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Revista Cubana de Medicina Tropical

versión On-line ISSN 1561-3054

Rev Cubana Med Trop v.59 n.3 Ciudad de la Habana sep.-dic. 2007

 

ARTÍCULO ORIGINAL

 

Potencial zoonótico de las infecciones por helmintos intestinales en perros callejeros de Ciudad de La Habana

 

Zoonotic potential of intestinal helminth infections in stray dogs from City of Havana

 

 

Dr. Roberto Hernández MerloI; Dr. Fidel Ángel NúñezII; Dra. Liliana Pelayo DuránIII

I Máster en Parasitología. Doctor en Medicina Veterinaria. Investigador Agregado.
II Doctor en Ciencias Médicas. Especialista de II Grado en Microbiología. Investigador Titular.
III Especialista de I Grado en Microbiología. Investigadora Agregada.

 

 

 


RESUMEN

Se determinó la prevalencia de infección intestinal con helmintos en 461 perros en 2 períodos de tiempo, con la finalidad de evaluar el potencial zoonótico de los perros callejeros en Ciudad de La Habana. Los helmintos identificados fueron: Ancylostoma spp. en 97 animales (21,04 %); Dipylidium caninum en 75 (16,26 %) y Toxocara canis en 91 (19,73 %). Las infecciones con Ancylostoma spp. tuvieron una frecuencia mayor en la estación de lluvia, mayo-octubre de 2005 (p< 0,01); mientras que D. caninum fue más común en la estación seca, noviembre-abril de 2006 (p< 0,01). T. canis fue más prevalente en animales jóvenes (< 1 año), mientras que en adultos (> 1 año) fueron Ancylostoma spp. y D. caninum. En cuanto al sexo, las perras hembras estaban más parasitadas por T. canis, mientras que D. caninum fue más frecuente en los machos. La asociación parasitaria que más se observó fue A. caninum y T. canis. Estos resultados permitieron un conocimiento actualizado sobre las principales especies de helmintos que afectan a los perros callejeros y algunas características de estas infecciones, que sirve de alerta sobre este potencial zoonótico.

Palabras clave: Perros, helmintos intestinales, zoonosis, parásitos, La Habana.


SUMMARY

The objective of the present study was to evaluate the zoonotic potential of the 461 stray dogs from the City of Havana, as well as, the prevalence of intestinal helminth infection in two periods. The identified helminths were Ancylostoma spp. in 97 dogs (21.04 %), Dipylidium caninum in 75 (16.26 %). and Toxocara canis in 91 dos (19.73 %). Ancylostoma spp. infections were the most frequent in the rainy season,that is, May to October, 2005 (p< 0.01) whereas D. caninum was more common in the dry season, that is, November to April, 2006. (p< 0.01). T. canis was more prevalent in young animals (< 1 year), but in older dogs(> 1 year) were Ancylostoma spp. and D. caninum. Female dogs were more infected by T. canis, and D. caninum was more frequent in males. The most observed association was A. caninum -T. canis. These results allowed updating knowledge about helminth species affecting stray dogs and some characteristics of these infections, all of which can serve as a warning about this zoonotic potential.

Key words: Dogs; intestinal helminth, zoonoses, parasites, Havana.


 

 

 

INTRODUCCIÓN

La relación entre humanos y animales es tan antigua como el propio origen del hombre. En la actualidad la tenencia de mascotas dentro de las casas es muy común y está asociado a varios factores como: emocionales, la necesidad de compañía y la seguridad. Una de las mascotas favoritas es el perro (Canis familiaris), que se encuentra estrechamente relacionado con el hombre y otros animales domésticos.1 La tenencia de mascotas también está asociada a un compromiso moral de ofrecerle condiciones apropiadas, principalmente cuidar su salud, con el objetivo de disminuir el riesgo de contraer enfermedades infecciosas que pueden convertirse en una seria preocupación para la salud pública,2 especialmente en los niños, los que tienen alto riesgo por dedicar mayor tiempo de juego con ellas.

Mantener los perros sanos no solo elimina el riesgo de padecer una zoonosis sino también que se conviertan en diseminadores de estas infecciones, las cuales durante los últimos años han ido adquiriendo mayor relevancia por ser el perro muy frecuente en los hogares y convivir estrechamente con el ser humano.3 El perro como mascota desempeña un papel muy importante en la transmisión de infecciones helmínticas de tipo zoonóticas al hombre.4

En Cuba existen 1 958 000 de perros controlados por clínicas veterinarias aproximadamente; 1 por cada 6 habitantes y la mitad se comportan como perros callejeros. Solo 800 000 se encuentran vinculados al programa de vacunación antirrábica. El Ministerio de Salud Pública en Ciudad de La Habana afirma que existe un perro por cada 10 personas en la capital, lo cual significa que habría más de 200 000.5

Las especies de helmintos, según la Sociedad de Parasitología Veterinaria del Consejo Científico Veterinario, en la población canina de Cuba son las siguientes. Dentro de los nematodos: Toxocara canis, Trichuris vulpis, Ancylostoma caninum, Necator americanus, y Uncinaria stenocephala. Dentro de los cestodos: Dipylidium caninum, y Spirometra spp. (reportado erróneamente como Diphyllobothrium latum).6

En la actualidad no se disponen de estudios realizados en los últimos 50 años, sobre la prevalencia de helmintos zoonóticos en la población de perros callejeros de la ciudad. Los objetivos del presente estudio fueron conocer la prevalencia de helmintos intestinales en perros callejeros de Ciudad de La Habana, algunas de las características de estas infecciones y determinar el posible potencial de transmisión zoonótica por estas helmintiasis en la capital.

 

MÉTODOS

Se estudió un total de 461 perros capturados en el período de mayo 2005 - abril 2006 en los 15 municipios de Ciudad de La Habana y ubicados en el Centro de Control y Observación Canina, Ministerio de Salud Pública. La investigación comprendió 2 períodos: estación de lluvia (mayo-octubre, 2005) y estación seca (noviembre, 2005-abril, 2006).

Una vez por semana el centro fue visitado durante el período de estudio. Se aplicó la eutanasia planificada a todos lo perros que cumplían el tiempo de observación requerido según las normativas del centro, tomando la fecha de la captura y el municipio de procedencia. Fueron recopilados los datos individuales de cada perro (raza y sexo). La edad aproximada de los animales fue estimada por parámetros morfológicos y su fórmula dentaria según los criterios del Manual Merck de Veterinaria para estimar la edad aproximada en los perros.7 Se formaron 2 grupos de edades: Grupo I integrado por los perros adultos (>1 año), y Grupo II por perros jóvenes (<1 año).

El intestino delgado de cada perro fue extraído con cuidado y transportado a 4 °C al Laboratorio de Helmintología del Instituto de Medicina Tropical "Pedro Kourí"; donde fueron cortados longitudinalmente desde la porción anterior hasta la posterior, para exponer la mucosa. Después se recolectaron los helmintos y se agruparon por su morfología externa, los cestodos fueron fijados de manera directa en una solución de formaldehído 5 %, mientras que los nematodos fueron colocados primero en una solución de alcohol 70 % a 60 °C, y después fueron fijados en formaldehído 5 %.8

La identificación de los parásitos adultos se realizó bajo lupa estereoscópica y se basó en las características morfológicas externas observadas y en la comparación con las descripciones de los textos de referencia.8

Se utilizó el paquete de programas EPIINFO para almacenar y realizar los análisis estadísticos. Se usaron pruebas de proporciones para comparar los porcentajes; sin embargo, la prueba exacta de Fisher fue usada cuando el número de casos fue escaso. Se crearon tablas de contingencia con el fin de hacer el análisis de regresión logística de los factores de riesgo considerados (estación del año, edad y sexo del animal), para lo cual se calculó la razón de disparidad (OR) y los intervalos de confianza (IC). En todos los casos las diferencias fueron consideradas estadísticamente significativas cuando el valor de p fue menor que 0,05.

 

RESULTADOS

Durante un período de 13 meses fueron examinados 461 intestinos delgados de perros callejeros de los 15 municipios de Ciudad de La Habana. Los animales se encontraban localizados en el Centro de Control y Observación Canina del Ministerio de Salud Pública, todos los perros eran mestizos.

En la tabla 1 se reflejan los helmintos identificados, de ellos 2 especies de nematodos, Toxocara canis en 91 (19,7 %) y Ancylostoma spp. en 97 (21,0 %), y una sola especie de cestodo, Dipylidium caninum en 75 (16,3 %), no existieron diferencias estadísticas significativas entre estos porcentajes (p> 0,05). Cuando se compararon las frecuencias encontradas de estas 3 especies en los perros estudiados, en cada uno de los municipios tampoco se hallaron diferencias significativas (p> 0,05).

En la tabla 2 se reflejan las frecuencias de perros infectados con diferentes especies de helmintos en relación con factores de riesgo como la estación del año (seca o lluvia), la edad y el sexo. Analizando la presencia de varias especies de parásitos en las diferentes estaciones climáticas se observa que en la estación lluviosa existió un riesgo mayor de infección con Ancylostoma (OR= 2,02; IC= 1,24-3,31) (p< 0,01); mientras que D. caninum fue más común en la estación seca (OR= 2,53; IC= 1,45-4,50) (p< 0,01). No existieron diferencias entre ambas estaciones para la infección con T. canis (OR= 1,49; IC= 0,91-2,44) (p> 0,05).

En la misma tabla al analizar los resultados parasitológicos por especies en relación con los grupos de edades, los perros jóvenes, menores de 1 año, tuvieron un riesgo mayor de infección con T. canis (OR= 2,25; IC= 1,34-3,78) (p<0,01), mientras que en los perros adultos, mayores de 1 año, el riesgo de infección fue mayor para las especies D. caninum (OR= 2,63; IC= 1,81-5,63) (p< 0,01) y Ancylostoma spp. (OR= 3,14; IC= 1,91-5,23) (p< 0,01).

Finalmente, al relacionar el sexo del animal con las frecuencias de infecciones por diferentes especies de helmintos, se observó un riesgo mayor de infección con la especie D. caninum (OR= 5,20; IC= 2,85-9,86) (p< 0,01) en los perros machos, mientras que en las hembras el riesgo de infección fue más alto para Toxocara canis (OR= 3,52; IC= 2,03-6,28) (p< 0,01). Sin embargo, no existieron diferencias entre los sexos para la frecuencia de infección con Ancylostoma spp. (OR= 0,84; IC= 0,52-1,35) (p> 0,05).

Aunque los datos no se muestran, la asociación más frecuente fue el biparasitismo producido por Ancylostoma spp.-T. canis.

 

DISCUSIÓN

Existe una importante interacción entre humanos y diversos grupos de animales de compañía, entre los que se destaca el perro; esta asociación no está libre de riesgos para contraer enfermedades infecciosas.9 Aunque se ha informado la presencia de varias infecciones helmínticas en perros en general,10 la investigación comprendió únicamente la exploración del intestino delgado, en el cual se identificaron 3 especies de parásitos.

En el conocimiento de los autores del presente estudio, esta es la primera vez que se realiza un análisis de los helmintos que infectan la población de perros callejeros de los 15 municipios de Ciudad de La Habana. Al analizar los resultados parasitológicos la frecuencia de animales positivos para cada especie parasitaria es elevada (mayor que 15 %), sin diferencias importantes entre los distintos municipios de la ciudad. Dato importante para alertar sobre el papel de los perros callejeros como diseminadores potenciales de estos helmintos parásitos en el ambiente de la ciudad.

Al analizar la prevalencia por especies de helmintos, durante el período de estudio, se demuestra que Ancylostoma spp. fue el parásito más encontrado en la población de canes callejeros con 21,0 %, en segundo lugar T. canis (19,7 %), y por último D. caninum, aunque las diferencias entre los porcentajes no fueron estadísticamente significativas. Resultados similares encontraron Darela y otros en 2005, al analizar la población de perros callejeros en la ciudad de Itapema, Santa Catarina, Brasil.11

La investigación no estableció la diferenciación específica entre las especies de ancylostomídeos Ancylostoma braziliense y Ancylostoma caninum, lo más probable es que la especie encontrada en los cánidos errantes haya sido A. caninum pues las infecciones en perros con la especie A. braziliense son muy raras en Cuba.12

Schad, en su análisis sobre ancylostomídeos y la relación de infección animal-hombre informa que A. caninum es el parásito más común en perros adultos y que la prevalencia de infección en perros callejeros en el Este y Medioeste de los EE. UU. se encuentra entre 60 y 70 %; mientras que en el Sur encontró una prevalencia de 86 % en 50 perros examinados.13

A. caninum es ya un parásito cosmopolita, bien reconocido en el hombre, que puede encontrarse en diferentes condiciones climáticas y a pesar de ser específico de perros, puede llegar al estado adulto en el intestino humano, provocando enteritis eosinofílica, lo cual es un diagnóstico difícil, al no existir en estos hospederos deposición de huevos por parte del parásito. Sin embargo, esta infección emergente está siendo cada día más reconocida en el mundo.14

Al comparar estos resultados con los de otros autores latinoamericanos, se aprecia que la prevalencia encontrada para T. canis fue similar a trabajos realizados en zonas urbanas de la ciudad de Ica, Perú,4 donde la prevalencia por esta especie fue de 19,75 %; mientras que los valores para Ancylostoma y D. caninum fueron inferiores a los nuestros. En México, Brasil, Chile se han encontrado prevalencias similares por T. canis en perros,1,3,11 aunque en otro trabajo en Sao Paulo, Brasil, se encontró una frecuencia inferior de infección por esta especie de nematodo.15 En cuanto a la infección por Ancylostoma se halló una frecuencia de infección similar en Brasil,15 superior en México1 e Itapema, Santa Catarina, Brasil,11 mientras que en Chile se encontró una menor frecuencia de infección por esta especie.

La frecuencia de infección por D. caninum en la presente investigación fue superior a la encontrada antes en Brasil11,15 y Chile;3 sin embargo, en México se halló una prevalencia que triplicó a la encontrada aquí.1 Estas diferencias podrían explicarse porque solamente se estudian los parásitos adultos obtenidos en perros sacrificados, mientras que otros han estudiado por diferentes métodos parasitológicos los huevos o larvas de estos helmintos obtenidos de las heces de los cánidos vivos domésticos o errantes, lo que cambiaría la sensibilidad de los procedimientos diagnósticos; por otra parte no todos los trabajos fueron realizados en la misma época del año, además de las diferencias raciales, biológicas y del comportamiento que existen en las diferentes poblaciones de perros, así como las variables ecológicas propias de cada país y región.

En esta investigación no existen diferencias en la frecuencia de infección con T. canis entre las principales estaciones climáticas. Los huevos de T. canis presentan una cubierta gruesa, la que proporciona una gran resistencia a las condiciones adversas, como la presencia de productos químicos y la falta de humedad, por lo que pueden permanecer viables hasta 5 años; esto le confiere una mayor capacidad de diseminación en el suelo y por lo tanto un mayor riesgo potencial de infección independiente de la época del año, por lo que generalmente su frecuencia no tiene una marcada estacionalidad, como ha sido demostrado en varios estudios.4,16,17

En este trabajo se encontró un riesgo mayor de infección con Ancylostoma en la estación lluviosa. Otros trabajos que analizan la presencia de helmintos de perros en las diferentes estaciones climáticas sus resultados difieren de los nuestros.1 Oliveira-Sequeira y otros encontraron una mayor prevalencia de infección en perros con Ancylostoma spp. al comienzo del verano, que coincide con el inicio de la época de lluvias,15 mientras que otros demostraron mayor prevalencia de infección con esta especie en los meses más cálidos y lluviosos con una menor frecuencia en el invierno.18

La infección por D. caninum en el presente estudio fue más común en la estación seca. La prevalencia de D. caninum está muy relacionada con la biología de los vectores hospederos intermediarios, pulgas de las especies Ctenocephalides canis, C. felix, Pulex irritans, y el piojo del perro, Trichodectes canis. Es posible que debido a las condiciones de la época de seca, donde los perros callejeros suelen congregarse en mayor número, para buscar refugio de temperaturas más frías, faciliten la propagación de estos vectores, al aumentar la promiscuidad entre ellos y por consiguiente se aumenten las probabilidades de infección con D. caninum. Por otra parte es un hecho conocido que las pulgas ingieren los huevos del cestodo eliminados en las heces de los cánidos solo en su fase larvaria, lo cual ocurre generalmente en el suelo; en la fase adulta es cuando estos ectoparásitos afectan los perros, pues es la única fase en que pueden ser hematófagos.19 A diferencia de la estación seca, las lluvias pueden arrastrar las larvas de pulgas, que obligadamente viven en el suelo, sobre todo si se tiene en cuenta que estos perros estudiados tienen menos probabilidad de encontrar refugios en esta época por su condición de ser errantes.

Al igual que en otros trabajos, los perros menores de 1 año poseen un mayor riesgo de adquirir la infección por T. canis que los mayores de esa edad. Los cachorros además de la vía de infección oral tienen la transplacentaria y lactogénica, por tanto están en mayor riesgo de infectarse y de tener una mayor carga parasitaria que los adultos.1,3,4,16,20 Similares resultados se han obtenido en estudios hechos en Japón,21 y más recientemente en España.22

Resulta interesante, el hallazgo en perros adultos, mayores de 1 año, donde se observó un mayor riesgo de infección para las especies D. caninum y Ancylostoma spp. En esta área geográfica, Eguía Aguilar y otros1 coincidieron con nosotros al estudiar perros callejeros, al encontrar mayor frecuencia de estas 2 especies de helmintos en los animales que tenían 10 meses o más, que los que tenían menos de esa edad. Saeki21 se refiere a estudios en Japón, donde se informa una mayor tasa de infección con D. caninum en perros con edades entre 7 meses y 4 años, cuando se comparó con los de edad menor a 7 meses. Mientras que Martínez-Moreno y otros demostraron en un estudio realizado entre 1 800 perros de Córdoba, España, que la frecuencia de infección con D. caninum y con el ancylostomídeo Uncinaria stenocephala fue más alta en los animales mayores de 4 meses que en los menores a esa edad.22

Los perros pequeños a diferencia de los adultos, pueden presentar problemas para sostener las temperaturas corporales que son necesarias para el desarrollo de los cisticercos de Dipylidium caninum en las pulgas que los infectan, pues la temperatura puede ser un factor que afecte el desarrollo de las formas larvarias de estos cestodos en sus hospederos intermediarios.23

Algunos autores no encuentran diferencias entre los 2 sexos para la prevalencia de infecciones con diferentes especies de helmintos intestinales en perros.1,4 Sin embargo, otros obtienen resultados similares a los hallados aquí al encontrar una prevalencia más alta de Dipylidium caninum en perros machos,17 una frecuencia de infección más alta con Toxocara canis en perros hembras, y no encuentran diferencias en la prevalencia entre sexos para los ancylostomídeos.20 Se han descrito diferencias en los patrones conductuales entre perros con diferentes sexos que influyen en la transmisión de las infecciones de helmintos.24

Los perros hembras y machos están expuestos de forma similar a las helmintiasis, sin embargo, las perras adultas en etapa de gestación y lactancia podrían tener mayor riesgo para infectarse con T. canis; porque las larvas hipobióticas de este parásito que se encuentran en los tejidos pueden estimularse con la secreción de la prolactina durante esta etapa y reactivarse hasta completar su ciclo dentro del hospedero o viajar por vía placentaria o lactogénica a los cachorros.4

La asociación parasitaria más encontrada fue A. caninum y T. canis. Esta asociación es de gran importancia, porque reafirma el potencial zoonótico de estos animales, que se convierten en diseminadores de huevos de los parásitos al medio ambiente; aumentan la contaminación de parque y lugares públicos de la capital y elevan el riesgo de infección humana que se manifiesta clínicamente como los síndromes de larva migrans visceral (LMV) y larva migrans ocular (LMO), principalmente en niños.16,19,20

El principal riesgo referido para la infección de los humanos lo constituye la presencia de huevos en el suelo por causa de la contaminación con heces de perros. En investigaciones previas en Cuba se reafirma el papel que tienen los perros callejeros como diseminadores de los huevos de parásitos al demostrar la existencia de contaminación de plazas y lugares públicos con huevos de estos helmintos. Un estudio para identificar la contaminación con huevos de Toxocara, realizado en Ciudad de La Habana en 1994, donde se examinaron 45 muestras de los 15 municipios de la provincia, se encontró una frecuencia de positividad de 42,2 %, con solo 3 municipios negativos en la muestra estudiada. Poco tiempo después, entre febrero y abril de 1995, se realizó otro estudio, y se encontró 68,3 % de las localidades contaminadas con huevos de este helminto.25,26

Sobre la presencia de estos parásitos en la población humana de Cuba existen escasas investigaciones, pero demuestran que están presentes; estudios realizados por Montalvo y otros, para detectar anticuerpos contra Toxocara canis en un grupo de 156 niños aparentemente sanos de la ciudad, demostraron una positividad de 5,2 %, frecuencia que ha aumentado cuando se han estudiado niños con manifestaciones oculares y otras de LMV.27 En 2002 se investigaron 61 pacientes procedentes del Hospital "Pando Ferrer"y otras instituciones hospitalarias del país, se detectó que 75,9 % presentaba anticuerpos anti-Toxocara, confirmándose así el diagnóstico presuntivo de LMO (Duménigo B. Instituto de Medicina Tropical "Pedro Kourí". Informe de Proyecto, 2003).

En este estudio se expone la helmintofauna encontrada en perros callejeros de Ciudad de La Habana, lo que puede resultar de gran importancia para diseñar medidas de prevención y control para estas zoonosis en cada época del año. Finalmente, se debe reconocer el papel epidemiológico potencial de estas infecciones zoonóticas y la importancia que pueden tener, por su alta prevalencia en la gran población de perros callejeros en la ciudad.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Recibido: 16 de marzo de 2007.
Aprobado: 23 de julio de 2007.

 


Dr. Roberto Hernández Merlo. Instituto de Medicina Tropical "Pedro Kourí"Departamento de Parasitología. Subdirección de de Parasitología. Autopista Novia del Mediodía km 6½, e/ Carretera Central y Autopista de Pinar del Río. La Lisa. Ciudad de La Habana, Cuba. Correo electrónico: rmerlo@ipk.sld.cu

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