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Revista Cubana de Medicina

versión impresa ISSN 0034-7523

Rev cubana med vol.52 no.1 Ciudad de la Habana ene.-mar. 2013

 

TRABAJO ORIGINAL

 

Factores de riesgo asociados con la aparición de enfermedad arterial periférica en personas con diabetes mellitus tipo 2

 

Risk factors associated with the development of peripheral arterial disease in type 2 diabetes mellitus persons

 

Dr. Eduardo René Valdés Ramos,I Dra. Yanet Espinosa BenítezII

I Centro de Atención al Diabético. Bayamo, Granma, Cuba.
II Policlínico "16 de Marzo". Bayamo, Granma, Cuba.

 

 


RESUMEN

Objetivo: identificar los factores de riesgo asociados con la aparición de enfermedad arterial periférica en personas con diabetes mellitus tipo 2 de la provincia Granma.
Métodos: se realizó un estudio transversal y descriptivo con 1 005 pacientes diabéticos tipo 2 ingresados en el Centro de Atención al Diabético de Bayamo, Granma, entre septiembre de 2008 y junio de 2011. Los datos de las variables demográficas y clínicas estudiadas se extrajeron de las historias clínicas.
Resultados: de los 1 005 casos estudiados, 166 (16,5 %) presentaron enfermedad arterial periférica. En el análisis univariado se observó que la edad en mujeres ³ 55 años y en hombres
³ 45 años (OR:2,71, IC:1.8-4,0, p=0,0000), la hipertensión arterial (OR: 1,68, IC: 1,1-2,4, p=0,0065), la hipertrigliceridemia (OR: 1,65, IC: 1,1-2,3, p=0,0041), la hipercolesterolemia (OR: 1,57, IC: 1,1-2,2, p=0,0088) y el síndrome metabólico (OR:1,53, IC:1,0-2.2, p=0,0244) se asociaron significativamente con el desarrollo de la enfermedad arterial periférica.
Conclusiones: la enfermedad arterial periférica es una complicación frecuente en las personas con diabetes mellitus tipo 2 en nuestro medio y los factores que mayor influencia poseen en su desarrollo son: la edad (en mujeres
³ 55 y en hombres ³ 45 años), la hipertensión arterial, la dislipidemia y el síndrome metabólico.

Palabras clave: diabetes mellitus tipo 2, enfermedad arterial periférica, factores de riesgo.


ABSTRACT

Objective: to identify risk factors associated with the development of peripheral arterial disease in people with type 2 diabetes mellitus in Granma province.
Methods: a descriptive and cross-sectional study with 1005 type 2 diabetic patients admitted to the Diabetes Care Center in Bayamo, Granma, from September 2008 to June 2011. Data on demographic and clinical variables studied were extracted from medical records.
Results: out of 1005 cases studied, 166 (16.5%) had peripheral arterial disease. In univariate analysis found that age, (women e» 55 years and e» 45 years in men (OR: 2.71, CI :1.8-4, 0, p = 0.0000)), hypertension (OR: 1 , 68, CI: 1.1-2.4, p = 0.0065), hypertriglyceridemia (OR: 1.65, CI: 1.1 to 2.3, p = 0.0041), hypercholesterolemia (OR : 1.57, CI: 1.1-2.2, p = 0.0088) and metabolic syndrome (OR: 1.53, CI :1,0-2 0.2, p = 0.0244) were significantly associated with developing peripheral arterial disease.
Conclusions: peripheral arterial disease is a common complication in persons with type 2 diabetes mellitus in our environment and age, hypertension, dyslipidemia and metabolic syndrome are the highest influence factors on its development.

Key words: type 2 diabetes mellitus, peripheral arterial disease, risk factors.


 

 

INTRODUCCIÓN

La enfermedad arterial periférica (EAP) es una de las principales manifestaciones clínicas de la macroangiopatía diabética y se define por una obstrucción al flujo sanguíneo arterial en las extremidades inferiores.1,2 El estudio de esta entidad ha cobrado más interés en la última década por su elevada prevalencia, especialmente de manera subclínica, y por ser un potente predictor de complicaciones vasculares, cerebrales y coronarias (ictus e infarto de miocardio), además de constituir un riesgo de mortalidad.3 También comparte responsabilidades con la neuropatía periférica en la presentación del temido pie diabético, responsable de más de 50 % de las amputaciones no traumáticas que se realizan.4

Los pacientes con diabetes mellitus (DM), comparados con los no diabéticos, tienen de 2 a 4 veces incrementado el riesgo de desarrollar claudicación intermitente y 5 veces más probabilidades de sufrir una amputación si padecen EAP.5 La diabetes es la causa más frecuente de amputación de la extremidad inferior en Europa y en EE.UU. La tasa anual de amputaciones, ajustada por edad, es de 82 por 10 000 diabéticos.6

Existe una serie de factores específicos de la DM como: hiperglucemia, glicosilación de lipoproteínas, aumento del estrés oxidativo, insulinorresistencia y síndrome metabólico, alteraciones de la coagulación, disfunción endotelial, inflamación crónica, microalbuminuria y otros que se asocian con mucha frecuencia a la diabetes, como hipertensión arterial (HTA), dislipidemia, obesidad y hábito de fumar, que favorecen el proceso arteriosclerótico.7

En la provincia Granma son escasos los trabajos realizados referentes al tema escogido para este estudio, de ahí que los autores nos propusiéramos identificar los factores de riesgo asociados con la aparición de insuficiencia arterial periférica en personas con diabetes mellitus tipo 2 (DM2) ingresadas en el Centro de Atención al Diabético (CAD) de este territorio.

 

MÉTODOS

Se realizó un estudio transversal y descriptivo, en el período comprendido entre septiembre de 2008 y junio de 2011, con el objetivo de identificar los factores de riesgo asociados con la aparición de EAP. Durante esta etapa se admitieron en esta institución 1 121 casos (universo de estudio). Se excluyeron 93 diabéticos tipo 1, 17 casos que interrumpieron el ingreso por diferentes motivos y 6 que no tenían los datos suficientes en sus historias clínicas (HC). Los restantes 1 005 DM2 constituyeron la muestra de la investigación.

Fueron revisadas las historias clínicas de cada uno de los casos para obtener datos de los siguientes aspectos: edad, sexo, hábito de fumar, peso, talla, circunferencia de la cintura (CC), tensión arterial (TA), niveles plasmáticos de colesterol y triglicéridos así como la presencia de síndrome metabólico (SM).

El diagnóstico de EAP fue clínico. Se consideró cuando existía claudicación intermitente, amputación mayor o menor de miembros inferiores de origen vascular (en las que se descartara causa traumática o neuropática) o disminución de pulsos de las arterias al nivel poplíteo, tibial posterior o pedio dorsal y/o presencia de gangrena y/o úlcera crónica vascular.8,9

Se aceptó que una persona era fumadora cuando consumía uno o más cigarrillos diariamente, o quienes refirieran abandono de la adicción 6 meses antes de ser incluido en este estudio. Se utilizaron los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para clasificar la DM.10

Se estimaron hipertensas aquellas personas que llevaban tratamiento con fármacos hipotensores, con independencia de las cifras de TA, o cuando en 2 o más ocasiones se comprobaran niveles de presión arterial sistólica > 130 mmHg y/o diastólica > 85 mmHg.11 Para evaluar el estado nutricional se utilizó el IMC que se calculó mediante la fórmula siguiente: peso (kg) / talla (m2).12 Se clasificó como obeso al paciente con IMC ³ 30; sobrepeso entre 25 y 29,9; normopeso entre 18,5 y 24,9 y bajo peso menor de 18,5. La medida de la CC se realizó con una cinta métrica flexible, con el sujeto colocado de pie, en espiración, tomando el punto medio entre el borde inferior de la última costilla y la cresta ilíaca a cada lado. Se consideró obesidad abdominal cuando la CC fuera ³ 102 cm en hombres o ³ 88 cm en mujeres.13

A todos los casos se les realizó colesterol y triglicéridos séricos.14,15 Se consideraron niveles elevados de colesterol los valores ³ 5,2 mmol/L (240 mg/dL) y triglicéridos ³ 1,7 mmol/L (150 mg/dL).16

Se estableció el diagnóstico de SM según los criterios de la The Third Report National Cholesterol Education Program (NCEP-ATP III),13 cuando se observaba la presencia de 3 o más de las siguientes alteraciones: obesidad abdominal (CC ³ 102 cm en hombres y ³ 88 cm en mujeres); hipertensión arterial ( ³ 130/85 mmHg); hipertrigliceridemia (triglicéridos séricos > 150 mg/ dL); concentración de HDL disminuida (HDL < 40 mg/ dL) y alteración de la glucemia basal (glucemia en ayunas ³ 6,1 mmol/L o 110 mg/dL).

Análisis estadístico

Los pacientes se dividieron en 2 grupos atendiendo a la presencia o ausencia de EAP. Se obtuvieron distribuciones de frecuencia (números y porcentajes) de las variables cualitativas. Se empleó la prueba de Chi cuadrado para probar la hipótesis sobre la relación que pudiera existir entre las variables cualitativas y el valor p < 0,05 para la significación estadística. El procesamiento estadístico de los datos obtenidos en las historias clínicas revisadas se efectuó utilizando el programa Epidat 3.1.

 

RESULTADOS

De los 1 005 pacientes diabéticos estudiados, 420 (41,8 %) correspondieron al sexo masculino y 585 (58,2 %) al femenino. La edad media fue de 53,6 años (DE ± 10,6). Además, 166 (16,5 %) presentaron EAP, mientras que a ninguno de los restantes 839 (83,5 %) se le detectó esta complicación.

En la tabla 1 se observan los factores de riesgo cardiovascular de mayor prevalencia entre los que se destacan el sobrepeso y la obesidad. Solo 6 casos (0,6 %), no presentaron ningún factor de riesgo.

La relación de los factores de riesgo cardiovascular con la EAP en pacientes con DM2 se representa en la tabla 2. En el caso del hábito de fumar, aunque elevó el riesgo, no fue estadísticamente significativo (OR: 1,47, IC: 0,9-2,2, p=0,0717). No hubo relación entre el sobrepeso y la obesidad con el desarrollo de la EAP.

 

DISCUSIÓN

La frecuencia de EAP encontrada en la presente investigación avala que es una complicación frecuente en las personas con DM2 del territorio. Valdés y otros,17 en un estudio anterior con 438 pacientes DM2 ingresados en el CAD de esta provincia, observaron enfermedad arterial periférica en 67 casos (15,3 %). En otros lugares de Cuba se han reportado resultados similares. Díaz Díaz y otros,18 en una investigación con 328 diabéticos tipo 2 del municipio Güines, encontraron una prevalencia de macroangiopatía de miembros inferiores del 21,0 %, (69 casos). También Díaz-Perera y otros,19 en un estudio descriptivo transversal con 204 pacientes diabéticos, en 12 consultorios pertenecientes a 7 áreas de salud de La Habana, encontraron EAP en 39 casos (19,1 %).

En otros países se han observado prevalencias más elevadas. Puras-Mallagray y otros,20 en un estudio epidemiológico, realizado en todas las comunidades de España, de corte transversal, multicéntrico, de ámbito nacional con 477 pacientes diabéticos que asistieron a 24 consultas de endocrinología, observaron una frecuencia de EAP del 37,2 % (34,6 % leve-moderada y 2,6 % grave). Contreras y otros,21 en una serie de 40 sujetos diabéticos tipo 2 en la ciudad de los Teques, Venezuela, observaron EAP en 10 casos (25 %).

El análisis realizado en la presente investigación arroja que los factores que mayor influencia poseen en el desarrollo de EAP en las personas con DM2 de nuestro medio son: la edad (en mujeres ³ 55 y en hombres ³ 45 años), la hipertensión arterial, la dislipidemia y el síndrome metabólico.

Al igual que en el presente trabajo, otros estudios han demostrado la estrecha relación entre la edad y el desarrollo de EAP.22 Datos del National Health and Nutrition Examination Survey (NHNES), 1999-2004, en el que se analizaron a 3 947 sujetos ³ 60 años vividos, a los que se les determinó el índice tobillo-brazo (ITB), la prevalencia de EAP fue del 12,2 % (7,0 % en los de 60 a 69 años, 12,5 % en los de 70 a 79 años y 23,2 % en los de ³ 80 años).23 Marquina-Rivera y otros,24 en un estudio transversal analítico, con 91 pacientes diabéticos tipo 2, del Instituto Mexicano del Seguro Social, en Veracruz, observaron que la variable edad tuvo un promedio de años de 66,6 ± 8,4 en el grupo con EAP, en comparación con el grupo sin EAP, en el que se reportó un promedio de 58,4 ± 10,5 años (p= 0,0003).

Con los resultados de la presente investigación queda demostrada la relación entre la HTA y la EAP en las personas con DM2 del territorio. En un trabajo anterior a este, con 300 pacientes diabéticos tipo 2, los autores del presente estudio también observaron una asociación notoria entre estas entidades. De los 45 casos con EAP, 32 (71,1 %) eran hipertensos, mientras que solo 13 (28,1 %) eran normotensos (OR:1,06).25 Resultados similares al nuestro observó Agramonte26 en un estudio con 219 pacientes diabéticos tipo 2, pertenecientes al área de salud del policlínico "Dr. Mario Muñoz Monroy" del Wajay, del municipio Boyeros, al encontrar una prevalencia de EAP en los pacientes DM2 hipertensos de 19,1 % (31 casos); mientas que en los normotensos fue 8,9 % (5 casos), p= 0,050. Estos resultados ratifican cuán importante es conseguir los objetivos de control de presión arterial en los diabéticos tipo 2. Las guías europeas señalan que en todos los pacientes con EAP el objetivo debería ser < 140/90 mmHg y < 130/80 mmHg en los sujetos con diabetes o insuficiencia renal crónica.27

La importancia de la hipercolesterolemia en el proceso arteriosclerótico y en la ECV es bien conocida. Por cada aumento de 1 mmol/L (39 mg/dL) del colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad (cLDL) se eleva 57 % el riesgo de episodios cardiovasculares.28 Los triglicéridos son también un factor de riesgo cardiovascular que contribuye al elevado riesgo cardiovascular de la diabetes, en especial cuando se miden en situación posprandial.29,30 Hay evidencias de que el tratamiento de la hiperlipidemia reduce la progresión de la EAP y la incidencia de claudicación intermitente (Cl).31 En el estudio Framingham, un nivel de colesterol mayor de 240 mg/dL se asociaba con el doble de incidencia de CI, fue el mejor predictor de enfermedad arterial.32 Los resultados de la presente investigación confirman que, también en nuestro medio, la dislipidemia tiene efectos deletéreos sobre el sistema vascular periférico en los pacientes con DM2.

El SM se ha asociado a un incremento en la morbilidad y la mortalidad cardiovasculares.33 La enfermedad arterial periférica también se ha relacionado con esta entidad, incluso en personas sin historia previa de diabetes ni enfermedad cardiovascular.34 En esta serie, la presencia del síndrome supuso un mayor riesgo de EAP. Resultado similar al nuestro encontraron Calbo y otros,35 en una serie con 188 personas entre 40 y 70 años en 3 poblaciones representativas de la provincia de Albacete, España. Observaron que 12,5 % (4/32) con SM tenía IAP, frente al 3,2 % (5/156) de prevalencia de EAP en individuos sin este síndrome, por lo que las diferencias son significativas (12,5 % frente al 3,2 %, p < 0,05).

Al igual que otros estudios,36-38 esta investigación demuestra que, aunque en la DM2 la hiperglucemia se ha involucrado en el desarrollo de la EAP, de manera independiente de otros factores de riesgo para la ECV, su alto riesgo se debe, en parte, a una mayor prevalencia de los factores de riesgo tradicionales para la ECV, como dislipidemia e hipertensión, a menudo de manera combinada con el síndrome metabólico coexistente.

Un aspecto llamativo en nuestros resultados fue que el hábito de fumar no influyera significativamente en la aparición de EAP, si tenemos en cuenta que en el fumador hay disminución de la oxigenación hística y está incrementado el daño endotelial, la oxidación lipídica y la viscosidad sanguínea, factores involucrados en el desarrollo de arteriosclerosis.39 En ese resultado influyó directamente la poca cantidad de pacientes fumadores en la muestra estudiada.

Finalmente, la obesidad, que fue el factor de mayor prevalencia en los diabéticos tipo 2 estudiados, no elevó el riesgo para desarrollar EAP. Este resultado sugiere que, si bien la obesidad es un factor de riesgo bien establecido para la aparición de la DM2, no parece serlo para el desarrollo de esta complicación macroangiopática.

Con los resultados del presente trabajo se concluye que la enfermedad arterial periférica es una complicación frecuente en las personas con diabetes mellitus tipo 2 en nuestro medio, y los factores que mayor influencia poseen en su desarrollo son: la edad (en mujeres ³ 55 y en hombres ³ 45 años), la hipertensión arterial, la dislipidemia y el síndrome metabólico.

 

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Recibido: 10 de diciembre de 2012.
Aprobado: 17 de enero de 2013.

 

 

Dr. Eduardo René Valdés Ramos. Calle Osvaldo Herrera No. 28 A entre Ave. Figueredo y segunda. Reparto "Jesús Menéndez". Bayamo, Granma. cadiabetico@grannet.grm.sld.cu