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Correo Científico Médico

versión On-line ISSN 1560-4381

CCM vol.18 no.3 Holguín jul.-set. 2014

 

PUNTO DE VISTA

 

El doctorado en las cuatro etapas de la vida profesional

 

The Science Philosophy Doctor in the Four Professional Stages

 

 

Guadalupe Rafael Torres Acosta

Especialista de Segundo Grado en Pediatría. Especialista de Primer Grado en Administración en Salud. Profesor Auxiliar. Universidad de Ciencias Médicas. de Holguín. Holguín. Cuba.

 

 


Para fundamentar la idea de la formación de Doctores en Ciencia en la provincia Holguín, se tuvo en cuenta un trabajo publicado por el profesor Dr. Rogelio Altisent, titulado La ética del desarrollo profesional continuado en la promoción de la calidad asistencial, publicado en Cuadernos y Suplemento por el Centro de Bioética Juan Pablo II. Mayo-Junio, 2012. No se puede concebir la preparación para el Grado Científico (Doctorado), tan distante en el tiempo y sí desde los primeros años de estudio de la carrera; como parte del desarrollo profesional continuado.

En este punto, aparece el Desarrollo Profesional Continuado (DPC) como una herramienta, un proceso que debe acompañar las etapas de la vida del profesional sanitario, con sus distintos momentos de motivación y crisis. Conviene entender su fundamentación ética, que se sustenta en la conciencia personal y conduce a reflexionar sobre los elementos éticos operativos que lo componen en el día a día.

Las cuatro etapas de la vida profesional

Primera etapa

En esta etapa el estudiante construye el soporte de conocimientos sobre la futura formación de su especialidad, aunque más adelante pueden completar las lagunas con la incorporación de los nuevos avances científicos; las actitudes éticas fundamentales ante la profesión se forman y se consolidan en este período, en el que juega un papel importante el modelo que ofrecen los profesores y tutores, así como el clima de trabajo de los centros. Allí influye el “currículo oculto”, capaz de impregnar y contagiar actitudes positivas o negativas.

Es importante significar la validez de plantear la educación en ética y bioética desde el primer año de la carrera y por asignaturas, con un programa y sin improvisaciones en cada escenario docente y en el día a día, pues no cabe duda que estas materias haya que enseñarlas teórica y prácticamente.

En el caso del grado científico en estudiantes de medicina, la propuesta es trabajar desde el segundo o tercer año cuando se seleccionen los estudiantes de alto rendimiento académico que por lo general son alumnos ayudantes de una especialidad, asignándole un tutor Doctor en Ciencias o Especialista de Segundo Grado, con categoría docente de  Titular o Auxiliar y de ser posible desde esta época incorporarlo a investigar y estudiar un tema que en el futuro pueda ser su tesis de especialista y posteriormente el de la tesis doctoral.

En este estudiante se puede analizar la verticalización en el último año de la carrera en la especialidad que ya seleccionó anteriormente y ha trabajado con su tutor, y de mantener su condición previo análisis con los responsables de política de salud de su provincia la asignación de la especialidad por vía directa.

Segunda etapa

En una biografía profesional es el tiempo de la especialización, junto con los primeros años posteriores de asentamiento laboral. Suele ser una década muy exigente en la que se consolida el auténtico nivel de competencia, difícil de lograr más adelante. Hay suficientes aspectos de la capacitación que si no se han adquirido en esos años ya será casi imposible recuperar. De ahí que sea una etapa con especial responsabilidad para el desarrollo profesional. También es un periodo en que los conocimientos ceden protagonismo a la adquisición de habilidades.

Es el momento idóneo para implicarse en algún proyecto de investigación de cierta envergadura, incorporándose a un equipo con líneas de investigación sólidas, aunque sea con una dedicación de tiempo limitada, y en su caso proyectarse a realizar la tesis doctoral.

En esta etapa como se ha explicado anteriormente, ya el antiguo estudiante de pregrado, es un residente el cual trabajará en el tema seleccionado con su tutor  para personalizar y llevar a feliz término su trabajo de terminación de la especialidad (TTE) con el tema que ha trabajado desde el pregrado.

Pensamos se debe analizar la posibilidad de que las tesis o TTE puedan por sus características, temáticas y calidad servir como tesis doctoral, con modificaciones.
En los próximos dos años al ampliar los resultados de su tema y vencer los mínimos de Idiomas y Problemas Sociales de la Ciencia, se logra la obtención del Grado Científico de Doctor en Ciencias del área Clínica, Quirúrgica, por solo citar unos ejemplos.
La categorización docente y el Grado Científico  pueden transitar a la vez y los ejercicios que se realicen para uno pueden servir al otro.

Tercera etapa

En esta etapa profesional es un período importante, donde el DPC plantea desafíos que a veces es difícil entender y rentabilizar. Surge el riesgo de la acomodación, el aburrimiento o la pérdida de ilusión por las tareas asistenciales cotidianas.

Este período profesional obliga a reflexionar sobre si nos inclinamos hacia la atrofia o la hipertrofia, y a solicitar asesoramiento a colegas de confianza para adoptar medidas correctoras. En algunos casos, es el momento de replantear el enfoque profesional en función de las oportunidades que se ofrezcan en áreas complementarias a la asistencial (gestión, docencia, investigación).

Con la estrategia de formación doctoral que se ha planteado, y suponiendo que esta etapa dure 7 a 10 años, nuestro Doctor en Ciencias de un área determinada encamina su programa para el Doctor en Ciencias, su segundo escalón y ya está preparando a los estudiantes del pregrado que se le asignaron, a los residentes de su especialidad y a los futuros Doctores en Ciencias de los cuales él también es el tutor.

Cuarta etapa

El profesional merece un estudio monográfico. Un mero análisis sociológico probablemente sería muy duro y desalentador si nos limitáramos a describir el modo en que, al menos en España, nuestras instituciones están tratando a los médicos veteranos según plantea el Profesor Altisent y de qué manera se pierde su experiencia, al llegar incluso a políticas de jubilación precoz que sólo se frenan por los ajustes del mercado laboral. La función del médico no es sólo realizar tareas asistenciales; necesita también disponer de tiempo en su jornada laboral para la adquisición de nuevos conocimientos y habilidades, así como para la docencia y la investigación.

En esta etapa de nuestro proyecto ya tenemos un Doctor en Ciencias con mucha experiencia profesional y pedagógica acumulada, sería un profesor titular consultante de mucha importancia para cualquier institución o sistema de Salud Pública.  Formador de alumnos, residentes, especialistas y nuevos Doctores en Ciencias Particulares y Doctores en Ciencia.

 

 

Recibido: 4 de diciembre de 2013
Aprobado: 5 de diciembre de 2013

 

 

Dr. Guadalupe Rafael Torres Acosta. Universidad de Ciencias Médicas de Holguín. Holguín. Cuba.
Correo electrónico: torres@ucm.hlg.sld.cu