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Revista Cubana de Medicina General Integral

versión On-line ISSN 1561-3038

Rev Cubana Med Gen Integr v.20 n.5-6 Ciudad de La Habana sep.-dic. 2004

 

Resumed

Resúmenes sobre alergia alimentaria

1. Blanco Guerra C 

Síndrome Látex-Frutas

Allergol Immunopathol 2002;30:156-63. Disponible en: http://db.doyma.es/cgi-bin/wdbcgi.exe/doyma/mrevista.go?pident=13029650

Resumen

Durante la última década, la alergia al látex mediada por IgE ha sido reconocida como un problema médico de enorme trascendencia. Al mismo tiempo, numerosos estudios se han centrado en la reactividad cruzada entre alimentos y aeroalergenos. Recientemente, se ha postulado la existencia de un síndrome látex-frutas, al comprobarse una asociación clínica significativa entre ambas reacciones alérgicas.

Diversos trabajos han demostrado que entre un 20 y un 60 % de los pacientes alérgicos a látex presentan reacciones medidas por IgE a una amplia variedad de alimentos, principalmente frutas como el plátano, el aguacate, la castaña y el kiwi. Las manifestaciones clínicas de estas reacciones pueden variar desde el síndrome de alergia oral hasta reacciones anafilácticas graves. Estas últimas no son infrecuentes, lo que pone de manifiesto la relevancia clínica del síndrome látex-frutas.

El diagnóstico de la hipersensibilidad a alimentos asociada con alergia al látex, se basa en la historia clínica de reacciones adversas inmediatas en relación con su ingestión, sugestivas de ser mediadas por IgE. La prueba cutánea mediante prick con el alimento fresco muestra una concordancia del 80 % con el diagnóstico clínico, siendo la mejor prueba de que disponemos en la actualidad para comprobar la sensibilización a alimentos de origen vegetal. Una vez confirmado el diagnóstico, el paciente debe realizar una dieta exenta de los alimentos a los que sea alérgico.

Recientemente, se han logrado caracterizar algunos de los alergenos comunes responsables de las reacciones cruzadas entre el látex y las frutas. Estos panalergenos han resultado ser quitinasas de clase I, que al poseer un dominio heveína N-terminal, reaccionan de forma cruzada con el alergeno principal del látex, Hev b 6.

Palabras clave
: Alergia a látex, alergia a alimentos, reactividad cruzada, síndrome látex-frutas, quitinasas de clase I.

2. Chivato T, de Mateo MB, Gómez S, Lavín JR, Mateos JM, Laguna R 

Alergia alimentaria

Gastroenterología 2002;3(5):303-8. Disponible en: http://db.doyma.es/cgi-bin/wdbcgi.exe/doyma/mrevista.resumen?pident=13037214

Resumen

Las reacciones adversas a alimentos se producen por diferentes causas pero únicamente se entiende por alergia alimentaria aquellas que están mediadas por un mecanismo inmunológico. La prevalencia de reacciones adversas alimentarias en adultos supera el 30 % mientras que la alergia alimentaria mediada por IgE no suele superar el 2 %. En niños se observan cifras cercanas al 5 % de alergia alimentaria.

La alergia alimentaria puede producir manifestaciones clínicas gastrointestinales y/o respiratorias y/o cutáneas.

El diagnóstico de alergia alimentaria se basa en la historia clínica, pruebas cutáneas, determinaciones analíticas apropiadas y cuando sea preciso pruebas de provocación oral controladas con alimentos.

La evitación de los alimentos alergénicos es el único medio preventivo disponible en la actualidad para los pacientes sensibilizados. Otras opciones terapéuticas que están en fase de investigación incluyen la inmunoterapia con péptidos, inmunización con ADN, inmunización con secuencias inmunoestimulatorias, anti-IgE y la modificación genética de alimentos.

Palabras clave:  Alergia, alimentos,IgE,  urticaria, anafilaxia.

3. Fernández-Benítez M 


Implicación etiológica de los alimentos en la dermatitis atópica: datos a favor

Allergol Immunopathol 2002;30:114-20. Disponible en: http://db.doyma.es/cgi-bin/wdbcgi.exe/doyma/mrevista.resumen?pident=13029644

Resumen

Actualmente se van conociendo algunos de los mecanismos inmunopatológicos implicados en la respuesta IgE; se conoce que en los pacientes con dermatitis atópica existe una activación de los linfocitos Th2 con la producción subsecuente de citocinas IL-4, IL-5, responsables éstas de la producción de IgE y del reclutamiento de eosinófilos. No obstante, la activación de las células T en esta enfermedad se desencadena en 2 fases. En una primera fase se activan los Th2 y se producen la IL-4, IL-5, IL-13; esta primera fase se produce cuando se pone de manifiesto la activación inicial inducida por el antígeno. Y una segunda fase característica, cuando existen lesiones crónicas en la que se activan los linfocitos Th1 y se produce IFg. Esta fase crónica se asocia con la presencia de eosinófilos y macrófagos que expresan y producen IL-12.

Numerosos artículos ponen de manifiesto la sensibilización alimentaria como factor etiopatogénico de la dermatitis atópica. La prevalencia de la sensibilización es variable, y depende de la edad del paciente y de la gravedad de la enfermedad. Se ha podido observar cómo niños con dermatitis atópica moderada/grave tienen tests cutáneos positivos y niveles de IgE elevados frente a diferentes alimentos. No obstante, hay claridad de que no siempre los tests cutáneos positivos frente a alimentos en niños con dermatitis atópica indican la responsabilidad de esos alimentos en las manifestaciones clínicas; es más, en ocasiones, en niños con tolerancia posterior a los alimentos, persisten positividades en los tests cutáneos, e IgE específica elevada. Ahora se sabe que la IgE no sólo participa en la degranulación de las células mastocitarias, sino también en las reacciones mediadas por células T, y otras células presentadoras de antígeno (células dendríticas) con receptores de alta afinidad para la IgE.

Es conocida la respuesta inmediata IgE, pero se sabe que no sólo es la respuesta inmediata la que está implicada, sino también la tardía, puesta de manifiesto por la presencia de células T antígeno específicas frente a alimentos u otros alergenos como los inhalantes.

Está demostrado que niños con dermatitis atópica y sensibilización alimentaria frente a un tipo de alimentos como leche, huevo, harina de trigo y soja, tras una dieta de exclusión estricta, pueden llegar a desarrollar una tolerancia; de ahí que sea importante volver a provocar con el alimento cada 2-3 años. En niños con sensibilización a otros alimentos, como frutos secos, pescados y mariscos, en ocasiones persiste la sensibilización en la edad adulta, pero no llegan a hacer una tolerancia.

En conclusión, pueden existir 2 grupos de niños con dermatitis atópica. Uno con dermatitis atópica "enfermedad alérgica" que se caracteriza por aparición temprana, clínicamente moderada/grave, con tasas de IgE alta, presencia de IgE antígeno específica frente a alergenos y antecedentes familiares atópicos. A estos niños es necesario diagnosticarlos precozmente, e instaurar el tratamiento, así como prevenir la evolución de su enfermedad alérgica hacia el asma bronquial. El otro grupo sería aquel con dermatitis clínicamente "atópica" por su localización y morfología, en la que no se puede demostrar enfermedad alérgica, y cuyo control será diferente de los que presentan enfermedad alérgica.

Palabras clave: Dermatitis atópica, eccema atópico, alergia alimentaria.

4. Fernández Rivas M 

Reactividad cruzada en frutas y vegetales

Allergol Immunopathol Madr 2003;31:141-6. Disponible en: http://db.doyma.es/cgi-bin/wdbcgi.exe/doyma/mrevista.go?pident=13047824

 Resumen

Los alimentos vegetales son la causa más frecuente de alergia a alimentos a partir de los 5 años de edad. Los más frecuentemente implicados son las frutas y frutos secos, seguidos en Cuba de las legumbres y hortalizas frescas. En los pacientes alérgicos a frutas y hortalizas es muy frecuente encontrar sensibilizaciones múltiples a otros alimentos vegetales, de la misma familia o taxonómicamente no relacionados, aunque no todas ellas tienen expresión clínica. Además, más del 75 % de estos pacientes son alérgicos a pólenes, variando el tipo de polen en relación con la aerobiología de la zona. La base de estas asociaciones de alimentos vegetales entre sí y con pólenes reside en que existen anticuerpos IgE frente a "panalergenos", lo que determina la reactividad cruzada. Los panalergenos son proteínas ampliamente extendidas en el reino vegetal, implicadas en funciones biológicas importantes (generalmente de defensa), por lo cual sus secuencias y estructuras están altamente conservadas. Los 3 grupos mejor conocidos son los alergenos homólogos de Bet v 1, las profilinas y las proteínas transportadoras de lípidos (PTL). Los alergenos homólogos de Bet v 1 (alergeno mayor del polen de abedul) son un grupo de proteínas de defensa (PRP-10) de 17 kDa de peso molecular, que se comportan como alergenos mayores en los pacientes del Norte y Centro de Europa que presentan alergia a alimentos vegetales asociada con polinosis al abedul. En estos pacientes la sensibilización primaria parece producirse por vía inhalatoria al exponerse al polen de abedul. La sintomatología característica asociada con la sensibilización a esta familia de alergenos es el síndrome de alergia oral (SAO). Las profilinas son proteínas altamente conservadas en todos los organismos eucarióticos, presentes en pólenes y en una gran variedad de alimentos vegetales. Tienen un peso molecular de 14 kDa, y presentan una alta homología en sus estructuras y una importante reactividad cruzada entre ellas. La presencia de IgE anti-profilina amplía el espectro de sensibilizaciones a alimentos vegetales detectadas mediante pruebas cutáneas y/o test in vitro, pero no está claro que se correlacione con la expresión clínica de la alergia a alimentos. Las PTLs son los alergenos mayores implicados en la alergia a frutas rosáceas en pacientes del área mediterránea no sensibilizados a polen de abedul. Las PTLs son una familia de polipéptidos de 9 kDA de peso molecular, ampliamente distribuidos en el reino vegetal, e implicados en la formación de la cutícula y en la defensa frente a patógenos (PRP-14). Son termoestables y resistentes a la digestión con pepsina, lo que las convierte en potentes alergenos alimentarios y explica la frecuente aparición de clínica sistémica (urticaria, anafilaxia) en los pacientes alérgicos a rosáceas de nuestra área. Se han identificado también PTLs en otros alimentos vegetales y en pólenes, y se ha demostrado un notable grado de reactividad cruzada entre ellas, lo que puede explicar (junto a la profilina) la frecuencia de personas sensibilizadas a alimentos vegetales en el área mediterránea.

Palabras clave
: Alergia alimentaria, frutas, hortalizas, panalergenos, profilinas, proteínas transportadoras de lípidos, PTL, síndrome de alergia oral.

5. Ibáñez MD, Martínez M, Sánchez JJ, Fernández-Caldas E 

Reactividad cruzada de las legumbres

Allergol Immunopathol Madr 2003;31: 151-61. Disponible en: http://db.doyma.es/cgi-bin/wdbcgi.exe/doyma/mrevista.go?pident=13047826

Resumen

Las leguminosas son plantas dicotiledóneas que pertenecen al orden Fabales. Su principal característica distintiva es su fruto (legumbre, semillas contenidas en vainas). Este orden botánico está formado por tres familias: Mimosaceae, Caesalpiniaceae y Papilionaceae o Fabacea. La familia Papilionaceae incluye las especies alergénicas más importantes: Lens culinaris (lenteja), Cicer arietinum (garbanzo), Pisum sativum (guisante), Arachis hipogea (cacahuete), Phaseolus vulgaris (judía) y Glycine max (soja). Las leguminosas constituyen un ingrediente importante de la dieta mediterránea. En los niños españoles, la sensibilidad a las leguminosas representa la quinta alergia alimentaria más prevalente. Las lentejas y los garbanzos son la causa más frecuente de reacciones alérgicas a las leguminosas en los niños españoles. Las leguminosas también pueden estar implicadas en síntomas alérgicos graves. Las diferentes leguminosas tienen proteínas estructuralmente homólogas, pero no son igual de alergénicas, por lo que resulta difícil distinguir la reactividad cruzada in vitro e in vivo. Se ha demostrado mediante pruebas cutáneas y CAP que la mayoría de los pacientes están sensibilizados a más de una especie. Asimismo, se ha demostrado una gran reactividad cruzada entre la lenteja, el garbanzo, la judía y el cacahuete mediante inhibición por ELISA (inhibición máxima > 50 %). A diferencia de la población anglosajona, este fenómeno implica sensibilización clínica en muchos niños españoles. La mayoría de los pacientes habían tenido síntomas con más de 1 leguminosa (mediana de 3 leguminosas). Treinta y nueve pacientes se expusieron (en régimen abierto o simple ciego) a dos o más leguminosas y 32 (82 %) reaccionaron a dos o más de ellas: el 43,5 % a 3, el 25,6 % a 2 y el 13 % a 4. El 73 % de los pacientes expuestos a lentejas y judías tuvieron una reacción positiva a ambas, el 69,4 % a la lenteja y el garbanzo, el 60 % al garbanzo y el 64,3 % a la lenteja, el garbanzo y la judía simultáneamente. La alergia al cacahuete se puede asociar a alergia a la lenteja, el garbanzo y la judía, pero con menos frecuencia. Por el contrario, los niños alérgicos a otras leguminosas toleraron bien la judía blanca y la judía verde y la soja. En este estudio, el 82 % de los niños alérgicos a las leguminosas presentaban sensibilización al polen. La judía y el guisante son las leguminosas con más reactividad cruzada in vitro con Lolium perenne, Olea europea y Betula alba. Esta reactividad cruzada podría obedecer a determinantes antigénicos comunes o a la coexistencia de alergia al polen y a las leguminosas. Parece menos probable la implicación de panalergenos. Es importante subrayar que a pesar de una evidente reactividad cruzada clínica e inmunológica, el diagnóstico de la alergia a las leguminosas no debe basarse exclusivamente en pruebas de IgE específicas. La decisión de suprimir una leguminosa de la dieta debe basarse en una prueba de provocación alimentaria oral positiva.

Palabras clave: Leguminosas, lenteja, garbanzo, guisante, cacahuete, judía, soja, reactividad cruzada, polen, alergia alimentaria.

6. Lafuente RF, Piñol J, Carapeto FJ 

Experiencia en la sensibilización al látex

Medicina Cutánea 2002;30(2):5-8. Disponible en: http://db.doyma.es/cgi-bin/wdbcgi.exe/doyma/mrevista.resumen?pident=13036210

Resumen

La alergia al látex se conoce desde 1979 y en la actualidad representa un problema sociosanitario importante. Su prevalencia ha aumentado durante los últimos años en todo el mundo. La prevalencia más elevada se da en niños con espina bífida. La atopia y el eccema en manos son factores de riesgo conocidos para la alergia al látex. Algunos individuos sensibilizados al látex presentan reactividad cruzada con frutas.

Por todo ello, es importante establecer medidas preventivas entre los diversos grupos de riesgo conocidos, es decir, todas las personas que utilizan guantes en su trabajo diario. Se presenta una revisión de los casos de alergia al látex recogidos durante un período de 10 años.

Palabras clave: Alergia al látex, prevalencia, factores de riesgo, manifestaciones clínicas.

 7. Martínez Alonso JC, Domínguez Ortega FJ, Fuentes Gonzalo MJ 

Angioedema por sensibilización a carne de gallina

Allergol Immunopathol Mad 2003;31:50-2. Disponible en: http://db.doyma.es/cgi-bin/wdbcgi.exe/doyma/mrevista.go?pident=13042844

 Resumen

 Antecedentes: La sensibilización a las proteínas del huevo es la causa más frecuente de alergia alimentaria en niños. El síndrome ave-huevo, que presenta un grupo de pacientes sensibilizados al huevo a través de proteínas de origen aviar, es menos frecuente en niños. Se estudia un paciente con antecedente de hipersensibilidad a huevo, que presenta episodios de angioedema tras la ingesta de carne de gallina.

Métodos: Se realizaron pruebas cutáneas con fracciones proteicas de huevo, alfa-livetina, carne de pollo. Se utilizó carne de gallina para prick-by-prick y para prick-test. La IgE específica fue identificada por técnicas de CAP, y SDS-PAGE Immunoblotting.

Resultados: Prick-test fue positiva para yema, carne de pollo y alfa-livetina. Prick-by-prick con carne de gallina fue positivo en el paciente y negativo en cuatro controles. La determinación IgE específica fue positiva para yema de huevo y carne de gallina.

Conclusión: Las reacciones alérgicas a carne de gallina son excepcionales. Se presenta un niño con sensibilización al huevo y carne de gallina que sugiere un mecanismo IgE mediada. Se pone de manifiesto una sensibilización a alfa-livetina y a yema de huevo, patrón poco habitual en niños.

Palabras clave
: Síndrome ave-huevo, angioedema, alfa-livetina, cap. sds-page immunoblotting, carne de gallina.

8. Martorell Aragonés A 

Implicación etiológica de los alimentos en la dermatitis atópica: datos en contra

Allergol Immunopathol 2002;30:120-6. Disponible en: http://db.doyma.es/cgi-bin/wdbcgi.exe/doyma/mrevista.resumen?pident=13029645

 Resumen

La dermatitis atópica (DA) es una enfermedad cutánea inflamatoria crónica característica, que ocurre típicamente en individuos con una historia personal o familiar de atopia.

Los niños con DA presentan con frecuencia sensibilización a alimentos mediada por IgE, siendo los más frecuentemente implicados el huevo y la leche de vaca. Pero en la actualidad se mantiene la controversia acerca de si la alergia alimentaria es un factor etiológico de la DA o simplemente se asocia a ella, acompañándola, como una expresión más de la predisposición atópica del paciente.

Aproximadamente el 40 % de los lactantes y niños pequeños con DA moderada a grave presentan alergia alimentaria comprobada mediante pruebas de provocación a doble ciego, pero no parece ser la primera causa de la dermatitis, puesto que ésta se inicia, en muchos casos, antes de que el alimento responsable de la sensibilización alérgica se haya introducido en la dieta del lactante.

Los estudios de provocación a doble ciego con alimentos en pacientes con dermatitis atópica, demuestran fundamentalmente reacciones de tipo inmediato, compatibles con alergia mediada por IgE, que ocurren entre 5 min y 2 h, con clínica sobre todo cutánea (prurito, eritema, exantema morbiliforme, habones), en segundo lugar digestiva (náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea), también pueden presentar síntomas respiratorios (sibilantes, congestión nasal, estornudos, tos), pero no indican la aparición de dermatitis.

Algunos autores opinan que las respuestas al alimento en la prueba de provocación pueden aparecer también de forma tardía, principalmente en las siguientes 48 h, con clínica de exacerbación de la dermatitis. Pero los síntomas tardíos son difíciles de diagnosticar y atribuir estos síntomas a un determinado alimento puede resultar imposible.

Las reacciones tardías se han atribuido a un mecanismo inmunológico no mediado por IgE y para su diagnóstico se ha propuesto la realización de pruebas de parche con alimentos. Los resultados de las pruebas de parche con leche de vaca, en la experiencia compartida por otros autores, no parecen ser muy específicos y podrían ser debidos, al menos en parte, a la acción irritativa de la aplicación de estos parches sobre la piel reactiva del niño con dermatitis atópica.

Siempre será difícil demostrar la implicación de los alimentos en la DA, puesto que en la mayoría de los casos no hay que esperar que se resuelva con su exclusión de la dieta. El alimento sería en todo caso uno más entre los diversos exacerbantes posibles, de aquí la dificultad de identificar su responsabilidad en la evolución de la enfermedad. En cualquier caso, hacen falta más estudios prospectivos a doble ciego para comprobar la eficacia de la dieta de exclusión en el tratamiento de la DA.

Al margen de la discusión acerca del papel etiológico de los alimentos, lo más importante en una dermatitis atópica es entender que estamos ante un niño atópico, es decir, ante un niño predispuesto a sensibilizarse a los alergenos del ambiente, en los primeros años a alimentos y posteriormente a aerolergenos. Por lo que en un niño con DA es necesario valorar y estudiar una posible sensibilización alérgica a alimentos con el fin de evitar una reacción alérgica y prevenir el posible desarrollo de afección alérgica respiratoria en los años siguientes.

Palabras clave: Dermatitis atópica, eczema atópico, alergia alimentaria.

9. Mesa redonda: reactividad cruzada de alergenos alimentarios.

 Síndrome ave-huevo en niños

Allergol Immunopathol Mad 2003;31:161-5. Disponible en: http://db.doyma.es/cgi-bin/wdbcgi.exe/doyma/mrevista.resumen?pident=13047827

 Resumen

 La alergia al huevo es muy frecuente en la infancia. En general, los alérgicos al huevo reaccionan principalmente a la ingesta de la clara. La yema de huevo tiene diversas proteínas pero la clara contiene los alergenos mayores. Los alergenos principales son: ovoalbúmina, ovomucoide, ovotransferrina y lisozima. Estas proteínas han podido ser secuenciadas. Se ha descrito, en algunos casos, una relación entre la hipersensibilidad tipo I con síntomas respiratorios por antígenos de aves y la alergia alimentaria a yema de huevo. A esta asociación se la conoce como síndrome ave-huevo. Este síndrome es causado por sensibilización a la albúmina sérica de pollo (αΑ -livetina) y se caracteriza por el desarrollo de síntomas respiratorios y digestivos tras la ingestión de huevos tras el contacto con antígenos de aves. Los síntomas iniciales suelen ser de asma con o sin rinoconjuntivitis por contacto con aves. Primero se sensibilizan a proteínas aviares (plumas, excrementos, suero y carne) y, posteriormente, desarrollan hipersensibilidad alimentaria al huevo. A pesar de que el síndrome ave-huevo se ha descrito sobre todo en adultos con predominio en mujeres, también puede afectar a niños y en ellos se presentan unas características diferenciales respecto a la sensibilización a la clara de huevo más habitual. Predominan los síntomas digestivos y respiratorios sobre los cutáneos y la sensibilización a la yema es mayor que la de la clara. En los niños con alergia a aves y huevo, la alergia al huevo suele ser más persistente; no siempre se consigue una tolerancia y en todo caso esta aparece más tarde. La sensibilización a otros neumoalergenos también es superior en el grupo de alérgicos a aves y huevo. A veces, la sensibilización al huevo precede a la sensibilización inhalatoria a proteínas aviares y entonces se habla de síndrome huevo-ave. Al final de la revisión se presenta el ejemplo de un niño que clínicamente presenta un síndrome ave-huevo.

Palabras clave
: Alergia alimentaria, huevo, aves, síndrome ave-huevo.

10. Pereira MJ, Belver MT, Pascual CY, Martín Esteban M 

La importancia alergénica de las legumbres

Allergol Immunopathol Madr 2002;30:346-53.  Disponible en: http://db.doyma.es/cgi-bin/wdbcgi.exe/doyma/mrevista.go?pident=13040819

Resumen

Las leguminosas son una fuente barata de proteínas que se cultivan prácticamente en todo el mundo y son base de alimentación en muchos países en vías de desarrollo. En el área mediterránea y oriente medio se consumen principalmente lenteja y garbanzo. En cambio en países anglosajones y sureste asiático se consumen, de forma preferente, cacahuete y soja, respectivamente.

Las manifestaciones clínicas de la alergia a legumbres son similares para todas ellas y abarcan desde síndrome de alergia oral, urticaria, angioedema, rinitis, crisis asmáticas hasta anafilaxia e incluso muerte. Las legumbres tienen un alto grado de reactividad cruzada inmunológica; diversos autores han descrito reactividad cruzada entre diferentes legumbres y entre éstas y varios alimentos vegetales. La alergenicidad de las legumbres se relaciona principalmente con alergenos procedentes de las proteínas de almacenamiento de las semillas, las vicilinas podrían ser un alergeno común importante en la alergia clínica a legumbres, las profilinas se consideran causa de reactividad cruzada entre frutas, verduras y algunos pólenes y son consideradas un panalergeno. Otros panalergenos de importancia creciente son las proteínas de transferencia lipídica.

Hay escasos estudios que valoran la evolución a largo plazo de la alergia a legumbres. Se están investigando nuevos agentes terapéuticos para el tratamiento de la alergia a cacahuete que podría ser extensible a otras legumbres.

Palabras clave: Leguminosas, lenteja, garbanzo, cacahuete, soja, reactividad cruzada, síndrome de alergia oral, urticaria, angioedema, rinitis, vicilinas, profilinas, panalergenos.

11. Torres Borrego J, Martínez Cuevas JF, Tejero García J 

Reactividad cruzada entre pescados y mariscos

Allergol Immunopathol Madr 2003;31:146-51. Disponible en: http://db.doyma.es/cgi-bin/wdbcgi.exe/doyma/mrevista.resumen?pident=13047825

Resumen

En España, la alergia al pescado constituye el 18 % de todos los casos de alergia alimentaria en niños, mientras que las reacciones provocadas por crustáceos y moluscos son del 3,8 % y 1,6 % respectivamente. Se entiende por reactividad cruzada el reconocimiento de distintos antígenos por un mismo anticuerpo IgE, demostrable mediante pruebas in vivo e in vitro, lo que se traduce clínicamente en reacciones causadas por antígenos homólogos de distintas especies. También es posible la sensibilización subclínica, puede darse el caso de pacientes sensibilizados a determinados pescados o mariscos que no presentan síntomas al consumirlos. El bacalao y la gamba han sido los modelos para el estudio de la alergia a pescado y crustáceos respectivamente. Los alergenos mayores responsables de reactividad cruzada entre distintas especies de pescados y anfibios son proteínas que controlan el flujo de calcio en el sarcoplasma muscular de dichos animales llamadas parvalbúminas, con un peso molecular en torno a 12 kDa y un punto isoeléctrico de 4,75, resistentes a la acción del calor y la digestión enzimática. Recientemente se ha reproducido la parvalbúmina recombinante de la carpa, y se ha comprobado que dicho alergeno contiene el 70 % de epítopos para IgE presentes en el extracto natural de bacalao, atún y salmón, lo que le hace válido para ser utilizado en el diagnóstico de pacientes con alergia a pescado. Además, este alergeno recombinante podría constituir la base para el desarrollo de la inmunoterapia frente a la alergia al pescado. En el caso de los mariscos, grupo no taxonómico que incluye crustáceos y moluscos, el alergeno mayor es la tropomiosina, proteína fundamental en la contracción muscular tanto de invertebrados como de vertebrados. Las tropomiosinas de los invertebrados, con un peso molecular entre 38 y 41 kDa, guardan gran homología en su secuencia de aminoácidos, siendo panalergenos responsables de reacción cruzada entre crustáceos, insectos, ácaros, nemátodos y distintas clases de moluscos. Se estima que un 50 % de los individuos alérgicos a un tipo de pescado presentan un riesgo de reacción a una segunda especie, mientras que para los alérgicos a un tipo de crustáceos este riesgo es del 75 %, debido a que existe mayor homología entre tropomiosinas que entre parvalbúminas. Por otro lado, hasta un 40 % de los pacientes sensibilizados a uno o más pescados no presentan síntomas al consumir otras especies, siendo las mejor toleradas las pertenecientes a la familia escombridae (que incluye al atún).

Palabras clave
: Alergia alimentaria, pescado, marisco, crustáceos, reactividad cruzada, parvalbúmina, tropomiosina, panalergenos.

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