INTRODUCCIÓN
En la práctica clínica diaria el hipotiroidismo es una de las afecciones endocrinológicas más frecuentes. Es una enfermedad gradual y crónica.1 Se define como la hiposecreción de hormonas por la glándula tiroides.2
Es más frecuente en mujeres que en hombres. Particularmente las féminas menopáusicas son afectadas y guarda relación con los cambios que en este periodo experimenta la mujer. La enfermedad presenta subclasificaciones: primaria y subclínica.3
En el hipotiroidismo primario, aumentan las cifras de la hormona estimulante de la tiroides (TSH), y de modo simultáneo disminuye la tiroxina (T4). En el caso del subclínico existe un aumento de TSH y T4 libre normal.3
Según Chukur et al,4 todas las mujeres en edades periclimatéricas que presenten uno o más síntomas generales de hipotiroidismo deben ser sometidas a pruebas de detección de TSH y T4.
Estos estudios de laboratorio son imprescindibles en la forma subclínica de la afección, cuya prevalencia es de 12 % a 18 % en mujeres de edades perimenopáusicas a nivel mundial.3 En Ecuador, el hipotiroidismo a pesar de presentarse en el 8 % de la población adulta, es muy prevalente en mujeres en edades compatibles con el climaterio; y aumenta de modo directo y proporcional al incremento de la edad.5
La importante prevalencia de esta enfermedad endocrinológica en el sexo femenino durante el climaterio demanda la realización de estudios que expongan los principales factores que propician el desarrollo de la afección. Existe, a nivel mundial, la necesidad de actuar sobre aquellos que puedan ser modificables. Comprender la prevalencia de la enfermedad significa trazar las políticas de salud necesarias para disminuir los indicadores. El establecimiento del diagnóstico oportuno contribuye a la mejoría clínica temprana y a una mejor calidad de vida en mujeres climatéricas.
Por ello se planteó como objetivo de la presente investigación describir la prevalencia y el diagnóstico de hipotiroidismo en mujeres menopáusicas.
MÉTODOS
Se realizó una revisión bibliográfica de la literatura sobre la temática, con un periodo de actualización menor a los cinco años. La información fue recolectada a través de la búsqueda online mediante Web of Science, Scielo, ScienceDirect y PubMed. Se utilizaron los descriptores: hipotiroidismo, climaterio, menopausia, endocrinología y sus traducciones al idioma inglés. Se seleccionó un total de 16 referencias bibliográficas atendiendo a su pertinencia, relevancia y actualización. Se utilizaron métodos del nivel teórico: análisis-síntesis y deducción-inducción.
DESARROLLO
La menopausia es un proceso fisiológico de la mujer caracterizado por el cese completo de la menstruación, debido a que los folículos ováricos pierden su capacidad de producir estrógenos y progesterona en presencia del estímulo de las hormonas folículo-estimulantes y luteinizante. Durante este periodo las féminas sufren un conjunto de cambios hormonales con repercusión en el estado de salud, que pueden expresar enfermedades latentes o mantener otras asintomáticas.6
Manifestaciones clínicas más frecuentes de mujeres hipotiroideas:
Las mujeres con hipotiroidismo tienden a presentar trastornos menstruales (menometrorragia y oligomenorrea). La glándula tiroides es, además, muy importante para el desarrollo fetal y sobre el mantenimiento del embarazo ya eleva la probabilidad de abortos espontáneos.7,8
Se describen alteraciones gineco-obstétricas muy frecuentes en mujeres hipotiroideas, también las afines con el estado de ánimo (depresión, fatiga, somnolencia, astenia y adinamia), sequedad en la piel y caída de cabello. A los efectos del presente estudio no se encontraron investigaciones con el mismo orden de frecuencias con respecto a los signos y síntomas del hipotiroidismo.9
Para la clínica de las pacientes se deben tener en cuenta las variables hormonales del sexo femenino, que llevan a la realización de otras preguntas asociadas al tema como la edad de la primera menstruación, encontrándose que no existían diferencias significativas entre casos y controles. La teoría señala dentro de los factores hormonales que se pueden asociar al desarrollo de cáncer de tiroides la menarca tardía.10
Otras comorbilidades endocrinológicas más asociadas
Blanco et al,11) en su investigación describieron otras comorbilidades endocrinas que pueden asociarse en mujeres menopáusicas además del hipotiroidismo. Los autores describieron el sobrepeso de grado II (26,8 %) y la obesidad (46,5 %). En diversos estudios se muestran porcentajes menores, como en la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), donde una de cada cuatro mujeres posmenopáusicas españolas es obesa, o la Encuesta de Salud Europea de 2014, que mostró que las mujeres menopáusicas españolas mostraron sobrepeso (28,84 %) y obesidad (15,94 %).
Diagnóstico
Al criterio de Trifu et al,12 el diagnóstico de hipotiroidismo es sencillo en la mayoría de los casos, aunque para esto debe realizarse un adecuado establecimiento del diagnóstico diferencial con otros trastornos metabólicos y del sistema endocrino.
El diagnóstico de hipotiroidismo requiere de evaluación clínica y de exámenes de laboratorio. La detección de las hormonas tiroideas: TSH, Triyodotironina (T3), Tiroxina (T4) y de Tiroxina libre (T4 libre). El hipotiroidismo está estrechamente relacionado con el síndrome metabólico y en las mujeres menopáusicas, como en la población general, se encuentra en asociación con la ganancia de peso y reducción de energía.13,14
Es importante, además, conocer los factores de riesgo y la clínica correspondiente a la enfermedad. Según Hernández Rodríguez15 la elevación de la tirotropina en suero es la mejor prueba diagnóstica. Al criterio de Garnica Vargas et al.16 es la concentración de hormona tiroestimulante el parámetro más sensible para establecer el hipotiroidismo e indicativa de disfunción tiroidea.
Tratamiento
Según Villalba et al.9 por las causas y fisiopatología de esta afección, el tratamiento radica en la sustitución de la secreción glandular insuficiente con hormonas tiroideas exógenas naturales o sintetizadas por la industria farmacológica. Por su elevado costo no se ha implementado la estimulación glandular con TSH, además, crea resistencias por anticuerpos luego de un tiempo de su aplicación y determina fenómenos de hipersensibilidad.
A los efectos de la presente investigación se coincidió con el planteamiento anterior dado que, para la elección del tratamiento efectivo debe tomarse en cuenta la situación clínica de la paciente y cuál es la etiología de la afección.
CONCLUSIONES
El hipotiroidismo en la mujer menopáusica de presenta de manera frecuente y manifiesta una clínica característica por su expresión en el sistema endocrino. Para su diagnóstico es imprescindible considerar los niveles detectados de las hormonas tiroideas, cuyo descenso constituye la causa principal de la enfermedad.