INTRODUCCIÓN
En Cuba, dentro de sus políticas esta elevar la cultura general integral de todo el pueblo, en especial de las nuevas generaciones con necesidades educativas especiales, para este propósito es vital la preparación de la familia, educadores y otros especialistas encargados de transmitir conocimientos en las temáticas referidas a la sexualidad y su educación, lo que se debe evidenciar en los modos de actuación para promover la educación de la sexualidad de sus hijos.
Para lograr el cumplimiento de esta aspiración resulta de gran importancia la educación de la sexualidad con la incidencia de todos los mediadores, la familia, la escuela y la sociedad, que propicie un apoyo adecuado de todas las influencias correctas en conformidad con las características anatómicas, fisiológicas y psicológicas de los adolescentes, propias del nivel que transita en su desarrollo, lo que permitirá formar una conciencia moral que manifieste en su conducta sexual de acuerdo con las exigencias de la sociedad cubana actual.
Si la sexualidad es todavía un tabú en la sociedad, cuando se va abordar la sexualidad de este grupo poblacional la situación se agudiza por el impacto que tiene en las dimensiones de la sexualidad, en lo individual, de pareja, la familia y la sociedad, aquí es mucho mayor por todos los prejuicios, mitos y estereotipos entorno a la sexualidad de estas personas.
En una sociedad como la actual donde se presentan como modelos a seguir arquetipos perfectos, donde se subraya que lo bueno es ser bello, joven, fuerte, apuesto, educado, limpio, tener un buen empleo, estar casado y tener hijos sanos, las personas con retraso mental son “desfavorablemente diferentes”. Por ello no es de extrañar que muchos se sientan incapacitados para poder tener una relación con los demás, se sientan diferentes al resto del mundo en este aspecto, como si no fueran merecedores de tener una vida sexual satisfactoria, hasta el punto de llegar a pensar que no serán aceptados.
En esta dirección es oportuno exponer que desde el nacimiento el ser humano es sexuado desde lo biológico y deviene en ser psicológicamente sexuado. De ahí la pertinencia del tema que se aborda, para que la familia, como agencia socializadora, en sus modos de actuación tribute en este empeño. Si esto se ignora por padres, madres y especialistas existe el riesgo de imprimir en la educación modelos de comportamiento rígidos y estereotipados. La reacción ante una situación relacionada con la sexualidad, ya sea que se trabaje directamente o se evada, se trasmiten mensajes que puede ayudar o hacer más difícil el desarrollo sexual de los adolescentes con retraso mental.
Es importante resaltar que la educación sexual es el proceso activo que potencia al ser humano para el encuentro libre, pleno y responsable con el otro sexo y con la propia sexualidad, en correspondencia con sus necesidades y las de su contexto, garantizando el protagonismo y la capacidad de elegir los limites personales de la sexualidad, así como el respeto a las personas con las cuales se relaciona. Lo antes expuesto realza la gran significación que tiene el trabajo con este grupo atareo, que son los adolescentes con retraso mental.
En estos últimos tiempos el tema de la sexualidad se ha hecho recurrente, por tanto, su educación se ha hecho también una necesidad en los adolescentes, así como de la familia para el adecuado manejo y de desarrollo de este tema. El papel que desempeña la familia es primordial en todo el proceso de educación de la sexualidad, precisamente porque constituye uno de los espacios donde se propicia la protección y el cuidado de la salud de sus miembros. Así como recibe los primeros aprendizajes desde lo afectivo y lo cognitivo, para potenciar un hombre y mujer sano y feliz, y se promueva vínculos equitativos sin tener en cuenta su condición mental.
Una educación integral debe preparar a los adolescentes con retraso mental para la vida plena, garantizando que sean útiles a sí mismos y a los demás. Esto significa desarrollar su personalidad en todas las aristas de su comportamiento.
La preparación de los adolescentes actuales en la sociedad debe ser cada vez más sólida y propiciar una concepción científica del mundo, amplia a partir de todo el sistema de conocimientos e influencias que le permita el conocimiento con relación a su cuerpo, la estructura y funcionamiento del mismo y así estará mejor preparado para concebir y aplicar las medidas higiénicas que le posibilitará conservar su salud y sus formas de manifestar la sexualidad en su accionar de manera responsable ante todas las situaciones que se le presentan en la vida social, personal y familiar.
Entre los antecedentes de la educación sexual en Cuba se puede ampliar que, a partir de la revolución educacional efectuada en la sociedad cubana, se han desarrollado diversas experiencias comunitarias para la educación y orientación de las familias de distintos grupos poblacionales, en esta línea de investigación.
En el Congreso Nacional de Educación y Cultura, celebrado en abril de 1971, se realizó un balance a las experiencias de la primera década de la Revolución y se trazaron nuevos objetivos, propiciando un sistema de orientación a la familia. Su eje consistía en las escuelas de padres y madres y fue complementado por la orientación psicológica y pedagógica a través de los medios de difusión masiva. Desde 1973 se introdujeron cambios en los contenidos en sobre la sexualidad humana en la asignatura de Biología y sus textos para secundaria básica. Los mismos se ampliaron con los sucesivos perfeccionamientos del plan de estudios. Si bien se ha señalado por especialistas que su enfoque era a partir de los contenidos, permitió abordar de manera científica conocimientos que estaban censurados o hasta distorsionados en la cultura tradicional.
En cada una de las transformaciones que se han realizado, por el Ministerio de Educación, se han perfeccionado y ampliado las potencialidades y vías de dar salida a este programa de educación sexual tanto en lo curricular como extracurricular, que se llevan a cabo en el desarrollo del proceso docente-educativo.
En la actualidad en los centros educativos, sobre todo los de nivel secundario y medio, se aborda tanto en clases como en las actividades extradocentes muchos contenidos de la sexualidad humana, que incluyen no solo lo correspondiente al carácter biológico, de salud reproductiva y de regulación de la tasa de natalidad, sino sobre todo los que se refieren a la vida afectiva y a los valores morales, pues estos sentimientos son parte esencial del amor de los seres humanos.
Las personas portadoras de retraso mental manifiestan emociones e impulsos sexuales similares a los de los demás miembros de la sociedad, como es lógico con menos conocimientos y esto hace que se conviertan en sujetos con menos posibilidades de resolver las diversas dificultades que en este sentido pueden surgir. Las familias y el personal especializado muchas veces dedican más tiempo a la educación y la rehabilitación en sentido general, pero no tanto a la educación de la sexualidad, lo que está provocado por los prejuicios que abrazan esta esfera de la personalidad.
La educación sexual es una parte esencial de la vida de en esta etapa, pues se aprovecha cualquier temática que pueda contribuir a un tratamiento franco y abierto de estas cuestiones. Además, se han desarrollado formas muy atractivas para analizar diferentes temas de las relaciones emocionales entre los adolescentes con retraso mental: lo que sienten, sus aspiraciones, preocupaciones y dudas que puedan presentar y se realizan en horarios extraclases diversos talleres y círculos de interés.
Pese a todos los esfuerzos realizados por el Estado cubano de promover y enriquecer la educación de la sexualidad en las nuevas generaciones, en sentido general y en el caso que de los que tienen retraso mental, es necesario profundizar en la práctica educativa acerca de este tema, sistematizar acciones y proyectar la realización de otras en función de las necesidades básicas de aprendizaje de este grupo objeto de estudio.
La educación de la sexualidad es un tema que no tiene edad para comenzar a conversar con los hijos, si es importante que la familia conozca el desarrollo psicosexual en el que se encuentran sus hijos, lo que ayudaría a promover la educación de la sexualidad de cada uno de ellos en correspondencia con sus peculiaridades y el desarrollo psicosexual, de ahí la importancia que tiene el tema a quien va dirigida esta investigación.
Por lo antes expuesto el objetivo de este artículo es proponer un sistema de talleres para la preparación de la familia para la educación sexual de sus hijos adolescentes con retraso mental hospitalizados en el Centro Nacional de Rehabilitación Julio Díaz.
DESARROLLO
Para la preparación de las familias primeramente se hizo un diagnóstico inicial donde se pudo constatar que existe desconocimiento en los temas relativos a la educación de la sexualidad.
Se aplicaron las entrevistas y como resultados arrojaron que en las familias esta la existencia de mitos, prejuicios y tabúes sexistas, miedos, temores, sobre la sexualidad de sus hijos adolescentes con retraso, que limita el diálogo y la comunicación los temas de la sexualidad y su educación.
En función de los resultados obtenidos en las entrevistas realizadas se aplicó un sistema de talleres los que se caracterizan por ser educativos, flexibles y dinámicos.
Continuaciones presentan dos de los talleres que fueron aplicados a las familias:
Taller 1:
Tema: Introducción sobre los temas a tratar en cada taller (su importancia).
Objetivo: conocer las diferentes temáticas con relación a la educación sexual de los hijos adolescentes y la responsabilidad que tiene la familia de prepararlos para asumir conductas sexuales responsables durante esta etapa de la vida.
Medios de enseñanza: computadora y tarjetas.
Método: conversación heurística.
Forma de organización: taller.
Evaluación: sistemática.
Procedimientos: la coordinadora, presenta unas diapositivas con el objetivo de que las familias valoren cada una de las actividades observadas relacionadas con la educación sexual. Se procede a través de un sistema de preguntas donde cada padre, madre, familia, se presentan y dan las respuestas relacionadas con su criterio. A continuación se presenta el sistema de preguntas que consiste en:
Estas permitieron el debate para conocer la importancia que tiene la preparación de las familias para que los adolescentes asuman conductas responsables esta etapa importante de la vida.
Evaluación: para evaluar los resultados se tendrá en cuenta la técnica participativa “las tres Q”:
Taller 2:
Tema: Características psicosexuales de los adolescentes.
Objetivo: explicar los cambios biológicos, psicológicos y sociales que ocurren en los adolescentes y en especial los que tienen retraso mental.
Medios: tarjetas y adolescentes de diferentes edades.
Método: conversación heurística
Procedimientos: la coordinadora presenta a las familias el objetivo a cumplir en este taller, pedirá que expongan sus experiencias acerca de sus hijos y los cambios biológicos que han ocurrido en ellos desde las edades anteriores hasta la etapa de la adolescencia, cada familia expone sus experiencias. Se procede a presentar adolescentes de diferentes edades y los padres y las madres, en hojas de papel escriben algunos cambios biológicos que observaron por edades, luego los y las adolescentes se retiran y se somete al debate a través de un sistema de preguntas que a continuación reflejamos:
¿Qué características observaron en los estudiantes de 11 años?
¿En los de 12 a 13 años?
¿Cómo observaron a los de 14 en adelante?
¿Compáralos con tus hijos?
¿Qué haces para que se comporten en la sociedad?
¿Creen que las características que presentan los adolescentes con retraso mental, pueden ser iguales que los de intelectos normales? ¿Por qué?
Se realiza el debate, de cómo debe tratarse el adolescente con retraso mental y orientar sus comportamientos en la sociedad a partir de estos cambios en la adolescencia.
Para dar cierre a este taller se utilizó la técnica lo positivo lo negativo y lo interesante.
CONCLUSIONES
El diagnóstico inicial permitió conocer el estado actual de la preparación de la familia para desarrollar la educación de la sexualidad de sus hijos adolescentes con retraso mental, lo que permitió revelar la escasa preparación y en los conocimientos que poseen sobre este tema.
La propuesta del sistema de talleres para la educación de la sexualidad se caracteriza por ser dinámicos, participativos y flexibles para la educación de la familia favoreciendo su papel educativo con sus hijos adolescentes con retraso mental en la promoción de conductas sexuales responsables en esta etapa de la vida.