Señor director:
Una vez que los autores realizaron una lectura minuciosa del artículo “Programa integrado de rehabilitación neuropsicológica dirigido a pacientes con esclerosis múltiple remitente-recurrente”, 1 coincidieron con lo planteado sobre la rehabilitación neuropsicológica, necesidad actual que requiere de la búsqueda de nuevas alternativas. Esta temática es de importancia, dadas las reales secuelas que han quedado evidenciadas en los pacientes afectados.
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad desmielinizante neurológica, autoinmune, degenerativa, crónica y progresiva, asociada a diferentes factores genéticos y medioambientales. Se trata de la enfermedad neurológica más discapacitante en adultos jóvenes. Se manifiesta en una gran diversidad de síntomas tales como debilidad, espasticidad, trastornos de la micción, deterioro cognitivo, fatiga, entre otros y provoca una limitación importante en la vida personal, familiar, social y laboral de los pacientes. Se desconoce su etiología, pero han influido factores genéticos y geográfico-ambientales en su desarrollo. 2
La EM es considerada una enfermedad con un alto impacto social y sanitario por su frecuencia, su tendencia a producir discapacidades en el adulto joven, su repercusión laboral, las elevadas necesidades de cuidados y los costes del tratamiento. 3
Tradicionalmente la EM se ha clasificado en 4 categorías:
Esclerosis múltiple recurrente-remitente (EMRR)
Esclerosis múltiple progresiva-secundaria (EMPS)
Esclerosis múltiple progresiva-primaria (EMPP)
Esclerosis múltiple progresiva-recurrente (EMPR)
Según la Federación Internacional de EM, actualmente existen 2,8 millones de personas afectadas, es decir, 1 de cada 3000 personas en el mundo viven con EM. En 2013 se estimó una cifra de 2,3 millones de pacientes la cual aumentó en medio millón hasta 2020. Estas cifras han implicado que cada 5 minutos un nuevo caso es diagnosticado con EM en alguna parte del mundo. 4
El deterioro cognitivo en diferentes grados de severidad está presente en más del 50 % de los pacientes con EM y progresa con la evolución de la enfermedad, llegando un pequeño porcentaje a presentar una discapacidad grave que afecta tanto a la vida sociofamiliar como a la laboral, es decir, una demencia franca en la práctica clínica. 5
El deterioro cognitivo en la EM está influido por diferentes variables clínicas, entre ellas: el curso, número de brotes, años de evolución, tratamiento, grado de incapacidad, fatiga, etc.), además de otras variables de tipo psicológico y psiquiátrico, como la ansiedad, depresión, euforia, etc. 6 Las áreas que se afectan son la memoria de trabajo, la atención, la velocidad de procesamiento de la información y las funciones ejecutivas. 5
Las alteraciones cognitivas características de la EM están bien caracterizadas y afectan a la velocidad de procesamiento de la información, la atención, la memoria de trabajo y las funciones ejecutivas, cuya valoración se realiza con baterías cognitivas específicas. 5
En la práctica clínica diaria se ha empleado de forma habitual como herramienta de cribado del deterioro cognitivo el Symbol Digit Modalities Test (SDMT) ya que es de fácil comprensión por los pacientes y rápido de administrar, valora la atención y la velocidad de procesamiento de la información, cuya validez ha sido formalmente contrastada y ha presentado superioridad frente al PASAT (Paced Auditory Serial Addition Test). 5
En el artículo estudiado, los autores abordaron como objetivo, evaluar la efectividad del programa integrado de rehabilitación neuropsicológica diseñado para potenciar el funcionamiento cognitivo en un grupo de pacientes con EMRR.
Dentro de los programas a implementar, se propuso incluir un programa integrado de rehabilitación neuropsicológica (PIRN) que incluyese un conjunto de modalidades de intervención para mejorar las alteraciones en las funciones cognitivas que han distinguido a los pacientes con esta dolencia. La EM es una afección neurológica, cuya evolución en los pacientes debe ser controlada en períodos de tiempos prolongados con evaluación periódica.
La investigación propuso un PIRN que proporcionara a los pacientes con EMRR, las herramientas para la mejora de su funcionamiento cognitivo y alternativas de diagnóstico factibles de aplicar, como la batería neuropsicológica, la escala de reserva cognitiva, las actividades grupales de rehabilitación neuropsicológica, el juego de tablero de cubos y signos, el cuaderno de ejercicios, actividades cognitivas y el sistema computarizado de gestión y rehabilitación cognitiva. Estas herramientas han resultado valiosas para los especialistas que han brindado tratamiento a personas con esta enfermedad en escenarios hospitalarios y centros especializados de salud.
Es necesario lograr la más rápida incorporación a las actividades sociales diarias, siempre que las condiciones neurológicas lo permitan, para junto a la oportunidad de atención que ayudara a la menor aparición de secuelas, estos pacientes logren la menor afectación cognitiva que también ha conllevado esta afección.