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Conrado

versión On-line ISSN 1990-8644

Conrado vol.16 no.73 Cienfuegos abr. 2020  Epub 02-Abr-2020

 

Artículo Original

Escritura argumentativa, una breve aproximación desde la ciencia, la tecnología y la sociedad

Argumentative writing, a brief approximation from science, technology and society

0000-0002-3044-6623Mary Kleyner Muñoz Álvarez1  *  , 0000-0002-8168-8745Idalberto Amado Pérez López2 

1 Institución Educativa Técnico Industrial José María Carbonell. Cali, Colombia

2 Universidad de Cienfuegos “Carlos Rafael Rodríguez”. Cuba

RESUMEN

El presente artículo hace una breve reflexión sobre el papel de la escritura y la argumentación en la escolaridad colombiana. Se analiza cómo se articulan las habilidades de leer y escribir en torno a los fines de la educación y del desarrollo científico, tecnológico y social. Se lleva a cabo una revisión del tema a partir del desempeño de estudiantes del último grado de la educación media en Colombia. Se proponen análisis e indagaciones que responden a necesidades del entorno escolar, social, político y cultural. De esta manera se pretende contribuir a la formación de un individuo con sentido crítico, acorde con su tiempo, con las necesidades y exigencias cognitivas para desempeñarse como ciudadano del mundo, con relaciones más coherentes entre lo humano y lo tecnológico.

Palabras-clave: Texto; escritura; argumentación; crítica; contexto; ciencia; tecnología; sociedad

ABSTRACT

This article makes a brief reflection on the role of writing and argumentation in Colombian schooling. It analyzes how the skills of reading and writing are articulated around the purposes of education and scientific, technological and social development. A review of the subject is carried out based on the performance of students in the last grade of secondary education in Colombia. Analyses and inquiries are proposed that respond to the needs of the school, social, political and cultural environment. In this way, it is intended to contribute to the formation of an individual with a critical sense, in accordance with his time, with the cognitive needs and requirements to function as a citizen of the world, with more coherent relationships between human and technological.

Key words: Text; writing; argumentation; critical; context; science; technology; society

Introducción

La enseñanza de la lengua en Colombia ha presentado algunas transformaciones de fondo en las últimas décadas, cuestionando las tradicionales propuestas enfatizadas en el estudio de aspectos gramaticales y sintácticos que centraban la lectura en la repetición, en la literalidad de los textos; y la escritura, en el esfuerzo por la forma, el cuidado de la caligrafía, de las palabras y las oraciones, así como las normas ortográficas.

Mata (1997), señalaba dos enfoques además del tradicional que concebía la escritura como producto, centrado en la composición y en los rasgos propios de la estructura superficial, ya nombrados; Mata observaba un enfoque cognoscitivo que entiende la escritura como proceso, centrado en las etapas de la composición, por ejemplo: planificación; y el enfoque contextual que concibe la escritura como un proceso condicionado por el contexto.

A pesar de esa visión de hace más de dos décadas, en la educación colombiana esa reflexión se ha dado muy lentamente hacia el análisis y la puesta en práctica de formas para organizar las ideas y producir textos que contemplen diversos modos discursivos, lo semántico y lo pragmático además de lo lingüístico, hacia un enfoque más social y contextual; dentro de esta perspectiva, han logrado convertirse en ejes los textos narrativos y argumentativos pues permiten organizar la experiencia subjetiva, histórica y creativa, en relación con los primeros, y la de juzgar razonadamente, cuestionar, proponer y persuadir, en relación con los segundos; la argumentación se presenta como una novedad, vinculada al objetivo explicitado en los Estándares Básicos de Competencias de formar estudiantes críticos, capaces de defender una idea, sostener una posición ideológica o reconocerla en los discursos de otros, etc. y a consolidar un poco más la función formadora de la escuela.

Teniendo en cuenta lo anterior, aunado a la revisión de los resultados de las pruebas Saber 2018 y de otros análisis, entre los que se destaca el Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo - TERCE- el cual enfatiza la importancia de la escuela para alcanzar mejores resultados en la formación de competencias esenciales como la lectura y la escritura. En el estudio, se resalta la lectura como hábito que posibilita la mejora de los resultados y se analiza la dificultad sentida en los estudiantes para producir textos escritos en los distintos ciclos de escolaridad. Estas reflexiones pretenden aportar elementos que ayuden a entender la escritura como una práctica imprescindible para ser ciudadanos que sepan expresarse en forma clara y con una visión crítica, capaces de contribuir a una mejor sociedad y lograr un óptimo desarrollo personal y profesional (Lyons, 2012).

Para lograr una de las metas de la escolaridad en relación con la formación en el área de lenguaje, que los estudiantes escriban de manera funcional y autónoma, atendiendo a diversas tipologías desde lo gramatical, lo sintáctico y lo semántico, y respondiendo a unas intencionalidades, Teberosky (2009), afirma que es necesario trabajar con una variedad de textos y de operaciones cuando los niños son pequeños para que luego, en los cursos superiores o en el bachillerato, puedan manipular la organización discursiva interna de los textos que han aprendido y no vean los nuevos textos como productos terminados, con una estructura discursiva demasiado sofisticada y elaborada como para ellos comprenderlos, reproducirlos o relacionarlos. Se hace necesario develar cómo se instaura el proceso desde los primeros años de escolaridad y ajustarlo para no pretender que, a punto de ser bachilleres, los estudiantes produzcan con propiedad lo que no se les enseñó sino hasta el último grado.

En el ámbito educativo, la argumentación está relacionada con los procesos de comunicación, orientada no solo a fortalecer la oralidad sino a producir textos escritos argumentativos, claros y coherentes con el fin de persuadir. De acuerdo a este concepto, y con el panorama expuesto inicialmente en relación con el mundo actual, la argumentación y, en este caso, la escritura argumentativa estaría orientada, además, hacia otro rol fundamental que es el de cuestionar, asumir una actitud contestataria frente al abuso, la injusticia y la falta de oportunidades. La argumentación debe ayudar a desarrollar mejores seres humanos, que en distintos medios alcen la voz preocupados por sus semejantes y defiendan sus derechos; y esos medios pueden ser escritos, es decir, la escritura como ejercicio de la razón y servicio social.

El desarrollo de la escritura argumentativa contribuiría al cumplimiento de uno de los objetivos de la educación colombiana: la formación de estudiantes competentes, capaces de solucionar problemas y de tomar posturas críticas frente a los diversos temas que se generen en todos los contextos donde se desenvuelva. La argumentación, según Perelman (2001), es requerida para convencer, persuadir y dar un argumento y significa según Weston (2006), ofrecer un conjunto de razones o de pruebas en apoyo de una conclusión. La argumentación asumida como reflexión sustentada sobre la realidad, trabajada en los grados iniciales desde lo oral, pero que requiere de la formalización escrita para que al finalizar el proceso educativo, el estudiante que va a egresar para dar inicio a su formación profesional, a su vida laboral y a su ejercicio como ciudadano, dé cuenta de ese aprendizaje de la escritura, la argumentación, la participación frente a un mundo que reclama posturas más activas, más compromiso y menos indiferencia.

Si la formación en ciencia, tecnología y sociedad evoca las incertidumbres de la condición humana, ¿cómo debe estar formado ese hombre capaz de afrontar dichas incertidumbres para darles tránsito y superarlas? De acuerdo con García (2012), dicha formación no solo comprende los aspectos organizativos y de contenido curricular, debe alcanzar también los aspectos propios de la didáctica y para ello es importante entender que el objetivo general del docente es la promoción de una actitud crítica, recursiva y sustentada, en la perspectiva de construir conjuntamente la clase y en general, los espacios de aprendizaje. Para tal construcción no se trata solo de manejar información, también de articular conocimientos, argumentos y contraargumentos, en busca de soluciones compartidas a problemas comunes relacionados con el desarrollo científico y tecnológico.

Desarrollo

El lenguaje es decisivo para la construcción del individuo y su quehacer en la sociedad. Los adultos con deficiencias en lectura y escritura afrontan dificultades de diversa índole: menores posibilidades de empleo satisfactorio, baja remuneración, escasa preparación para aprovechar las oportunidades que brinda la sociedad, tampoco están muy preparados para defender sus derechos, lo cual hace de ellos seres más vulnerables e incluso pueden presentar más problemas de salud. El lenguaje es preponderante en la vida de las personas que constituyen un grupo social.

Para el TERCE, la escritura es una actividad que satisface múltiples necesidades en diferentes ámbitos de la vida y permite gestionar información en diferentes contextos. Como herramienta, brinda la posibilidad al ser humano de expresarse y de desarrollar su creatividad, así como comunicarse de diferentes maneras. Es por eso que la escritura ha generado diferentes acercamientos teóricos, cada uno enfocado en diferentes aspectos del proceso en el que intervienen operaciones mentales como la planificación, la redacción y la revisión, que a su vez involucran diferentes aspectos textuales como el propósito, el léxico, la ortografía, etc.

Cuando se hace una mirada sobre la escritura, es común enfocarla sobre el producto terminado, aportando una visión sesgada, pues no se consideran las operaciones en juego y sus distintas fases durante la construcción, tampoco de las decisiones gramaticales, sintácticas y/o semánticas que tomaron los estudiantes para producir sus textos. Además, no se tiene en cuenta la escritura como una práctica social que exige la preparación en situaciones comunicativas contextualizadas donde quien escribe se compromete en géneros discursivos y propósitos de comunicación en los que se inscribe el texto. También escribir es una forma de organizar los pensamientos y fortalecer habilidades de aprendizaje.

En los Lineamientos Curriculares dispuestos por el Ministerio de Educación Nacional (1998, 2006, 2015, 2017), la noción de competencia comunicativa planteada por Hymes (1972), referida al uso del lenguaje en actos de comunicación particulares, concretos y social e históricamente situados, introduce una visión más pragmática del lenguaje en la que los aspectos socio-culturales resultan determinantes en los actos comunicativos.

Es por esto que el lenguaje es considerado como una de las capacidades que más ha marcado el curso evolutivo de la especie humana. En efecto, gracias a él se ha creado un universo de significados que ha sido vital para buscar respuestas al porqué de su existencia, interpretar el mundo y transformarlo conforme a sus necesidades, construir nuevas realidades, establecer acuerdos para poder convivir con sus semejantes y expresar sus sentimientos, por esta razón el lenguaje se constituye en una capacidad esencial del ser humano, la cual se caracteriza por poseer un doble valor: uno, subjetivo, y otro, social, resultante de asumir al ser humano desde una doble perspectiva: la individual y la social.

El lenguaje es considerado además como el medio natural de comunicación entre las personas, considerando como actividades básicas: hablar, escuchar, leer y escribir, razón por la cual fortalecer estas funciones es necesario para el desarrollo del ser humano, otro importante campo como son los cambios entre la comunicación textual, lectores y escritores cómo se ven influenciados por los desarrollos tecnológicos, económicos, políticos y culturales que son fundamentales en la historia.

Es así como la competencia comunicativa, se refiere a la capacidad de usar el lenguaje apropiadamente en diversas situaciones sociales que se presentan en el diario vivir; razón por la cual fortalecer estas funciones se hace necesario para el desarrollo del ser humano, con el fin de que pueda desenvolverse con eficiencia y destreza, en la sociedad.

La lectura es fundamental en el desarrollo de habilidades y competencias comunicativas del ser humano. Como realización intelectual, es un bien colectivo indispensable en cualquier contexto económico y social. Como función cognitiva, permite el acceso a los avances tecnológicos, científicos y de la información. Da la posibilidad de recrear y comprender mejor la realidad. Leer, es ser capaz de dialogar críticamente con el texto, tomar una postura frente a él y valorarlo integrándolo en el mundo mental propio. Leer, se constituye entonces en una habilidad que nutre el conocimiento pero para que la participación del ser humano sea completa en una sociedad alfabetizada se requiere de una participación activa por medio de la escritura, la cual implica conocimientos, habilidades básicas, estrategias y capacidad para coordinar múltiples procesos, por esta razón, la expresión escrita representa el más alto nivel de aprendizaje lingüístico, por cuanto en ella se integran experiencias y aprendizajes relacionados con todas las habilidades lingüísticas (escuchar, hablar y leer), se ponen en funcionamiento todas las dimensiones y competencias del sistema lingüístico (fonológica, morfo-sintáctica, léxica-semántica y pragmática).

La lectura y la escritura son el resultado de la actividad social y se convierten en una herramienta indispensable para el desarrollo de la ciencia y la tecnología, pues hacen un aporte grande a esta, así como también los adelantos de la ciencia y la tecnología son los gestores de diversos acontecimientos significativos, que han ido enriqueciendo nuestro léxico y generando interesantes cambios a nivel cultural, permitiendo a través de la práctica social grandes avances en la comunicación.

En una mirada retrospectiva, es posible apreciar la evolución de la comunicación, de la manera como la establecemos y cómo esto ha influido en los avances científicos y tecnológicos de la sociedad. A través de los años el hombre ha evolucionado y con él la ciencia y la tecnología, pues ha buscado de manera incansable suplir sus necesidades de expresión, de relación con los otros; atendiendo a ese llamado es como ha ido transformando el entorno en beneficio propio.

Esas repercusiones están ligadas al uso de los medios, entonces hay varias razones para que la tecnología haga presencia en la escuela, es útil y aplaudida desde el ámbito social y también se aprende de ella y sobre ella, es medio y a la vez objeto de estudio que puede servir para la formación del sujeto crítico que requiere el siglo XXI. Las nuevas tecnologías le permiten al estudiante enterarse de lo que ocurre en el mundo e interactuar, informarse y formarse. El trabajo de la escuela no solo es proveer ese contacto, también se trata de mediar esa relación para que sea pedagógica.

Cuando el auge de las comunicaciones nos arrojó, sin posibilidades de marcha atrás, hacia una virtualidad que parece definitiva, la escritura cambió de forma y de sentido. Hoy, en el siglo XXI, y desde la multiplicidad de soportes, se hace necesario imprimir a las acciones que pasan por la escritura un sentido que permita salvar, de algún modo, las desigualdades, viabilizando el derecho a la inclusión, a la comprensión y aceptación de las diferencias en una sociedad capaz de construir alternativas de expresión por escrito como modo de acercamiento al futuro.

Así como la lectura y la escritura han evolucionado y han requerido de la ciencia y la tecnología, ha sucedido lo mismo con las formas de comunicarnos. En el mundo de hoy nos resulta difícil imaginar un mundo sin los periódicos, las revistas, los libros, los mapas, los folletos, los carteles, los computadores, los teléfonos celulares, Internet, etc.; pues, la vida común de los ciudadanos está enmarcada por los avances científicos y tecnológicos, ya que el desarrollo de estos es uno de los factores que más influye en la sociedad y que están íntimamente relacionados con el proceso comunicativo, el cual se ha ido perfeccionando a la par con la sociedad y con el potencial que las nuevas tecnologías le han proporcionado, aportándole grandes beneficios.

Por lo que se puede deducir que la ciencia vista como el proceso de investigación que permite obtener nuevos conocimientos y la tecnología como el conocimiento práctico que se deriva directamente del científico, aparecen inmersas desde el proceso de humanización y socialización del hombre, aunque en esas etapas no se conocieran como tal, fue el paso de la sociedad por cada una de ellas, que fue aportando al proceso de formación de la ciencia, haciendo el conocimiento más complejo ya que estos van a la par con el desarrollo científico y tecnológico; en la medida que se va transitando de una etapa a otra, se van asociando e incrementando nuevos términos, no solo con el fin de nombrarlos , si no con el propósito esencial de poderse comunicar.

El lenguaje ha permitido sintetizar el resultado de las observaciones, consolidarlas, reflexionarlas, elaborar y perfeccionar conceptos, significando un rol determinante en los avances científicos y tecnológicos que alcanza la sociedad, además del aporte de neologismos que han nutrido el vocabulario y, ya que el desarrollo de la ciencia es progresivo, su aporte al lenguaje resulta inagotable.

Durante las últimas décadas la cultura, la educación y la ciencia han constituido una prioridad, es por eso que la educación, como uno de los factores más influyentes en la sociedad, persigue cultivar la responsabilidad de los sectores vinculados con la ciencia, la tecnología y la innovación. Los avances tecnológicos y científicos han modificado el proceso de adquisición del conocimiento y, por ende, el de la escritura.

Para el caso de la lengua escrita, a partir de las tecnologías de la información y comunicación se han generado transformaciones en los modos de intercambio, de tal forma que no podemos desconocer esas nuevas maneras de comunicar que surgen entre las nuevas generaciones. La lengua es un organismo social que se transforma con el uso que se hace de ella en unos contextos determinados, de ahí que en la actualidad crean nuevos signos y símbolos que responden a sus necesidades y les generan su propia identidad.

Freire (1984), consideraba que los procesos de lectura, escritura y oralidad se debían dar en contextos propios de realidades y necesidades de los niños y las niñas, de manera que pudieran escribir o rescribir el mundo, es decir, transformarlo a través de su práctica consciente. Por lo tanto, si las prácticas de vida siguen evolucionando, deben hacerlo también la escritura y la escuela, donde se formen sujetos que escriban en interacción con otros agentes externos que enriquezcan dicho proceso para un desarrollo integral. Sea esa interacción una oportunidad para que, en sus contextos, personales o virtuales, y a partir de los intereses auténticos de los estudiantes, se haga uso democrático del lenguaje para expresar creativamente la relación con su universo cercano.

Para Ferreiro (2000), no es posible ser ciudadano pleno, ni participar de manera crítica y reflexiva en la transformación de las sociedades si se es excluido de la cultura escrita. Por esto, es fundamental que los niños, niñas y jóvenes asuman el ejercicio la escritura como parte esencial de su desarrollo. Con este ejercicio, logran la construcción de su propia voz para poner de manifiesto su postura frente a los fenómenos cotidianos. Esto les permite ser ciudadanos activos y participativos, con herramientas sólidas para la construcción de su proyecto de vida social e individual.

Las nuevas tecnologías han tenido un significativo impacto en los distintos ámbitos de la sociedad y de la actividad humana. Al ser la información y el conocimiento la esencia de este desarrollo tecnológico, se genera una expansión acelerada del mismo, que se traduce en transformaciones en los contextos sociales, económicos y culturales, que llegan a ser visibles en el desarrollo de los sujetos y en sus interacciones. Se instauran, así mismo, nuevas dinámicas educativas que permiten mayor autonomía y flexibilidad en las relaciones de enseñanza-aprendizaje, a través de la búsqueda y aprehensión nuevas formas de acceder a la información.

De tal manera, el desarrollo de la escritura le plantea a la escuela de nuestros días innumerables retos, solo algunos pueden ser: el reconocimiento y comprensión de la manera en que circula la información y el modo en que se están transformando los entornos sociales; también, la creación de condiciones para facilitar el acceso y apropiación de la información a través de la tecnología por parte de los distintos grupos sociales; y otro aspecto relevante, desarrollar capacidades en las comunidades para su integración a las prácticas educativas. Por lo anterior, la escritura se articula de manera transversal a todas las áreas del plan de estudios, al servicio de la ciencia, la tecnología y la sociedad para garantizar que el conocimiento llegue a las nuevas generaciones y promover su aprovechamiento pertinente, auténtico, contextualizado y con sentido crítico sobre el mundo contemporáneo.

Como sujetos de la cultura escrita, la función básica del lenguaje es el intercambio social como plantea Vygotsky (1964, 1977). Con el desarrollo del lenguaje y la adquisición de la lengua escrita se posibilita el derecho al conocimiento y a establecer relaciones con el mundo, pues las capacidades de escuchar, hablar, leer y escribir orientan la expresión política y potencian la intervención activa de los sujetos en el grupo social para la toma de decisiones que determinarán su futuro.

En los últimos tiempos se ha incrementado el interés por la ciencia y la tecnología de forma tal que todos los individuos hacen uso de ellas, no solo en cuestiones educativas, si no de orden laboral y también para establecer relaciones sociales y de comunicación. Se debe declarar que son procesos sociales profundamente marcados por la civilización donde han crecido, su concepción es satisfacer urgencias y necesidades de los ciudadanos, lo que evidencia la íntima relación que existe entre la ciencia, la tecnología y la sociedad.

Es importante resaltar que el hombre construye conocimientos, pero no de forma aislada, sino en comunidad, esto incluye los procesos de lectura y escritura, como ser social, busca información constantemente sobre los aconteceres del mundo y los avances tecnológicos; para que esta actividad se desarrolle de manera óptima, hay que fomentar la lectura, para acercarse al conocimiento y estar preparado para escribir, para tener más conciencia sobre qué decir. Así, el desarrollo del lenguaje se constituye en una de las finalidades del sistema educativo, que se concreta y adecua en cada uno de los estándares de competencia, expuestos por el Ministerio de Educación Nacional de Colombia (1998, 2006, 2015, 2017), formulados en términos de las capacidades que se espera vayan desarrollando todos los estudiantes a lo largo de su escolarización y que se complementa con el proceso de lectura y escritura, acorde al grado que cursan.

Es muy importante que en el proceso de enseñanza y aprendizaje se potencie en los estudiantes las competencias escritoras que les permitan desenvolverse, no solo en su entorno cotidiano, sino en otros contextos más avanzados, donde ellos puedan interactuar y argumentar y proponer aunque cambien las maneras de relación social, sigamos siendo seres racionales, íntegros y sociales, en una realidad cambiante; para que ello se logre es imprescindible el papel de la educación en la formación de un individuo, no solo en conocimientos, si no en la buena relación consigo mismo, con el otro y con el entorno, y con un buen dominio de la ciencia y la tecnología.

La educación desempeña un papel importante en el desarrollo de la ciencia y la tecnología y es vital para desarrollar un buen proceso de lectura y escritura, que desarrolle todas sus habilidades comunicativas, lo cual ocurre si vive en sociedad, pues el lenguaje se desarrolla en la interacción y es el instrumento fundamental en el proceso de socialización y aprendizaje, ya que permite la adaptación al medio y su integración, la adquisición de valores, creencias, opiniones y costumbres correspondientes al contexto social.

El auge de la informática y los nuevos sistemas de telecomunicación permiten a los seres humanos, la escritura, almacenamiento, procesamiento, transporte y lectura de textos con medios electrónicos más ventajosos, relegando los soportes tradicionales, como el papel, a un segundo plano. Cada nuevo invento desplaza a los antiguos en la medida en que el público acude a lo que le brinda mayor comodidad y posibilidades; por esto, hace falta un currículo para ayudarle al estudiante a comprender su vida, ayudándole a afrontarla mejor a través de sus habilidades lingüísticas pues puede expresarse y establecer relaciones con su entorno.

En la actualidad resulta fundamental que la escuela y el docente promuevan la lectura y la escritura haciendo uso de las herramientas de informática, aprovechando los recursos digitales para su quehacer escolar, flexibilizando los currículos donde se combinen ejercicios cognitivos y recreativos por medio de blogs, foros interactivos, grupos de discusión, aportar al periódico escolar virtual, páginas web institucionales, etc.; donde los niños y jóvenes fortalezcan su sentido crítico al estar mejor informados y ejercitados en sus procesos cognitivos.

Para estas orientaciones es de gran importancia el contexto sociocultural, el cual toma como punto de partida los postulados de Vygotsky (1979), y se presenta como un enfoque centrado en el desarrollo humano, el cual se enfoca desde el respeto por el crecimiento y desarrollo de los estudiantes, al reconocer que lo que ocurre en el contexto escolar interactúa con lo que ocurre fuera de él.

Diversos autores han propuesto la conveniencia de un enfoque transversal del lenguaje para desarrollar sus habilidades en contextos reales, más auténticos. Para cumplir con este propósito, es necesario que los maestros tengan presente las formas en que los conocimientos, las capacidades y las actitudes que se potencian desde la clase de lengua castellana aportan a la formación académica y a formar mejores ciudadanos para el mundo, para que habiten mejor en él y no sean solo analfabetas funcionales como afirmaba el nobel Saramago (1999), al referirse a quienes leen y escriben solo cuando y como toca; se incita, por el contrario, a que la formación académica sirva para escuchar, hablar, leer y escribir desempeñándose óptima y constructivamente en el quehacer cotidiano, aportando a una mejor sociedad. En este sentido, el desarrollo y fortalecimiento del lenguaje están en el centro de las búsquedas de la excelencia académica y la formación integral para el desarrollo del pensamiento crítico y científico para el mejor uso y desempeño frente a la tecnología con significativos aportes a la sociedad donde se comuniquen ideas y sentires por medio de textos escritos.

Desde el punto de vista pedagógico, la transformación debe ser global, el compromiso con el desarrollo de competencias actuales e innovadoras, no deja duda sobre la necesidad de promover activamente estrategias y perspectivas que privilegien a un estudiante que construye su conocimiento, a un docente que enseña con sentido para sí mismo y para sus estudiantes, comprenden lo que se les enseña y son capaces de transferirlo a distintos contextos, a unos educandos creativos y activos, a unos docentes conocedores de su disciplina, que también construye conocimiento, y que es capaz de hacer avanzar el desarrollo de las competencias en sus estudiantes hacia niveles cada vez más altos.

La educación en Colombia se define como un proceso de formación permanente, con una concepción integral del ser, conocedor de sus derechos y deberes, y consciente que la escritura, aunada a la argumentación, optimiza el proceso de aprendizaje y ayuda a transformar la manera como se llega y se asume el conocimiento, expresando comprensión de información nueva, explicando fenómenos científicos, analizando conclusiones para participar como ciudadano, en temas relacionados con la ciencia. Lo que demuestra una vez más lo importante que es, para el buen desempeño de los estudiantes en todas sus áreas, que desarrollen y expresen por escrito una postura crítica y argumentativa frente a su entorno inmediato y frente a la vida.

La escritura y la argumentación, han tenido gran impacto en el desarrollo de la cultura en distintos momentos de la historia, por ello es necesario cuestionar qué tipos de escritura y argumentación son promovidos de las prácticas culturales y escolares. Cuáles son las hipótesis, cuáles son las demandas y los obstáculos sociales y de la cultura académica. Es necesario desarrollar competencias para la escritura argumentativa que promuevan y mejoren la comunicación, el uso de pruebas para sustentar una idea, ser capaz de cuestionar la autoridad y basar juicios en criterios que estimulen la capacidad de formar opiniones propias, sin depender solo de ideas de otros, que significaría evaluar la postura propia y la ajena con criterio.

Lo anterior, en términos de Toulmin (1993, 2003), como posible respuesta a diversas necesidades de comunicación para evolucionar y transformarse gracias a una enseñanza que permita comprender y avanzar hacia la alfabetización científica. Los nuevos currículos para la enseñanza de las ciencias incluyen la argumentación como una de las bases que definen sus competencias. No es desacertado afirmar que, en los contextos actuales, se está tomando las riendas de los discursos para enseñar a argumentar desde la ciencia.

Según lo anterior, se están proponiendo alternativas para preguntar e ir más allá de la repetición para expresar el criterio propio y tener incluso la posibilidad de ser divergente, pues de allí, de la duda, de la inconformidad, de la contradicción, emerge el pensamiento científico que implica discutir, razonar, argumentar, criticar, justificar ideas y explicaciones; y, además, el desarrollo de las ciencias requiere del lenguaje pues aprender implica comunicarse, convirtiéndolo en un proceso social.

Por esto resulta fundamental comparar, discutir, cuestionar para asumir posturas críticas que le permitan participar del contexto. De esta forma, la argumentación puede ser comprendida y asumida.

Así, entonces argumentar requiere establecer relaciones entre los datos, y las conclusiones encontrando reglas entre efectos y causas, donde elementos como la conclusión, las pruebas y la justificación son fundamentales para la realización de argumentos bien estructurados. Por lo anterior se considera un aporte al desarrollo del pensamiento crítico, ya que la evaluación de los enunciados permitiría superar la dependencia de los argumentos basados en la autoridad, en la familia, en los medios de comunicación, entre otras.

Las deficiencias relacionadas con la enseñanza y el aprendizaje de la escritura argumentativa en el ámbito escolar seguirán en las aulas, dada la complejidad de los procesos que implica; además, continúan siendo insuficientes las propuestas y orientaciones sobre cómo enseñar a argumentar por escrito desde grados escolares iniciales. Se impone la necesidad de continuar investigando acerca de cómo hacerlo en diversos contextos y en situaciones de uso; de tal manera que se ofrezca mayor orientación de los procesos a quien enseña y a quien aprende.

Conclusiones

En el contexto de la investigación, en el área del lenguaje, se presentan debilidades más marcadas en la escritura a nivel de los componentes semántico, sintáctico y pragmático. De igual manera, se observa que los maestros realizan pruebas en los diferentes grados con resultados similares a los de las pruebas externas.

El interés por la argumentación desde la propuesta toulminiana aporta a la educación en ciencias para que los procesos de enseñanza estén direccionados a las actitudes críticas con las que los estudiantes aprendan a valorar y evaluar desde y hasta su propio entorno. De esta manera, puede pensarse una ciencia que evoluciona y se transforma a través de una enseñanza más allá del concepto incuestionable e irrefutable.

La falta de interés o gusto por la lectura, los bajos niveles de comprensión y las dificultades para poner por escrito las ideas y trascender las opiniones son realidades que sufren los estudiantes, lo cual invita a efectuar mayores esfuerzos que definan mejores condiciones para que niños y jóvenes integren la lectura y la escritura como prácticas cotidianas y puedan acceder a mayores oportunidades de desarrollo.

Cuando los estudiantes llevan a cabo procesos de argumentación escrita apoyados en herramientas tecnológicas, también muestran falencias, que obedecen más a la construcción del conocimiento y al uso de sus habilidades argumentativas y expresivas, que al uso de las nuevas tecnologías. Lo anterior, enfoca la problemática hacia las propuestas curriculares utilizadas para enseñar a escribir y a argumentar; siendo así, persiste la urgencia de trascender los marcos teóricos para brindar un análisis más orientado a la elaboración del texto argumentativo en situaciones de aprendizaje auténticas, investigando los diversos aspectos que la componen.

Son muchos los factores que influyen en las carencias que presentan los estudiantes en la producción escrita y en la argumentación, tales como el bajo nivel de lectura, carencia de hábitos de estudio y disciplina de trabajo, periodos cortos e ineficaces de concentración, escasa motivación desde la familia, falta de ejemplo y valoración del conocimiento, dedicación a otras asignaturas distintas a lenguaje por considerarlas más difíciles; prácticas pedagógicas que no estimulan el deseo de aprender y diversas situaciones de índole familiar, social y cultural que alejan a los estudiantes de los objetivos de la escolaridad. Lo dicho, hace más difícil tener un estudiante dispuesto para ser un escritor competente que aporte y produzca conocimiento acorde con el desarrollo científico y tecnológico en la sociedad que demanda su tiempo.

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Recibido: 04 de Febrero de 2020; Aprobado: 20 de Marzo de 2020

*Autor para correspondencia. E-mail: cooordinacionapoyo@gmail.com

Los autores declaran no tener conflictos de intereses.

Los autores han participado en la redacción del trabajo y análisis de los documentos.

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