explica a los menores que sus padres irán “a cuidar a otros niños”, “a salvar vidas”; por lo tanto, tiene una mayor aceptación, una connotación positiva y una justificación de la decisión que trasciende a la persona.

Otro factor determinante en el manejo sociofamiliar de la emigración son las relaciones entre el padre y/o madre emigrado (en su mayor proporción padres) y la familia que queda en Cuba al cuidado del menor (que incluye en la mayoría de los casos a madres). En los casos estudiados, la mayoría de los padres están divorciados o separados. Lo cual se corresponde con una tendencia en las familias cubanas (Valdés, 2007). La emigración de uno de los padres, entonces, complejiza la dinámica de ese divorcio o separación, que de por sí solo, constituye un evento potencialmente psicopatógeno. Implica una mayor idealización de la figura ausente, por el hecho de estar en un contexto desconocido para la familia que se queda y especialmente para los y las menores; la influencia de otra cultura y modo de vida en el desarrollo de los mismos; una economía generalmente más holgada para el emigrado, que luego no se gestiona con coherencia para bien del menor, y que en ocasiones pone en desventaja a los cuidadores en este sentido. Los casos de estudio lo muestran: padres emigrados que envían la remesa directamente a su hijo o hija menor; familias del padre emigrado que están en Cuba y no son las cuidadoras del menor, guardan ropas y juguetes que envía el padre solo para cuando les visite el menor. Ejemplos que muestran una realidad cotidiana que van lacerando considerablemente el desarrollo saludable del menor, dada la incoherencia en las pautas educativas y la enajenación gradual de la realidad de Cuba para funcionar desde una ilusión sobre la realidad extranjera, que en la mayoría de los casos tarda en ser experimentada o no se concreta nunca. Varios son los casos de estudio donde el proyecto de reunificación del menor con el padre emigrado parecía ser inminente y han pasado varios años y no se tiene una pauta cierta de que se concrete.

En términos de comunicación, indicador relevante para el análisis, la familia tiende a extirpar al padre o madre emigrada de la vida de sus hijos e hijas. En estos casos no se trata solo de una pérdida del vínculo cotidiano, sino de un distanciamiento abrupto e intencionado por la familia que queda al cuidado de los menores. Se ha explicado como una “padrectomía o madrectomía” (Arés, 2005). Pudiera suceder que el propio emigrado tome este comportamiento de ir dejando de comunicarse, o bien esta va perdiendo contenidos relevantes que no motivan a los menores a hablar. Por otra parte, la familia que queda en Cuba va pautando que se conversa y que no, la comunicación esta modulada por los adultos y se va cosificando el contenido de la misma. Quiere decir, se vuelve en torno a necesidades económicas o problemáticas asociadas a las mismas. De manera del que el padre o madre emigrada, pasa a ocupar ese rol de sostenedor en detrimento del rol afectivo-educativo.

Queda el cuidado de los hijos e hijas menores en un ámbito jurídico igualmente ambiguo. En algunos de los casos de estudio, el padre que se queda en Cuba ha apelado a la justicia para definir la guarda y cuidado de los menores, ante la emigración de la madre cuidadora. El progenitor no tenía la guarda y cuidado del menor, por lo tanto, tampoco el vínculo que genera supuestamente tal condición. En dichos casos, la ley favorece al padre en detrimento de las abuelas y abuelos, que en la mayoría de las familias estudiadas son los cuidadores sustitutos. En el campo jurídico se llevan a cabo discusiones para que sean modificadas las legislaciones actuales a favor de los menores, haciendo el análisis pertinente para su mejor desarrollo, y no basándose en parentescos que muchas veces no significan vínculos afectivos saludables. Pero la realidad es que los menores, sufren las decisiones familiares amparadas por lo jurídico, que no siempre están en correspondencia con su bienestar.

Otras cuestiones jurídicas son de difícil manejo, por ejemplo, la obligación del padre emigrado de enviar una pensión, el régimen de comunicación con los menores, y el manejo de las remesas, cuestiones que, a decir del experto Pérez Gallardo (2018), existen maneras y posibilidades de establecer demandas a los padres para el ejercicio adecuado de su Patria Potestad. Sin embargo, la realidad de las familias estudiadas es que no se conducen los procesos jurídicos hasta llegar a términos justos.

Sobre el estado emocional de hijos e hijas de padres y madres emigrados

De este manejo sociofamiliar de la emigración de padre y madres se derivan consecuencias psicológicas en los hijos e hijas menores. Entiéndase sentimientos y vivencias que afectan el bienestar emocional de los hijos: sentimientos de placer o displacer; de bienestar o malestar con relación a las personas que los rodean y consigo mismo; vivencias asociadas a la realidad familiar como respuestas a diferentes estímulos, en especial vinculados al hecho migratorio de sus padres y en correspondencia o no con los mismos. Incluyen alteraciones en la potencialidad que tienen los menores para satisfacer sus necesidades, tanto primarias como superiores, entendidas como necesidades de juego, de afecto, de libre comunicación con los adultos que lo rodean. Se analizan integradas en dimensiones como respuesta emocional, comunicación y relaciones con los otros, representaciones-fantasías y vivencias asociadas al evento migratorio.

Para el niño es muy difícil representarse todos esos significados sociofamiliares: no tiene la capacidad de articularlos aún. La realidad es una para el niño/niña: el padre, la madre o ambos ya no están, se fueron. Pero las lecturas de los adultos a los menores de ese hecho, son varias: “se fue para ayudarnos y que tú estés mejor”, “se fue y ni siquiera manda dinero”, “no se sabe cuándo volverás a ver a tu papá”, “tu papá regresa pronto”, “tu papá cambió de decisión y ya no regresa”, “vamos a irnos a un lugar muy lindo a vivir”, “tu papá se fue, pero quiere a Cuba”. Es decir que, socialmente y en las familias involucradas, hay una realidad contradictoria acerca de la emigración. Y esta ambigüedad el niño la asimila como sus recursos psicológicos le permiten, la familia mediatiza entre lo social y él todas esas lecturas, que generan incertidumbres, ansiedades, miedos, tristezas.

El manejo sobre el proyecto de vida futuro de la familia en términos de reunificación familiar o del menor con el padre y/o madre emigrado, es uno de los indicadores que más directamente genera ansiedad en los menores. Los hijos de emigrantes son, desde sus discursos y el de sus familias, emigrantes por transitividad, es decir, potencialmente emigrantes. Por tal razón, en la muestra estudiada se repite que los menores visualicen un futuro en un contexto desconocido, por lo que los proyectos de estudio en Cuba son a corto plazo, generando desmotivación y pérdida del sentido de las actividades que realiza.

La generalidad de los hijos responde de forma angustiosa y triste, además de manifestar otras respuestas que tienden al desequilibrio emocional y obstaculizan el desarrollo de su personalidad (León, 2005).

Los hijos vivencian la emigración de sus padres como un abandono en algunos casos, y en otros desde la deslealtad, ya sea de ellos mismos con respecto a ambos padres, por los conflictos existentes entre éstos, por la decisión de quedarse con uno y otro, como de sus padres con respecto a ellos por haberse ido, por haberse distanciado. La emigración de los padres es vivenciada, además, como desesperanza: no ven la perspectiva de volver a estar con sus padres, ni el restablecimiento de la armonía familiar, en los casos que existía, antes de dicha emigración.

Un elemento relevante referido por los menores es el sentimiento de no ser escuchados ante esta decisión de emigración del padre y/o madre: “yo no quiero que este allá”, “no me dijo que se iba”, “me dijo que iría a trabajar y regresaría pronto”, “yo quería que fuera a buscar la computadora pero que regresara rápido”; evidenciando que el manejo sociofamiliar del evento lo caracteriza el silencio, la tergiversación de la realidad, interpretada por los hijos e hijas como no ser tenidos en cuenta. El presente estudio de casos evidencia que las palabras, sentimientos, emociones y acciones de los menores caen, casi siempre, en el vacío, modo poco favorecedor para la salud psicológica de los mismos.

Destacar, que estas consecuencias psicológicas son encontradas en casos, tanto de emigración temporal como definitivas, entendidas estas últimas, no determinadas por la Ley Migratoria cubana, pero sí por la concepción del padre emigrado de irse a vivir en el país receptor de manera permanente. La diferencia encontrada fue únicamente en el referente social de emigrar. Sin embargo, el impacto del resto de los indicadores tiene un similar manejo e impacto.

Resultados conclusivos

  1. El manejo sociofamiliar de la emigración de figuras parentales es, en la generalidad de los casos, centrado en ocultar y tergiversar la información a los hijos, así se obstaculiza la relación de estos con sus padres. Este manejo gira en torno a:

    • Hay diversidad en las motivaciones que llevan a que los padres emigren: se destacan las razones económicas, seguidas por motivos de reunificación familiar, existen otros intereses como el de constituir pareja con extranjeros, así como los viajes por compromisos sociopolíticos con las misiones del gobierno cubano.

    • Las valoraciones familiares sobre la emigración de los padres van desde la aceptación, resignación y apoyo de la misma, a las sanciones y críticas más negativas. Estas últimas en correspondencia con emigraciones politizadas y antecedidas de conflictos familiares en el contexto cotidiano cubano.

    • Las vías empleadas por los padres o madres para emigrar condicionan la información que se ofrece a los hijos. En el caso de las salidas ilegales, se le oculta el acontecimiento hasta que los cuidadores de los hijos lo creen oportuno. En el caso de las salidas legales, los hijos son informados generalmente con anterioridad a la emigración de los padres.

    • El acceso a la comunicación con los padres emigrados lo tienen las madres cuidadoras y la familia del emigrado, esencialmente la abuela paterna. A través de estas personas media la comunicación de los hijos con los padres emigrados. En el contenido de la información que se intercambia están siempre presentes los bienes materiales que enviarán a sus hijos. Existe una tendencia a minimizar y omitir los problemas que presentan sus hijos.

    • Existen proyectos de reunificación familiar en Cuba o en el país receptor para casi todas las familias de estudio. Las expectativas de unirse con el padre emigrado regulan el comportamiento de los hijos según el manejo que hagan dichas familias desde su cotidianidad. Varios son los obstáculos para llevar a cabo los planes para concluir el período de separación, en ocasiones truncándose por nuevos proyectos familiares que surgen en la emigración, en el camino de intentarlo.

    • Por lo general, los casos de estudio refieren que existen relaciones entre la familia y el padre emigrado. Son hostiles en aquellos casos en que los padres están separados o divorciados desde antes o producto de la emigración, pero en ambos se obstaculizan las relaciones entre padres e hijos. Parte de los conflictos de estas familias se explican por el proceso de emigración de los padres, sin embargo, consideran que las relaciones con los hijos son satisfactorias.

    • Adicionalmente, la emigración de los padres genera en la familia conflictos que obstaculizan la comunicación. Los menores aprenden a silenciar temas de conversación y se apropian de estos modelos de relación y comunicación, encerrándose en sí mismos. Hacia el padre emigrado comienza un proceso de magnificación y reivindicación justificativa. La rabia y los malestares se vuelcan hacia la familia que queda a su guarda y cuidado. A su vez, esta familia teme perder esos menores y los tilda de ingratos por la pretensión de irse junto al padre emigrado.

  2. A partir del manejo sociofamiliar de padres o madres se generan siempre consecuencias psicológicas en los hijos. Los menores son llevados a consulta porque manifiestan cambios conductuales y emocionales que perciben las familias a su cargo, reconociendo que necesitan ayuda para lidiar con el acontecimiento migratorio que los afecta.

  3. La respuesta emocional que caracteriza a estos niños y adolescentes es su notable agresividad hacia sí mismos o hacia los demás, especialmente vinculada al área familiar. Son varios los casos en que se expresa una inhibición de la respuesta afectiva en dicha área. La ansiedad y la angustia son expresadas con frecuencia, en algunos casos se ha manifestado la ansiedad de separación. También se muestra la poca acometividad para realizar tareas. Algunos padres explicitan el oposicionismo y la rebeldía que caracteriza las respuestas de sus hijos. Todo ello expresa que existen, de manera general, ciertas incapacidades en los menores para responder emocionalmente, manifestándose reactivos ante el evento traumático que significa la emigración de los padres.

  4. Tanto la emigración temporal como la salida definitiva generan consecuencias psicológicas en los hijos, con independencia de la aprobación social que existe con relación a la emigración temporal por cumplimiento de misión.

  5. Las dificultades en el área familiar por abordar el tema migratorio desde el silencio, inhibe la respuesta emocional en los hijos, y genera que las relaciones se vuelven distantes y violentas.

  6. En general, la emigración de los padres se vivencia como abandono o deslealtad y, sobre todo, genera un estado de incertidumbre en los hijos con respecto a sus vidas y al futuro familiar.

  7. La investigación realizada permite afirmar que la emigración de padres o madres se torna un acontecimiento potencialmente psicopatógeno para el desarrollo de los hijos en función del manejo sociofamiliar de esta problemática a partir de: la ambivalencia de los significados del acontecimiento; la ilegitimidad social de la decisión de emigrar; la conspiración de silencio alrededor de la vida del niño con respecto a ello; las extirpaciones de las figuras parentales; los efectos que violentan las capacidades adaptativas de los menores y las expectativas latentes en los hijos del reencuentro con sus padres emigrados generadoras de estados de ansiedad. Queda abierto un espacio que reclama mayor atención en el desempeño del rol profesional desde la Psicología Clínica.

Del manejo sociofamiliar de la emigración de padres/madres y la COVID-19

El contexto de pandemia por Covid-19, complejiza y justifica las distancias: “Ahora sí que no puede venir mi papá, porque está la Covid-19, hay que esperar” (Niño de 12 años separado por su padre emigrado en Chile). Si bien el manejo sociofamiliar de la emigración de padres y madres tiene un impacto concreto en los menores y sus familias, por cómo se ha construido a lo largo de la historia social-familiar en la que acontece, el contexto actual de pandemia dibuja en esa complejidad, retos que asumir.

Los proyectos de reunificación familiar se dilatan aún más, ya no dependiendo de cómo el padre o madre emigrada transite en el país receptor, la construcción de sus vidas, sus deseos y motivaciones, sino depende de cómo la pandemia ha obstaculizado, detenido y naturalizado los desencuentros. El coronavirus saca a la figura emigrada del centro de la decisión del reencuentro, y pone al contexto como responsable. Todo lo que sucedía antes de, ahora cambió, para algunas familias de estudio. Sin embargo, para otras, aunque evidentemente hay una pausa, siguen refiriendo la separación por emigración como coyuntural y transitoria. “Él no puede venir ahora porque está la Covid-19, nosotros tenemos que seguir esperando, no hay de otra. A veces mi hijo del medio se molesta, se desespera, porque es mucho tiempo y no quiere hablar con su padre, le escucha, pero no le habla. Pero antes igual, no hablaba, ahora lo que sucede es que está más bravo” (Madre de tres niños de padre emigrado). Investigaciones sociales reafirman que ha sido un año para reconstruir y fortalecer vínculos, otorgarle a la familia el papel fundamental que constituye en la vida cotidiana (Martín, Barcenas y Cancio-Bello, 2020). En efecto, la referencia de las familias estudiadas así lo confirma. ¿Pero qué familias han logrado restarle significación de la emigración? Probablemente aquellas que logran un manejo sociofamiliar saludable de la emigración de los padres y madres. Que puedan reconocer “que la familia y los afectos no tienen límites territoriales ni temporales” y “que el distanciamiento de las interacciones personales habituales puede ser resignificado como parte de la responsabilidad personal y social para el autocuidado y el cuidado de las demás personas” (Martín, Barcenas y Cancio-Bello, 2020). Lamentablemente no todas las familias lo reconocen o actúen en consecuencia.

La comunicación con los hijos e hijas menores con sus padres y madres emigradas, ahora más que nunca a través de la tecnología, cualquiera que sea la red social y la aplicación para comunicarse, sigue pautada por los vínculos que se han sostenido y se siguen construyendo, así como la repercusión psicológica de la separación para los hijos.

Cómo la familia se prepara, cómo acompañamos a las familias que viven esta problemática a que lleven a sus menores el mensaje de la distancia habitada por afectos, que ponga en el centro el valor familia. Cómo respetamos a nuestros menores en la palabra que le damos desde la adultez, desde la sociedad, desde el estado. ¿Será que manipulamos los planes justificando una y otra vez el desencuentro, o que demostramos ser consecuentes con el proyecto comprometido de familia, al menos en lo que respecta a los hijos que se quedan esperando indefinidamente? Los profesionales de la psicología tenemos la responsabilidad de acompañar esta realidad, ahora más incierta que antes, en términos de reencuentros.

La complejidad del contexto de la pandemia pone como uno de los miedos esenciales de los menores que enfermen sus padres y madres emigradas, o algo suceda, porque están solos en un país desconocido:

“siempre hablamos de cómo está, de que no salga a la calle, porque si se enferma está solo”. Inmediatamente viene la justificación de por qué “lo mejor es que no vengan a verlos” y de que “ellos no puedan ir a verlos”.

Se suman entonces para los menores, además de todas las complejidades de la problemática descritas anteriormente, el miedo por la salud de sus padres y una mayor incertidumbre con respecto al reencuentro.

Realizamos en esta publicación, un acercamiento a la problemática del manejo sociofamiliar de la emigración de padres y madres de hijos e hijas menores. Cada uno de los indicadores descritos, construidos desde una metodología cualitativa a través del estudio de casos, tienen en sí mismos una profundidad descriptiva y explicativa que tendrán que ser abordados por si solos y en su correlación en investigaciones futuras. Así, el contexto tendrá que ir tomándose como presupuesto histórico que explica y determina sus complejidades.

Referencias bibliográficas

Achotegui, J. (2009) Migración y salud mental. El síndrome del inmigrante con estrés crónico y múltiple (síndrome de Ulises).Revista de servicios sociales. 46, pp. 163-171. [ Links ]

Arés Muzio, P. (1999). En qué tiempo puede cambiarse la mente de un niño. Mesa Redonda con psicólogos, psiquiatras y otros especialistas del 16 de diciembre. Casa Editorial Abril, La Habana. [ Links ]

______. (2005). La investigación cultural en la esfera de la Familia. Seminario el Investigador y su Método. Problemas emergentes de la cultura cubana de hoy. Centro de Investigación y Desarrollo de la Cultura Cubana “Juan Marinello”. La Habana. (Inédito) [ Links ]

Caruso, I. (1997). La separación de los amantes. Una fenomenología de la muerte. Siglo XXI Editores. España. [ Links ]

Gilbert, J. (2006). Latinoamericanos en Estados Unidos. Editorial Universitaria, Santiago de Chile. [ Links ]

León Veloz, L. (2005). ¿Y quién escucha a los niños? Acercamiento a la problemática de la Infancia la Familia y la Emigración en Cuba. (Trabajo de Diploma). Facultad de Psicología, Universidad de La Habana. [ Links ]

_____. (2007). Manejo socio-familiar de la emigración de padres y madres y sus consecuencias psicológicas en los hijos, niños y adolescentes. (Tesis de Maestría en Psicología Clínica). Universidad de La Habana. [ Links ]

Martín, C. (2000). Cuba: Vida cotidiana, familia y emigración. (Tesis de Doctorado en Psicología). Centro de Estudios de Alternativas Políticas, Universidad de La Habana. [ Links ]

Martín, C.; Barcenas, J.; Cancio-Bello, C. (2020). Desde la subjetividad de familias cubanas migrantes: experiencias de la COVID-19. Novedades en Población, 16(32). www.novpob.uh.cuLinks ]

Muñoz, D. (2007): Relaciones familiares a larga distancia. Revista Digital Vamos Chile. www.vamoschile.comLinks ]

Obregón, N.; Rivera, M.E. (2015). Impacto de la migración del padre en los jóvenes: cuando la migración se convierte en abandono. Ciencia UAT,10(1), julio-diciembre. [ Links ]

Pérez Gallardo, L. (2018). El Derecho familiar cubano y los nuevos tiempos: El brío jurisprudencial. Revista de Derecho Privado. 4, pp. 93-125. [ Links ]

Rodríguez, G.; Gil, J.; García, E. (2002). Metodología de la investigación cualitativa. Cuba. [ Links ]

Rodríguez, O.L. (2011). Migración, mujeres y vivienda. La Conquista, Nicaragua y Texistepeque. PNUD/UCA. El Salvador. [ Links ]

Valdés, Y. (2007). El divorcio en Cuba. Características generales y efectos para la familia. En publicación: Familia y Diversidad en América Latina. Estudios de casos. Robichaux, D. Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), Buenos Aires. [ Links ]

Zúñiga, V. (2015) Niños y adolescentes separados de sus familias por la migración internacional: el caso de cuatro estados de México. Revista Estudios Sociológicos de El Colegio de México, 33 (97), pp. 145-168. [ Links ]

Recibido: 08 de Junio de 2021; Aprobado: 05 de Octubre de 2021

Creative Commons License