INTRODUCCIÓN
El proceso de envejecimiento poblacional cobra en la actualidad un mayor auge, siendo capaz de influir directamente en la dinámica de la sociedad, precisándose como la barrera de los 60 años es cada año rebasada por una cifra mayor de individuos, en relación a períodos previos, de forma que de una población de 400 millones de personas que sobrepasaban mayores de 60 años en la década de los 50, se subió a 700 millones de personas en la década de los 90 del pasado siglo, pronosticándose que alrededor de 1 200 millones de ancianos existirán en el año 2025.1,2
Cuba no queda exenta de este proceso, donde las transformaciones económicas, políticas y sociales existentes desde el triunfo revolucionario, han conducido a variaciones en la fecundidad y mortalidad, motivando un aumento del proceso natural y paulatino teniéndose en la isla, al cierre de 2014 un 19,0 % de la población incluida en dicho grupo poblacional (existiendo en el 39,8 % de los hogares cubanos al menos un adulto mayor (AM) y estimándose para 2030 unos 3,4 millones de AM, aproximadamente el 30 % de la población cubana.2,3
Desde el punto de vista físico, en el adulto mayor (AM), las afecciones cutáneas en su diversidad de dermatosis son motivo frecuente de consultas dermatológicas que en su mayoría están relacionadas con factores de riesgo ambientales, y con la atrofia de la piel, propia de la edad.4)
Al respecto, se tiene que varias son las funciones de la piel, las cuales van disminuyendo su correcta actividad con el paso de la edad. Entre ellas se encuentran la de recambio celular, función de barrera, percepción sensorial, cicatrización, respuesta inmune, termorregulación, producción de sudor y sebo, y la producción de vitamina D, lo cual aumenta la vulnerabilidad a lesiones y enfermedades. Otros cambios reconocidos de la piel con el envejecimiento son aplanamiento de la unión dermoepidérmica, aumento en la separación dérmica que puede provocar ampollas o heridas superficiales; disminución en la proteína filagrina, que une los filamentos de queratina en macrofibrillas, que contribuye a la sequedad y descamación de la piel; decremento en la actividad enzimática de los melanocitos, lo cual favorece la sensibilidad a los rayos ultravioleta; disminución en la reparación del ADN, que favorece la carcinogénesis, entre otros.5
El envejecimiento cutáneo, en este contexto, siendo un hecho determinado genéticamente, pero bajo la influencia de un proceso de deterioro endógeno y exógeno en las células, acarrea la aparición de cambios degenerativos y metabólicos que hacen a esta población más vulnerable a múltiples afecciones dermatológicas;6 y si bien, la mayor parte de las dermatosis en este grupo de pacientes no causan complicaciones fatales, por lo general son crónicas, pudiendo afectar considerablemente su calidad de vida.7 Teniendo en cuenta lo referido, los autores del presente estudio se trazaron como objetivo describir el comportamiento de las dermatosis en los AM de la provincia de Pinar del Río.
MÉTODOS
Se realizó un estudio observacional, descriptivo, transversal en pacientes en edades geriátricas de la ciudad de Pinar del Río, en el período comprendido entre julio y diciembre del 2018. El universo estuvo constituido 5728 pacientes que acudieron a las consultas de Dermatología de las cuatro áreas de salud del municipio Pinar del Río, quedando constituida de forma probabilística, una muestra de 1164 pacientes mayores de 60 años, seleccionados de modo aleatorio simple, cumpliéndose los criterios de selección.
Las variables estudiadas en estos pacientes fueron: edad, sexo, color de piel, fototipos cutáneos, afecciones dermatológicas, y patologías asociadas. En cuanto a los fototipos cutáneos, se tuvo en cuenta los descritos por Fitz Patrick, quien los clasifica del I al VI, teniendo en cuenta el color de la piel y la capacidad de bronceado. Los datos de la revisión de estos pacientes se recogieron en una mini historia clínica confeccionada por los Dermatólogos de cada área de salud,y entregados posteriormente a las autoras para el análisis y procesamiento de los datos, así como por una minuciosa exploración física completa de piel y anexos, de modo que los datos obtenidos fueron procesados en el paquete automatizado Excel de Microsoft, resumiendo los mismos en cifras absolutas y porcentuales mediante tablas.
Para la ejecución del estudio se tomó en consideración los aspectos reflejados en la declaración de Helsinki en cuanto al diseño y aplicación de investigaciones en humanos, por cuanto, los cuidadores firmaron el consentimiento informado para la participación en el estudio previo a la aplicación de la entrevista y los instrumentos, se cumplió de esta forma el principio de autonomía que se establece en el Código Internacional de Bioética para las investigaciones en humanos.
RESULTADOS
Se tuvo en la muestra (Gráf. 1), la distribución acorde al sexo y al grupo etáreo predominando las féminas (51,98 %), y el grupo etáreo 60-64 años (34,19 %). Ambos sexos mostraron igual comportamiento vinculado a la edad de aparición de dichas entidades nosológicas, reportándose dentro de los hombres, predominio de los que tenían entre 60 y 64 años, con un 32,20 % similar al 36,03 % que reflejaron las mujeres.
Dentro de las dermatosis presentes en los AM, las que se corresponden con el fototipo cutáneo III fueron las predominantes, al presentarse en el 23,11 %, seguida de la tipo II (17,01 %) y V (16,58 %).
Dentro de las afecciones dermatológicas presentadas por la muestra (tabla 2), se tuvo predominio de las ectoparasitosis (16,15 %) y las virosis cutáneas (14,95 %). A excepción de la ectoparasitosis (47,87 %), en las restantes afecciones el porcentaje de individuos de color de piel blanca fue superior a los de color negro. (Tabla 1)
Afecciones dermatológicas | Color de piel | Total | ||||
---|---|---|---|---|---|---|
Blanca | Negra | |||||
No. | % | No. | % | No. | % | |
Psoriasis | 79 | 66,95 | 39 | 33,05 | 118 | 10,14 |
Vitiligo | 71 | 52,99 | 63 | 47,01 | 134 | 11,51 |
Micosis superficiales | 82 | 56,16 | 64 | 43,84 | 146 | 12,54 |
Virosis cutáneas | 95 | 54,60 | 79 | 45,40 | 174 | 14,95 |
Piodermitis | 71 | 52,99 | 63 | 47,01 | 134 | 11,51 |
Ectoparasitosis | 90 | 47,87 | 98 | 52,13 | 188 | 16,15 |
Dermatitis | 76 | 58,91 | 53 | 41,09 | 129 | 11,08 |
Enfermedades ampollares | 17 | 60,71 | 11 | 39,29 | 28 | 2,41 |
Queratosis actínica | 113 | 100 | 0 | 0 | 113 | 9,71 |
La relación entre las afecciones dermatológicas y patologías asociadas, siendo la diabetes mellitus la más frecuente (36,86 %). Dentro de los pacientes diabéticos las afecciones más comunes fueron la escabiosis (19,11 %) y tiña corpórea (18,18 %). Tanto en la insuficiencia renal crónica como en la insuficiencia vascular periférica, la tiña pedis fue la dermatosis más frecuente (36,60 y 39,44 % respectivamente). (Tabla 2)
DISCUSIÓN
Las dermatosis seniles constituyen un complejo y difícil problema. Muchas afecciones dermatológicas pueden negativamente afectar la calidad de vida de los pacientes senescentes, establecer el diagnóstico correcto puede ser un desafío, y el tratamiento debe tener en cuenta la seguridad de los pacientes y cumplimiento.8
Los cambios en la piel en los ancianos ocurren debido al proceso natural de envejecimiento o debido a afecciones dermatológicas patológicas. En comparación con la población general, el patrón de cambios cutáneos observados en la población de edad avanzada puede ser diferente o único. Además, los pacientes de edad avanzada a menudo tienen múltiples problemas médicos y, debido a esto, a menudo necesitan múltiples medicamentos, y todo esto se suma a la morbilidad dermatológica. Por lo tanto, el ámbito de la atención dermatológica necesaria para la población de edad avanzada es diferente del de otros grupos de edad.9,10
En relación al sexo, estudios como el desarrollado en la ciudad india de Mandya,11 muestran resultados opuestos al reportado en la presente investigación, teniéndose un 68 % de AM del sexo femenino, resultado mostrado a su vez por Martínez García G y col.12
Referente al fototipo de las lesiones, Vargas-Alvarado y cols.5, muestra resultados similares al reportado en la presente investigación, obteniendo por su parte predominio de las lesiones tipo III con un 51 % seguidas del tipo IV, para el 41 %. Martínez García G y cols.12, respalda dicho resultado, a la vez que refiero como la exposición solar durante la vida, juega un papel fundamental en dicho resultado, toda vez que está comprobado como la piel tiene "memoria" del sol y registra todas las agresiones que recibe de este a lo largo de la vida, por ello las personas que no se protegieron de forma adecuada en su niñez, y sufrieron quemaduras frecuentes, tendrán más posibilidades de desarrollar lesiones cutáneas al llegar a edades geriátricas.
En la literatura se reportan dentro de los AM, como dermatosis más frecuentes, la xerosis, púrpura senil, prurito y lentigo solar,5,7 mientras las menos prevalentes fueron la urticaria y la psoriasis. Dicho resultado, no concuerda con lo reportado en estudio llevado a cabo en la India donde tanto el eczema, el prurito y la xerosis fueron las entidades dermatológicas más representativas.11
Numerosas dermatosis comunes en los pacientes de edad avanzada simplemente reflejan la mayor prevalencia de enfermedades sistémicas como diabetes mellitus, insuficiencia vascular y varios síndromes neurológicos.5
Estudio realizado en institución de atención terciaria en la India10 reporta asociación entre las enfermedades sistémicas y la presencia de dermatosis, presentándose en el 29,5 %; siendo la hipertensión (15,7%) la más común, seguida de la diabetes mellitus, la cual se presentó en el 9,7 %. A su vez, en la literatura, otras afecciones han sido relacionadas con la aparición de dermatosis y onicomicosis en el AM, encontrándose entre ellas la dislipidemia, los trastornos metabólicos, el asma bronquial, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, el hipotiroidismo, la insuficiencia cardíaca crónica, la insuficiencia renal crónica y las enfermedades hepáticas.8,11,13
Las enfermedades dermatológicas, marcadas por un aumento en dicho grupo poblacional, ponen una gran carga a la atención de la salud, por cuanto es importante identificar los patrones de trastornos geriátricos de la piel para la prestación efectiva de servicios de atención médica.14) Teniendo en cuenta ello, con vistas al correcto manejo de las afecciones dermatológicas, así como de las comorbilidades existentes, el rol de los profesionales de la Salud, debe ser enfocado hacia la correcta valoración física inicial de la piel a través de las técnicas de inspección, palpación y el reconocimiento de signos clínicos de alarma, tales como la localización de la lesión, el estado tóxico del paciente en relación a los medicamentos prescritos, la necrosis, eritema, la fiebre; así como las circunstancias que rodean al paciente y que pudieran alterar la integridad de la piel. De igual manera, se entiende como fundamental el seguimiento domiciliario de Enfermería, ya que es fundamental la vigilancia por su parte en cuanto a la aparición y/o detección de complicaciones, así como la educación en cuidados propios de cada alteración.9)
En conclusión, la oportuna identificación de la presencia de dermatosis en AM, y en especial en aquellos que reúnen factores de riesgo vinculados a su aparición, permitirá actuar tempranamente en el manejo de dichas afecciones, logrando reducir la aparición de complicaciones y secuelas asociadas a las mismas; a la vez que se logrará mejorar la calidad de vida de dicho paciente