INTRODUCCIÓN
La muerte, de manera general, es vista en la mayoría de las culturas como una continuación de la propia vida. El suicidio constituye la contradicción de este principio, como acontecimiento enigmático, cuya simple consideración causa malestar. (1
El suicidio ha sido conceptualizado desde diferentes aristas por escritores, cineastas, sociólogos y psiquiatras. Desde el punto de vista médico legal se define la muerte suicida, como aquella muerte resultado de una acción u omisión generada por la propia víctima, teniendo en cuenta en esta definición dos elementos fundamentales:
existe la voluntad o intencionalidad del sujeto de provocarse su muerte,
existe la intención de auto lesión y que la muerte sea consecuencia de esta. 2
El suicidio ha estado presente en la humanidad desde la Antigüedad. En Mesopotamia, según un mito, el primer hombre fue modelado con sangre del dios suicida Bel y barro, y Gilgamesh se suicidó, según la epopeya relatada en unas tablillas recientemente encontradas. El suicidio se filtró en el estrato real de la Grecia Clásica, donde fue objeto de reflexión filosófica atribuyéndosele un carácter más político y artístico que religioso o médico. 3 En la Edad Media surgió una mentalidad social y cultural que consideró el suicidio tabú y marcó una clara ruptura con la Antigüedad clásica. 3,4
Actualmente la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Manual Diagnóstico y Estadístico (DSM-5) y la Asociación Psiquiátrica Americana (APA), estiman que cada año se suicidan más de 800.000 personas en todo el mundo, encontrándose entre las tres primeras causas de muerte, en personas desde los 15 a 44 años. 5) En los últimos 45 años las tasas de suicidio han aumentado en un 60 % a nivel mundial.
El suicidio continúa siendo un problema de salud pública de gran relevancia en las Américas, donde constituye la 21 principal causa de muerte. Cada año más de 81000 personas se quitan la vida, el 56 % de ellas en Estados Unidos y Canadá. Las tasas de suicidio tienden a aumentar con la edad y alcanzar cifras más altas entre las personas mayores de 75 años, dentro de cada región estas cifras pueden diferir entre los grupos raciales y étnicos, así como entre las áreas rurales y urbanas. 5,6
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) reconoce que Cuba constituye uno de los 28 países del mundo con un Programa Nacional de Prevención de la Conducta Suicida (PNPCS), dirigido por el Ministerio de Salud Pública desde 1987. En Cuba el suicidio ocupa la décima causa de muerte en el cuadro de mortalidad general y la tercera en el grupo de 10 años a 19 años. El programa describe todo un procedimiento especial de atención para la población infanto-juvenil con este comportamiento con el fin de prevenir, desde las primeras etapas de la vida, la aparición de conducta suicida. 7
De todos los trastornos mentales es la depresión la mayor responsable de todos los suicidios consumados. Los trastornos psiquiátricos afectivos como la depresión son entidades que se encuentran en coexistencia con la ideación suicida, siendo parte de su sintomatología o aumentando independientemente el riesgo de suicidio. 8) La trascendencia cualitativa de la depresión viene dada por la vivencia de mortificación del enfermo depresivo y desde el punto de vista fenomenológico puede definirse como un abrazo anticipado con la muerte. La duplicación de la incidencia de la depresión en el siglo XXI ha ocurrido como un influjo de diferentes factores, algunos de ellos sociales como el estrés, la soledad y la inestabilidad, unido a cambios de vida más acelerados e ingestión de sustancias químicas depresogénas. 9
Los altos índices de morbilidad y mortalidad por depresión, conducta suicida; y la certeza de que ambas están relacionadas con la calidad de vida del paciente, representan un problema para el estado de salud de la población y una de las consultas más frecuentes en las instituciones de salud mental.
Los índices de suicidio son altamente elevados en pacientes con trastornos depresivos. En el servicio de psiquiatría del Hospital Clínico Quirúrgico Manuel Fajardo ingresan de forma sistemática un gran número de pacientes en estado depresivo que experimentan comorbilidades debido a su condición, que afectan su calidad de vida y, en la mayoría de los casos, conllevan a la aparición de conducta suicida. El estudio de las condiciones que agravan la calidad de vida en personas con depresión puede conducir a nuevas alternativas de tratamiento que permitan un abordaje integral de esta patología y ayude a disminuir la incidencia de suicidios en este tipo de pacientes.
Este estudio tuvo como objetivo evaluar la calidad de vida en pacientes con depresión y conducta suicida ingresados en el servicio de psiquiatría del Hospital Manuel Fajardo durante el año 2019.
MÉTODOS
Se realizó un estudio descriptivo longitudinal de corte retrospectivo entre los meses de enero a diciembre de 2019 en el Servicio de Psiquiatría del Hospital Clínico Quirúrgico Manuel Fajardo, ubicado en el municipio Plaza de la Revolución (La Habana, Cuba).
Universo: todos los pacientes que ingresaron en el servicio de cuadro agudo de psiquiatría del Hospital Clínico Quirúrgico con síntomas depresivos durante el año 2019. Los pacientes fueron elegidos utilizando los siguientes criterios:
Criterios de inclusión: Pacientes ingresados por síntomas depresivos mayores de 18 años.
Criterios de exclusión: los pacientes con limitación en la comunicación verbal y escrita, pacientes que no dieron su consentimiento y pacientes que no estuviesen deprimidos.
Muestra: un muestreo no probabilístico por conveniencia donde se registraron 50 pacientes con diagnóstico de depresión y conducta suicida.
Métodos e instrumentos de recolección de datos
Se realizó un consentimiento informado para todos los pacientes en el que fue explicado con detalles las características y motivos de la investigación manteniendo los principios éticos y de confidencialidad con los participantes. Posteriormente se recogieron todos los datos necesarios a partir de:
Entrevista médica: Exhaustiva exploración de las funciones de síntesis o integración, capacidad intelectual, así como lo fenómenos cognitivo, afectivos y conativos. 10 (ANEXO 1)
Cuestionario de Calidad de Vida Mezzich, Chen y Ruipérez, 11 es una escala termómetro con diferentes categorías donde el número 10 es el máximo, se suman los puntos obtenidos en cada ítem y se calcula una puntuación media, según la cual se clasifica en: deficiente de 1 a 3 puntos; aceptable de 4 a 6 puntos; buena de 7 a 8 puntos, y excelente de 9 a 10 puntos (Anexo 2).
Escala de Hamilton. Instrumento que consta de 21 Ítems. Requiere de profesional entrenado en su aplicación para lo cual se dispuso de la ayuda del tutor. Es heteroaplicable e incluye muchos elementos clínicos. Para su calificación se suman los puntos obtenidos en cada Ítem y según el resultado. 12 Se clasifica de la siguiente forma: menor o igual a 4: no depresión; entre 5 y 14: depresión ligera; entre 15 y 24: depresión moderada; más de 25: depresión severa.
El Cuestionario Estructural Tetradimensional para la depresión, de Alonso Fernández, modelo semiológico para evaluar la depresión, en el que la sintomatología queda distribuida en cuatro dimensiones fundamentales: el estado de ánimo depresivo, la anergia o vaciamiento de impulsos, la discomunicación o bloqueo de la sintonización y la ritmopatía o desincronización de los ritmos. También podría hablarse más ambiguamente de sufrimiento emocional, apagamiento energético, aislamiento social y disregulación funcional, en el orden respectivo. Cada una de las cuatro dimensiones o parámetros semiológicos de la depresión está integrada por una combinación de datos psíquicos y corporales y de síntomas objetivos y subjetivos. 13 Estas cuatro dimensiones engloban los siguientes elementos:
Humor depresivo: Es un estado de ánimo cualitativamente distinto de la tristeza, si bien la tristeza puede formar parte de la constelación afectiva, está formado por dolor moral o el dolor de vivir, acompañado con frecuencia de desesperanza, anhedonia y disminución de la autoestima. Existen elementos corporales implicados en esta dimensión (opresión precordial, sensación de hormigueo, pesadez en la cabeza) que no deben interpretarse como somatizaciones, ni tampoco como equivalentes depresivos, sino como auténticas manifestaciones depresivas primarias.
Anergia o vaciamiento impulsivo: Incluye no solo los datos objetivos propios de la inhibición psicomotora, sino el modo de vivenciar y vivir la misma, lo que corresponde a experiencias identificadas como aburrimiento, desinterés, apatía y vaciamiento mental; este vaciamiento impulsivo se manifiesta mediante datos subjetivos, y en el plano corporal mediante trastornos que van desde los datos subjetivos propios de la astenia ( fatigabilidad precoz ) y adinamia, hasta el empobrecimiento ( objetivo ) motor y vegetativo.
Discomunicación depresiva: Es un término casi sinónimo de falta de sociabilidad, se refleja en forma de un empobrecimiento de la comunicación y la meta comunicación, acompañado de trastornos cualitativos entre los que se destacan la abundancia de mensajes paradójicos o contradictorios, su clave general reside en la introversión, originada por la pérdida de la capacidad de sintonización, en complicidad con la rotura de la lógica comunicacional y la asociación de sentimientos de desconfianza e irritabilidad y un comportamiento proxémico inadecuado precedido por la tendencia a alejarse excesivamente de los demás.
Ritmopatía: Se extiende por los ritmos biológicos y los psicológicos, los ritmos de regulación individual y los de regulación psicosocial.
Escala de ideación suicida de A. Beck. Diseñada con el objetivo de evaluar pensamientos suicidas, su formato es semiestructurado y se compone de 19 ítems valorados en una escala de 3 puntos (de 0 a 2), (14 distribuidos de la siguiente forma:
I: Características de la actitud ante la vida/muerte.
II: Características de la ideación/deseo suicida.
III: Características del intento planeado.
IV: Realización del intento.
V: Antecedentes.
En la recogida de los datos sociodemográficos de los participantes, diseñado con respuestas cerradas, se preguntó sobre su edad, sexo, estado civil, nivel de escolaridad, vínculo laboral e intentos suicidas anteriores. La edad fue categorizada en 5 escalas (menos de 20 años, de 21 a 30 años, de 31 a 40 años, de 41 a 50 años y más de 51 años). El estado civil se categorizó como soltero, casado o unión consensual y el nivel de escolaridad en primaria, secundaria, nivel medio y nivel superior. En relación al vínculo laboral, la interrogación formulada fue dicotómica, preguntando si presentaban o no en la actualidad. Por último, se categorizó el número de intentos suicidas anteriores en ninguno, uno o más de uno.
Procesamiento y análisis de datos
Los cuestionarios se llevaron a una base de datos en el sistema Excel de Microsoft Office y se almacenaron en copias de seguridad. Los datos se procesaron por microcomputadoras utilizando el sistema Excel y los paquetes estadísticos INSTAT y STATISTICA. Se realizó un análisis estadístico con el cálculo de distribuciones de frecuencia y porcentajes en las variables cualitativas, medidas de tendencia central y de dispersión en las variables cuantitativas. Para comparar dos variables se utilizó un análisis prueba de T para medidas aritméticas y prueba de Chi cuadrado para variables cualitativas.
La investigación se diseñó y ejecutó según los principios éticos para la investigación médica con sujetos humanos, establecidos en la actualización de la Declaración de Helsinki en la Asamblea General de la Asociación Médica Mundial, Edimburgo, Escocia, octubre 2000. La información y resultados de esta investigación fueron obtenidos con fines científicos y docentes, garantizando la confidencialidad de los datos individuales de los sujetos participantes y cumpliendo con los principios básicos de respeto a las personas, beneficencia, no maleficencia y justicia. Este estudio fue aprobado por la comisión de bioética del Hospital Comandante Clínico Quirúrgico Manuel Fajardo.
RESULTADOS
Se analizaron 362 fichas de pacientes durante el periodo que abarcaba la investigación, de los cuales se encontraron 50 pacientes que cumplían con los criterios de inclusión para participar de la investigación. Los intentos suicidas en las edades entre 21 y 30 años tuvieron una representación de más del 30 % de la muestra. El comportamiento de la conducta suicida en los pacientes resultó similar en ambos sexos, mientras que el nivel de escolaridad medio obtuvo una representación del 48 % de la muestra estudiada.
La tabla 1 muestra los antecedentes o intentos suicidas anteriores de los pacientes estudiados, con una representación del 60 % de aquellos pacientes que presentaron 1 intento suicida.
La tabla 2 muestra las manifestaciones depresivas más frecuentes en los pacientes estudiados. Los ítems 38, 20 y 21 fueron respondidos de forma positiva por el 90 % de los pacientes seguidos por el ítem 52 en el 86 %.
Ítems del CET-DE | Número | % |
---|---|---|
38 Más sensible que antes | 45 | 90 % |
50 Tarda mucho en quedarse dormido | 43 | 86 % |
51 Despertarse con frecuencia durante la noche | 38 | 68 % |
52 Despertarse antes de lo habitual | 34 | 68 % |
3 Falta de alegría | 33 | 66 % |
16 Preocupación de haber hecho algo malo | 31 | 62 % |
1 Sensación de amargura | 28 | 56 % |
17 Responsable de sus trastornos actuales | 26 | 52 % |
20 No vale la pena vivir | 45 | 90 % |
41 Sentimiento de soledad | 34 | 68 % |
62 Piensa más en el pasado que el presente | 18 | 56 % |
59 Pérdida de apetito o de peso | 23 | 46 % |
49 Dejar de vestirse como habitualmente | 23 | 46 % |
37 No alegrarse con la compañía de seres queridos | 21 | 42 % |
57 Cambio de los estados de ánimo a lo largo del día | 21 | 42 % |
14 Preocupación por pequeñas cosas | 20 | 40 % |
21 Pensar en quitarse la vida | 45 | 90 % |
53 Empeoramiento matutino | 17 | 34 % |
27 Disminución de la habilidad habitual | 17 | 34 % |
48 Ver menos la TV | 16 | 32 % |
La tabla 3 muestra el tipo de depresión según los resultados de la escala de Hamilton en los pacientes estudiados, con una representación del 62 % de las depresiones moderadas seguido de la depresión leve con un 22,5 % del total de la muestra.
Resultado | |||
---|---|---|---|
Depresión leve | Depresión moderada | Depresión severa | |
Masculino | 6,0 %-15 % | 12,0 %-30 % | 3,0 %-7,5 % |
Femenino | 3,0 %-7,5 % | 13,0 %-32,5 % | 3,0 %-7,5 % |
Total | 9,0 %-22,5 % | 25,0 %-62,5 % | 6,0 %-15,0 % |
La tabla 4 muestra la frecuencia y porcentajes de la relación entre el índice de calidad de vida y la escala de Hamilton en los pacientes estudiados.
DISCUSIÓN
En el estudio hubo un predominio de intentos suicidas en edades comprendidas entre 21 años y 30 años. Estos resultados coinciden con los obtenidos por otras investigaciones. 15,16,17 La población mayoritaria que acude al servicio de urgencias es una población de adultos jóvenes, siendo justamente los pacientes deprimidos de estas edades los que, con mayor frecuencia, realizan intentos suicidas. Se hace necesario fortalecer las labores de promoción y prevención en estos grupos etarios, donde se incluyan acercamientos a los pacientes como charlas educativas y se mantenga un adecuado seguimiento de la población de riesgo de conducta suicida desde Atención Primaria de Salud.
La relación del intento suicida con la edad presenta diferencias apreciables entre países. En lo referente a las tentativas del suicidio, debido a que los datos disponibles provienen de estudios específicos cuyas fuentes de información son los registros de los servicios de urgencias de los hospitales u otros centros médicos, las discrepancias metodológicas de los diferentes estudios dificultan las comparaciones entre diferentes países. 18
Al analizar el comportamiento de la conducta suicida por sexos observamos que esta se comporta igual en hombres y mujeres. Este dato no coincide con lo revisado en la literatura internacional, mundialmente predomina en el sexo femenino este tipo de trastorno. 15-19 Este hecho puede estar relacionado con el aumento de la llegada a consulta y servicios de psiquiatría de pacientes masculinos por síntomas psiquiátricos, lo que anteriormente estaba estereotipado por una sociedad machista.
Al analizar la conducta suicida según el estado civil encontramos que la incidencia de intento suicida es más alta entre personas solteras lo cual corresponde con los resultados obtenidos por un estudio realizado en Camagüey que encontró una mayor tendencia a la conducta suicida en hombres adolescentes solteros.19 Estos resultados pueden estar relacionados con el hecho de que la depresión conduce a un estado de aislamiento social, que trae consigo dificultades en la comunicación de pareja, dificultades en las relaciones sexuales, por la pérdida del deseo sexual que, en muchos de los casos impiden la capacidad de una pareja de ser estable y duradera.
Los resultados de investigaciones anteriores plantean que los niveles de escolaridad primaria y secundaria básica son los más frecuentes entre la población suicida. 17 Esto no coincide con los hallazgos de esta investigación donde hubo un predominio del nivel medio escolar. Tales diferencias están relacionadas con el tipo de población que acude al centro, con edades por encima de los 19 años. Las características de la población que atiende el Hospital Clínico Quirúrgico Manuel Fajardo hacen que sea poco representativo el número de personas con este rango de edades cuyo nivel de escolaridad se encuentre por debajo del nivel medio.
Los resultados de los estudios llevados a cabo para determinar la influencia de este parámetro son poco concluyentes al tratarse de una variable sociológica estrechamente relacionada con otros factores como el empleo y la cultura.
En concordancia con otros autores se encontraron hallazgos de la influencia del antecedente de intentos suicida con el riesgo de presentar un nuevo intento por estos pacientes. El antecedente de un intento suicida, aumenta el riesgo de una posible reincidencia en estos pacientes, portadores de un trastorno depresivo que lo predispone a dicha conducta, se tornan más vulnerables una vez seleccionado el suicidio como una conducta de respuesta ante determinadas condiciones tanto biológicas como psicológicas y sociales. 23
La investigación mostró que un 80 % de los pacientes con depresión presentó conducta suicida. Esto concuerda con los resultados obtenidos en otros estudios internacionales. 9,20,21) La complicación más grave de la depresión es el suicidio, el 80 % de los pacientes deprimidos tienen intento de suicidio, los pacientes deprimidos experimentan desesperanza, pesimismo, creen que la vida no tiene sentido y esto puede llevarlos a la decisión de suicidarse. 22 Ante un paciente que padece depresión nunca hay que descartar la posibilidad de que exista un intento suicida.
Sentirse más sensible que antes, considerar que no vale la pena vivir, pensar en quitarse la vida y despertar antes de lo habitual son síntomas frecuentes encontrados en pacientes deprimidos con conducta suicida. 24
Los resultados mostraron un predominio de pacientes con depresión moderada (62,5 %) en la escala de Hamilton para la depresión sin diferencias significativas entre ambos sexos.
Estos hallazgos se corresponden con lo descrito en la literatura, 25 y pueden asociarse al hecho de que en las depresiones moderadas los pacientes muestran menos afectaciones de la conducta volitiva que permite la elaboración y comisión en muchos casos de la conducta suicida. A diferencia de las depresiones graves donde la anergia es profunda y aunque exista la ideación suicida la incapacidad para concretar el suicidio está presente en la mayoría de los casos.
El mayor porcentaje de pacientes reportó una calidad de vida deficiente, de ellos el 60 % tenía una depresión moderada. Estos resultados se vinculan a los efectos producidos por la depresión y sus consecuencias, no solo referidas al bienestar psicosocial espiritual del individuo sino al estado físico. La depresión provoca cambios en la capacidad del enfermo para percibir la realidad, valorando su vida sin sentido o futuro y afectando proporcionalmente su calidad de vida.
Conclusiones
Los pacientes con depresión y conducta suicida evaluados poseen un deterioro de la calidad de vida. La investigación mostró que un 80 % de los pacientes con depresión presentó conducta suicida, siendo más frecuente entre las edades de 21 años y 30 años, en personas solteras y en individuos con un nivel de escolaridad medio o inferior. En estos pacientes la depresión provoca cambios en la capacidad del enfermo para percibir la realidad, valorando su vida sin sentido o futuro y afectando proporcionalmente su calidad de vida.