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Referencia Pedagógica

versión On-line ISSN 2308-3042

RP vol.11 no.1 La Habana ene.-abr. 2023  Epub 30-Jun-2023

 

Resultados de investigación

Las revistas científicas: principal vía de socialización de los resultados de investigación

Scientific journals: the main way of publishing research results

0000-0003-2139-577XAdelin del Carmen García Hernández1  *  , 0000-0002-2734-6541Máryuri García González1 

1 Universidad de La Habana. Cuba.

Resumen

Se realiza un análisis de la importancia de las revistas científicas en la socialización de los resultados de investigación y divulgación en las diferentes plataformas. Para ello se parte de la relación de la ciencia con las revistas científicas, las características y funciones de las mismas y los desafíos actuales a los que se enfrentan. El objetivo del presente artículo es fundamentar el papel de las revistas científicas como vía principal para la divulgación de los resultados de científicos e investigadores. Se emplearon métodos de estudio documental que permitieron procesar la información y los datos recopilados. Como resultado se muestra un análisis de la función social de las revistas científicas en la divulgación y la construcción colectiva del conocimiento, el hecho de ser canales de comunicación confiables que garantizan la calidad de la información y ser el principal depositario de los resultados científicos.

Palabras-clave: Ciencia; divulgación científica; socialización; revistas

Abstract

The importance of scientific journals in socializing the research results and its dissemination in the different platforms is analyzed. For this purpose, the relationship between science and scientific journals, their characteristics and functions, and the current challenges they face are studied. The objective of this article is to substantiate the role of scientific journals as the main way to publish the results of scientists and researchers. Documentary study methods were used to process the information and data collected. Consequently, the social function of scientific journals in the dissemination and cooperative construction of knowledge as well as the fact of being reliable communication channels that guarantee the quality of information and being the main repository of scientific results are presented.

Key words: Science; scientific dissemination; publishing; journals

Introducción

La divulgación del conocimiento permite vincular a la sociedad con los objetivos y resultados de investigación que la ciencia brinda en beneficio de está. Cuando el conocimiento se traduce, cumple funciones sociales fuera de ciertas sociedades científicas y técnicas, por lo que tiene diferentes propósitos para ciertas comunidades culturales. Uno de sus objetivos es informar aspectos útiles, señalar impactos y consecuencias sociales, así como ayudar a comprender los riesgos y beneficios.

Las revistas científicas comúnmente son el medio para que los investigadores den a conocer sus resultados, estás han sido aceptadas universalmente como el principal medio de comunicación científica. En este sentido la socialización del conocimiento mediante la utilización de revistas científicas merece un estudio diferenciado.

Los resultados de la revista aportan, impactan y dan valor agregado a la comunidad académica, científica, empresarial y a la sociedad en general. Es el medio primordial y universal de la comunicación científica, tanto en procesos de difusión como de divulgación. Puede incorporar conocimientos técnicos y tecnológicos y abarcar diferentes campos de conocimiento. La Organización de Naciones Unidas para la Educación de la Ciencia y la Cultura [1], define a la revista científica como:

Publicación periódica que presenta especialmente artículos científicos, escritos por autores diferentes, e información de actualidad sobre investigación y desarrollo de cualquier área de la ciencia. Tiene un nombre distintivo, se publica a intervalos regulares, por lo general varias veces al año y cada entrega esta numerada o fechada consecutivamente. Su componente básico el artículo científico, es un escrito en prosa, de regular extensión, publicado como una contribución al progreso de la ciencia y el arte.

Por lo que los autores asumen como objetivo: Fundamentar el papel de las revistas científicas como vía principal para la divulgación de los resultados de científicos e investigadores, desde las dinámicas y desafíos actuales.

Desarrollo

Relación Ciencia y Revistas científicas

Junto a la función social de difundir la ciencia, las revistas científicas cumplen otros importantes roles [2] establece que: son el medio más rápido para conocer los últimos avances sobre un campo específico del conocimiento, constituyen el mecanismo propicio para evaluar la actividad científica, permiten controlar y certificar la calidad de los resultados de investigación (su exactitud y novedad) y si se garantiza su accesibilidad se transforman en un archivo público del conocimiento. Son consideradas como los eslabones básicos en el proceso de transferencia y difusión de la ciencia y un instrumento privilegiado para la comunicación entre los investigadores [3].

Como afirma Guillamón [4] el objeto de las revistas científicas es la discusión abierta y libre de hallazgos experimentales, hipótesis teorías. Esto implica que la revista no es simplemente un repositorio de información, sino que es el medio de comunicación que permite a los investigadores-influir con el propio conocimiento en el núcleo de investigadores internacionales de su especialidad‖. Las revistas científicas no solo son el registro público, válido, oficial de la ciencia y el principal medio de difusión de la comunicación científica; sino que también se han convertido en una institución social que otorga prestigio y recompensa a todos aquellos que contribuyen a su existencia [5].

Se afirma por [6] que las revistas científicas garantizan o deben garantizar la seriedad del conocimiento y ser el medio para que el conocimiento en realidad lo sea. El autor mencionado sostiene que solo es conocimiento aquel que está publicado a disposición de pares (investigadores que trabajan o conocen sobre los mismos temas). Los resultados de investigación científica publicados en revistas generalmente se presentan como generadores de conocimiento o hacen parte de la aplicación de otros ya apropiados en casos particulares, dando lugar a otro nuevo [7].

Las características particulares del conocimiento que se publican en revistas son las de intangibilidad, flexibilidad, dinamicidad, valor potencial, propiedad intelectual y ser el resultado de un proceso de apropiación y análisis de información predecesora

Permite discutir y validar la calidad de la investigación y de los conocimientos desarrollados en esta y puede comportarse como una de las entradas en procesos de innovación. Asimismo, reconoce y protege los derechos del autor y se convierte en un archivo de conocimiento. Las revistas científicas juegan un papel protagónico en la transmisión y difusión de conocimiento a partir de la divulgación de su contenido a un público capaz de apropiarla, transformando dicha información en conocimiento. La socialización del conocimiento científico por lo general se realiza a partir de la publicación de artículos en revistas científicas.

Es importante resaltar que en el panorama actual el foco de discusión sobre las revistas científicas se encuentra situado en estas “como artefactos socio-técnicos de circulación de conocimiento científico, vinculado a dos aproximaciones concretas, por un lado, las revistas como instrumento de circulación, y por el otro, como instrumento consagratorio” [8]. En este aspecto, luego de lo planteado anteriormente podemos deducir que el “instrumento consagratorio” está haciendo referencia al papel que tienen las revistas científicas para el posicionamiento de los autores dentro de su comunidad académica.

Por su parte, [7] hacen una reflexión un poco más integral del concepto de revista científica cuando plantean que esta es un “servicio de publicación de resultados de investigación científica que da lugar a la conformación de nuevos conocimientos, conformándose, así como un archivo de conocimiento, que a su vez puede ser parte de una tecnología, cuando dichos conocimientos pueden ser apropiados para el desarrollo de productos, procesos y operaciones” (p. 55).

Se resalta en estas definiciones el papel que tienen las revistas científicas, primero en la creación y posteriormente en la difusión del conocimiento científico, pues en muchos casos los resultados de investigación contenidos en ella se presentan como generadores de conocimiento.

Por su parte, para [9] las revistas son “espacios polémicos, donde tanto las entidades editoras detrás de las revistas como los editores que las lideran y los autores que las eligen para publicar sus artículos intentan apropiarse del prestigio de las revistas para posicionarse mejor” (p. 232).

Las revistas científicas surgen a partir de la necesidad de publicar los descubrimientos científicos, el producto final de toda investigación científica es la publicación.

Para entender las razones del nacimiento y posterior consolidación de la revista científica como principal canal de comunicación de la ciencia, es necesario comprender el contexto histórico en el que aparecen. En el Renacimiento, durante los siglos xv y xvi, se produce en Europa una ≪revolución científica≫ que sienta las bases de la ciencia moderna [10]. En este periodo, las personas interesadas por el conocimiento científico-los ≪filósofos de la naturaleza≫, comienzan a abogar por el uso del método científico de investigación y la observación directa de la naturaleza como fuente de conocimiento.

De forma paralela al avance de las diversas disciplinas, surgen nuevas formas de organizar la actividad científica que cristalizan en la creación de academias y sociedades científicas que agrupan a intelectuales interesados por las ciencias [10]: la Academia del Cimento de Florencia (fundada en 1657), la Royal Society de Londres (1660) o la Academie Royal des Sciences de Paris (1666).

Cuando se inicia el proceso de especialización de la actividad científica. A finales del siglo xviii ya hay un número significativo de personas trabajando en algunos campos de la ciencia, de manera que se hacen necesarias las revistas especializadas. Durante la primera mitad del siglo xx, los principales cambios que experimenta la edición de revistas científicas derivan del incremento de la actividad científica y del tránsito de una tarea llevada a cabo por aficionados hacia una actividad cada vez más profesionalizada. Las dificultades para mantenerse al día en un campo de conocimiento dan lugar a la aparición de revistas de revisiones. Entre las primeras se encuentran Reviews of modern physics (1929), de la American Physical Society, y Reports on progress in physics, de la Physical Society of Britain (1934) [11].

Es precisamente a finales del XIX cuando el incremento de revistas se sucede de forma imparable, facilitando la edición de (…) una larga lista de títulos publicados, en un primer momento, por sociedades científicas, a la que después se añadieron universidades y agencias gubernamentales y, finalmente, los editores privados (Elsevier, Kluwer, Academic Press, etc.), que constituyen desde finales del siglo XIX hasta la actualidad el núcleo fundamental del sistema de la edición científico-técnica [12].

El incremento de la actividad científica como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial supuso la aparición de nuevos campos de investigación como la física nuclear, la investigación espacial o la biología molecular. Estas disciplinas, que quedaban fuera de la cobertura de las sociedades científicas existentes hasta el momento, necesitaban de revistas propias. Fue también en este periodo cuando, como consecuencia de la supremacía científica de Estados Unidos, el inglés se impuso como lengua franca en la comunicación científica.

Hacer pública la ciencia, ha significado que las revistas científicas han estado obligadas a transitar desde una comunicación escrita, propia de una cultura tipográfica, hacia una comunicación cibernética, propia de una cultura electrónica [13].

En el esquema general de comunicación de la ciencia, la revista científica representa el registro público que organiza y sistematiza los conocimientos acumulados y es un canal indirecto y formal del mensaje científico, pues se inserta en medio de un proceso comunicacional que se inicia con la información creada por autores (científicos), perfeccionada y formalizada por editores y revisores, ampliamente difundida por las instituciones de información y recibida por usuarios, ya sea para integrarla y aplicarla a su actividad práctica o para generar nuevos conocimientos [14].

Más vigente que nunca es la visión que brinda Hebe Vesuri (1987), citado por [15] cuando plantea que “La investigación científica que no está publicada no existe. La publicación en una revista de prestigio reconocido asegura la prioridad en la producción de un resultado, acrecienta el crédito académico de un científico, legitima su actividad y permite la existencia de sistemas de comunicación científica”.

Para justificar lo anterior, la revista debe, desde un principio, percibirse como un instrumento de intercambio de saberes creados por la propia institución, así como de diálogo disciplinar con los saberes desarrollados por otras instituciones. La sinergia que existe entre revista científica y conocimiento está implícita dentro de las funciones de estas. Tal como plantea Guédon, citado por [16] “la función de las revistas científicas es convertirse en una especie de registro social de invenciones e innovaciones”. Y profundiza más adelante la idea cuando expresa que “las revistas científicas no son solo órganos de difusión, sino que también funcionan como espacios reguladores del acceso a la información” (p. 139). Y esta autora considera que también del acceso al conocimiento.

Características y funciones de la Revistas Científicas

Las revistas científicas son depositarias de los conocimientos documentales que la humanidad acumula en cualquier campo del saber y constituyen la vía fundamental para transmitir dichos conocimientos debido a que no es posible el proceso de transmisión directa por aquellos que la producen o poseen a todos y cada uno de los que la necesitan.

Las funciones de la revista científica quedaron, pues, fijadas desde sus orígenes y no han variado demasiado hasta la actualidad. Además de su importancia como canal de diseminación de los resultados científicos entre el resto de la comunidad investigadora, las revistas adoptaron inmediatamente la función de registro de las observaciones que permiten a los autores reclamar la prioridad de los descubrimientos y certifican la cientificidad de sus contenidos a través del proceso de revisión por pares.

Junto a la función social de difundir la ciencia, las revistas cumplen otros importantes roles: son el medio más rápido para conocer los últimos avances sobre un campo específico del conocimiento, constituyen el mecanismo propicio para evaluar la actividad científica, permiten controlar y certificar la calidad de los resultados de investigación (es decir, su exactitud y novedad) y si se garantiza su accesibilidad, se transforman en un archivo público del conocimiento [17]. Paralelo a lo anterior, han tenido un papel importante en la definición de las áreas de cada disciplina, en la conformación de comunidades de lectores, siendo actualmente el medio para reconocer y brindar amplia reputación a las cabeceras científicas que son autoridad en determinados campos científicos [18].

Las revistas científicas juegan diferentes roles en la comunicación científica [19]:

  • Construyen una base colectiva de conocimiento.

  • Comunican la información con velocidad y celeridad (además de los preprints y postprints).

  • Validan la calidad de la información (filtran y difunden).

  • Distribuyen recursos (evaluación, registro de invenciones, documentación).

  • Construyen comunidades científicas (editoriales, comentarios, cartas: foro de debate).

Es un hecho incuestionable que las revistas científicas constituyen, desde el siglo pasado, el principal medio de comunicación científica, constituyen el principal vehículo para difundir la información científica y son fuentes de consumo y apropiación de información.

La American Library Association (ALA) enfatiza que la revista científica publica artículos originales sobre investigación y desarrollo en un campo determinado de la ciencia, lo que indica ser el medio elegido por los investigadores para difundir el primer escrito de sus resultados, que no tiene versión escrita anterior y su contenido es una contribución al conocimiento [17].

De estas definiciones, surge que el objetivo convocante de todas las Revistas Científicas (en sus distintas tipologías: Revistas de información, Revistas primarias, Revistas de progresos científicos y tecnológicos y Revistas de resúmenes) es el de comunicar el resultado de las investigaciones encaradas por personas o equipos que se dedican al quehacer científico.

De éstas, son relativamente escasas las que tienen visibilidad mundial, es decir que sus contenidos sean conocidos por toda la comunidad científica del mundo. Esto puede deberse a varios factores, entre ellos el no estar incluidas en las grandes bases de datos responsables de su análisis e inclusión en las mismas.

La revisión por pares de los documentos editados y la exigencia de originalidad son los dos parámetros fundamentales para considerar que una revista es científica, cada vez son más los requisitos a cumplir debido a las exigencias del propio campo disciplinar, como a los requisitos que imponen las diferentes bases datos que difunden sus contenidos. Así, las revistas científicas tienen tres funciones: registrar el progreso científico, difundirlo y conferir prestigio a editores y autores.

A partir de una compilación exhaustiva entre autores y organizaciones dedicadas a divulgar la ciencia, [20], exponen las diferentes clasificaciones que actualmente tienen las revistas científicas según la entidad que las edita. Señalan además que los recursos utilizados para la edición pueden ser de tres tipos:

  • De primer nivel, cuando son editadas y publicadas por sociedades científicas reconocidas internacionalmente, de costos poco elevados pues cuentan con recursos económicos provenientes de los asociados.

  • De segundo nivel, cuando los procesos de edición, publicación y comercialización se realizan a través de grandes compañías transnacionales, lo que además les confiere prestigio, pero tienen el inconveniente de tener un elevado costo de suscripción y con ello se limita su circulación.

  • De tercer nivel, editadas y publicadas por entidades públicas (universidades, hospitales, etc.), instituciones que les imprimen los problemas propios de la dependencia administrativa que tienen de ellas (bajos presupuestos de operación, cambios de funcionarios) y que a la larga favorecen la interrupción de su periodicidad, distribución y difusión.

En opinión de algunos autores como [5] las revistas científicas “actúan como un instrumento clave en la organización, vertebración e institucionalización social de la ciencia” (p. 5). Y es que la investigación no puede existir sin la comunicación, en este caso, en las revistas científicas que son una de las fuentes que permiten el reconocimiento y la reproducción de los resultados científicos.

La revista tiene que plantearse desde el inicio como una herramienta de intercambio del conocimiento generado en la propia institución y en diálogo disciplinar con aquel que se está desarrollando en otras y, por lo tanto, es muy importante tener en cuenta el posible universo de autores y lectores, pues podría pasar que una buena idea editorial se malograra por falta de artículos. Una revista científica tiene una triple función que no ha cambiado desde sus inicios, pero ha evolucionado con el tiempo, según los autores de este trabajo.

Hasta principio de los ’30 la jerarquía de las revistas científicas estuvo dada por las bibliografías e índices internacionales, generalmente disciplinares, desarrollados por los países científicos líderes, que identificaban conjuntos de revistas mundiales de elite. Estos productos -uno de los más reconocidos, el Royal Society’s Catalogue of Scientific Papers-, fueron el equivalente a lo que más tarde se denominaría “ciencia principal”.

Por tanto, uno de los elementos de prestigio para las revistas es estar incluida en alguno de los repertorios bibliográficos o índices por especialidad, y más aún cuando éstos pertenecen a un país extranjero.

Ante la avalancha de información que existe hoy día estas funciones son más imperativas por la necesidad de contar con canales de comunicación confiables, que garanticen la calidad de la información. Y es este uno de los roles más importantes que tienen las revistas científicas en la actualidad.

No obstante, además de estas funciones son necesarias otras características que son, las que en definitiva, le brindan la excelencia y la calidad a una revista científica: el uso de mecanismos editoriales adecuados que permitan verificar la originalidad, la novedad y la relevancia de los contenidos, entiéndase una rigurosa revisión por pares; su capacidad de difusión y visibilidad y por último, el valor que esta representa para la propia comunidad científica ganado por los contenidos que transmite y la propia calidad de la gestión editorial de la revista.

Es precisamente esta comunidad científica quien ha establecido códigos y normas en el sistema de comunicación científica en todos los ámbitos disciplinares. Dentro de este sistema, la responsabilidad de los actores, dígase como autores o árbitros de la producción científica, es determinante para lograr que se cumpla con su función social.

La calidad científica avalada por una rigurosa evaluación por pares y la exigencia de originalidad o de aporte al campo disciplinar al que pertenece. Por su parte, la calidad editorial está conformada por aquellos indicadores formales que “aseguran las regularidades en la gestión de la revista” [21].

Ambas están estrechamente relacionadas y juntas garantizan la calidad en su conjunto de las revistas científicas.

Actuales desafíos en torno a las revistas científicas

El primer desafío para una revista en un país en desarrollo es sobrevivir en las llamadas "fronteras" del conocimiento. De hecho, la producción científica a nivel mundial se divide en dos tendencias: la internacional y la periférica. El primero es el conocimiento producido por países con un alto nivel de desarrollo científico e industrial, que cuentan con publicaciones de renombre mundial y dominan las industrias de procesamiento y difusión de la información científica.

Las corrientes periféricas consisten en resultados científicos producidos en países en desarrollo cuyos registros de publicación se consideran de poco valor internacional y que son difíciles de difundir a través del monopolio mundial de la información [14].

Ejemplo concreto de esa diferencia es la cantidad de publicaciones científicas que se generan en algunos representantes de ambos grupos de países. La suma de publicaciones que generó el grupo de los siete (USA, Reino Unido, Japón, Alemania, Francia, Canadá e Italia) en el período 1981-2002, registrados en todos los campos de la ciencia que considera el Institute for Scientific Information (ISI), fue de 9.869.717. En cambio, los seis países iberoamericanos más productivos (España, Brasil, Argentina, México, Chile y Venezuela) registraron un total de 520.155 publicaciones en el mismo período [22].

Tales cifras muestran que las aportaciones de América Latina hasta buena parte del siglo XX fueron contadas, en donde no sólo se producía una cantidad relativamente reducida de títulos de revistas científicas, sino que, además, a finales del siglo pasado, existían deficiencias editoriales en muchas revistas, que no sólo tenían que ver con la presentación, distribución y circulación de los ejemplares, sino también con los contenidos. Aunque entre los años 1988 y el 2001 se registró un aumento considerable de publicaciones de América Latina, a razón del 191%, cifra relativa muy superior a la alcanzada por otras áreas geográficas en vías de desarrollo (89% en África del norte y 131% en Asia).

Frente a tal realidad, bien se podría desistir de la idea de poner en circulación una revista científica, pero: “Si un país aspira construir un patrimonio intelectual, pilar de su propio progreso, no puede marginarse del desafío que implica dominar la tecnología que - además de la creación y recreación del saber-debe validar pública y universalmente el nuevo conocimiento (…). En consecuencia, la publicación de Revistas Científicas en países de América Latina donde existe una base científica mínima es imperativa. De lo contrario, el aporte de la comunidad de investigadores de competencia universal sería incompleto ya que no se incrementaría nuestra capacidad tecnológica para cubrir todo el proceso que involucra autentificar el conocimiento universal [23].

Las diferencias en la visibilidad e impacto de los artículos y autores científicos son innegables, por ejemplo, al comparar la productividad de los científicos latinoamericanos en ciencias sociales con la de matemático americano o la productividad de un cardiólogo, del campo médico de más rápido crecimiento, frente a otro investigador de cualquier otra especialidad de la medicina, o comparar el período transcurrido para que un artículo científico del área de la física sea citado (uno o dos años), con el período que experimenta la medicina, en donde el 50-60% de los artículos reciben citas a los 5 años de publicación [24], [25].

Es el ISI quien ha impuesto el factor de impacto de los artículos y aunque es arbitrario a pesar de ello, aun cuando la crítica muestra su aplicación, muchas veces imprudente, nada ha impedido que en la actualidad los factores de impacto del ISI sean los referentes para evaluar a los investigadores.

De hecho, si una revista científica es el resultado del trabajo editorial de un grupo de investigación en cualquier unidad universitaria, casi siempre cada número se hace a mano, ocupando tiempo libre, y si existen unidades centrales de producción editorial universitaria, son pequeñas en número, tamaño, carecen por ello de recursos materiales y/o profesionales, dificulta la masificación regular e impide que las revistas brinden un espacio dinámico de discusión, respuesta y debate en la forma que la vida científica requiere.

Lo que implica que una cifra importante de autores solo quiere publicar en revistas de corriente principal, en bases de datos como Scopus donde las revistas de Latinoamérica apenas tienen representatividad.

En respuesta a esta situación, en la región se ha estado trabajando en el catálogo LATINDEX (subconjunto del Directorio del Sistema Regional de Información en Línea para Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal) y SciELO (Scientif Electronic Library Online) son actuales iniciativas que tienen el propósito de hacer relevante la producción científica de países en desarrollo.

De acuerdo con los estándares internacionales, la gestión de los indicadores de calidad editorial que utilizan estos sistemas asegura que las revistas almacenadas con éxito en estos registros informáticos estén en buenas condiciones, contribuyendo al reconocimiento de la literatura científica de la región a nivel mundial. Proporcionan acceso directo a colecciones en línea de revistas de texto completo.

Otra estrategia que han seguido los editores latinoamericanos es visibilizar las revistas en las redes sociales y académicas. Las redes sociales han transformado el modelo de comunicación y la forma de relacionarnos, así como la búsqueda, recepción y compartición de información [15].

La transición del mundo impreso al digital, es hoy un proceso imparable. Desde aquellas primeras publicaciones electrónicas que eran una extensión de la versión impresa, se han dado muchos pasos que han cambiado el mundo de la edición científica y que, a la larga, es posible que ayuden a vencer las dudas acerca de la legitimidad de dichas publicaciones electrónicas y favorece la visibilidad y difusión de las revistas [16].

La difusión del conocimiento es la etapa del trabajo científico que se crea cuando los productos intelectuales llegan a los usuarios, es decir, va más allá del trabajo editorial, que incluye visibilizar el trabajo de los autores, es decir, ponerlo a la vista de los usuarios potenciales para facilitar su consulta. El conocimiento no es utilizable sin el reconocimiento, que es en última instancia la razón de ser de su creación.

Las revistas científicas permiten hacer llegar a los investigadores el conocimiento más allá de las fronteras de las instituciones, de las redes, de los países en los que el conocimiento se genera, permite que se puedan apreciar, comparar, cuestionar o quizá reinterpretar los resultados de las investigaciones, permitiendo entre otras opciones iniciar nuevos estudios y proyectos.

Es por ello que debemos trabajar en la visibilidad y en el registro de nuestras revistas en bases de datos (directorios, catálogos e índices), ésta visibilidad va acompañada de ciertos niveles de garantía de calidad, debido a que las bases de datos, especialmente los índices, evalúan la edición, esto podría ser el factor de estímulo, para las revistas de la región.

Conclusiones

Luego de un análisis general se precisa que las revistas científicas cumplen múltiples funciones, divulgación de la ciencia, socialización de resultados, son el canal de comunicación científica por excelencia, transfieren prestigio a quienes contribuyen a su edición, son una herramienta de evaluación de las comunidades académicas, se han convertido en una “institución social” portadora de los resultados más relevantes y actualizados del área temática en que publican y amplían la visión de la ciencia con un alcance global.

Las funciones de las revistas científicas han evolucionado y aún continúan adaptándose a las nuevas tendencias de la ciencia, de la divulgación científica y del uso de las TIC, las que le permiten una mayor difusión de los resultados.

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Recibido: 04 de Octubre de 2022; Aprobado: 12 de Diciembre de 2022

* Autor para correspondencia: adelin@cepes.uh.cu

Los autores han colaborado en partes iguales, en todas las etapas del artículo

Los autores declaran que no existe conflicto de intereses y declaran que están de total acuerdo con lo escrito en este informe y aprobamos la versión final

Adelin del Carmen García Hernández. Profesora Auxiliar. Centro de Estudios para el Perfeccionamiento de Educación Superior. CEPES. Universidad de la Habana. Cuba

Máryuri García González. Profesora Titular. Metodóloga en la Dirección de Postgrado. Universidad de la Habana. Cuba

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