INTRODUCCIÓN
El profesional Licenciado en Atención Estomatológica debe estar preparado científica- y técnicamente para orientar y remitir a la consulta estomatológica a los pacientes con problemas del componente bucal, lo cual demanda mantener una actitud responsable ante su superación permanente. En el año 2003 se actualiza el programa curricular del tecnólogo y se amplía a 21 perfiles, diseñados por ciclos de formación: básico, técnico y profesional. Desde su primera versión, esta carrera desarrolló en los educandos el método tecnológico como objetivo profesional de trabajo, con capacidad para desempeñarse en los tres niveles de atención del Sistema Nacional de Salud, y el cumplimiento de misiones en países que lo soliciten.1,2
Dentro de su objeto de trabajo están: procederes tecnológicos en función de la promoción de salud, prevención de enfermedades bucales, atención curativa y rehabilitadora en los servicios de estomatología, a partir de métodos de evaluación y control de los procesos higiénico-epidemiológicos de las enfermedades trasmisibles, no trasmisibles y medio ambientales en la comunidad; así como el cumplimiento de las normas de bioseguridad en los servicios.3) De modo que este licenciado puede desempeñarse en diferentes áreas del departamento de Estomatología y ejecutar tareas y ocupaciones como: la limpieza mecánica de equipos y aditamentos, esterilización del instrumental y materiales mediante los diferentes métodos establecidos y la aplicación de las normas de bioseguridad; según indica el programa nacional de atención estomatológica integral a la población.1,4
Ante la escasa preparación para enfrentar la pandemia de la COVID-19 en Cuba se ha desplegado una estrategia nacional para su prevención y control; entre sus elementos se destaca la capacitación a profesionales y otros trabajadores del sector de la salud. Las acciones educativas han constituido un proceso continuo, paulatino y orientado a grupos específicos acorde con la profesión u ocupación.
La aparición del nuevo coronavirus ha complejizado la aplicación de las normas de bioseguridad, en particular a los profesionales de Estomatología, por los altos niveles de trasmisibilidad de la enfermedad y la cercanía que mantienen dichos profesionales en la atención a los pacientes y el uso del instrumental. De ahí la necesidad de promover acciones de capacitación a los profesionales que les permitan enfrentar de modo seguro su labor.5,6 Por tanto, es importante el conocimiento sobre las modificaciones en los protocolos de actuación y el cumplimiento de nuevas medidas de bioseguridad por los profesionales en Estomatología. En estudios precedentes en Cuba, otros autores abordaron los conocimientos que estomatólogos y tecnólogos deben tener presentes en la atención directa a pacientes en consulta para la prevención y control de esta enfermedad.7,8
Es un hecho que los tecnólogos en atención estomatológica están en riesgo por el contacto con los microorganismos de la flora bucal que pueden convertirse en agentes patógenos, por tanto, deben conocer la actualidad en cuanto al SARS-CoV-2 y las medidas de bioseguridad en el área estomatológica, pues suelen ocurrir trasmisión de infecciones cruzadas, incluso ocasionar la muerte, y aún no se cuenta con una terapia antiviral específica que lo evite.9
Teniendo en cuenta lo anterior, se considera necesaria la superación de los recursos humanos de atención estomatológica sobre las normas de bioseguridad para apoyar los procesos tecnológicos que realizan en las clínicas estomatológicas durante la pandemia de la COVID-19. El propósito de este artículo es: identificar las necesidades de superación profesional del tecnólogo sobre el protocolo de bioseguridad en Estomatología en tiempos de COVID-19.
MÉTODOS
Se realizó un estudio descriptivo en las clínicas estomatológicas de las áreas de salud del municipio Santa Clara, durante febrero de 2021. La población estuvo constituida por 122 tecnólogos en atención estomatológica y la muestra compuesta por 44, elegidos mediante un muestreo aleatorio estratificado, con el fin de incluir individuos de todas las clínicas del municipio.
Los métodos aplicados fueron: del nivel teórico: analítico-sintético e inductivo-deductivo para identificar los cambios en el protocolo de bioseguridad; del nivel empírico: el cuestionario, la observación y el análisis documental.
El cuestionario permitió medir el nivel de conocimientos generales sobre la enfermedad, principales vías de trasmisión del SARS-CoV-2, exposiciones a riesgos, y normas y principios de bioseguridad contextualizadas ante la presencia de la COVID-19. Cada tema tenía cuatro preguntas con valor máximo de 25 puntos cada una. Se aplicó de forma directa e individual. Se cuantificó a los tecnólogos según las calificaciones obtenidas en el cuestionario en: menos de 75 puntos (bajo), de 76 a 89 (medio) y de 90 y más, alto.
La observación se utilizó para comprobar las acciones y habilidades que desarrollan los tecnólogos en su accionar práctico en la consulta y en la central de esterilización. Se usó una guía con el protocolo y se marcaba si se cumplía o incumplía: preparación previa del instrumental a utilizar en dependencia del tratamiento requerido por cada paciente, cumplimiento del tiempo establecido entre citas de un paciente a otro, procedimientos para deshacerse de los materiales u objetos descartables, procedimientos de desinfección (en pacientes, áreas de trabajo, personales e instrumentales).
Para el análisis documental fueron objetos de revisión las Normas de bioseguridad instauradas por el Programa Nacional de Atención Estomatológica Integral a la Población en Cuba3) y el Protocolo de Actuación Nacional para la COVID-19.4). Las categorías de búsqueda fueron: presencia de elementos relacionados o asociados a los procedimientos para la atención al paciente con virus en los servicios de estomatología.
Para la actualización de la teoría fueron revisadas publicaciones científicas referentes a la atención estomatológica en la COVID-19, se consultaron las bases de datos: LILACS, MEDLINE, Pubmed y GOOGLE SCHOLAR. Se aceptaron los artículos publicados en idioma español e inglés. Para obtener la información se utilizó el método de análisis de publicaciones que permitió extraer la información relevante y la síntesis de información para realizar el ordenamiento y combinación de la información extractada. Fueron utilizadas como palabras clave: recomendaciones, COVID-19, bioseguridad, atención estomatológica.
Para la recogida de la información se tuvo en cuenta el cumplimiento de los aspectos éticos al investigar con seres humanos, según la Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial para toda investigación médica.
Los resultados obtenidos fueron triangulados lo que permitió contrastar y generalizar criterios y finalmente arribar a conclusiones.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
El análisis documental permitió constatar la existencia en el departamento de Estomatología de las normas de bioseguridad recogidas en el Programa Nacional de Atención Estomatológica Integral a la Población, el cual rige todos lo procederes que se realizan en el servicio estomatológico,3 así como los procesos de limpieza y esterilización. En este programa se incluyen los elementos relacionados con los virus, pero no los requisitos para las normas de bioseguridad para la COVID-19. En el Protocolo de Actuación Nacional para la COVID-19,4 no aparecen implícitas las indicaciones referentes a la atención estomatológica; sin embargo, se han establecido por el departamento nacional de estomatología indicaciones esenciales como las prestaciones solo a las urgencias producto de los riesgos para el equipo de profesionales y técnicos implicados así como para el paciente. La Estomatología ha pasado de una etapa de gran desarrollo clínico a una donde el manejo de barrera de protección, el control de tratamientos y el tiempo asignado a los pacientes ha cambiado la forma de actuar en la profesión.
Los documentos que recogen las recomendaciones sobre protocolos de bioseguridad relacionados con la atención estomatológica en la COVID-19 exponen la instauración de modificaciones en el protocolo. Entre estas se destacan: estar actualizado sobre el curso de la pandemia en su localidad, seguir los protocolos previos de desinfección, protección personal, exámenes complementarios y ergonomía. Durante la atención, los protocolos para disminución de aerosoles, uso de desinfectantes activos frente a los coronavirus y posterior a la atención (eliminación de desechos orgánicos y utilizados en la atención), protocolos de seguimiento, tanto del procedimiento como de alguna posible sintomatología infecciosa.10,11,12,13,14
La Figura 1 muestra el nivel de conocimientos diagnosticados en los tecnólogos de la salud para la atención estomatológica.
Se evidenció que más del 50 % de los tecnólogos tenían un nivel de conocimientos medio en los temas relacionados con las normas y principios de bioseguridad de la COVID-19, principales vías de trasmisión del SARS-CoV-2 y actualización sobre el comportamiento de la pandemia; no así, con el conocimiento sobre el riesgo al que se exponen en el que se ubican en dos niveles: medio (25 %) y alto (75 %). Resultados similares reportaron autores como López-Palma et al.8 en su estudio. Se atribuyen estos buenos resultados al nivel de sistematicidad con que el Minsap ha orientado las medidas de protección y cuidados para el enfrentamiento a esta pandemia.15,16) Sin embargo, aunque los resultados son favorables, se ha constatado que son necesarias acciones de superación para elevar estos indicadores.
La observación permitió obtener información acerca del comportamiento del objeto a investigar tal y como este se presenta en la realidad. Se identificó en la consulta que en muchos casos los profesionales no ponían todo el cuidado en ejecutar cada uno de los pasos del proceso de desinfección, sino que los ejecutaban de forma rápida, sin prestarle la atención necesaria, todos usaban correctamente los medios de protección personal, pero se comprobaron dificultades en la retirada de estos. En la central de esterilización sí se cumplieron las normas.
En síntesis, los resultados encontrados sobre los cambios en los protocolos de bioseguridad y las carencias detectadas en los tecnólogos en atención estomatológica, para aplicar dichos protocolos, demostraron la necesidad de concebir una superación posgraduada que los preparara para poner en práctica las medidas de bioseguridad actuales y las que surjan según la evidencia.
Una vez identificadas las necesidades de superación estas se agruparon en 10 indicadores o temas a desarrollar en las diferentes formas del posgrado:
Actualización sobre el comportamiento de la pandemia en el territorio
Aspectos epidemiológicos y clínicos de la enfermedad y su relación con la atención estomatológica
Antisépticos y SARS-CoV-2
Importancia de los cuidados y autocuidado
Consideraciones sobre los equipos de protección personal como elemento de bioseguridad
Realización adecuada de la pesquisa previa a la consulta
Acciones anteriores al procedimiento estomatológico
Acciones durante al procedimiento estomatológico
Acciones posteriores al procedimiento estomatológico
Desarrollo de competencias no técnicas (habilidades asociadas al comportamiento de la persona): incluyen comunicación, liderazgo, trabajo en equipo, toma de decisiones, trabajo bajo presión, etc.
Los resultados obtenidos son de interés pedagógico para la concepción de la superación de los profesionales porque sugieren que el tratamiento didáctico de cada uno se conciba, desde una perspectiva integradora y holística.
Para lograr el éxito de este tipo de superación profesional se demanda la concepción y elaboración de estrategias pedagógicas contemporáneas que tengan una incidencia efectiva en los conocimientos y desarrollo de habilidades para garantizar el desarrollo técnico y profesional adecuado.17
La formación debe estar dirigida a fomentar aptitudes y habilidades en los tecnólogos. Se debe centrar este proceso formativo en la andragogía que concentra su atención en el alumno y se orienta hacia la concepción de un modelo que promueva la capacidad de asumir los cambios, con juicio crítico analítico, capacidad valorativa cimentada en principios que permitan tomar decisiones coherentes con las necesidades que ha impuesto la situación epidemiológica actual.18
A juicio de los autores, la capacitación debe estar favorecida por actividades prácticas que en los servicios estomatológicos tienen características únicas que justifican consideraciones específicas de control de infecciones. Para el desarrollo de las habilidades se propone el uso de los simuladores; en la enseñanza de las ciencias médicas, el término simular consiste en situar a un estudiante en un contexto que imite algún aspecto de la realidad clínica.
Se parte de que la formación continuada y la superación profesional en salud tiene como finalidad incrementar las competencias y el desempeño de los profesionales. Este enfoque conceptual se centra en lo que se hace. Para que el profesional desarrolle las buenas prácticas (comportamiento, hacia una competencia “hacer”, es necesaria la presencia conjunta de los cinco componentes de la competencia: saber (conocimientos), saber hacer (habilidades), saber ser (actitudes), querer hacer (motivación) y poder hacer (aptitud profesional).19
Adquirir y desarrollar nuevos conocimientos, técnicas y procedimientos son la condición primordial para cumplir con las medidas de bioseguridad en la clínica; indispensables para posibilitar la atención estomatológica de urgencia y las perspectivas de volver al tratamiento electivo.
En la formación del tecnólogo en atención estomatológica, por su naturaleza clínica, los cursos usualmente son presenciales y prácticos; sin embargo, para esta experiencia y a tenor de las condiciones generadas por la pandemia, se propuso incluir algunas actividades virtuales que promovieran el uso de recursos digitales, a fin de que fueran interactivas y motivaran al estudiante a realizarlas y retroalimentarse.
Los autores sugieren incorporar en los programas de formación de pregrado elementos específicos de bioseguridad para esta pandemia o ante una posible nueva contingencia similar.
CONCLUSIONES
De acuerdo con el diagnóstico realizado emergieron carencias que evidenciaron la necesidad de superación de los tecnólogos en atención estomatológica; además se identificaron modificaciones en el protocolo de bioseguridad para el área de estomatología en tiempos de COVID-19; todo lo cual demandó la necesidad de actualizar la preparación de este profesional en esta temática.