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Revista Universidad y Sociedad

versión On-line ISSN 2218-3620

Universidad y Sociedad vol.11 no.5 Cienfuegos sept.-oct. 2019  Epub 02-Dic-2019

 

Articulo original

La precedencia de la lectura como alternativa para construir textos escritos

The precedence of reading as an alternative for written text-building

0000-0002-7449-8492Martha Lucía Giraldo Triana1  *  , 0000-0002-8168-8745Idalberto Amado Pérez López2 

1 Institución Educativa La Esperanza. Colombia

2 Universidad de Cienfuegos “Carlos Rafael Rodríguez”. Cuba, E-mail: iaperez@ucf.edu.cu

RESUMEN

El presente trabajo aborda una temática de singular importancia: el desarrollo de habilidades en los estudiantes de la Educación Básica Primaria, para la construcción de textos escritos, al tomar como punto de referencia, el papel que en tal sentido juega la lectura previa de textos relacionados con el tema. En él se expone parte de los resultados del proceso investigativo llevado a cabo por la primera autora, en su estudio de formación doctoral. Se enmarca en una muestra de 20 estudiantes de segundo grado de la Institución La Esperanza perteneciente al municipio de Cali, Colombia. Como resultado de dicho proceder, se exhiben logros significativos en los estudiantes.

Esto demuestra la efectividad de la alternativa, que en este caso ha sido aplicada. Además, pone de manifiesto, que para el logro de la escritura de suficientes textos, por parte de los estudiantes, es necesario que al menos desde el plano de las ideas, estos posean conocimientos previos sobre el tema.

Palabras-clave: Habilidades; construcción de texto escrito; lectura previa; conocimientos previos

ABSTRACT

This article deals with a relevant topic within the development of linguistic skills in Elementary School students: building written texts. For the achievement of such goal, a methodological alternative based on precedent text reading is implemented matching the reading topics with the ones for writing. On the other hand, the results obtained by the primary authoress during the research period, which fit her PhD preparation process are shown, using a 20 second-grader sample from La Esperanza Educational Facility. As result of this procedure, significant achievement in the students are exhibited, which proves the effectiveness of the alternative implemented, reinforcing the need that for the students manage writing enough texts, at least from the area of the ideas, they must have previous knowledge on the topic.

Key words: Abilities; written - building; previous reading; previous knowledge

Introducción

En Colombia la educación es un derecho fundamental que está reglamentado desde la Constitución Política del país (Colombia. Asamblea Nacional Constituyente, 1991); documento oficial que sirve de referente a las normatividades que le preceden y contempla en ella el derecho a una educación acorde con las necesidades de la población, respetando la diversidad cultural del país.

La Ley General de Educación (Colombia. Congreso de la República, 1994), se rige por lo contenido en la Constitución Política, citada con anterioridad, y concibe objetivos para que la educación se lleve a cabo con pertinencia y calidad. Ratifica que esta cumple una función y se fundamenta en una concepción integral de la persona, de su dignidad, derechos y deberes, la cual está organizada para satisfacer las necesidades educativas de la nación.

En tal sentido el artículo 21 de este documento se refiere al desarrollo de las habilidades comunicativas básicas, entre ellas, la lectura y la escritura, así como el fomento de la afición por la primera.

En este trabajo se coincide en que tanto la lectura como la escritura, son fundamentales en la formación del individuo. Por medio de esas competencias este, se pone en contacto con el saber acumulado por la humanidad. La lectura y la escritura, ofrecen la posibilidad de que el estudiante establezca lazos afectivos, emocionales, en conjunción con lo cognoscitivo, y de cierta forma, estas emociones y sentimientos puedan ser transmitidos o dados a conocer.

En este orden de ideas, los Lineamientos curriculares de Lengua castellana del Ministerio de Educación Nacional de Colombia (2006), expresan que la enseñanza de esta debe basarse en el enfoque semántico comunicativo, sustentado en la codificación y decodificación del mensaje entre emisor y receptor, a partir de los tres componentes del lenguaje: material, sistemático-formal y semántico. Este enfoque prioriza el significado en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Lengua castellana, aunque no es el único componente que debe ser estudiado. Se reconoce la existencia de otros enfoques, pero lo declarado de manera oficial es el citado.

Los Lineamientos se refieren a las habilidades comunicativas entre las cuales leer y escribir son unas de ellas, y en los derechos Básicos de Aprendizaje del Ministerio de Educación Nacional de Colombia (2016), se especifican las evidencias de aprendizajes que los estudiantes deben tener al culminar el grado segundo, en cuanto a habilidades lectoras y producción escrita.

Los contenidos pueden ajustarse sin desligarse de los objetivos de aprendizaje que formulan los derechos básicos de dicho aprendizaje, desde una estrategia didáctica que fortalezca la práctica lectora. Esto con el propósito de formar y desarrollar habilidades lectoras que contribuyan a un avance significativo en la producción de textos escritos, por los estudiantes de segundo grado, de la Educación Básica Primaria.

Sobre la base de este fundamento, se pueden alcanzar mejoras en el rendimiento académico de los estudiantes, puesto que la lectura transversaliza el currículo.

Los actos de escritura y de lectura son procesos de decodificación. Se escribe para leer y se lee para escribir.

El aprendizaje de la lengua escrita ocurre en contextos significativos. Cuando los niños ingresan a la escuela han estado expuestos a la escritura y a la lectura, aunque esta varía según los contextos sociales. Esta exposición informal a la escritura y la lectura no garantiza, lo obvio, que el niño aprenderá a leer y escribir, pero será útil cuando el maestro le enseñe mediante actividades planificadas, que sean significativas para él, según su contexto social.

Aunque se considera que el aprendizaje comienza en contextos sociales no formales, la interacción con adultos a través de la participación en la cultura de lo escrito, como se registra en la práctica de los cuentos leídos, por ejemplo, resulta fundamental.

La enseñanza de la lectura y escritura, debe partir del caudal del lenguaje oral que el niño trae al llegar a la escuela, el cual se enriquecerá de forma gradual, a través de sucesivas etapas.

Desarrollo

Ante la pregunta: ¿Qué se entiende por leer y escribir?, es posible sustentarse en estas dos definiciones. Según el Diccionario de la Real Academia Española (2001), “leer es pasar la vista por lo escrito o impreso, haciéndose cargo del valor y significación de los caracteres empleados, y pronunciando o no las palabras representadas por estos caracteres. Es entender o interpretar un texto”.

Según Estalayo & Vega (2003), leer no es más que ver (o tocar) y comprender un mensaje escrito. Implica, además, atribuir significado a lo decodificado. Lo que hace reflexionar sobre el aprendizaje que deben tener los niños y niñas, para lograr que este sea significativo y que les permita desenvolverse de manera eficaz en la vida.

Por esta razón el proceso de enseñanza y aprendizaje de la lectoescritura es de suma importancia. Su inicio se hace desde temprana edad, pues este no comienza solo en la escuela, pero sí es allí donde se establecen metas de enseñanza para la lectoescritura, como desarrollar las competencias básicas de la comunicación en los estudiantes. Es decir, el dominio de los cuatro componentes del lenguaje: hablar, escuchar, leer y escribir, sin perder de vista que estos son interdependientes entre sí, y deben ser enseñados simultáneamente.

En una investigación desarrollada en el año 2017 en escuelas públicas de la ciudad de Cali, Colombia, sobre construcción de textos escritos en los grados segundo de primaria, los docentes manifestaron su sentir con frases muy comunes tales como: que estudiantes son promovidos de grado primero a segundo sin escribir, ni leer bien, al desconocer gran parte del alfabeto y de las combinaciones; que el bajo nivel de los estudiantes en lectura y escritura, se debe a que ciertos maestros, por innovar o hacer algo diferente, usan enfoques que no son apropiados para enseñar a leer y escribir en grado primero y por ende, dejan profundos vacíos en lectoescritura de por vida a los estudiantes.

Aprender a leer y escribir es fundamental para el éxito de un niño en la escuela y más tarde en la vida. Por lo tanto, es importante que los niños y las niñas lean y escriban de manera competente, lo que les permite alcanzar altos niveles de alfabetización. Por consiguiente, desde la perspectiva pedagógica, es necesario que la escuela tenga metas claras sobre las habilidades que pretende desarrollar con sus estudiantes en cada grado de escolaridad. Esas metas deben estar reflejadas en el enfoque que se ponga en evidencia para el logro de los propósitos. Para ello, se hace imprescindible determinar un enfoque y unas estrategias didácticas pedagógicas que permitan desarrollar, en los estudiantes de grado segundo de primaria, la habilidad para construir textos escritos en contextos, de tal forma que sean: coherentes, claros, con coherencia semántica, sintáctica y ortográfica.

Diferentes investigadores afirman que los estudiantes deben comenzar el segundo grado con la lectura de oraciones cortas, pero ante la anterior premisa, vale la pena preguntar: ¿Qué debe hacer el docente, cuando en el aula de clases, recibe estudiantes, que provienen de grado primero y carecen de esa habilidad? La metodología y enfoques que utilice él o la docente, deben ser metódicos y consistentes, para que cuando se vaya avance en grados de escolaridad, no aparezcan vacíos que desmotiven al estudiante. Como consecuencia, en muchos casos el uso de una enseñanza o prácticas inadecuadas, ha generado un nivel alto de deserción escolar.

Es necesario tener en cuenta que, la adquisición de lectura y escritura se conceptualiza mejor, como un continuo desarrollo, que como un fenómeno de todo o nada. Aprender a leer y escribir, es uno de los más importantes y poderosos logros en la vida. Su valor se ve en los rostros de los pequeños: la sonrisa orgullosa y confiada del lector contrasta, de manera brusca, con el ceño fruncido, el rostro sombrío y desanimado del no-lector.

Asegurar que todos los estudiantes alcancen su potencial como lectores y escritores, es responsabilidad de los maestros. Los educadores tienen la responsabilidad especial de enseñar a cada niño, y tener en cuenta su ritmo de aprendizaje y sus dificultades individuales. Todo ello, con el fin de que los niños puedan convertirse en lectores y escritores competentes. Cabe anotar que no solo se aprende en la escuela, sobre todo en los primeros años, pero si, es esta, la que le facilita al estudiante los instrumentos que le permiten penetrar en el mundo del saber. Este último, se encuentra en un alto grado, en los libros, los cuales son de gran trascendencia para los estudiantes, puesto que, la lectura y la escritura, en el proceso de enseñanza-aprendizaje, constituye un eslabón previo para la adquisición de manera profunda y reflexiva de un gran cúmulo de conocimientos.

Por tanto, entender los procesos de aprendizaje del estudiante, permite identificar con más claridad, la manera de encaminar la programación y realización de las actividades escolares. En este sentido, cobra gran significación lo planteado por Solé (1994), quien refiere que la lectura debe ser adquirida como habilidad de carácter cognitivo, afectivo y conductual, pues es incuestionable el valor de esta, no solo como fuente de transmisión de conocimientos en sí misma, sino también, porque a través de ella se garantiza el acceso a múltiples conocimientos relacionados con las más diversas áreas del saber, como lo es a la vez la escritura.

Otro elemento relevante a tener en cuenta en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la lectura, es en el que se ponen en juego los conocimientos previos, asegurándose si es que realmente los estudiantes los poseen, y en su defecto, orientar la búsqueda de los mismos; en cuanto a la escritura, el seleccionar información relevante, organizarla de manera coherente, integrarla con otros conocimientos y comunicarla de manera eficiente, corresponden a fases en la producción textual que permiten acompañar el proceso de escritura y asegurar un texto final exitoso.

Como el propósito de la escritura es potenciar la competencia comunicativa, para que los estudiantes produzcan situaciones que se adecuen tanto a: su contexto, a la vida real o aquellas en la que se vean involucrados, el sujeto debe estar subordinado a las circunstancias en las que lo produce, son éstas las que establecen su desafío. Por tal razón, se debe vincular a la enseñanza de la escritura, el contexto de la vida social de niños y niñas. Además, se debe asumir como tarea primordial en el aula, la escritura de manera concreta y situada, lo que permite el desarrollo de una competencia comunicativa con un fuerte carácter cultural.

Según Goodman (2003), el niño es un sujeto que activamente va construyendo su conocimiento en interacción con su entorno social. Por lo tanto, el objetivo esencial del adulto, de cada educador, maestro o padre/madre de familia que interactúa con un niño en la construcción social de significados a partir de un texto impreso es lograr consolidar una serie de capacidades que le permitan alcanzar una comprensión socialmente significativa de aquello que lee.

La persona que escribe debe considerarse además como un destinatario, lo que lo obliga a ponerse en el lugar de quien leerá el texto, de modo que pueda entenderlo de la mejor manera.

La labor del docente en la didáctica asociada a este reto, es buscar y proporcionar una diversidad de géneros discursivos a los estudiantes, de modo que, desde temprana edad, se familiaricen con la mayor cantidad de géneros posibles. Esto se alcanza si se expone a los educandos a multiplicidad de textos en situaciones reales; con el fin de que den respuesta a la finalidad escrita que se les solicite: escribir una carta, una receta o un cuento, entre otras. A la vez, será de más fácil ejecución para ellos, pues estarán habituados a dichas tipologías textuales.

En el caso particular de segundo, se debe solicitar producciones más sencillas y basadas en experiencias personales como: contar anécdotas, describir lugares que se han visitado o enseñar a cocinar un postre. En especial, aquellas situadas en el entorno en el que interactúan en la cotidianeidad los niños y las niñas de este nivel, con el objetivo de que los estudiantes produzcan poco a poco textos de mejor calidad.

Por lo expresado con anterioridad, se debe tener en cuenta que la didáctica de la lengua materna en la enseñanza primaria, en general, se sustenta en un enfoque tradicional, no garantizado. Se hace necesario implementar una estrategia didáctica que transite de la lectoescritura normativa hacia una didáctica de la lectoescritura significativa, al garantizar el desarrollo de habilidades comunicativas de los estudiantes en diferentes contextos socioculturales y que contribuyan a una formación integral.

El docente debe centrar su actividad a una enseñanza que desarrolle en los educandos las habilidades de lectura (comprensión) y escritura (producción), que sea cada vez más coherente en cada acto comunicativo, tanto en el plano oral como en el escrito.

Se debe trabajar la lectura y la escritura de forma simultánea, para contribuir al desarrollo de las cuatro macro habilidades comunicativas de los estudiantes: escuchar, hablar, leer y escribir. Como afirma Lineros (2008), prestando atención a las formas individuales de comunicación de los alumnos con el fin de prepararlos en los procesos de comprensión y producción de significados de acuerdo con sus potencialidades psicológicas.

La lectura significativa, se desarrolla y se aprende siempre que exista la oportunidad de generar y comprobar hipótesis en un contexto significativo; y un texto escrito es significativo, cuando despierta la necesidad de responder preguntas, cuando mueve a relacionar lo que ya se sabe con lo nuevo para darle un sentido.

En respuesta a las problemáticas planteadas, en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la lectoescritura, los investigadores consideran la necesidad de abordar el problema desde varios métodos y aportes teóricos como aquellos que tienen en cuenta los diferentes estilos de aprendizaje de los estudiantes según la propuesta de Blander & Grinder (1982): Aprendizaje auditivo, aprendizaje visual y kinestésico.

En cuanto a los procesos, es meritorio aclarar que la variedad de mecanismos es la que permite abordar el aprendizaje de la lengua escrita, por medio de diversas metodologías mediante el método ecléctico como plantea Venezky (1978). El uso de distintos elementos de diferentes métodos, resulta muy productivo a la hora de enseñar a leer y escribir. Cada método tiene elementos significativos y favorables para el logro de tal fin; la idea desde lo ecléctico es formar uno solo desde la visión de varios.

Según esta afirmación, es importante que el docente haga un estudio sociolingüista del entorno de sus estudiantes, para poder trazar unos lineamientos en el proceso acorde a la realidad de los alumnos; de no hacerlo, podrá diseñar procesos que no corresponden al contexto. Con base a este aporte se puede afirmar que: Las necesidades que se descubren en las prácticas de aula, generan el nacimiento de nuevas iniciativas para ponerlas en acción y en función del aprendizaje de los educandos, se parte, además, de su mundo para generar un impacto significativo en ellos.

Es importante tener en cuenta, que, al enseñar y fortalecer los procesos de lectura y escritura, el juego cumple un papel fundamental, este dinamiza el aprendizaje. Los alumnos aprenden a desarrollar las aptitudes de lecto-escritura: comprensión y redacción, cuando el docente estimula el interés o cuando las actividades que realizan tienen sentido para él.

Es decir, que estrategias lúdicas, artísticas y de mediación virtual, permiten el aprendizaje significativo, y enriquecen la escritura del niño y de la niña desde lo semántico, lo sintáctico y ortográfico. La motivación hacia el aprestamiento en la variable lúdico-artística se hace cuando se parte de la clasificación de los estudiantes en su estilo de aprendizaje: visual, auditivo y kinestésico.

Por consiguiente, la estrategia lúdico-artística, es un mediador práctico que permite a los niños y niñas aprender de una manera diferente y divertida, al lograr la atención y la concentración del estudiante. Desarrolla además, sus habilidades motrices y cognitivas, que les permiten alcanzar un aprendizaje significativo.

La estructura didáctico-pedagógica en mención, parte en primera instancia de un diagnóstico de entrada, que busca conocer en qué nivel de conocimientos están los educandos de segundo en cuanto a la construcción de textos escritos, porque, no se puede educar a nadie sino se le conoce, según Montessori (2014). El diagnóstico tiene como función principal, facilitar la toma de decisiones a partir del conocimiento amplio y riguroso de las posibilidades y limitaciones de la persona, para predecir su desarrollo futuro. En este particular, Montessori (2004), afirma que, si la educación continúa considerándose según los antiguos esquemas de transmisión del saber, poca cosa se puede esperar del futuro del mundo. Al final, concluye que la utilización del método ecléctico proporciona aprendizajes relevantes para el desarrollo de habilidades como el reconocimiento de palabras y la comprensión del lenguaje.

Sepúlveda (2011), arguye que las actividades de enseñanza y aprendizaje inicial de la escritura de la unidad texto, han de promover que el niño se apropie de las convenciones textuales que pueden hacer que su producción de unidades discursivas sea un texto.

La anterior conclusión es significativa, puesto que las convenciones de textos le permiten al estudiante la familiarización con formas cotidianas y especiales de escribir, a partir de la lectura. En términos de Goodman (2003), solo aprendemos a hablar escuchando y aprendemos a escribir leyendo.

Dentro de las estrategias metodológicas que favorecen a los estudiantes en la escritura de textos, es la reescritura porque la lectura y la escritura son el mejor camino para llegar a la ortografía convencional. Idealmente, los niños deberían comenzar a escribir tan pronto como empiezan a leer, según Goodman (2003).

Del Valle (2007), precisa que escribir ayudará a aquellos que aprenden, vivenciado o escribiendo, les llegará el aprendizaje, leyendo, adquieren el aprendizaje o el conocimiento. En esta reflexión, está una de las más grandes funciones del lenguaje para aprender todas las materias del pensamiento académico; he allí la importancia de aprender a leer bien, para escribir bien y viceversa.

Ambas habilidades de la lengua son complementarias, y para el aprendizaje de las demás áreas, hay actividades cotidianas de los maestros en las aulas como: lea determinada página y escriba un resumen. Si la habilidad lectora y la capacidad escritural están ausentes, este trabajo académico no prosperará. En esta misma corriente, Del Valle (2007), arguye que en todas las áreas necesitas analizar, en todas necesitas redactar. El análisis se asocia a la lectura y la redacción a la escritura. Hernández (2016), concluye que la causa por la cual los niños no aprenden a leer tiene que ver con el desconocimiento de las letras o del signo escrito, y por tanto se les dificulta, al mismo tiempo, su escritura. También argumenta que otra causa por la que los niños no aprenden a leer es porque no conocen las reglas de lengua escrita, ya que esta debe tener una correspondencia entre los grafemas y fonemas, pues la escritura es la codificación del habla. Así mismo la comprensión del lenguaje tiene que ver con la función que cumplen las palabras en la oración para que signifique algo.

Frente a esta conclusión, uno de los autores en su proyecto experimental propuso una serie de materiales didácticos para fortalecer las debilidades de los estudiantes de grado segundo, a la hora de construir textos escritos. Algunos de esos son: los silábicos, diccionarios ilustrados, diccionario sociolingüístico, entre otros. Lo que se espera, en grado segundo, es continuidad y profundidad y que los estudiantes de este grado, lleven claridad gramatical frente a la construcción de texto.

Conclusiones

Según los trabajos realizados por diferentes investigadores, lo primero que se debe efectuar con los niños, en el inicio del grado segundo, es el diagnóstico, porque es común, que estos lleguen al curso sin la capacidad de escribir textos sencillos o realizar comprensión de lectura en forma eficaz, por lo que ameritan nivelación.

Es imprescindible buscar estrategias que conlleven a superar las dificultades de estos aspectos, en los estudiantes, por ello, se considera desarrollar prácticas educativas contextualizadas y metodologías que incluyan un aprestamiento motivacional.

Por otra parte, los estándares básicos de competencia, derechos básicos de aprendizaje y los lineamientos curriculares, constituyen importantes herramientas didáctico-metodológicas para el trabajo del profesor, por cuanto les ofrecen una guía coherente de cómo proyectar el trabajo en el proceso de enseñanza-aprendizaje; incluso, se detalla un sistema de indicadores que permiten determinar el nivel de aprendizaje alcanzado por cada estudiante.

La conexión entre el enfoque sociolingüista con el método ecléctico conducen a una apropiación significativa para llegar a construir textos escritos, puesto que, ambas se enfocan hacia la experiencia sociocultural del estudiante y se complementan de manera recíproca, con la mediación de la diversidad de métodos y formas que conducen al logro de los objetivos propuestos.

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Recibido: 06 de Septiembre de 2019; Aprobado: 18 de Octubre de 2019

*Autor para correspondencia. E-mail: malugiraldo18@gmail.com

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