INTRODUCCIÓN
El 31 de julio del año 2020 se cumplieron sesenta años de la inauguración, por el entonces Ministro de Salud Pública de Cuba, Dr. José Ramón Machado Ventura, del Hospital Pediátrico Provincial “José Luis Miranda”. El 25 de junio del año 1960 se comenzaron las labores en las áreas del Laboratorio Clínico, de Radiología y del Cuerpo de Guardia médico y de enfermería; se adaptaba a lo que había sido la antigua ONDI (Organización Nacional de Dispensarios Infantiles), organismo estatal muy utilizado para fines políticos que creó en Cuba dispensarios infantiles en algunas ciudades para atender, con recursos limitados, a niños enfermos, y que eran totalmente insuficientes.1 El nombre del hospital derivó del recuerdo del niño asesinado por una bala de la tiranía durante la Batalla de Santa Clara: José Luis había salido a la calle a recibir a su padre que formaba parte de la tropa rebelde de la Columna 8 “Ciro Redondo” que, al mando del Comandante Ernesto Ché Guevara, se encontraba enfrascada en esos momentos en la liberación de la ciudad.
DESARROLLO
El hospital se inició con solo 120 camas y 28 médicos y su primer director fue el Dr. Carlos Martínez Reyes, destacado médico revolucionario y combatiente del Movimiento 26 de julio. En los años posteriores aumentó paulatinamente sus servicios y las tareas asistenciales, lo que motivó que se realizaran ampliaciones estructurales en diversas áreas. Hitos históricos importantes de esa etapa fueron el inicio de la docencia médica en el año 1967 y la implantación del modelo de la madre acompañante, medida de la que el “José Luis Miranda” fue pionero en Cuba.2,3 Todo esto motivó que se complejizaran las tareas administrativas del centro y se diera inicio a investigaciones científicas médicas y de enfermería asesoradas por el Consejo Científico del hospital y la Filial de la antigua Provincia de Las Villas de la Sociedad Cubana de Pediatría. Es de señalar como históricamente, para todo el desarrollo de sus tareas, el hospital contó con el apoyo político y social del Comité del Partido Comunista de Cuba del centro y del Buró Sindical de la Central de Trabajadores de Cuba, lo que explica como desde fechas tempranas los empleados de la institución participaran en tareas trascendentales del país como zafras del pueblo y misiones internacionalistas.
Durante los 60 años del Hospital Pediátrico “José Luis Miranda” su personal ha asistido a millares de niños y adolescentes de Villa Clara y de las provincias centrales, su labor ha sido muy importante en los logros obtenidos en el descenso de las tasas de mortalidad infantil, neonatal, pre-escolar y escolar; lo primero que se logró, en función de disminuir la mortalidad infantil, fue el combate a las enfermedades diarreicas agudas y la vacunación para prevenir enfermedades infecto-contagiosas. Ese fue el primer gran impacto sobre la mortalidad, la alta tecnología médica vino después, cuando se logró mejorar en tareas asistenciales más complejas, en las que han influido sobremanera los servicios de Terapia Intensiva, Neonatología y Cirugía Pediátrica. El centro cuenta con servicios territoriales de Nefrología (con hemodiálisis pediátrica y trasplante renal en niños) y Oncohematologìa, servicio en el que se ha logrado una disminución importante de la mortalidad por enfermedades malignas, en particular por las leucemias infantiles. En el Servicio de Imagenología se ha avanzado con la instalación de equipos de tomografía axial computadorizada y fluoroscopía televisada y en el Servicio de Neurocirugía ya se hace uso de un equipo de estereotaxia. Destacan los avances técnicos médico-asistenciales en el desarrollo de la cirugía mínimamente invasiva en niños y la profundización en técnicas de ventilación mecánica en la Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica.
No puede faltar en esta reseña histórica acotar la trascendencia del trabajo interdisciplinario realizado desde hace varios años por el Proyecto “Para una sonrisa”, que abarca aspectos relacionados con el entretenimiento, el apoyo psicológico y el avance educacional de los niños ingresados, en especial los de larga estadía hospitalaria o que padecen enfermedades crónicas.
Durante los sesenta años de labor del hospital se destaca el desarrollo de los procesos docentes del personal médico y de enfermería, que incluyen la formación en Pediatría y en sub-especialidades afines de alumnos de cuarto, quinto y sexto años de Medicina, así como del personal en formación de enfermería, tanto técnico como de licenciatura, y en los últimos años de especialidades dentro de esta rama y a la formación de post-grado, en la que el Departamento de Docencia e Investigaciones del centro ha trabajado en forma ascendente en la formación de especialistas y, en los últimos años, liderando maestrías y diplomados, muchos de carácter provincial y nacional, todo lo que ha llevado a que en la última evaluación de la Junta Nacional de Acreditación del Ministerio de Educación Superior se otorgara a la Especialidad de Pediatría la calificación de Excelente. El hospital cuenta actualmente con doctores en Ciencias Médicas de las Especialidades de Hematología Pediátrica y Administración de Salud y se trabaja con varios candidatos para los doctorados, además la institución ha encabezado un grupo de investigaciones científicas en el área materno-infantil sobre temas de interés para la Provincia de Villa Clara así como ensayos clínicos con medicamentos fabricados por la Biotecnología cubana como el surfacén, la biomodulina T y los anticuerpos anti-tumorales.
Recientemente el hospital se ha proyectado en el enfrentamiento a la pandemia de COVID 19, con atención especializada a los niños afectos de infecciones respiratorias agudas y aporte de personal médico a los centros encargados de atender a estos enfermos.
CONCLUSIONES
Quedan muchas tareas por mejorar o superar en los próximos años, entre las que se encuentran aumentar la interrelación entre la institución y los organismos de la comunidad y prosperar en el adecuado trato a niños ingresados y sus familiares. Por lo pronto todos los trabajadores continuarán su bregar diario por la salud infantil, contra viento y marea, con bloqueo o sin bloqueo. Los más jóvenes se nutren de la experiencia acumulada por los de más años de labor, pero todos con un mismo fin: mantener el emblema de la Pediatría cubana: “nada es más importante que un niño.”