INTRODUCCIÓN
La definición más generalizada de ECV es la que considera, como tal, a todas las afecciones que ocasionan un trastorno del encéfalo de carácter transitorio o permanente causado por isquemia o hemorragia. 1
Estas constituyen un problema de salud a nivel mundial y una de las principales causas de mortalidad y discapacidad global, representan la tercera causa de muerte en los países desarrollados, además de ser la primera causa de discapacidad en el adulto y segunda causa de demencia. 1
Un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló que existe una incidencia de 200 casos por 100 000 habitantes y una morbilidad de alrededor de 40 casos por 100 000 habitantes, por lo que afecta alrededor del 10 % de las personas de 65 años y más. En este sentido, la OMS predice un incremento de un 27 % en su incidencia para el 2025. En 2019 se reportaron 708.355 casos en Latinoamérica. 1
En Cuba, las enfermedades cerebrovasculares constituyen una de las enfermedades crónicas no trasmisibles más frecuentes y son una causa importante de discapacidad en adultos. Desde hace más de cuatro décadas se mantiene como la tercera causa de muerte y la tercera causa de años potencialmente perdidos.
Las enfermedades cerebrovasculares comprenden algunos de los trastornos más frecuentes y devastadores. Su frecuencia aumenta con la edad y se estima que el número de accidentes cerebrovasculares aumentará conforme se incremente la población de ancianos; para el año 2030, la cifra de fallecimientos por apoplejía se duplicará. 1
Constituyen las enfermedades neurológicas de mayor importancia y relevancia médica, económica y social durante la vida adulta si se tiene en cuenta el costo de la rehabilitación y los constantes cuidados a tener con quienes las padecen. (2,3) Cada año se reportan en el mundo un promedio de 200 casos nuevos de enfermedad cerebrovascular por cada 100 mil habitantes y una prevalencia de 600 casos por cada 100 mil. 4,5
En el año 2019 se registraron en Cuba alrededor 10 000 fallecimientos por dicha enfermedad para una tasa bruta calculada en 89,1 por 100 000 habitantes, de ellos 5197 fallecidos del sexo masculino y 4811 del sexo femenino, una prevalencia de 6,7 por 1000 habitantes y el promedio de años de vida potencial perdidos por 1000 habitantes a causa de dicha entidad se estimó en 4. 6
El papel de la diabetes mellitus como factor de riesgo está claramente demostrado en la enfermedad cerebrovascular. Un paciente diabético, hombre o mujer, tiene un riesgo relativo para cualquier tipo de enfermedad cerebrovascular que va desde 1.6 a 3. 7 La prevalencia de diabetes mellitus en Cuba en el año 2019 alcanzó los 66,7 por cada 1000 habitantes, con un promedio de 77,7 y 55,6 por cada 1000 habitantes para el sexo femenino y masculino respectivamente. (6
En el Hospital Universitario Clínico Quirúrgico General Calixto García de La Habana, la mayoría de los pacientes que son atendidos por afecciones neurológicas obedecen a enfermedades cerebrovasculares y más de la mitad de ellos sufren de diabetes mellitus, lo cual motivó la realización del presente estudio que tiene como objetivo: caracterizar a los pacientes diabéticos con enfermedad cerebrovascular isquémica aguda, su gravedad y las comorbilidades.
MÉTODOS
Se realizó un estudio descriptivo en pacientes diabéticos tipo 2 que ingresaron en el Servicio de ICTUS del Hospital Universitario Clínico Quirúrgico General Calixto García de La Habana con diagnóstico de enfermedad cerebrovascular isquémica aguda en el período comprendido entre enero y diciembre 2022. El universo estuvo constituido por la totalidad de pacientes diabéticos tipo 2 que ingresaron en la Institución con dicho diagnóstico, a los que se aplicaron como criterios de inclusión: ser de ambos sexos, diabéticos tipo 2 con diagnóstico de enfermedad cerebrovascular isquémica en cualquiera de sus variantes. Se excluyeron del estudio a los pacientes cuyas historias clínicas estuvieron incompletas y no aportaron todos los datos solicitados en el modelo de recolección, pacientes con diagnóstico de enfermedad cerebrovascular isquémica previa y con secuelas propias de este padecimiento y a los pacientes con procesos oncológicos y postrados. La población de estudio quedo constituida por 148 pacientes.
Se estudiaron entre las variables demográficas: sexo, color de piel y edad; otras resultantes de mediciones individuales obtenidas a través del examen físico y mediciones antropométricas como la tensión arterial e índice de masa corporal, mediciones de laboratorio como: colesterol, triacilgliceridos y glicemia; tipo enfermedad cerebrovascular y su gravedad y comorbilidades. La gravedad de la enfermedad cerebrovascular se evaluó por medio de la escala del National Institute of Health Stroke Score (NIHSS) (por sus siglas en inglés). Para la descripción de las variables se utilizaron métodos de la estadística descriptiva como frecuencia absoluta y porciento. Los resultados se presentaron en tablas creadas a los efectos.
RESULTADOS
En el grupo de pacientes estudiados predominó el sexo masculino, el color de piel blanca y el grupo etáreo comprendido entre los 60 y 69 años de edad. (Tabla 1).
Predominaron los pacientes con cifras de hipertensión arterial, así como, el grupo de pacientes con sobrepeso. Se puede apreciar que los pacientes con cifras elevadas de tensión arterial y un índice de masa corporal elevado, entre el sobrepeso y obesos, tenían mayor tendencia a presentar una enfermedad cerebrovascular más grave. (Tabla 2).
En cuanto a las mediciones de laboratorio predominaron los pacientes hiperglicémicos, con valores de colesterol y triacilgliceridos elevados. Se puede apreciar cómo en este grupo de pacientes la gravedad de la enfermedad cerebrovascular fue mayor en relación con los valores elevados de dichos parámetros. (Tabla 3).
A continuación se muestra el tipo de enfermedad cerebrovascular en función de su gravedad. Obsérvese el predominio de pacientes con infarto cerebral total de la circulación anterior y también cómo en este grupo predominó entre los pacientes con mayor gravedad. (Tabla 4).
Dentro de las comorbilidades estudiadas en los pacientes diabéticos con enfermedad cerebrovascular isquémica en cuestión hubo predominio de la hipertensión arterial seguido de la cardiopatía isquémica. (Tabla 5).
DISCUSIÓN
Como se puede apreciar en el estudio existe predominio de la enfermedad cerebrovascular en pacientes diabéticos del sexo masculino y un aumento exponencial de este padecimiento conforme aumenta la edad de los pacientes.
Existen estudios epidemiológicos que evidencian la mayor prevalencia de estos eventos en dicho sexo y una mayor incidencia conforme aumenta la edad, así queda reflejado en el estudio realizado por Pérez y cols. en 2019 8 y también por González Álvarez en el Calixto García en 2020 9
Son numerosas los textos consultados que citan dentro de los factores de riesgo no modificables la edad avanzada y el sexo masculino.
En el estudio predominaron los pacientes con color de piel blanca, lo cual contrasta con la mayoría de los artículos revisados donde el color de piel negra es mucho más representativo que los demás 9) quizás en relación con la evolución tórpida de la hipertensión arterial en estos pacientes con tendencia a ser de difícil tratamiento y evolucionar tempranamente a complicaciones.
Los pacientes con hipertensión arterial y con sobrepeso u obesos predominaron en el estudio y se relacionaron con la mayor gravedad de la enfermedad cerebrovascular.
Dentro de los factores de riesgo modificables la hipertensión arterial ha sido descrita como uno de los más frecuentes para el desarrollo de eventos vasculares isquémicos y se ha relacionado con peor pronóstico para la evolución neurológica de estos pacientes. 9,10
En los diabéticos estudiados predominaron los pacientes hiperglicémicos, con cifras de colesterol y triacilgliceridos elevados, reflejo de un mal control metabólico que se evidencia además en las cifras predominantes de hipertensión arterial y la presencia de sobrepeso u obesidad. Se considera una limitación en el estudio no poder realizar hemoglobina glucosilada y lípidograma, debido a la no disponibilidad de reactivos, en aras de tener una mejor evaluación del estado metabólico de estos pacientes.
Los mayores valores de glucemia se han relacionado con mayor riesgo de mortalidad, evolución neurológica desfavorable y mayor estadía hospitalaria. 11
La hiperglucemia se asocia con edema y aumento del tamaño del infarto, junto a disminución del flujo sanguíneo cerebral y la reserva cerebrovascular. La isquemia conduce a enlentecimiento del metabolismo oxidativo de la glucosa y un incremento de la glucólisis anaerobia, que resulta en un aumento de la concentración de ácido láctico. A medida que disminuye el pH intracelular la célula muere o se vuelve disfuncional. 12
Los infartos totales y parciales de la circulación anterior prevalecieron en el estudio y también fueron estos grupos los que comportaron mayor gravedad, en opinión del autor relacionado con la alta frecuencia de los infartos de este territorio vascular que lo hacen más notables a las valoraciones del observador.
Cuando se revisa la literatura al respecto se encontró poco uso de esta clasificación, y se centran más en la relación de la diabetes mellitus con los eventos isquémicos en general. Se considera que la diabetes mellitus es un importante factor de riesgo para la ateromatosis extra e intracraneal. 13
Dentro de las enfermedades crónicas no transmisibles concomitantes en estos pacientes la hipertensión arterial resultó ser predominante seguido de la cardiopatía isquémica. Ya se había analizado que esta entidad se comporta como uno de los principales factores de riesgo para los eventos vasculares cerebrales.
La hipertensión arterial actúa como factor predictor de mortalidad independiente en la enfermedad cerebrovascular y se relaciona con la recurrencia del ictus 14) lo cual, a consideración de los autores, está relacionado con el daño endotelial y el desarrollo del proceso aterosclerótico acelerado que ello conlleva.
En la población diabética estudiada la enfermedad cerebrovascular predominó en el sexo masculino, el color de piel blanca y los pacientes de edad avanzada. La hipertensión arterial fue la comorbilidad de mayor prevalencia y sus cifras elevadas al ingreso se relacionaron con la mayor gravedad de la enfermedad cerebrovascular. Por su parte la hiperglucemia, hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia como reflejo de un control metabólico inadecuado se relacionaron también con la mayor gravedad de la enfermedad cerebrovascular. De ahí la importancia de hacer énfasis en manejo adecuado de estos pacientes y las acciones de prevención en los diferentes niveles de atención.