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Estimado Editor:
De gran valor resulta la publicación en la Revista Información para Directivos de Salud, Número 34 (2021): enero - abril del artículo “La obra de la Revolución trazó el camino para el enfrentamiento a la COVID-19 en Cuba”.1 Dado, en la importancia que reviste para el país desde el punto de vista político, económico y social, no olvidar jamás la obra de la revolución cubana y el legado histórico de Martí y Fidel en momentos en que el mundo entero está enfrascado en su solución; y cuando conocemos que de cierta forma, la población ha descuidado la vigilancia hacia la presencia del coronavirus en esta nueva normalidad. Además, de representar un elemento importante para la comunidad científica que cada día se enfrasca en la solución del problema.
En medio de ese complejo escenario internacional, los retos para Cuba y su sistema de Salud en el 2020 han sido inmensos, enfrentarlos, como hasta el momento hemos hecho, es fruto de la obra imperecedera de la Revolución y los genuinos principios humanitarios que Fidel cultivó en ella.1
Una de las tareas más hermosas que se ha desarrollado en la etapa revolucionaria es trabajar constantemente para lograr un pueblo cada vez más saludable y, sobre todo, un pueblo que se sienta cuidado y seguro con sus servicios médicos. Para esto Fidel reafirmó “que la mejor calidad humana debe estar en la salud, que no es solo la calidad técnica sino de la calidad de mujeres y hombres que trabajan en ella”. Pero decía más, “calidad humana hay en nuestro pueblo en todos los frentes de trabajo, pero sí hay un frente donde se exige aún más junto a la vocación, el espíritu de sacrificio, es en el frente de la salud dígase de médicos, enfermeros y técnicos personal que en conjunto determinan el resultado del esfuerzo que despliega la Revolución para con la salud del pueblo”.2
Resulta imprescindible destacar que todas las ideas del Apóstol constituyen un legado histórico importante para las futuras generaciones. El ideario martiano en cuanto a la grandiosa obra de la medicina no solo es significativo desde el punto de vista histórico, más que ello, es un valioso legado para los hombres dignos y justos con una visión lejana y futurista que ante todo desean la paz y el bienestar de sus semejantes, siendo Fidel, sin dudas, el exponente mayor.3
Fidel Castro constituye el líder indiscutible de las esenciales estrategias para las transformaciones del Sistema Nacional de Salud en Cuba, se sustenta sobre las sólidas bases de la gratuidad, igualdad y solidaridad de la medicina cubana revolucionaria. Cuya máxima expresión lo constituye el internacionalismo proletario, y se toma como paradigma el pensamiento revolucionario martiano como legado histórico en el campo de la Medicina y la Salud.3
La sabiduría ancestral de los cubanos conformada por los aportes culturales de europeos, africanos y asiáticos, entre otros- enseña que de la dificultad se debe siempre sacar lo positivo para enfrentar los nuevos retos. Por difícil que parezca, esta pandemia ha puesto de manifiesto elementos que se deben tener en cuenta como enseñanzas permanentes.4
Una vez más, el pueblo cubano junto a la comunidad científica se ha unido en la lucha contra la pandemia y aun cuando la situación económica es desfavorable LA COVID-19 ha dejado muchas enseñanzas en el orden individual colectivo e institucional. Se comienza a reactivar la economía y con ello, todo el país aumenta el flujo de personas que llegan desde el exterior y eso no hace hacer uso de esas enseñanzas y no permitir se escape una de las tantas enseñanzas de bioseguridad.
El enfrentamiento a la pandemia en Cuba se ha estructurado mediante una respuesta coherente, con unidad e integridad, basada en los aportes de la comunidad científica, representada por sus centros de investigación y de desarrollo tecnológico, las universidades, la Academia de Ciencias de Cuba y las sociedades científicas, que han respaldado de forma decisiva el diseño, implementación y evaluación del Plan Nacional de Prevención y Control.
Entonces una vez más, corresponde demostrar con la práctica científica como herramienta principal y el esfuerzo mancomunado de la unidad de nuestro pueblo, junto a la solidaridad manifestada por hombres y mujeres que en el mundo apoyan la razón que ha inspirado a tantos cubanos y cubanas, que el compromiso sigue siendo, poner la Ciencia en función de resolver los problemas con calidad.
Como siempre el ministerio de Salud Pública y el Ministro han demostrado la confianza en este gran ejercito de batas blancas que portan como armas la sabiduría ,humanismo y valores éticos y morales sobrados en su entrega total en la lucha por el bienestar del pueblo de Cuba y del mundo.
Estimado editor, temas como estos que justifica la confección de esta carta, permitan concatenar las acciones necesarias para lograr las metas ante el constante auge de la pandemia a nivel mundial. Tracemos entonces todas las estrategias posibles para dotar a nuestro pueblo de verdaderas herramientas en el combate ante LA COVID-19
