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Revista Cubana de Investigaciones Biomédicas

versión On-line ISSN 1561-3011

Rev Cubana Invest Bioméd v.28 n.2 Ciudad de la Habana abr.-jun. 2009

 

ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN

Obesidad en el escolar con antecedente de macrosomía o alto peso al nacer

Obesity in the schoolchild with a history of macrosomy or high birthweight

Nuris Rodríguez VargasI; Tania P. Martínez PérezII; Rolando Martínez GarcíaIII; Mailin Garriga ReyesIV; Manuel Ortega SotoV

IEspecialista de II Grado en Pediatría. Profesora Consultante y Auxiliar. Facultad de Ciencias Médicas "Cmdte. Manuel Fajardo". La Habana, Cuba.
IIEspecialista de I Grado en Pediatría. Profesora Consultante y Auxiliar. Máster en Infectología. Facultad de Ciencias Médicas "Cmdte Manuel Fajardo". La Habana, Cuba.
IIIEspecialista de II Grado en Bioestadística. Profesor Auxiliar. Facultad de Ciencias Médicas "Finlay". La Habana, Cuba.
IVLicenciada en Cultura Física. Instituto Nacional de Cardiología y Cirugía Cardiovascular. La Habana, Cuba.
VEspecialista de I Grado en Medicina Interna. Profesor Auxiliar. Facultad de Ciencias Médicas "Cmdte. Manuel Fajardo". La Habana, Cuba.


RESUMEN

La obesidad es una enfermedad crónica, multifactorial y compleja que se desarrolla por la interacción del genotipo y el medio ambiente, que tiene su raíz en factores sociales, culturales, de comportamiento, fisiológicos, metabólicos y genéticos. Con el fin de identificar la obesidad entre los factores de riesgo ateroscleróticos que pueden observarse desde la infancia, se realizó un estudio descriptivo con un diseño de tipo caso-control en niños nacidos entre enero de 1992 y diciembre de 1995 en la maternidad "Ramón González Coro". Se conformaron dos grupos, uno al que se le denominó "grupo macrosómico" integrado por 140 niños con alto peso al nacer (de 4 000 g o más) y otro llamado "grupo control" conformado por 100 niños con peso normal al nacer. Se caracterizó la muestra según sexo, edad. Se evaluó el estado nutricional actual del niño o niña por medio de la relación peso (en kgs)/talla (en cms). Se encontró que no existen diferencias significativas entre el índice de masa corporal en ambos grupos, sin embargo, el número de escolares mal nutridos por exceso (sobrepeso y obesidad) fue elevado en los dos grupos aunque no predominó. Puede concluirse que el alto peso al nacer no es un factor predictor para la obesidad.

Palabras clave: Macrosomía, obesidad, Cuba.


ABSTRACT

Obesity is a chronic, multifactoral and complex disease that develops from the interaction of the genotype and the environment, and is rooted in social, cultural, behavioral, physiological, histobiological and genetic factors. With the purpose of identifying obesity as one of the atherosclerotic risk factors that may be observed from the very childhood, a case-control descriptive study was carried out in children who were born from January 1992 to December 1995 in "Ramón Gonzales Coro" hospital. This research work was conducted in two groups, one called "the macrosomic group" composed of 140 children with high birth weight (4 000 grams or over) and the other called "the control group" made up of 100 normoweighted children at birth. The sample was characterized by sex and age. The current nutritional status of either a boy or a girl was evaluated based on weight-size ratio. It was found that highly significant differences between average weights of the study group and the control group at birth existed, but the same was not valid for the body mass indexes of both groups, according to the statistical data. However, in this study, the number of malnourished school children due to overfeeding was high in both groups, but not predominant. It may be concluded that high birthweight is not a predictive factor for obesity.

Key words: Obesity, macrosomy, Cuba.


 

 

INTRODUCCIÓN

La obesidad es un exceso de grasa corporal que por lo general y no siempre, se ve acompañado por un incremento del peso corporal. Es uno de los grandes problemas actuales del mundo y el trastorno nutricional más frecuente en los países desarrollados. La obesidad se está presentando con mayor frecuencia en niños y adolescentes y puede hacerlo con graves complicaciones y severas alteraciones psicológicas. La más importante es la asociación con la diabetes mellitus tipo 2, que cada vez se ve con mayor frecuencia y su presentación puede llegar hasta el 45 % a esta edad.1

De 12 países latinoamericanos que tienen información completa de sobrepeso y obesidad, algo más de un tercio supera el 20 % en ambas condiciones. Para la obesidad 37 países cuentan con información, su promedio es de 4,6 %; 4 de ellos presentan valores sobre el 6 % y 33, inferiores al 2 %. En la mayoría se observa incremento en los últimos años, el 70 % tiene aumento de sobrepeso y el 60 % de obesidad, sólo en 2 de ellos hay descenso En conclusión, no hay dudas sobre la tendencia al aumento del sobrepeso y la obesidad en el niño.2

Las causas de la obesidad son múltiples e incluyen factores tales como la herencia genética, comportamiento del sistema nervioso, endocrino y metabólico y el tipo y estilo de vida que se lleve.

Es bien conocido que la obesidad se ha vinculado de forma independiente a la aterosclerosis, pero la relación es variable e inconsistente, la aclaración de esta relación particularmente en niños y jóvenes sería de ayuda en la evaluación del riesgo de salud asociado a la obesidad.3

Algunos autores plantean,3,4 que los efectos de la obesidad sobre la salud han sido difíciles de estudiar porque el peso corporal y su composición están influenciados por muy variadas condiciones (por ejemplo, ingreso calórico, actividad física, factores genéticos y otros). El tiempo de evolución y la edad del sujeto tienen influencias en los efectos, además de la asociación de la obesidad con una variedad de factores de riesgo como son la hipertensión arterial, enfermedades coronarias, enfermedad cerebro vascular y diabetes mellitus no insulina dependiente.

La obesidad es un trastorno metabólico y nutricional de serias consecuencia para la salud. A pesar de existir un mayor conocimiento clínico y epidemiológico del problema, su prevalencia ha aumentado significativamente en países industrializados y en desarrollo. Es el trastorno metabólico y nutricional más antiguo que se conoce en la historia, así lo demuestra las momias egipcias y las esculturas griegas.

El sistema de regulación de la composición corporal ha estado dirigido a favorecer la expresión de genes que permite el máximo acúmulo de grasa a la selección de individuos eficientes en el depósito de grasa y energía en los periodos de hambruna. El desarrollo del tejido adiposo es una característica de las especies que no han tenido acceso permanente a los alimentos.

En consecuencia, las condiciones ambientales necesarias para la alta prevalencia de la obesidad son completamente nuevas, sólo posibles en el contexto actual de la afluencia, de la abundancia. Por ello, la obesidad es una enfermedad de la sociedad posindustrial, y en consecuencia, toma un gran protagonismo la contribución ambiental, en especial la dieta inadecuada y los patrones de inactividad física.

Esta entidad se considera como una enfermedad crónica, multifactorial y compleja que se desarrolla por la interacción del genotipo y el medio ambiente, que tiene su raíz en factores sociales, culturales, de comportamiento, fisiológicos, metabólicos y genéticos. De hecho la obesidad es un problema de desequilibrio de nutrientes que se traduce en un mayor almacenamiento de nutrientes en forma de grasa que los requeridos para satisfacer las necesidades metabólicas del individuo.5

Numerosos estudios han demostrado la asociación con factores de riesgo cardiovascular, hipertensión arterial, dislipidemias, anormalidades de la función endotelial, hiperinsulinemia y resistencia a la insulina.6,7

En los niños el peso al nacer es variable debido a la constitución física, la cual está determinada por la proporción de tejido adiposo, muscular y óseo.8

Muchos elementos influyen en el crecimiento y desarrollo intrauterino, son determinantes el desarrollo y funcionamiento placentario, factores de tipo fetales como la gemelaridad, anomalías cromosómicas, malformaciones congénitas; factores ambientales y maternos, entre estas últimas, las enfermedades asociadas a la gestación, paridad, edad materna, estado nutricional y otras.

Estos factores han adquirido gran relevancia por ser el medio de origen y desarrollo del embrión al mismo tiempo receptores de las características sociales y ambientales.9,10

La programación es el fenómeno por el que estímulos o injurias producidas durante periodos críticamente sensibles en la vida fetal, pueden tener consecuencias a largo plazo. La programación está establecida en animales de experimentación,11 aunque hay certeza de que también sucede en humanos.

Estos estímulos pueden ser generados de forma endógena por la madre o ser ambientales. Se ha estudiado como influyen elementos del periodo perinatal en el desarrollo del niño y si pueden estar asociados con aumento del riesgo de algunas enfermedades crónicas del adulto.

Se sabe que en la mayoría de las enfermedades de la edad adulta están involucradas al menos dos componentes: uno genético y uno ambiental posnatal.

MÉTODOS

Se realizó un estudio descriptivo con un diseño de tipo caso-control con los niños nacidos entre enero de 1992 y diciembre de 1995, con el fin de identificar de forma temprana factores de riesgo ateroscleróticos, en este caso, la obesidad, en escolares que tenían antecedentes de macrosomía o alto peso al nacer.

Universo y muestra

El universo estuvo constituido por todos los niños nacidos en el hospital ginecoobstétrico "Ramón González Coro", municipio Plaza de la Revolución, con antecedentes de macrosomía o alto peso al nacer en el período de la investigación. Se seleccionó una muestra no probabilística a partir de los siguientes criterios de inclusión:

- Pertenecientes al Municipio Plaza de la Revolución al momento del nacimiento.

- Residencia actual en el municipio.

- Consentimiento del familiar (mamá) a participar en el estudio.

Finalmente, la muestra quedó conformada con 140 niños macrosómicos (de 4 000 g o más de peso al nacer). Se organizó, además, un grupo control con 100 niños de peso normal al nacer (de más de 3 000 g y menos de 4 000). La edad de los escolares osciló entre 7 y 11 años, todos se encontraban cursando la enseñanza primaria.

Técnicas y procedimientos

Recolección de la información. El interrogatorio al familiar, la observación, datos tomados del libro de partos del hospital ginecoobstétrico "Ramón González Coro", la historia clínica del hospital, carné de nacimiento del bebé y carné de salud de la embrazada (tarjetón), constituyeron las fuentes de información utilizadas.

Para caracterizar la muestra, se tomaron los datos de la edad y el sexo.

Para evaluar el estado nutricional del niño o niña, fue necesario conocer el índice de masa corporal (IMC), también conocido como índice de Quetelet. Para ello se midió el peso actual y la talla actual y se calculó la relación entre ellos. La primera se obtuvo en kg con aproximación hasta la décima y la talla en centímetros, con valores enteros.

La talla o estatura de los niños se obtuvo en un equipo peso-tallímetro de fabricación china. Los individuos se colocaron descalzos en posición erguida, cabeza en el plano de Frankfurt.

Después de obtenidos dichos datos se evaluó el estado nutricional y la muestra se clasificó según las tablas cubanas de percentiles de IMC de niños y adolescentes de 1982 de la forma siguiente:

- Desnutrido: por debajo del 3er. percentil.

- Delgado: entre el 3er. y hasta el 10mo. percentil.

- Normopeso: por encima del 10mo. y hasta el 90 percentil.

- Sobrepeso: por encima del 90 y hasta el 97 percentil.

- Obeso: por encima del 97 percentil.

Se aplicó la prueba estadística chi cuadrada (X2) para comparar los valores promedios del IMC en los niños macrosómicos y los de peso normal al nacer.

RESULTADOS

Del total de escolares examinados 133 tenían entre 7 y 9 años y 107, entre 10 y 11 años. El promedio de edad en el grupo macrosómico (grupo estudio) fue de 9, 06 años y en el grupo control, de 9,22 años.

Del total de escolares, 161 eran niños y 79 niñas. El porcentaje de niños fue mayor en el grupo estudio en relación con el grupo control y se comportó de igual manera dentro de cada grupo.

En cuanto al peso al nacer, es importante señalar que sólo se encontró un recién nacido con 5 000g de peso en el grupo estudio.

En la tabla se aprecia que del total de escolares estudiados 135 clasificaron como normopeso, 46 con sobrepeso y 47 como obesos para un total de 93 escolares mal nutridos por exceso (sobrepeso y obesidad). Se destaca que sólo 5 escolares clasificaron como desnutridos.

En cada grupo examinado el mayor número de escolares también clasificó como normopeso mientras que el porcentaje de niños con sobrepeso fue similar en ambos grupos y el de obeso discretamente mayor en el grupo control.

Los resultados de la prueba estadística realizada plantean que no hay diferencia estadísticamente significativa entre el grupo estudio y el grupo control en relación con el IMC.




DISCUSIÓN

En 1977, el Comité de Expertos en Obesidad Pediátrica de los Estados Unidos,12 recomendó definir la obesidad cuando el IMC es igual o superior al 95 percentil y sobrepeso cuando se encuentra entre el 85 y el 90 percentil.

En el Nacional Center for Heath Estatistics y el European Childhood Obesity Group,13 acordaron que para la población española se utilizaría por encima del 97 percentil para definir obesidad y sobrepeso entre el 90 y 97 percentil, indicadores que coinciden con los utilizados en Cuba y que se utilizaron en esta investigación.14

No existió diferencia estadísticamente significativa entre los grupos comparados en cuanto al IMC, por lo que el alto peso al nacer no constituyó, en las condiciones de este estudio, un factor predictor de la obesidad en edades tempranas de la vida, pero si es preocupante el número de escolares mal nutridos por exceso (sobrepeso y obesidad), en ambos grupos. La desnutrición y la delgadez, no constituyeron problemas de salud en este estudio.

Los resultados encontrados no coinciden con los de investigadores británicos que plantean que el alto peso al nacer se asocia con un aumento de riesgo de obesidad en el adulto joven. En estas publicaciones se aprecia que la muestra contiene un número relativamente pequeño de sujetos con pesos en categorías extremas y no se ajustan o apoyan en forma consistente a otros importantes factores tales como IMC e historia familiar de este evento.15

En 1993 en Cuba se realizó un estudio sobre obesidad donde se encuentra una prevalencia de 9,3 % y ya en el año 1998 se registra un aumento hasta 13,1 %, estos porcentajes dan la medida de la tendencia creciente de la obesidad en los últimos años,14 fenómeno que está ocurriendo también en los países desarrollados y en vías de desarrollo. Cifras superiores a estas se notifican en Chile donde la prevalencia de obesidad es de 15 % con un incremento anual de 1,5 %. Estos porcentajes son similares a los encontrados en esta investigación en los niños con sobrepeso en los dos grupos y los obesos en el grupo estudio; no ocurrió así con los obesos del grupo control donde se alcanzaron cifras algo más elevadas.

Actualmente uno de cada cuatro niños es obeso y uno de cada tres tiene sobrepeso.16

En España es indudable el aumento de la prevalencia de obesidad y sobrepeso en niños y adolescentes y adultos jóvenes. En el estudio en Kid (1998-2000) se encuentra el 26,3 % de sobrepeso, y en obesos el 13,9%.17

Estudios realizado en México muestran que 45 % de los niños (niños 47 % y niñas 45 %) están en las categorías sobrepeso (21,1 %), obesidad (23,5 %),18 este último muy similar al encontrado en el grupo control de este estudio.

Ante la epidemia del sobrepeso y obesidad (SOB) que padece la población adulta,19 que en esta edad se asocia con las primeras causas de muerte, es indispensable conocer su magnitud, mecanismos y posibles herramientas para su contención, precisar el papel del SOB en el síndrome metabólico (SM) como vía común para desarrollar en corto plazo diabetes tipo 2 y enfermedades cardiocirculatorias. Asimismo, trabajar sobre la dificultad que se tiene de medir el SM en la edad pediátrica usando los mismos criterios del adulto. Finalmente, ante la magnitud del SOB y la dificultad para revertir la ganancia de peso, la prevención es la mejor alternativa de solución.

La obesidad es una enfermedad que se caracteriza por un aumento de la masa corporal grasa y constituye un problema de salud pública de alcance mundial. En mayo de 2004, la 57.ª Asamblea Mundial de la Salud la declara Epidemia del Siglo XXI y aprueba la creación de una estrategia sobre nutrición, actividad física, obesidad y salud (NAOS).20

El alto peso al nacer, no constituye, en la población estudiada, un factor predictor para la obesidad y es importante tener en cuenta los factores exógenos como causante de señales ateroscleróticas tempranas. Es preocupante la prevalencia encontrada de malnutrición por exceso (sobrepeso y obesidad) en ambos grupos.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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19. Flores Huerta S, Pérez Cuevas R, Garduño Espinosa J, Reyes Morales H, Rodríguez Ortega E, Muñoz Hernández O. Una mirada desde los servicios de salud a la nutrición de la niñez mexicana.II. Problemas emergentes: sobrepeso y obesidad. Bol Med Hosp Infant Mex. 2007;64(6):399-407.

20. Estrategia Mundial sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud. Ginebra:OMS;2004.

Recibido: febrero 2009.
Aprobado: mayo 2009.

Nuris Rodríguez Vargas. Facultad de Ciencias Médicas "Cmdte. Manuel Fajardo". La Habana, Cuba.
E-mail: nuris@infomed.sld.cu

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