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Revista Cubana de Enfermería
versión On-line ISSN 1561-2961
Rev Cubana Enfermer v.20 n.2 Ciudad de la Habana Mayo-ago. 2004
Historia
Centro de Estudios Humanísticos para las Ciencias Médicas
Vigencia del pensamiento nightingaleano en la enfermería profesional cubana de 1909-1925
Resumen
Se realizó una búsqueda de información en fuentes documentales primarias y secundarias. Entre las primeras se encuentran estudios sobre la obra de Florence Nightingale y sobre la historia de la enfermería universal. Con respecto a las segundas fuentes se consultaron revistas e informes que constituyeron órganos oficiales de asociaciones a las cuales pertenecieron personalidades de la enfermería cubana, además de sus expedientes académicos y documentos históricos consultados en archivos. Se establecieron 2 etapas fundamentales de la práctica de la enfermería: una conocida como etapa pre-profesional, que tiene en cuenta el cuidado de supervivencia, como primera aproximación al quehacer enfermero, entendido este como el cuidado que ejerció la mujer en el espacio doméstico y otra etapa, la profesional, donde se producen los cambios que van acercando la enfermería a los cánones de profesión. Es esta segunda etapa la que se trata en el presente artículo, resaltando la figura histórica de Florence Nightingale y su pensamiento teórico, y, especialmente la repercusión de éste en el contexto universal, en el que se desempeñan las enfermeras cubanas Margarita Núñez, Martina Guevara, Pelegrina Sardá y Hortensia Pérez, con el propósito de esbozar algunas consideraciones acerca de la vigencia del pensamiento nightingaleano en el ejercicio de la profesión y la enseñanza de la enfermería, a partir de la actuación de algunas de las enfermeras cubanas ya mencionadas.
Palabras clave: Enfermería, historia, pensamiento nightingaleano.
Para entender mejor la creación del hombre hay que analizarla a partir de la historia, es decir, desde su gestación en el tiempo y en el espacio, de modo que, si se toma en cuenta que la especie humana siempre ha tenido personas con necesidades de valía propias y se ha reclamado el cuidar de ellas, se puede afirmar, que la práctica del cuidado al prójimo es tan antigua como el propio hombre y que aún en sus formas más primitivas, siempre ha estado acompañada de determinadas normas morales consecuentes con el nivel de desarrollo de las formaciones económicas sociales en que se han originado.
No obstante este cuidado entendido como práctica de enfermería ha ido evolucionando y de acuerdo a sus características, el estudio histórico de esa evolución ha establecido entre otras, 2 etapas fundamentales:
Una conocida como la etapa pre-profesional, que tiene en cuenta el cuidado de supervivencia, como primera aproximación al quehacer enfermero, entendido este como el cuidado que ejerció la mujer en el espacio doméstico y "toda la historia de la enfermería como oficio ( que la abarca hasta el siglo XVIII aproximadamente) donde desempeña una función muy limitada el análisis intelectual de los problemas que trataba y la toma de decisiones sobre los mismos", donde la subordinación a la medicina comienza a ser casi total. (Hernández Martín F) en su trabajo La Enfermería en la Historia: un análisis desde la perspectiva profesional, .
Otra etapa la profesional, que como su nombre lo indica es donde se producen los cambios que van acercando la enfermería a los cánones de profesión.
Esta segunda etapa será tratada en lo esencial a continuación, por cuanto en ella realiza un papel fundamental la figura histórica de Florence Nightingale como iniciadora de la enfermería moderna en el contexto universal y se desempeñan las enfermeras cubanas Margarita Núñez, Martina Guevara, Pelegrina Sardá y Hortensia Pérez en la historia de la enfermería en Cuba. Se pretende esbozar en este trabajo algunas consideraciones acerca de la vigencia del pensamiento nightingaleano en el ejercicio de la profesión y la enseñanza de la enfermería, a partir de la actuación de algunas de las enfermeras antes nombradas.
Para ello se ha consultado fuentes secundarias y primarias trabajadas con detenimiento. Entre las primeras se encuentran estudios sobre la obra de Florence Nightingale y sobre la historia de la enfermería universal entre otras. Con respecto a las segundas fuentes se consultaron revistas e informes que constituyeron órganos oficiales de Asociaciones a las cuales pertenecieron estas personalidades, además de sus expedientes académicos y documentos históricos consultados en archivos.
Desarrollo
Es en el siglo XIX cuando Florence Nightingale,1 en su inquietud por demostrar que el cuidado al paciente no era sólo administrar medicinas, realiza una series de observaciones que la llevan a reconocer el valor peculiar del "cuidado" como calidad de la atención sanitaria, vista en su globalidad (como cantidad y calidad de vida).
En Crimea realizó la primera valoración de la situación en que se encontraban los hospitales de campaña y las necesidades de los soldados ingleses y logró controlar esta situación en 6 meses durante su estancia en el lugar.
Biógrafos, historiadores y teóricos de la enfermería coinciden en que la obra de Florence Nightingale la hace precursora en el liderazgo de la lucha por el desarrollo de la enfermería cuando en 1860, funda la primera escuela de formación de enfermeras donde puso en práctica sus criterios sobre la educación y el ejercicio profesional entre otros.
Sus criterios sobre la enseñanza de la enfermería se basaron en instruir sobre principios científicos y la experiencia práctica para dominar los procedimientos y técnicas. Abogando por la independencia de las escuelas de enfermería respecto de los hospitales. Las escuelas estadounidenses y de otras regiones del mundo no pudieron poner en práctica éste criterio hasta muchos años después.2
Avizoró que la calidad del "arte de la enfermería no se podía obtener sólo con examen para titularse, sino que eran necesarios "métodos de verificación¨ que incluyeran estudios de casos (notas) realizados por las propias aspirantes.
En el ejercicio de la profesión por el logro de la calidad de vida opinaba, que el papel de la enfermera consistía en evitar que se interrumpiera el proceso reparador natural y facilitar condiciones óptimas para que este se diera en su máxima expresión.
Resaltó las ventajas de un medio en buenas condiciones para prevenir las enfermedades y eliminar las contaminaciones, aire fresco, calor y tranquilidad eran algunos de los elementos que propuso Florence Nightingale para manipular el entorno.
También describió las relaciones entre la habitación del enfermo y el resto de la casa y de esta con el vecindario. Aspectos ambientales de su teoría (ventilación, calor, tranquilidad, dieta y limpieza) son aún componentes esenciales de la asistencia a los enfermos.
En cuanto a la actuación de la enfermera, pensaba que las mismas debían usar continuamente en su profesión el sentido común unido a la observación, la perseverancia y el ingenio, y reafirmaba que ¨si no se tiene el hábito de la observación es mejor renunciar a ser enfermera, de una forma u otra, labor para la que no se estará llamada por muy solícita y bondadosa que se pueda ser¨ .3
La vocación de enfermera la veía como un compromiso con el trabajo. Las enfermeras deberían comportarse como mediadoras en el plano moral refiriéndose a su relación profesional con los pacientes. Les enseñó así el principio de la confidencialidad y propugnó la extensión de los cuidados a los pobres para mejorar su estado de salud. Aportó comentarios acerca de los procesos de toma de decisiones del paciente, concepto ético de particular importancia en la ciencia moderna, aunque relegó al paciente a un rol relativamente pasivo, cuyas necesidades eran atendidas principalmente por la enfermera.
Reconoció la importancia del movimiento sufragista en el avance de la teoría feminista, aunque no se inmiscuyó de forma activa en ese movimiento. Fue partidaria abierta de que se asignara poder político a las mujeres y trabajó por otras vías por el desarrollo de las mismas.
Vínculos de este ideario con la enfermería cubana
Los principios de Florence Nightingale se convirtieron en ideario y guía para otras tierras del mundo, entre ellas el continente americano y específicamente para Estados Unidos, donde se fundan en 1873, 3 escuelas experimentales: Bellevue Hospital, en New York; New Haven Hospital, en Connecticut; y Massachusetts Hospital, en Boston.
La fundación de la primera de estas 3 escuelas anteriormente señaladas, fue debido a la relación que estableció Elizabeth Blackwell -la primera mujer médico norteamericana- con Florence Nightingale, durante la Guerra de Secesión en Estados Unidos. Esa escuela está relacionada con la historia de la enfermería cubana pues fue en ella donde se formaron varias de las enfermeras norteamericanas, que más tarde vendrían a Cuba a fundar las primeras escuelas de enfermeras en el país.4
Se puede inferir que en Cuba, en el campo de la enfermería, hubo gran influencia de la enfermería norteamericana cuando se produce la I Intervención y Ocupación de EE.UU. que puso fin a la guerra hispano-cubana. Un grupo de enfermeras norteamericanas, egresadas de la escuela Bellevue, fueron reclutadas para venir a Cuba con el ejército de intervención y se convirtieron en portadoras del ideario nightingaleano, asumido oficialmente por las escuelas que ellas fundaron en el país.
En medio de estos hechos devino el siglo XX cubano simbolizando el nacimiento de una república, matizada por luces y sombras. Sombras, porque emergió frustrada bajo la intervención extranjera, enmendada por un apéndice constitucional que favoreció el crecimiento de una república contaminada por la corrupción y la politiquería de muchos de sus gobiernos. Y luces, porque tuvo entre otros, como valor sustantivo, la defensa -desde muy diversas posiciones ideológicas - de la identidad, la nación, la cultura y la sanidad cubana.
En este sentido la década de los años 10, reflejó estos matices. En ella se consolidaron transformaciones sociales y es también la década en que la Dama de la Lámpara ve sus últimos días de fructífera labor a los 90 años de edad, el 13 de agosto de 1910.
En ese contexto histórico, se insertan una serie de acontecimientos ejecutados por enfermeras profesionales, que demostraron el inicio de un proceso de reconocimiento de su existencia como mujeres para transformar su condición y situación de vida. En marzo de 1909, fue promovido un grupo de enfermeras cubanas que se distinguieron por sus méritos y competencia a dirigir las Escuelas de Enfermeras radicadas en los hospitales que, hasta entonces, habían estado a cargo de enfermeras norteamericanas, así como a plazas de nueva creación como la de Inspección General de Enfermeras. Al mismo tiempo, se destina a 3 de estas mujeres cubanas para el servicio de enfermeras visitadoras dentro de la campaña de profilaxis social orientada por la Secretaría de Sanidad y Beneficencia, del Poder Ejecutivo.
El 29 de marzo de 1909, un grupo de enfermeras se organiza para constituir, bajo la presidencia de la enfermera Margarita Núñez Núñez, la Asociación Nacional de Enfermeras de la República de Cuba, estableciendo sus principios normativos en un reglamento que concibió una organización benéfica-cultural no gubernamental, que afilió exclusivamente durante los primeros diez años a enfermeras graduadas de las escuelas estatales.
El Club Femenino de Cuba, conformado por mujeres cuya procedencia social, cultural y política era muy heterogénea, creó en 1921 la Federación Nacional de Asociaciones Femeninas de Cuba, integrada por 5 asociaciones, una de las cuales fue la Asociación de Enfermeras y Alumnas de la República de Cuba que ya para estos años contaba con metas más elevadas. En el año 1922, la Federación de Asociaciones convoca a la celebración del I Congreso Nacional de Mujeres en 1923, donde la Asociación Nacional de Enfermeras de Cuba estuvo representada por la delegada Pelegrina Sardá y Sardá, presidenta en ese entonces de dicha organización, quien planteó criterios muy sólidos en la plenaria.
Enfermeras cubanas herederas del pensamiento de Florence Nightingale
Margarita Núñez Núñez (¿ - 1923). En 1909, al tomar posesión del cargo el Dr. Matías Duque, coronel del Ejército Libertador de Cuba como Secretario de Sanidad y Beneficencia, al finalizar la II Intervención Norteamericana en el país, asciende a Margarita al cargo de Superintendente del Hospital "Número Uno" y de su Escuela de Enfermeras, para de inmediato promoverla al cargo de Iinspectora General de las Escuelas de Enfermeras de la República. Como Presidenta de la Asociación Nacional de Enfermeras Cubanas viajó a Londres en 1909, recién constituida la organización, al III Congreso del Consejo Internacional de Enfermeras y en ese viaje llevó consigo una mantilla para ofrecer de regalo a Miss Florence Nightingale, fundadora de la enfermería profesional, quien desde hacía años se encontraba enferma, postrada en su cama; pero aun lúcida y capaz. Margarita organizó también el Servicio de Enfermeras del Municipio y, bajo su competente dirección se equipó y organizó el Servicio del Hospital Municipal de Emergencias, "Gral. Freyre de Andrade", del cual fuera también su Superintendente. En 1913, en ocasión de las nuevas elecciones de la Asociación Nacional de Enfermeras de Cuba, Margarita resultaba reelecta en su cargo de Presidenta. Por último, desempeñó el cargo de Jefa del Negociado de Enfermeras, fundado en 1917. El cargo de Presidenta lo ocupó hasta 1918, en que, por razones de salud, no aceptó ser propuesta para la reelección.
La joven e incansable luchadora por los derechos y superación de las enfermeras cubanas falleció el 11 de noviembre de 1923. Su cadáver recibió sepultura en el panteón de las enfermeras en la necrópolis de Colón, cuya construcción - realizada en 1912, bajo la presidencia de la propia Margarita, con un costo de $1 716,27- fue sufragada con la contribución de las enfermeras asociadas.
Al logro de este empeño prestó también su concurso el entonces Secretario de Sanidad y Beneficencia, Dr. Manuel Varona Suárez, el mismo que años después, en 1924, al conmemorarse el primer aniversario de la muerte de la excepcional enfermera cubana, hiciera uso de la palabra, en su condición de senador de la República, en el acto homenaje realizado en la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, organizado por la Asociación Nacional de Enfermeras de Cuba, bajo la presidencia de la enfermera Martina Guevara Molina, compañera de luchas profesionales de Margarita Núñez. El panegírico de esta extraordinaria figura de la enfermería cubana estuvo a cargo del Dr. Federico Torralbas, director en ese momento del hospital "Gral. Calixto García".
Años más tarde, al materializarse una de las grandes aspiraciones de las enfermeras cubanas, el poder construir y amueblar un pabellón para enfermeras enfermas en el hospital "Gral. Calixto García", este pabellón llevó el nombre de la enfermera más distinguida de esos tiempos, quien pasaría a convertirse en la figura casi legendaria y paradigmática de los años venideros.
El Servicio de Otorrinolaringología del hospital está formado actualmente por 2 pabellones: Emilio Martínez, en recordación al padre de la especialidad en Cuba; y Margarita Núñez, al que lamentablemente un día algún ignorante le hizo arrancar el nombre que ostentaba al frente. El pabellón Margarita Núñez es el que está situado frente a la antigua Sala de Veteranos, donde hoy radica la Facultad de Ciencias Médicas.5
Martina Guevara Molina (1883- ?). Dentro de sus actividades se destacó no sólo por ser una competente profesional sino también por ser una de las grandes líderes de la Asociación Nacional de Enfermeras de Cuba. No obstante fue abanderada en la teoría y la práctica de la pedagogía sobre la docencia en enfermería. En calidad de primera profesora de la enfermería cubana instrumentó un curso preparatorio, para aspirantes a alumnas de enfermeras, donde daba la posibilidad a las superintendentes de las escuelas de probar las condiciones físicas, mentales, morales y psíquicas de la futura alumna. Le permitía a la aspirante a comprobar sus verdaderos propósitos y vocación por la profesión y le evitaba la fatiga corporal que trae consigo en los primeros tiempos el aprendizaje de enfermera. Por último, daba la posibilidad de una mejor preparación de la futura alumna, nivelación de conocimientos, y por ende de la futura enfermera. Para Martina Guevara teoría y práctica eran palabra "correlativas" pues no se podían concebir aisladas una de la otra. Aclaraba que enseñanza práctica no era sólo la experiencia en el salón de práctica sino que el punto cardinal de toda la lección es el enfermo, al que se estudiaba teniendo en cuenta sus síntomas, relación con su entorno entre otros aspectos que Florence Nightingale abordaba en su teoría y que ahora eran adaptado y revisado a las condiciones del momento.6
Pelegrina Sardá y Sardá (1872-1948). Condecorada por la Cruz Roja Cubana por sus méritos. Participó en la redacción de las modificaciones que se introdujeron en el reglamento de la Asociación Nacional de Enfermeras y Alumnas de la República de Cuba (ANEARC). Fue presidenta de esta asociación a partir de 1918 (Amaro Cano MC. Efemérides de la historia de la enfermería cubana pero su labor no sólo se circunscribió a trabajos en el ámbito de la asociación, sino que se vinculó sistemáticamente con el movimiento feminista de su época a través de su condición de federada, de la Federación Nacional de Asociaciones Feministas a la que la Asociación de Enfermeras pertenecía. Apoyó la lucha por exigir el cumplimiento de leyes que contribuían al reconocimiento de los derechos de la mujer a salario y empleo, que hasta la fecha la sociedad y la legislación le concedían solamente a los hombres. Esto quedó patentado el 14 de marzo de 1921, cuando participa en un Comité Conjunto de Asociaciones Femeninas para formular la propuesta, utilizar la propaganda y gestionar cerca de los poderes y funcionarios públicos el derecho de la mujer a esta legislación. Durante su estancia en Perú, con motivo de participar en la Segunda Conferencia Panamericana de Mujeres, entre diciembre de 1924 y enero de 1925, concluye su exposición ratificando su disposición a continuar desarrollando la profesión de enfermera, mediante "la fundación de una beca de viaje para estimular y dar la posibilidad de profundización en la enseñanza de las escuelas de enfermeras".7 Apoyó la necesidad que tenían las enfermeras de luchar por el retiro, una vez cumplidos 20 años de trabajo consecutivo al estado y luchó incansablemente por evitar el ejercicio clandestino de la profesión en Cuba. Propició que las enfermeras fueran profesionales con un alto nivel cultural y para ello aprobó la suscripción de la Asociación a revistas de la época como la Revista Médica Cubana. "Para que sea distribuida en las escuelas de enfermeras, hospitales, sanatorios y clínicas como medida de cultura profesional ". Como superintendente de la escuela de enfermeras del hospital "Gral. Calixto García" se ocupó de la enseñanza de la enfermería. En entrevista concedida a la periodista y líder del Movimiento Feminista cubano Hortensia Lamar, el 20 de mayo de 1933 ofrece sus criterios acerca del sistema de estudio ningtingaleano al que reconoce sus ventajas basada en la vinculación de la teoría y la práctica no obstante plantea la necesidad de adaptarlo a las condiciones cubanas equiparando las horas de trabajo con otras actividades que debían realizar. Para esto llevó la jornada a 6 horas de trabajo dejando las restantes para la comida, el estudio, el descanso o la cultura física. Para ella era necesario aumentar la matrícula de las escuelas viendo en ello la oportunidad de brindarle a la mujer cubana posibilidades de empleo, de independencia económica y por sobre todas las cosas un mayor número de profesionales que ejercerían sus cuidados de enfermería en función de garantizar una mejor calidad de vida a la población. Pelegrina confió en que la mujer podía desempeñar y acometer tareas, que redundarían en un futuro de progreso, por eso como delegada al Primer Congreso Nacional de Mujeres celebrado en La Habana en 1923 disertó sobre "La influencia de la mujer en la protección moral y física de la raza". En este documento expone su tesis sobre la importancia " de los principios de la Eugenesia, ciencia que enseña que la célula creada lleva en sí desde el momento en que es fecundada, los elementos vitales de sus progenitores. Estos elementos mediante su desarrollo natural darán lugar a un ser cuyo grado de perfección estará en relación con el que los padres posean ¨. Aunque no incluye directamente, la influencia que ejerce la sociedad en el desarrollo de ese nuevo ser, si hace alusión a la necesidad que tienen los jóvenes de educarse bajo estos principios que se corresponden con las acciones de prevención de enfermedades que abogamos actualmente. Perpetuar la especie significaba educarse en el aspecto físico, intelectual y moral. Además de reconocer la importancia del juego y la educación bajo una dirección científica y que la violencia para con el niño sólo engendra la falsedad y la mentira en ellos. En el actuar de esta enfermera se mantienen criterios que también defendió Florence Nightingale referente a la importancia de la instrucción para el desarrollo de la profesión y sobre la independencia de a mujer como ser social.
Hortensia Pérez Llerena (¿ - ¿). Ingresó el 1 de noviembre de 1903 en la escuela de enfermeras del hospital Número Uno de La Habana, graduándose el 1 de enero de 1907. Se desempeñó como funcionaria, asumiendo la jefatura del Negociado de Enfermeras de la Secretaría de Sanidad y Beneficencia. Fue también miembro activo de la Asociación de Enfermeras y Alumnas de la República de Cuba, donde ideó recabar de los poderes públicos la autorización de hacer una colecta pública llamada "Día de la Enfermera," convirtiéndose en una activa luchadora por la mejoría de la situación económica de sus colegas en específico de las enfermeras visitadoras.
Para Hortensia la enfermería era la responsable "del sostenimiento y desarrollo de la vida humana", por lo que reafirma los criterios de Florence con respecto al ejercicio profesional de las enfermeras por el logro de la calidad de vida del paciente y por la responsabilidad que le atribuye, meditó en todo lo referente a materia de legislación en esta profesión, no sólo en el ámbito nacional sino en el internacional.
Su reflexión la llevó a analizar que las legislaciones existentes en la mayoría de los países estaban todavía muy lejos de alcanzar la madurez necesaria debido a lo joven que era aún la profesión. Siendo necesario considerar la legislación relacionada con las enfermeras a partir de 2 aspectos fundamentales:
- Uno referente a la regulación de la Organización de las Escuelas de Enfermeras donde tiene puntos coincidentes con las ideas que sobre la educación de las enfermeras ponía en práctica Nightingale al defender en el plenario "La finalidad de nuestra profesión demanda una gran atención en lo que toca a la preparación, tanto física, como intelectual y moral, por parte de las que aspiren a graduarse y entendemos que cada una de las Asociaciones de Enfermeras deben esforzarse (por)que se redacten programas oficiales, donde aún no existan, que determinen minuciosamente los puntos de vista "(antes mencionados).
- El otro referente a la determinación de la capacidad de la enfermera y de su radio de acción una ves obtenido su título, esgrimiendo la necesidad de una regulación oficial de los deberes y derechos de las enfermeras en las instituciones del estado, en la clínicas particulares, así como de la relación con el personal subalterno con el que debían trabajar en el ejercicio de la profesión
Reclamó la atención por la regulación oficial de las horas de descanso de las enfermeras teniendo en cuenta que no debe ser quebrantada por ningún concepto. Para ella era también indispensable que las leyes amparasen a la enfermera casada, obligando a las entidades donde prestaban sus servicios a que le concedieran 2 meses de licencia con sueldo antes, y uno en las mismas condiciones, después del alumbramiento, en cada caso.
Era defensora igualmente, de la gran necesidad de constituir y organizar, con la cooperación del estado, cajas de ahorro y fondos de jubilación, separada de cualquier otra forma de jubilación.
Hortensia pensaba que la defensa de los derechos sociales y profesionales de las enfermeras era un objetivo internacional que se salía del marco estrecho de cada Asociación, por lo que los esfuerzos debían ser mancomunados mundialmente en defensa de la humanidad. A la defensa de algunos de estos derechos dedicó su vida esta destacada figura de la enfermería moderna.8
Se puede concluir que el pensamiento de Florence Nightingale en favor de la independencia y la precisión en el ámbito de la actuación y la enseñanza de la enfermería sigue siendo hoy una guía de orientación y estímulo para la continua evolución de la profesión. Dentro del marco de las ciencias médicas, la enfermería cubana desde su surgimiento como profesión recibió en primera instancia la influencia de la enfermería norteamericana, impregnada del pensamiento nightingaleano, pensamiento que con la actuación de las enfermeras cubanas se adaptó y enriqueció sentando las bases del desarrollo futuro.
Summary
Information was searched in primary and secondary documental sources. Among the first there are studies on the work of Florence Nightingale and on the history of universal nursing. As regards the second sources, journals and reports, which were official organs of associations to which Cuban nursing personalities belonged, were consulted. Their academic records and some historical documents from the archives were also reviewed. 2 fundamental stages of the nursing practice in Cuba were established: one known as the preprofessional stage that takes into consideration the survival care as a first approach to the nursing work, understood as the care given by women in the domestic space, and the other stage, the professional, where a series of changes get nursing closer to the profession canons. The present article deals with the second stage, in which the historical figure of Florence Nightingale, his theoretical thinking , and his repercussion on the universal context, where the Cuban nurses Margarita Nuñez, Martina Guevara, Pelegrina Sardá and Hortensia Pérez, play their role, are stressed in order to make some considerations on the force of Nightingale's thinking in the exercise of the profession and nursing teaching, starting from the performance of some of the above mentioned Cuban nurses..
Key words: Nursing, history, Nightingale's thinking.
Referencias bibliográficas
- Florence Nightingale, considerada la matriarca de la enfermería moderna, nació el 12 de mayo de 1820 en Florencia, Italia, mientras sus padres ciudadanos ingleses realizaban un largo viaje por Europa. De regreso a Inglaterra su infancia transcurre bajo una educación esmerada propia de una aristocracia victoriana y avanzada para su tiempo. En 1851 comienza su formación en enfermería en Kaiserwerth, Alemania, una comunidad religiosa protestante que contaba con un centro hospitalario. A partir de aquí inició un constante quehacer de supervisión de centros hospitalarios y benéficos en tiempo de paz y de guerra tanto dentro de su país como fuera de él, ocupando cargos oficiales, que la hicieron acreedora de homenajes y premios. Dedicó gran parte de su vida a la formación de enfermeras y a tratar de mejorar la calidad de vida de la sociedad en que vivió. El arte la ha inmortalizado como "La Dama de la Lámpara¨, por el uso que de ella hizo en las noches de vigilia en los hospitales de campaña. Termina sus días de fructífera labor a los 90 años de edad, el 13 de agosto de 1910.
Para profundizar en su vida y obra se puede revisar: Decker B, Farley J. What would Nightingale say ? Nurse Educator 1991,16 (3). - Aún en 1929 en el Congreso de Montreal, Canadá, evento organizado por el Concilio Internacional de Enfermeras, se analizaba la desigualdad existente en lo referente a la legislación que regulaba el nombramiento del personal que examinaba en las Escuelas de Enfermeras de Estados Unidos de Norteamérica. Pues si bien en algunos estados, estos se componían tan solo de enfermeras, en otros estaban formados únicamente por médicos y en algunos, una proporción de cada uno. Por lo que se abogaba por la regulación uniforme donde las enfermeras tuvieran el control de su propia disciplina.
- Nightingale F. Notas sobre enfermería: qué es y qué no es. Barcelona: Salvat; 1990.p. 40 (P200).
- Amaro Cano MC. Algunas consideraciones acerca de la personalidad histórica de Florence Nightingale. Rev Cubana Enfermer 1991; (1).
- Amaro Cano MC. Margarita Núñez, la Florence Nightingale cubana. Rev Cubana Enfermer 1996; (1).
- Amaro Cano MC. Síntesis biográfica de Martina Guevara Molina. Rev Cubana Enfermer 2002; 18 (2):122-4.
- Sardá y Sardá Pelegrina. Temas presentados por la Asociación de Enfermeras de Cuba a la Segunda Conferencia Panamericana de Mujeres. La Habana 1924.p.51.
- Discurso pronunciado en el Congreso Internacional de Enfermeras de Montreal en 1929 por Hortensia Pérez, como Jefa del Negociado de Enfermeras de la Secretaría de Sanidad y Beneficencia.
Recibido: 2 de septiembre de 2003. Aprobado: 7 de noviembre de 2003.
Lic. Luz Berjaga Pernía. Centro de Estudios humanísticos. Fac. "Gral. Calixto Garcia". 27 y G, Vedado. La Habana, Cuba.
1Jefa del Área Temática de Historia de la Enfermería del Centro de Estudios Humanísticos para las Ciencias Médicas, de la FCM "General Calixto García". Profesora Asistente.