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Revista Cubana de Hematología, Inmunología y Hemoterapia

versión On-line ISSN 1561-2996

Rev Cubana Hematol Inmunol Hemoter v.18 n.3 Ciudad de la Habana sep.-dic. 2002

 

Instituto de Hematología e Inmunología

Aspectos socioculturales relacionados con la donación de sangre en Cuba

Dra. María Elena Alfonso Valdés,1 Dra. Rosa M. Lam Díaz,1 Dr. José M. Ballester Santovenia,1 Téc. Walkiria Cao Fonticoba,1 Lic. Laura Ballester Planes,2 Dra. Carmen J. Morales Breijo,2 Lic. Rodolfo Rubio Rubio,2 Dra. Luz M. Pérez Torres,2 Lic. Norma Izquierdo,3 Dra. Betsy Díaz Fuentes,4 Lic. Mayelyn Hemdvicksom,4 Dra. Anesys Cabrera Borges,5 Dra. Osmeyda Pedroso Alfonso5, Lic. Jacqueline Ramos Porto6 y Téc. Amanda Garbey Hechavarría6

Resumen

Se desarrolló una investigación en 4 bancos de sangre provinciales del país para determinar el nivel de conocimientos de la población y los trabajadores de la salud de estos centro sobre sangre, donación de sangre, transfusión y su influencia en la promoción de donación de sangre voluntaria regular, con el empleo de la Guía Metodológica para investigación de aspectos socio-culturales relacionados con la donación voluntaria de sangre de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). El estudio arrojó que la mayoría de la población tiene conocimientos sobre estos temas y tiene una actitud positiva hacia la donación, pero desconocen aspectos como la frecuencia de la donación y sus efectos sobre la salud. Debe reforzarse el conocimiento del personal de salud de los bancos de sangre sobre los grupos sanguíneos y el período de ventana. Los bancos de sangre deben aumentar su papel en la promoción de sangre voluntaria regular.

DeCS: DONADORES DE SANGRE / educación; PROMOCION DE LA SALUD / métodos; INVESTIGACION; BANCOS DE SANGRE.

El suministro de sangre con el menor riesgo es una de las metas específicas de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) durante el próximo cuadrienio.1 La seguridad de los componentes y derivados sanguíneos depende primordialmente de la calidad de los donantes de sangre. Algunos agentes patógenos pueden ser transmitidos por medio de la sangre, aunque en la mayoría de los casos, la presencia de estos en el torrente sanguíneo está asociado con enfermedad en la persona infectada, lo que generalmente impide que se ofrezca como donante. Sin embargo, existen otros agentes infecciosos que tienen un período largo de incubación y pueden transmitirse por transfusiones, a pesar de las que las personas infectadas no manifiesten ningún síntoma.2

Para garantizar que los donantes de sangre sean sanos y de bajo riesgo, es sumamente importante que el proceso de captación y selección de estos sea eficaz. Los donantes voluntarios, no remunerados, que donan sangre habitualmente, son más seguros que aquellos que dan su sangre cuando un miembro de la familia o comunidad lo requiere (donante de reposición), o los que donan su sangre a cambio de dinero u otra forma de retribución (donante remunerado o profesional). Las personas que donan sangre por obligación o por dinero podrían no revelar problemas que los inhabilitan, por lo tanto, pueden ser peligrosos. Los donantes voluntarios, por su parte, donan su sangre de forma altruista y si lo hacen con regularidad, brindan mayor seguridad, ya que son evaluados con frecuencia y en muchos casos, se cuenta con su colaboración durante emergencias.3-5

A pesar de la importancia de la donación voluntaria, el porcentaje de esta es sumamente bajo en la región de Las Américas. A nivel nacional, en el período de 1990-1997, sólo Aruba, Canadá, Curazao, Cuba y Estados Unidos reportaron el 100 % de donaciones voluntarias. Aunque algunos países todavía reconocen la existencia hasta del 24 % de donantes remunerados, la gran mayoría de las unidades de sangre obtenidas en la región provienen de donadores de reposición.1

Uno de los grandes desafíos de la OPS para el futuro es la promoción de la donación voluntaria de sangre en los países de la región. Para poderlo llevar a cabo, se ha previsto desarrollar una estrategia de comunicación social que requiere de información de base sobre la población, especialmente acerca de sus conocimientos, actitudes y prácticas en relación con la donación de sangre.6

La organización de la donación voluntaria de sangre en Cuba, iniciada en 1962, ha crecido sistemáticamente hasta alcanzar y superar la meta propuesta por la OMS de una donación de sangre por cada 20 habitantes.7 Sin embargo, no todos los donantes son regulares, por lo que el presente estudio tiene como objetivo identificar los conocimientos, actitudes y experiencias de las personas sobre la donación de sangre, y qué barreras limitan la donación de sangre en nuestro medio, qué motiva a algunas personas a donar sangre, y qué canales son más eficientes para desarrollar un programa de donación voluntaria de sangre más efectivo.

Métodos

Se realizó un estudio descriptivo en 4 bancos de sangre provinciales del país, mediante las técnicas cualitativas recomendadas en la Guía Metodológica para la investigación de aspectos socio-culturales relacionados con la donación voluntaria de sangre.6 Los bancos de sangre objeto de estudio fueron los de las provincias Cuidad de La Habana, Villa Clara, Cienfuegos y Santiago de Cuba.

En cada una de estos bancos se seleccionaron diferentes segmentos de la población:

  • Donantes voluntarios no remunerados recientes.
  • Personas que nunca han donado, pero que tienen la intención de donar.
  • Personas que nunca han donado y no tienen la intención de donar.
  • Personal de salud de los bancos de sangre.
  • Público en general.

Las personas elegidas fueron aquellos que acudieron al banco de sangre por diferentes motivos: a donar, como acompañantes, a realizar otros trámites. También se seleccionaron en la comunidad y en los centros de trabajo.

La distribución de la población por segmentos seleccionados fue la siguiente:

  • Donantes voluntarios no remunerados recientes (últimos 12 meses): 87.
  • Personas que nunca han donado, pero tienen la intención de donar:21.
  • Personas que nunca han donado y no tienen la intención de donar: 13.
  • Personal de salud de los bancos de sangre: 41.
  • Público en general: 268.

Para la obtención de los datos se emplearon las técnicas de entrevista individual semiestructurada, los grupos focales y una prueba de conocimientos, recomendadas en la Guía Metodológica para la investigación de aspectos socio-culturales relacionados con la donación voluntaria de sangre.6

La entrevista individual semiestructurada se aplicó a 87 donantes voluntarios, 21 personas que nunca han donado, pero donarían, y a 13 que nunca han donado y no tenían la intención de hacerlo, así como a 8 miembros del personal de salud, de ellos 6 médicos (uno especialista en Hematología y 5 de Laboratorio Clínico) y 2 técnicos en Inmunohematología. Esta entrevista permitió determinar lo que piensan, conocen, creen, perciben y hacen las personas con respecto a la sangre, la donación de sangre y la transfusión de sangre.

El grupo focal permitió completar los hallazgos sobre conocimientos, percepciones y actitudes en relación con la sangre, la trasfusión y la donación de sangre obtenidos por medio de entrevistas realizadas a grupos de personas. Se constituyeron 28 grupos de discusión que contaron con la participación de 8 a 12 integrantes cada uno, provenientes de centros de trabajo cercanos a los bancos, e incluyeron personas que alguna vez han donado y personas que nunca lo han hecho y que tenían la disposición para hacerlo o no tienen la intención de donar.

La prueba realizada al personal de salud permitió evaluar sus conocimientos sobre la sangre, la transfusión y la donación de sangre. Se examinaron 33 miembros del personal de salud, de ellos 3 médicos, 21 técnicos medios, 2 profesionales no médicos y 7 trabajadores de servicios.

En la ejecución de la investigación participaron 14 miembros del personal de salud (8 médicos, 5 profesionales no médicos y 1 técnico) de salud provenientes de los 4 bancos de sangre objeto de estudio, a quienes la OPS capacitó durante 2 semanas. Se realizaron las modificaciones pertinentes a los instrumentos de investigación de acuerdo con las características de nuestro sistema de salud y de nuestra población, y se validaron con un grupo de población similar a la del estudio.

La información obtenida se clasificó por instrumento, pregunta y tipo de informante, y se procedió a la unificación de los informes finales de los 4 bancos de sangre.8,9

Resultados

Conocimientos de la población

Las personas definieron la sangre como "líquido rojo muy importante para la vida", "líquido fundamental del cuerpo", líquido que alimenta las células del organismo", "gasolina para el cuerpo humano", "líquido rojo que pasa por todo el cuerpo", "es la vida", "sirve para vivir" o "para salvar vidas", "sin ella no se puede vivir", "sirve para transfusiones y para subir la hemoglobina". Algunos indicaron que sirve para transportar oxígeno y nutrientes, obtener hemoderivados y medicinas, para donarla y para recibirla, así como para mantener la salud. Un número muy reducido de entrevistados no supo definirla. La mayoría de estas personas desconocían dónde y cómo se forma la sangre, en general plantearon que la sangre circula a través de todo el cuerpo y que está en los vasos sanguíneos.

La cantidad de sangre corporal para la mayoría varía entre 3 y 8 litros y unos pocos señalan que depende del peso, del tamaño y del sexo y que los hombres tienen más que las mujeres.

La mayor parte de los entrevistados coincidió en que la sangre se repone, que el volumen se recupera rápidamente, pero la calidad o contenido se demora días o meses.

Un número considerable de las personas entrevistadas demostró conocimiento sobre los grupos sanguíneos más comunes que existen, generalmente contestaron que ABO y una buena parte positivos y negativos.

La transfusión de sangre la relacionaron con poner, transferir, administrar, dar o pasar sangre. En general, indicaron que las personas necesitan de una transfusión cuando hay pérdida de sangre, ya sea por enfermedad, intervención quirúrgica, accidente o partos. Unos pocos plantearon que sirve para hacer hemoderivados y medicinas.

Casi toda la población entrevistada, opinó que se puede contraer una enfermedad a través de una transfusión de sangre. Las enfermedades que señalaron con mayor frecuencia son el SIDA, la hepatitis, y las enfermedades venéreas. Algunas personas creían que se pueden contraer otras enfermedades, como dengue, tétanos y "cualquier enfermedad que se traslade en la sangre". Otros refirieron que "sí, pero que en nuestro país el riesgo es mínimo, porque a la persona que dona se le estudia la sangre y está supercontrolada".

La mayor parte de la población entrevistada dijo que pensaba que para no afectar la salud de la persona que recibe la sangre, le deben hacer todas las pruebas necesarias a esta, extremar las medidas de higiene, hacer una adecuada esterilización de las agujas, realizar un buen chequeo de salud al donante y administrarle a la persona sangre compatible.

En relación con la donación de sangre, la mayoría de la población entrevistada expresó que se puede donar cada 3 meses, un porcentaje menor indica que cada 4-8 meses o una vez al año. Otros mencionaron una mayor frecuencia cuando se dona solo plasma.

La mayor parte de las personas refirieron que cada vez que alguien dona le extraen "500 cc de sangre". Unas pocas mencionaron cantidades que van desde un cuarto de litro hasta 1 litro de sangre.

La mayoría de los entrevistados señaló que pueden donar sangre las personas sanas, que tengan todos los requerimientos para donar y que no tengan enfermedades contagiosas. Unos pocos plantearon que deben donar todos los que quieran y puedan.

Casi toda la población entrevistada refirió que "no deben donar las personas que padecen de alguna enfermedad" o que no cumplan los requisitos. Generalmente indican que estas personas no deben donar porque pueden transmitir su enfermedad. Unos pocos plantearon que estas personas no tienen las cualidades necesarias para donar y de hacerlo pueden provocar un riesgo para su salud y su vida o agravar su enfermedad.

Entre el 30 y el 40 % de los entrevistados (en dependencia del banco de sangre estudiado), manifestaron que le puede suceder algo a la persona que dona sangre, fundamentalmente "desmayos", "mareos", "fatigas", sudoraciones y si hay negligencia, pueden ser contaminados a través de la aguja o provocarle hematomas en el brazo. Otro 40 % plantea que no sucede nada y un porcentaje menor plantea que no sabe. Entre el 14 y el 17 % de la población entrevistada pensaba que la donación puede afectar la salud de la persona que da su sangre.

La mayoría de los entrevistados consideró que no se adquieren enfermedades al donar sangre y el 15 % de la población entrevistada creía que una persona puede adquirir una enfermedad al donar sangre como el SIDA y la hepatitis, y condicionan la transmisión de estas al uso de agujas que no se han esterilizado adecuadamente.

De acuerdo con la población entrevistada, para no afectar la salud de quien dona sangre se deben tomar todas las medidas necesarias para proteger al donante, así como utilizar material nuevo, desechable o estéril. También indicaron que se debe realizar un buen interrogatorio y chequeo médico al donante.
Actitudes sobre la donación

Los entrevistados consideraron que la donación de sangre: "es un acto humanitario", "un gesto bonito", "maravilloso", "un gesto de nobleza", "que sirve para salvar vidas", "un acto de conciencia y de cooperación", "un deber del cubano", "que es útil".

La mayoría planteó que las personas que donan lo hacen porque tienen conciencia de la necesidad de donar y porque se sienten útiles. Otros refirieron que lo hacen porque tienen las condiciones requeridas, por costumbre, porque les gusta donar, porque tienen exceso de sangre y unos pocos indicaron que lo hacen por entusiasmo.

Según la población entrevistada, las personas no donan por razones tales como el miedo, la falta de información o conocimiento, no estar aptos o el temor de contraer una enfermedad. Con menor frecuencia señalaron desinterés, egoísmo, creencias religiosas, falta de conciencia, existencia de enfermedades en el donante tales como diabetes mellitus e hipertensión arterial.

Las personas entrevistadas que nunca han donado pero donarían, señalaron con mayor frecuencia que lo harían por una necesidad grande en el país o en la familia, o por alguien que lo necesite.

Casi todas las personas que alguna vez han donado señalaron que lo volverían a hacer si se encuentran bien de salud y hay necesidad, si un familiar estuviera necesitado o para salvar una vida.

Práctica de la donación

La mayor parte de los donantes entrevistados había donado anteriormente, con un promedio de 33 donaciones durante su vida y un rango de 3 a 163. La mayoría dona 3 ó 4 veces al año, aunque algunos expresaron que lo hacen cada 6 ó 7 meses y muy pocos una vez al año.

En cuanto a las razones por las que han donado, explicaron que lo han hecho "por conciencia", "para ayudar a personas necesitadas", "porque con su acción salvan vidas", "por humanidad", "por compromiso con la Revolución", "cuando ha sido necesario para los CDR".

La gran mayoría consideró que volvería a donar, siempre que se presente una necesidad del país o de cualquier persona, para salvar vidas, porque tienen la disposición, porque piensan que dar la sangre es un gesto humanitario.

El mayor porcentaje de los entrevistados donan en los bancos de sangre y con menor frecuencia en hospitales y en bancos móviles.

Las personas a quienes nadie les pidió que donaran, lo hicieron porque se enteraron de la necesidad de donar sangre a través de los CDR, por la televisión y la radio, por el médico de la familia o porque es una tradición familiar.

Todos refirieron que cuando donaron sangre la última vez respondieron con sinceridad a todas las preguntas que les hicieron.

La mayoría de los donantes expresaron que la información que recibieron en el banco de sangre estaba relacionada con los requisitos para realizar la donación, y las recomendaciones posdonación.

Acerca de la información, la educación y la comunicación sobre estos temas:

La mayor parte de la población entrevistada había visto u oído mensajes sobre la donación de sangre, pero tenían el criterio de que es insuficiente y les gustaría estar mejor informados, ya que estos mensajes contribuirían a que las personas tomasen mayor conciencia con respecto a la donación y estimularían el incremento del número de donantes.

Plantearon que desearían tener información acerca de temas tales como la importancia de la sangre y de la donación, las necesidades de sangre que existen, el procedimiento de la donación y sus complicaciones, los requisitos para la donación, las enfermedades que limitan la donación, qué sucede con la sangre donada además de transfundirla, las pruebas que se les realizan a la sangre y la razón por la que hay que ayunar para donar sangre.

Para la mayor parte de la población entrevistada, la mejor forma de transmitir mensajes sobre donación de sangre es a través de la radio y la televisión. Algunos sugirieron que por medio de la prensa, los médicos de la familia, los CDR y los centros de trabajo. Unos pocos plantearon que se impartan conferencias y se brinde información interpersonal.

En cuanto a la forma de brindar la información se sugirieron materiales informativos y educativos, spots televisivos, animados, folletos, boletines, propagandas escritas, volantes, carteles. Otros propusieron dar charlas, círculos de estudio, conversatorios y conferencias. Recomendaron que los mensajes los brinde personal especializado, conocedor del tema, capacitado para dar esa información como los médicos de la familia u otro personal seleccionado por el MINSAP.

De acuerdo con la mayor parte de la población entrevistada, se lograría que más personas donaran sangre si se brindara mayor información y se sensibilizase al respecto, mediante la información acerca del valor de la donación, de los problemas que resuelve y ofreciendo explicaciones en cuanto a que donar no afecta la salud.

Algunos donantes manifestaron que se debería invitar a las personas al banco de sangre para que vieran cómo ocurre todo el proceso de la donación y se convencieran de que al donante no le ocurre nada adverso.

Conocimientos del personal de salud de los bancos de sangre

En general, los resultados de la prueba de conocimientos aplicada al personal fueron satisfactorios, y el porcentaje de respuestas correctas superó el 70 % en todos los bancos de sangre.

Las preguntas en las que existieron respuestas incorrectas fueron las referentes al concepto de sangre, los principales grupos sanguíneos, los donantes que tienen mayor probabilidad de que su sangre sea segura y el concepto de período de ventana. En todos los casos las preguntas sobre transfusión de sangre se contestaron adecuadamente.

El personal de salud de los bancos de sangre conocía su organización y las tareas que en ellos se desarrollan, incluido el pesquisaje de enfermedades infecciosas de transmisión sanguínea (VDRL, hepatitis B y C, VIH 1 y 2).

La encuesta arrojó como resultado que el personal de salud ofrecía a los donantes información previa a la donación relacionada con los beneficios y posibles riesgos, tiempo en ayunas, requisitos para donar y contestaron cualquier pregunta que el donante hiciera.

Discusión

Conocimientos y actitudes del personal de salud

El personal de salud demostró, en general, un buen nivel de información acerca de la sangre, la donación y la transfusión de esta, así como de la organización y las funciones de los bancos de sangre, en lo que influye el hecho de que todo el personal tiene un elevado nivel profesional y técnico. Sin embargo, existen algunos temas en los que necesitan reforzamiento o actualización, como la definición de la sangre, el conocimiento del período de ventana y los diferentes grupos sanguíneos.

Aunque en general existe una capacitación continuada dirigida al personal que labora en los bancos de sangre, esta es aún insuficiente, por lo que debe sistematizarse. Sería de utilidad establecer controles periódicos de competencia y desempeño en estos trabajadores, para seguir incrementando sus conocimientos y habilidades técnicas.

Debe sensibilizarse a este personal sobre la importancia de brindarle mayor información a los donantes de sangre acerca del proceder, sus riesgos y beneficios sociales, así como de los factores que avalan la seguridad de la sangre donada, para garantizar el conocimiento y motivación de los donantes.
Conocimientos y actitudes de la población

La mayor parte de la población mostró conocimientos generales sobre la sangre y sus funciones, aunque pocos brindan una definición técnica al respecto y desconocían dónde se forma y el volumen de ésta, lo que enfatiza la necesidad de brindar una mayor información a través de los medios masivos de difusión y por parte del personal de los bancos de sangre, para elevar el conocimiento de la población general sobre estos temas.

Todos los entrevistados tienen conocimientos generales sobre la transfusión de sangre y las enfermedades que pueden transmitirse a través de ella; indudablemente en ello influye el ato nivel de escolarización general existente en el país.

Aunque la mayoría de la población tenía conocimientos generales sobre la donación de sangre, existen insuficiencias en algunos aspectos como la frecuencia con que se puede donar y sus efectos sobre la salud, por lo que es necesario brindar más información al respecto, ya que estos elementos pueden repercutir negativamente en la disposición para donar sangre.

La población expresó una opinión positiva del funcionamiento de los bancos de sangre, enfatizaron en el buen trato, la calidad de la atención y el manejo técnico, y su mayoría demostró tener una actitud positiva hacia la donación y está consciente de su necesidad y de las consecuencias que tendría la falta de sangre en casos de emergencia. Debe aprovecharse la actitud positiva que existe en los donantes hacia la donación de sangre y proporcionarles periódicamente información actualizada o materiales educativos antes de que se retire del banco, con el propósito de sensibilizarlo, alentarlo y motivarlo a que regrese y que contribuya a que otras personas se incorporen al movimiento de donantes voluntarios habituales, para así garantizar una sangre segura.

La mayoría de los donantes encuestados dona 3 ó 4 veces al año, aunque otros lo hacen semestral o anualmente. Sería de utilidad desarrollar un trabajo para el aumento de los donantes regulares, ya que de generalizarse esta práctica, se lograría la obtención de sangre de mayor calidad con un menor número de donantes, lo cual redundaría en beneficio de los enfermos que necesitan de transfusiones sanguíneas.

La mayor parte de las personas donaron en los bancos de sangre y con menor frecuencia en hospitales y en bancos móviles, probablemente debido al mayor confort y accesibilidad de los bancos, ya que en general estos se encuentran situados en zonas populosas y cercanas a centros de trabajos y hospitales.

La mayor parte de los donantes fueron reclutados a través de los CDR y la labor de los médicos y enfermeras de la familia, lo que confirma que estas entidades son las principales encargadas en nuestro medio, de la labor de información acerca de la donación de sangre y de la captación de individuos para estos fines, mientras que los bancos de sangre o los propios donantes habituales ejercen una pobre misión en este sentido.
Información, educación y comunicación

Aunque existe información acerca de la donación de sangre en los medios de difusión masiva, el estudio arroja que esta es esporádica e insuficiente. Los medios más utilizados para la captación e información de los donantes son los CDR y la labor del médico y la enfermera de la familia. Los bancos de sangre, aunque en algunos casos brindan información a través de murales y en respuesta a interrogantes de los usuarios, pueden y deben vincularse más con la labor de información y promoción.

La población entrevistada coincidió en que los mensajes informativos y promocionales sobre la donación de sangre deben tener un lenguaje sencillo y comprensible, ser cortos, amenos, interesantes, creativos y brindados por personal con conocimiento del tema, preferentemente trabajadores de la salud. Algunos propusieron, además, el uso de carteles en lugares públicos y animados con estos fines. Estas proposiciones son válidas y deben tenerse en cuenta por parte de las autoridades de salud y los medios de comunicación, e incorporar otras tales como la educación acerca de esos temas en los centros de enseñanza de nivel primario y medio, utilizando círculos de interés, juegos didácticos, visitas a los bancos de sangre, etc., para promover motivaciones y sentimientos de solidaridad en los miembros más jóvenes de la sociedad.

El estudio evidenció la necesidad de desarrollar una estrategia de comunicación social permanente tomando como base las sugerencias y comentarios realizados por la población, en la que se tenga en especial consideración el diseño de mensajes dirigidos a los miembros más jóvenes de la población: niños, adolescentes y jóvenes.

Summary

A research work was carried out in 4 provincial blood banks in the country to determine the level of knowledge of the population and the health care workers of these centers regarding blood, blood donation, blood transfusion and their influence in the promotion of voluntary blood donations at a regular basis. In this study the Methodological Guide for research of social and cultural aspects related to voluntary blood donation of the World Health Organization (WHO) was used. The study yielded that most of the population knows about these topics and have a positive attitude towards donation but do not know well aspects such as donation frequency and its effect on health. The knowledge of health workers at blood banks about blood groups and the window period must be strengthened. The blood banks should increase their role in the promotion of voluntary blood donations at a regular basis.

Subject headings: BLOOD DONORS / education; HEALTH PROMOTION / methods; RESEARCH; BLOOD BANKS.

Referencias bibliográficas

  1. Alleyne GAO. El próximo cuadrienio. Washington, DC: OPS; 1998.
  2. Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y Programa Mundial de la Salud Mundial sobre el SIDA de la Organización Mundial de la Salud. Manual para los servicios de orientación a donantes de sangre acerca del virus de inmunodeficiencia humana (VIH). Ginebra: Cruz Roja; Media Luna; OPS; 1992.
  3. Gibbs WN, Britten AFH, ed. Pautas para la organización de un servicio de transfusión de sangre. Ginebra: OMS; 1993.
  4. Subcomité de Planificación y Programa del Comité Ejecutivo (SPP). Fortalecimiento de los bancos de sangre en la región de La Américas. SPP31/5. Madrid: OPS; OMS; 1998.
  5. Organización Mundial de la Salud. Donación segura se sangre. En: Sangre y componentes seguros. Módulo 1, WHO/GPA/CNP/93.2.B. Ginebra: OMS; 1993.
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  7. Cuba Ministerio de Salud Pública. Dirección Nacional de Estadísticas. Anuario Estadístico de Salud, 2000. La Habana: Editorial Ciencias Médicas;2001.
  8. Dickin K, Griffiths M, Piwoz E. Diseño por diálogo. Investigación consultiva para mejorar la alimentación de los niños menores de dos años. Washington, DC: Proyecto de salud y análisis de los recursos humanos (HHRAA): 1998.
  9. Denzin NK, Lincoln YS, ed. Strategies of qualitative inguiry. San Francisco: Sage Publications; 1998.

Recibido: 26 de noviembre de 2002. Aprobado: 23 de diciembre de 2002.
Dra. María Elena Alfonso Valdés. Instituto de Hematología e Inmunología. Apartado 8070, CP 10800, Cuba Tel. (537) 578268, 544214. Fax (537) 44 23 34. e-mail: ihidir@hemato.sld.cu

1Instituto de Hematología e Inmunología.
2Banco de Sangre Provincial de Cuidad de La Habana.
3Banco de Sangre de Guanabacoa.
4Banco de Sangre Provincial de Villa Clara.
5Banco de Sangre Provincial de Cienfuegos.
6Banco de Sangre Provincial de Santiago de Cuba.

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