INTRODUCCIÓN
La baja calidad de los pastos tropicales limita la disponibilidad y calidad en cuanto al elevado nivel de fibra y bajo nivel de proteína de este recurso forrajero (Pierrugues y Viera, 2021. Sin embargo, la formulación de dietas con la inclusión de especies forrajeras arbóreas donde la disponibilidad de gramíneas resulta escasa, constituye una importante alternativa de producción de biomasa, concomitante con la calidad de los nutrientes que poseen, la elevada aceptación y la posibilidad de cubrir los requerimientos de los rumiantes (Núñez-Torres y Rodríguez-Barros, 2019)
Por otra parte, para optimizar la productividad de los animales es necesario conocer las necesidades de nutrientes de los mismos, la eficiencia de utilización de los recursos alimenticios disponibles y el metabolismo energético como principal nutriente limitante en el desempeño productivo de los animales en condiciones tropicales (Galvez-Luis et al., 2020). Al respecto Piñeiro-Vázquez et al., (2013) plantean que el consumo de energía inferior a las necesidades de mantenimiento adultos, induce a la movilización de las reservas corporales de grasa, situación que podría conllevar pérdida de peso y sufrir alteraciones metabólicas relacionadas con la activación de la gluconeogénesis.
De igual modo, se plantea que la metabolicidad (qm) de la energía bruta, constituye la base del cálculo para determinar la eficiencia de utilización de la energía metabolizable (EM) (AFRC, 1993), así como, que la cantidad de energía retenida como consecuencia del incremento de la energía consumida es cuantificada a través de los valores de k (eficiencia) (Magofke et al., 2000) y donde la eficiencia de utilización de la energía metabolizable para el mantenimiento se denomina km, pero cuando la ingestión de EM es superior a la EM para el mantenimiento el valor de k representa la eficiencia que se retiene de la EM de la ración para la producción (kg: aumento de peso o crecimiento-engorde, kl: lactación y kc :gestación).
En la actualidad existe poca información disponible en la región referida al uso de los árboles y arbustos forrajeros como parte considerable de la dieta y su relación con la ingestión voluntaria de materia seca, en particular de la energía metabolizable y su eficiencia de utilización en la especie ovina.
Considerando lo anteriormente planteado, el presente estudio tuvo como objetivo determinar el efecto de una ración totalmente mezclada (RTM) con la inclusión de diferentes niveles de follaje arbóreos (Tithonia diversifolia, Morus alba, Leucaena leucocephala) en sustitución de Cenchrus purpureus híbrido Cuba OM-22, en el consumo voluntario de materia seca y la eficiencia de utilización de la energía metabolizable en corderos.
MATERIALES Y MÉTODOS
Localización
El trabajo se desarrolló en la estación de pastos y forrajes de la Habana "Villena Revolución", perteneciente al Instituto de Investigación de Pastos y Forrajes (IIPF) del Ministerio de la Agricultura (MINAGRI).
Animales y diseño
Se utilizaron 24 corderos enteros, destetados de la raza Pelibuey, con 84±9.75 días y peso vivo promedio de 15.80±2.740 kg (7.92±1.00 kg PV0.75), distribuidos en seis grupos mediante un diseño completamente aleatorizado (DCA) y alojados en corrales según tratamiento por un periodo de 120 días, con 20 días de adaptación a la dieta experimental y el resto para la toma de datos.
Tratamientos
Los tratamientos consistieron en la inclusión de diferentes niveles (20,40 %) de follaje arbóreos (Tithonia diversifolia, Morus alba, Leucaena leucocephala) en sustitución (80,60 %) de Cenchrus purpureus híbrido Cuba OM-22 en una ración totalmente mezclada (RTM). Del banco de biomasa de forrajes con dos años de establecido en condiciones de secano y sin fertilización fueron cosechado de forma manual los forrajes T. diversifolia, M. alba, L. leucocephala y C. purpureus con 50, 55, 65 y 60 días de edad, respectivamente. Las RTM con la inclusión de los diferentes forrajes y proporción según tratamientos fueron elaboradas al inicio de del día (08.00 am) y ofertadas en una sola ocasión (08:30) a razón del 12 % peso vivo en base húmeda, más un nivel (15%) capaz de garantizar suficiente material rechazado el siguiente, pero con remoción en el comedero en dos momentos (11:30 am, 16:30 pm) durante de día, además de tener los animales acceso al agua y sales minerales a libre voluntad. Las tablas 1,fig 1 muestran la composición química de los forrajes y la RTM ofertada a los corderos con los diferentes niveles de inclusión de los forrajes.
Forrajes | MS, % | PB, % (Nx6.25) | EM, Mcal kg MS-1 | FDN, % | FAD, % | C, % | DMS, % | DMO,% | MODMS, % |
90,3 | 10,0 | 2,28 | 74,5 | 31,9 | 9,9 | 64,0 | 66,2 | 59,6 | |
91,4 | 19,2 | 2,45 | 47,8 | 42,2 | 18,4 | 73,5 | 76,2 | 68,6 | |
89,2 | 25,9 | 2,23 | 32,7 | 24,6 | 9,5 | 69,6 | 72,0 | 64,8 | |
90,5 | 24,0 | 2,30 | 50,8 | 26,4 | 9,3 | 68,0 | 70,4 | 63,3 |
MS: materia seca; PB: proteína bruta; EM: energía metabolizable; FDN: fibra detergente neutro; FAD: fibra acida detergente; C: cenizas; DMS: digestibilidad de la materia seca; DMO: digestibilidad de la materia orgánica; MODMS: materia orgánica digestible en la materia seca
Cada cuatro días consecutivos por mes y mediante la diferencia entre el pesaje de la materia seca ofrecida y rechazada se registró el consumo voluntario de materia seca por corral. Para ello, se utilizó un dinamómetro marca SANSOM de 5 kg±50 g. De igual modo, se tomaron las variaciones del peso vivo individual y promedio del corral al inicio y final del mes, con una pesa marca HANSON-SMBUTA de 50 kg ± 0.460 kg, momento en que se ajustó el consumo de la RTM al grupo de animales. El área de corral por tratamiento fue de 3.60 m2, total experimental de 21.6 m2, con 0.72 m2 de superficie total de comedero, capaz de garantizar 0.30 m de frente de comedero por animal, bebederos (cubetas) con disponibilidad de 15 litros de agua (consumo instantáneo) y saleros (bandeja) de 0.016 m3.
Análisis químico
Las muestras de follaje original, las mezclas ofrecidas y el material rechazado fueron secadas en estufa de aire forzado a 60º C por un periodo de 48h hasta alcanzar el peso constante para determina el aporte de materia seca (MS). Luego de secados fueron molidos (1mm) y enviadas al laboratorio para realizar análisis químico según AOAC (2005) y el fraccionamiento de la fibra por Goering y Van Soest (1994). Para la estimación de la digestibilidad de materia seca (DMS) y de la materia orgánica (DMO) se utilizaron las ecuaciones propuestas de Minson (1982) y CSIRO (1990). La energía metabolizable se determinó a partir de la materia orgánica digestible en la materia seca (MODMS) según AFRC (1995).
De igual manera, se determinó el comportamiento de algunas variables físicas de los forrajes que participan en la RTM según metodología propuesta por Savón et al., (2004). La totalidad de los análisis se realizaron en la Unidad Central de Laboratorios (UCELAB) del Instituto de Ciencia animal (ICA). La metabolicidad se estimó por el cociente entre la concentración de energía metabolizable y el aporte de energía bruta de la ración (AFRC, 1995), de acuerdo con la ecuación:
Dónde:
qm = Metabolicidad de la ración
EM = Energía metabolizable
EB = Energía Bruta
De igual modo, se calculó la eficiencia de utilización de la energía metabolizable para el mantenimiento (km) y para el crecimiento (kg) mediante las siguientes ecuaciones:
Análisis estadístico
Se realizó análisis de varianza (ANOVA) y se aplicó test de Duncan (1955) para determinar las diferencias entre medias. De la misma forma, se realizaron correlaciones de Pearson (concentración de energía metabolizable de la ración: eficiencia de utilización de la energía para el mantenimiento y el crecimiento) y regresiones lineales (consumo de proteína : consumo de fibra detergente neutro, concentración de proteína de la ración : relación proteína y energía metabolizable consumida) entre las variables estudiadas y plantearon los parámetros y criterios estadísticos de ajuste de la ecuación y el modelo (R2, ±EE, p), respectivamente. La totalidad de los datos fueron procesados mediante el paquete estadístico INFOSTAT (Di Rienzo et al., 2016).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En la tabla 2 se presentan los resultados del consumo voluntario de la ración y la relación entre los diferentes nutrientes. Referente al consumo de materia seca absoluto (kg d-1) y relativo (% PV, g kg PV 075) en base seca, se observó que los tratamientos con la inclusión del 40 % de morera y leucaena en la RTM , difieren del resto y alcanzan los valores más altos del consumo de materia seca y proteína en relación con el peso vivo (PV), consumo de energía metabolizable, así como, el consumo de materia orgánica, cantidades inferiores a estos valores debieron influir en la respuesta productiva del resto de los tratamientos.
Indicador | Inclusión de la arbórea, %BH | |||||
20T | 40T | 20M | 40M | 20L | 40L | |
CMS, kg d-1 | 1,23d | 0,95d | 0,98b | 1,31e | 0,99c | 1,37f |
CMS, %PV | 4,4ab | 3,5ª | 3,7a | 5,0b | 4,5ab | 5,2b |
CMS, g kgPV0.75 | 146ab | 132a | 129a | 162b | 131a | 189c |
CMO, kg | 0,97d | 0,73a | 0,78b | 1,05e | 0,80c | 1,11f |
CMO, g kgPV0.75 | 115ab | 102a | 103a | 130b | 105a | 153c |
CPB, g d-1 | 146d | 130c | 128b | 214e | 127a | 214f |
CPB kg PV-1, g kg -1 | 8,5a | 9,4a | 8,6a | 13,2c | 8,6a | 15,3d |
CEM, Mcal d-1 | 2,86c | 2,24b | 2,24b | 3,01cd | 2,27b | 3,16d |
CFDN, g | 0,85e | 0,60a | 0,63b | 0,72d | 0,69c | 0,89f |
CFDN, % PV | 4,97a | 4,38a | 4,27a | 4,43a | 4,6a | 6,38b |
CPB:CEM, g Mcal-1 | 51,1a | 58,0d | 57,4c | 70,9f | 55,9b | 67,8e |
Conc. EM. Rac.,Mcal kg MS-1 | 2,32c | 2,36d | 2,29a | 2,30b | 2,29a | 2,30b |
Conc. PB rac.,Mcal kg MS-1 | 0,12a | 0,14c | 0,13b | 0,16d | 0,13b | 0,16d |
Cons. EM /req. EM. % | 73,11a | 67,62a | 61,88a | 75,17a | 64,96a | 99,57b |
Índices selección MS de la oferta | 1,1ab | 1,7bc | 1,2ab | 1,0a | 1,5abc | 2,0c |
Índices selección de PB de la oferta | 1,1a | 1,8b | 1,1a | 1,0a | 1,4ab | 1,9b |
BH: base humedad, T.diversifolia; M:Morus alba; L: L. leucocephala; CMS: consumo de matera seca; CMO: consumo de materia orgánica; CPB: consumo de proteína; CEM: consumo de energía metab;olizable; CFDN: consumo de fibra detergente neutro; Conc. EM: concentración de energía metabolizable; Conc. PB: concentración de proteína, Req.: Requerimientos según NRC (2006).
De forma general se aprecia que el valor medio (148.58±24.14 vs 118.45±20.08 g kg PV0.75) del consumo de materia seca y materia orgánica alcanzado en el presente estudio ajustado al peso metabólico fue superior a lo obtenido (91.19 vs 80.84 g kg PV0.75) por Rodríguez (2018) en trabajos donde incluyó (16.5, 33.5, 66,5 %) de moringa en dietas integrales para corderos de la raza Pelibuey, así como, lo logrado (89 vs 80 g kg PV 0.75) por Aguirre et al., (2019) durante el engorde de corderos criollos enteros alimentados con pulpa de café fermentada incluida (30 %) en un suplemento energético- proteicos junto a la caña de azúcar (harina de tallos libres de hojas), maíz, soya, harina de alfalfa y sales minerales, ofrecida a razón de 11 g kg PV-1(base seca) y lo alcanzado (82 vs 68 g kg PV 0.75) por Parra (2022) al ofrecer a voluntad a machos ovinos de la raza de la raza Romney Marsh en condiciones de confinamiento, una ración formada por pasto kikuyo oreado más ensilaje de maíz.
Estos resultados debieron estar influenciados por el alto índice de selección del nivel ofertado de la RTM, en lo respecta al consumo de materia seca y proteína, y donde se aprecia que el tratamiento con la inclusión del 40% de morera, el índice de selección de la materia seca y de proteína se igualó a la unidad (IS=1), significando que el valor nutritivo y eficiencia alimentaria esperada de la ración ofertada y consumida fueron semejantes, con alta palatabilidad y que logran maximizar la utilización de las fracciones.
Lo alcanzado en el propio tratamiento con el 40% de morera en la mezcla, prueban que el consumo de materia seca y la concentración proteína de la RTM logró cubrir los requerimientos de mantenimiento y que pudo destinarse proteína para el desempeño productivo de los corderos, resultados que igualmente pudieran evidenciar la sincronización que debió existir entre las fuentes de proteína y los hidratos de carbono disponibles para mejorar la fermentación ruminal (Espinoza y Bionel, 2018; Galindo-Blanco et al., 2018), a pesar de que el balance de energía metabolilzable en el propio tratamiento según los requerimientos del NRC (2006) cubre la demanda de energía en 75.17±8.45%.
El efecto del desbalance energético en este estudio debió ser corregido por la ingestión de proteína y la formación de aminoácido libres provenientes de la desaminación fermentativa ruminal la que produce ácidos grasos volátiles de cadena ramificada, que pudieron ser utilizados como fuente de energía y como factores de crecimiento para las bacteria ruminales y con ello, mejorar la síntesis de proteína (Sobrevilla, 2018), que unido a la baja degradación ruminal de la proteína de las arbóreas, se logra incrementar el flujo de proteína (aminoácido glucogénicos) al intestino delgado, aunque la disponibilidad de proteína para este sitio depende de la proporción proteica de la dieta y el nivel de ingestión (Arteaga, 2018), como debió ocurrir en este estudio cuando participó el 40% de morera en la mezcla, donde se obtuvo elevada concentración de proteína (25 g Nitrógeno kg MS -1), liberándose entonces gran cantidad de proteína soluble al rumen que conllevaría alta degradación y síntesis proteína por los microrganismo ruminales (Chacón, 2018 y Núñez-Torres y Rodríguez-Barros, 2019).
Por otra parte, se observó según resultados de la regresión lineal (a= -11.89 ±1.82 b1=516.53± 11.59, R2=98, ±EE=3.36, p< 0.0001) que la concentración de proteica de la ración explicó el 98% de las variaciones ocurridas en la relación PB: EM de la dieta, indicador utilizado para evaluar la eficiencia de utilización de los alimentos y caracterizar el ritmo de la ganancia de peso en rumiantes (Mayer et al., 2018). No obstante, los valores medios encontrado en el presente estudio superan (67.07±8.38 g Mcal-1) los requerimientos mínimos (22.99 g Mcal -1) planteado por el NRC (2006). La posible explicación de lo alcanzado debió estar relacionado con la alta solubilidad de la proteína dietaría en el medio ruminal, la combinación de ambos nutrientes y la sincronización de los mismos (Arteaga, 2018).
También se observó que el elevado consumo voluntario de materia seca estuvo influenciado (r= 0.84) por la elevada ingestión de FDN (Martínez el al., 2022). Consumo de FDN que representó el 80.99±6.50% (68.29-87.62%) del total de la materia orgánica ingerida y donde solo el 19.00±6.50% fueron constituyentes celulares solubles, sustrato disponible que debió ser utilizado como fuente energía durante la digestión (Gutiérrez et al., (2020a, 2020b). Adicionalmente los resultados del modelo de regresión lineal positivo (a= 0.15 ±0.16, b1=1.35± 0.21, R2=72, ±EE=0.01, p< 0.0001) entre el consumo de materia seca y de FDN, según punto de inflexión de la ecuación, pone de manifiesto que a partir 1.35g FDN consumida bajaría el consumo de materia seca, momento estático que dependerá de la capacidad del alimento para ocupar espacio (efecto de llenado físico) y donde disminuirá la tasa de vaciado del alimento desde el rumen y con ello, la velocidad de reposición de la digesta.
De igual modo, Gutiérrez et al. (2018) informa que la disponibilidad de la materia orgánica por unidad de peso metabólico guarda estrecha relación con la digestibilidad de la materia orgánica, a la vez, que influye en el consumo de materia seca, valor que en este estudio fue superado con la inclusión del 40 % de morera en la RTM. Elevada importancia le confiere Rodríguez et al. (2019) al aporte de materia orgánica del alimento, la degradabilidad y la fermentación del nitrógeno ruminal, cuando la disponibilidad de proteína está acompañada por suficiente cantidad de energía metabolizable como para garantizar la sincronía de ambas fuentes.
Adicionalmente sería necesario describir que la baja (2.32 ±0.03, rango 2.29-2.36 Mcal kg MS-1) concentración energética generalizada en las raciones consumidas por los animales y el alto (4.20±0.77, rango 2.70-5.68 % PV) consumo de materia seca alcanzado por los corderos en relación con el peso vivo estuvo regulado a corto plazo por factores físicos y no metabólico (Aragadvay, 2020; Lorda y Pordomingo, 2020; Pérez Martell, 2021), dado por la capacidad y volumen del rumen-retículo y la velocidad de digestión y absorción del alimento, unido al efecto de llenado de la dieta y no químico relacionado con la disponibilidad de energía de la ración consumida (Cantaro Segura, 2018). En tanto que el efecto químico o metabólico según Cangiano y Cangiano (1997) está caracterizado por laalta (2.70-3.75 Mcal kg MS-1) concentración de energía en la ración y donde los animales consumen hasta cubrir los requerimientos de nutrientes
Además, se pudiera expresar que factores físicos como la solubilidad de la MS, la retención del líquido por el material fibroso, la densidad de cada planta forrajera utilizada y su proporción en la mezcla pudieron influir en la absorción de nutrientes y la tasa de digestión de la mezcla (Hoover y Stokes, 1991). Referido a la solubilidad, se observó que en los arboles forrajeros de morera y tithonia presentaron los valores más altos, pero similar (33-35%) a lo mencionado por Verité y Demarquilly (1978) en pastos tropicales, pero con menor capacidad de absorción de líquido y densidad, lo que hace suponer que ambos forrajes debieron presentar menor tiempo de retención ruminal y lograr el máximo aprovechamiento de los nutrientes a nivel ruminal e incrementar la ingestión de MS (tabla 3).
Variable |
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Solubilidad MS, % | 36,39 | 37,75 | 26,00 | 23,50 |
±DE | 5,78 | 3,25 | 3,50 | 2,50 |
Capacidad de absorción agua, g/g | 7,49 | 9,06 | 9,83 | 9,20 |
±DE | 0,30 | 1,89 | 0,38 | 0,27 |
Densidad, g/cm3 | 0,15 | 0,22 | 0,28 | 0,18 |
±DE | 0,01 | 0,05 | 0,11 | 0,02 |
DE: Desviación estándar
Corroborando lo anteriormente plateando sería necesario expresar que la alta solubilidad de la morera debió influir en la degradación y fermentabilidad de las fracciones fibrosas, elementos que conlleva alta concentración ruminal de ácidos grasos volátiles (AGV, acetato mayor proporción) que son absorbidos por la pared ruminal y utilizado como fuente de energía por la microbiota ruminal y que tiene efecto sinérgico con la degradación de la proteína (Della Rosa, 2018).
Por otro lado, según repuesta de la regresión se observó que la inclusión del 40% de morera en la RTM originó un consumo 1.88 kg (a= 0.34 (±0.17), b1=1.88 (±0.54), R2=78, ±EE=0.02, p=0.0470) de morera por cada unidad de consumo de la gramínea y 2.31 kg MS morera (a=0.45 (±0.19), b1=2.31(±0.64), R2=68, ±EE=0.02, p= 0.229l), por cada kg de materia seca total ingerida. De manera que al extrapolar la línea de regresión hasta lograr la intercesión con cero (cociente entre intercepto: pendiente de la ecuación) la demanda de morera en la RTM para garantizar la actividad de mantenimiento fue de 0.195 kg MS, valor que representa el 15% del total de materia seca consumida. Estos resultados prueban el efecto aditivo del forraje de morera en la RTM consumida por los corderos.
En este trabajo el valor encontrado de la metabolicidad (qm= 0.58 ± 0.04) de la energía bruta muestra elevada cantidad de calor producido durante la fermentación y actividad de la rumia (AFRC, 1993), a la vez explican, según que el valor numérico que las dietas empleadas fueron semejantes a forrajes de alta calidad cuando qm = > 0.50 (Lee, 2018), dado porque esta variable revela mayor digestibilidad (Vázquez-Carrillo et al., 2021) de la ración.
Asimismo, el valor (0.71±0.01) de km superó (0.66) lo reportado por Chay-Canul et al. (2016) para razas ovinas de pelo corto, cuando el forraje de la dieta supera el 70 % como ocurrió en este estudio donde la ración fue exclusivamente de forrajes, aunque los propios autores refieren que con independientemente de la dieta que se utilice y la raza, el valor promedio es de km=0.60.
Sin embargo, el valor (0.46±0.03) obtenido de la EM para kg fue bajo, aunque para ovinos de la raza Pelibuey está dentro del rango (0.38-0.48) expresado por Duarte et al., (2012), valor que, según el propio autor varia con la edad y el peso de los animales, siendo mayor a edades temprana y disminuye con la madurez, dado por la mayor deposición de grasa en el tejido corporal. Además, se aprecia que los valores de km y kg se relacionan (r= 0.87 vs 0.95) con el aumento de la concentración energética de la ración, efecto que permite atribuir que en condiciones similares a las del presente este estudio, para satisfacer los requerimientos de los animales, sería necesario incrementar el aporte enérgico de la ración.
La realidad es que, según Roque et al., (2020) los valores logrados de km y kg en este estudio están dentro del rango de eficiencia de uso de la EM para mantenimiento y crecimiento para especies de rumiantes.
CONCLUSIONES
La inclusión del 40% de morera y leucaena con el 60% Cenchrus purpureus híbrido Cuba OM-22 en la ración totalmente mezclada, mejoró el consumo de materia seca. La metaboliciadad (qm) de la energía bruta y la eficiencia utilización de la energía metabolizable ingerida para el mantenimiento fue alta, pero baja para el crecimiento