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Revista Cubana de Medicina General Integral

versión On-line ISSN 1561-3038

Rev Cubana Med Gen Integr vol.33 no.1 Ciudad de La Habana ene.-mar. 2017

 

PÁGINA CULTURAL

 

Bullying: aspectos históricos, culturales y sus consecuencias para la salud

 

Bullying: historical and cultural aspects and their consequences for health


 

Miguel Lugones Botell, Marieta Ramírez Bermúdez

Policlínico Universitario "26 de Julio". Municipio Playa, La Habana, Cuba.

Guardarme de la violencia,

ya se exprese mediante la lengua, el puño o el corazón.

Martin Luther King

 

 


 

 

INTRODUCCIÓN

Desde la antigüedad la violencia estaba implícita en el método educativo, partiendo de la creencia de que "la letra entra con sangre", frase que nace en la edad media y que traduce la concepción que guiaba los procesos educativos en aquellos tiempos.1

Esta concepción sugiere que la violencia física era necesaria para educar al niño. Por ejemplo, en Roma, Horacio hace referencia a Orbillo el palmoteador, un maestro que empleaba los azotes como forma de educación; los hebreos azotaban a los niños y les negaban el pan. En la edad media, los jesuitas tenían una persona que llamaban corrector, encargada de suministrar golpes a estudiantes con conductas inadecuadas. Pero a partir de la influencia de Jean-Jacques Rousseau, que propone una visión distinta del proceso de enseñanza-aprendizaje, se inicia una nueva concepción que culmina en la visión de la infancia como un concepto consolidado, y con la aparición de los derechos del niño a mediados del siglo XX.1

La influencia de los nuevas teorías psicológicas a principios y mediados del siglo XX, de autores como Jean Piaget y Lev Vygotsky, influyen en los nuevos paradigmas educativos. Así surge el constructivismo que introduce la idea de que el sujeto construye sus propios conocimientos y el docente es un facilitador. Este método se opone a la idea tradicional prevaleciente en la historia de que el docente es una autoridad incuestionable y el estudiante, un simple receptor de conocimientos.

La incuestionabilidad del saber del docente suponía, hasta cierto punto, un poder y, a la vez, la verticalidad de la enseñanza hasta el siglo pasado. Imponiendo límites entre el docente y el estudiante.1

La Organización Mundial de la Salud (OMS), en su Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud del año 2002, declaró la violencia uno de los principales problemas de Salud Pública en todo el mundo.2

Durante los últimos años se ha hecho visible el fenómeno de la violencia escolar en diferentes medios sociales, educativos y de salud.3

Existe consenso de que la violencia es un problema que debe ser abordado por los medios educacionales y de salud pública, dada la repercusión que tiene -al menos- en ambos sectores; en el primero por todo lo que significa en el contexto educacional y en el segundo por la importancia que tiene sobre la salud física, mental, y psicológica y la debida atención que requiere. Esto se ha concretizado en la noción de bullying, concepto de gran presencia mediática y, por lo mismo, de muy poca claridad sobre lo que significa.3

Marco histórico

Desde hace varios años el bullying ha dado de qué hablar en las sociedades del mundo, siendo un fenómeno al que no se le ha dado la importancia que se merece y que la necesita debido a su gravedad.4,5

El bullying ocurre cuando los niños o adolescentes son atormentados continuamente por otro u otros con más poder, ya sea por su fortaleza física o por su nivel social.3

Este nombre lo creó en 1993 el psicólogo escandinavo Dan Olweus,4,5 de la Universidad de Bergen (Noruega), a partir de estudios sistemáticos realizados en los años 70' del pasado siglo XX sobre el suicidio de algunos adolescentes. Este autor halló que los jóvenes habían sido víctimas de agresión física y emocional de parte de sus compañeros de escuela.5

La primera publicación de Dan Olweus fue en 1978 bajo el título de "La agresión en las escuelas: Los bullyies y niños agresivos" 4,5 y señala tres características básicas: "es intencional, es repetitivo y existe un desbalance de poder."

La escuela es el escenario en donde se aprende a convivir entre diversos sujetos con diversas personalidades, y por esto, es el lugar donde más se resalta esta problemática, pero no es el único escenario donde se manifiesta este fenómeno social. Por ello, el reconocimiento del ser social e histórico manifiesta una realidad importante en este sentido.

Dan Olweus es el psicólogo que lleva más años estudiando el fenómeno bullying.3 Eligió esta palabra por su parecido con "Mobbing", término que se utiliza para describir el fenómeno en que un grupo de pájaros ataca a un individuo de otra especie. Bullying viene del vocablo inglés "bull" que significa toro. En este sentido, bullying es la actitud de actuar como un toro en el sentido de pasar por sobre otro u otros sin contemplaciones. Las traducciones más comunes del bullying al español son matonaje, acoso, hostigamiento.6

Hay bullying cuando:1

• Hay violencia intencional: de uno/a o varios/as compañeros/as hacia otro/a para causar dolor y sufrimiento.

• Hay relación desigual o desequilibrio de poder: la víctima se percibe vulnerable y desprotegida, es decir, la persona agredida puede ser herida o recibir alguna lesión física o moralmente.

• Hay violencia repetida y continuamente: no es un episodio aislado.

• Hay violencia en relación de pares o iguales: entre estudiantes.

El bullying o acoso escolar se ha considerado como algo de niños, algo pasajero que permanecía oculto, se consideraba como peleas, regañizas o escarmientos entre los menores; sin embargo y dado que vivimos en un mundo relacionado por las comunicaciones, este fenómeno a partir de la década de los 70, comenzó a preocupar a diversas personas que pusieron de manifiesto que estos hechos repercutían gravemente en el desarrollo del menor, como se menciona en la Declaración de los Derechos del Niño (DDN) proclamada por las Naciones Unidas. 5 En algunos casos, la dureza de la situación puede acarrear pensamientos sobre el suicidio e incluso su materialización, consecuencias propias del hostigamiento hacia las personas sin límite de edad.

En los países más avanzados de Europa el acoso escolar comenzó a generar preocupación y a generar la reacción de las autoridades desde finales de la década de los 80 del pasado siglo. En los Estados Unidos, desde finales de los años de los 90 una elevada frecuencia de incidentes de violencia escolar ha dirigido la atención hacia este problema.

Desgraciadamente es un término que está de moda debido a los innumerables casos de persecución y de agresiones que se están detectando en las escuelas y colegios, y que están llevando a muchos escolares a vivir situaciones verdaderamente aterradoras. El tema del bullying no es nuevo,6 este fenómeno ha estado construyéndose a través del tiempo. Por lo que los incidentes que se consideraban como de acoso en los años 70, no necesariamente son los que se consideran hoy en día. Por tanto, se cree que los criterios de bullying escolar, puedan estar siendo más elaborados día a día.

Inicialmente, la violencia escolar asumía la forma de actos vandálicos leves, como la rotura de cristales o las pintadas en paredes; sin embargo, los estudios actuales vienen a confirmar que la violencia escolar tiende hacia patrones de conducta más graves, relacionados con la violencia física y verbal.

Se han descrito hasta 8 modalidades de acoso escolar:

  • Bloqueo social
  • Hostigamiento
  • Manipulación
  • Coacciones
  • Exclusión social
  • Intimidación
  • Agresiones
  • Amenazas

La agresividad es considerada una conducta común a las especies animales, entre ellos los humanos. Estudios realizados muestran que la agresividad surge cuando el individuo siente que su supervivencia está amenazada, y por lo tanto actúa para asegurar su vida de manera defensiva.3 Esto es fácilmente observable en los animales, pero calificar conductas de estudiantes como de supervivencia es difícil. Aquí es importante considerar los aportes de la psicología del desarrollo, y especialmente aquellos elementos que resultan centrales en las distintas etapas del ciclo vital. El énfasis y la importancia de las relaciones de pares y de la integración y aceptación social son desafíos crecientes en la experiencia escolar.6

¿Por qué se produce el bullying?

Se han agrupado en tres paradigmas las posibles causas del Bullying:7,8

Factores individuales

Los modelos individuales plantean que existirían características individuales asociadas al bullying (por ejemplo, niños/as que disfrutarían dominando a otros) y que incluso algunas de estas serían de carácter genético. Algunos niños/as serían más proclives a ser parte de dinámicas agresivas dado el carácter que han desarrollado. En este sentido, incluye también la dimensión afectiva de los niños/as y el impacto de esta en sus conductas, como por ejemplo la hipótesis de que niños que han sido víctimas de matonaje reaccionan violentamente, incluso llegando a casos extremos como los tiroteos en distintas instituciones educacionales en los Estados Unidos, conocidos muy ampliamente.7,8

Factores interpersonales y grupales

Desde este enfoque, la agresividad entre pares surgiría en relación a la necesidad de establecer jerarquías sociales, y asociada a la tensión entre ser aceptado por el grupo de pares y al mismo tiempo individualizarse. Estos procesos cobran centralidad cuando los niños empiezan a relacionarse con otros y a "afirmarse" o definirse en función de los otros.9 Desde esta perspectiva, el bullying surge en torno de la disputa y/o defensa de la posesión de objetos y/o bienes que son considerados valiosos en el contexto, como por ejemplo el estatus social.10

Factores sociales y culturales

Desde esta perspectiva el bullying estaría asociado a la existencia de grupos con diferencias en términos de poder y estatus, principalmente basadas en antecedentes históricos y culturales (raza, género, nivel socioeconómico, minorías en general). Especialmente interesante aquí es la agresividad inter-género, respecto de la cual se especula que hombres han aprendido del contexto socio cultural a relacionarse con mujeres de una manera abusiva (lo que se ha conceptualizado como la construcción de una masculinidad hegemónica), tanto contra niñas como contra niños que no presentan las cualidades típicamente adscritas a dicha masculinidad.11,12

Incidencia y contextos

Los países escandinavos, con Dan Olweus a la cabeza como ya se señaló,3 son los pioneros en esta área de investigación. El primer estudio sistemático se inició en 1970 en Suecia; antes, a finales de los 60, tras 3 suicidios comenzaron las primeras exploraciones. En Finlandia, a finales de la década de los 70, Laggerspetz dirige los primeros estudios. En 1982 en Noruega, bajo la dirección de Olweus, comenzaron a investigar y hacer campañas antibullying a raíz de 3 suicidios de adolescentes en ese año.3

En los años 70 comenzaron a verse estudios sobre el tema. Es decir, a partir de dicho tiempo se empezó a hablar del fenómeno, del acoso o intimidación entre estudiantes.6 En Inglaterra, a finales de la década de los 70, Lowenstein realiza sus primeros trabajos. En España, el primer estudio se realizó en la Comunidad de Madrid a finales de los 80.

Se plantea que aproximadamente un 5 a 10 % de los estudiantes participa como agresor, y entre un 10 y un 15 % como víctima, en dinámicas de matonaje en las escuelas.13 Además, existe alrededor de un 2 % de estudiantes que son tanto agresores como víctimas. Por otra parte, estudios sobre la estabilidad de estas dinámicas plantean que alrededor de un 50 % de los estudiantes continúa en esta situación (como agresor y/o víctima) luego de un período de seis meses.11

Respecto de las formas de esta violencia, las distinciones clásicas identifican violencia física y violencia relacional, también llamada a veces violencia psicológica. La primera responde a golpes, empujones, atentados contra la propiedad y amenazas físicas, en tanto la segunda refiere a exclusión, rumores falsos, estigmatización, entre otros.

Las investigaciones muestran que las relaciones de matonaje se dan principalmente en contextos escolares que se caracterizan por ser poco estructurados y en donde no existe supervisión de adultos. En este sentido, los recreos, la salida del colegio, y algunos espacios como los baños son lugares propicios. No obstante, las nuevas tecnologías de comunicación han complejizado esto, pues el bullying puede darse a través del espacio virtual.13

Inflamación crónica sistémica hasta la edad adulta 14

El 'bullying' puede tener consecuencias desfavorables para la salud a largo plazo,14 así como las siguientes conductas de ansiedad y estado afectivo emocional:

 

• En algún momento llora y muestra dolor físico o psíquico.

• Tristeza, humor inestable y poco comunicativo.

• Irascibilidad, ataques de ira o rabia. Ira o rabia contenida.

• Somatizaciones diversas: dolores de cabeza, dolores de estómago, pérdida de apetito, insomnio, enuresis y descontrol de esfínteres, vómitos, tartamudeo, malestar generalizado.

• Finge dolencias para evitar determinadas situaciones y entornos.

• Nerviosismo, ansiedad, angustia, pesadillas.

• Conductas de infantilización y dependencia.

El acoso escolar al igual que otras formas de maltrato produce secuelas biológicas (expresión de genes) y psicológicas.

Los niños que sufren acoso pueden experimentar inflamación crónica sistémica que persiste hasta la edad adulta, mientras que los agresores pueden experimentar beneficios para su salud por aumentar su estatus social a través de la intimidación.14

Los resultados de investigaciones señalan las consecuencias biológicas de la intimidación y, mediante el estudio de un marcador de inflamación, ofrecen un potencial mecanismo de cómo esta interacción social puede afectar al funcionamiento de la salud más adelante".14

Estudios anteriores han sugerido que las víctimas de acoso infantil sufren consecuencias sociales y emocionales en la edad adulta, incluyendo un aumento de la ansiedad y la depresión. Sin embargo, los niños intimidados también presentan problemas de salud, como dolor y enfermedad, es decir, que ser susceptible de acoso puede extenderse más allá de los resultados psicológicos.

Entre las víctimas de acoso escolar, se ha señalado que hay un cierto impacto en el estado de salud en la edad adulta y muchas conductas antisociales y delictivas.14

Aunque el acoso escolar es más común y se percibe como menos perjudicial que el abuso infantil o el maltrato, los resultados sugieren que la intimidación puede alterar los niveles de inflamación en la edad adulta, de forma similar a lo que se ve en otras formas de trauma infantil.

Los investigadores concluyeron que la reducción del 'bullying', así como la reducción de la inflamación en las víctimas de acoso escolar, podrían ser objetivos clave para promover la salud física y emocional y disminuir el riesgo de enfermedades asociadas con la inflamación.14

Es importante tener presente la consideración de que el bullying puede tener efectos también para "los espectadores", y estas pueden ser: miedo, sumisión, desensibilización, interiorización de conductas antisociales y delictivas para conseguir deseos, sentimientos de culpabilidad y persistencia de síntomas a largo plazo y en edad adulta.

 

Consideraciones finales

El bullying es un fenómeno general que se produce en todos los estratos sociales y en todos los países en los que se ha investigado. La escuela constituye un importante escenario cuya influencia en el desarrollo se lleva a cabo a través de la educación formal. La finalidad educativa es promover la socialización de los niños, con una formación integral al abarcar todos los aspectos del desarrollo: afectivo, cognitivo y bio-social. Promueve aprendizajes y conocimientos variados de los elementos humanísticos, artísticos culturales y científicos de la cultura nacional y universal. La escuela se convierte en la educación primera en la vida de una persona, es la primera experiencia social que tiene un individuo cuando es niño, por ende, es fundamental.

En la vida cotidiana del estudiante se presentan conflictos, algunos por lo general son simples conductas lógicas de niños y adolescentes que comparte un espacio/tiempo en común, pero existen diferentes clases de agresividades que son repetitivas y crueles que cada vez se están volviendo más frecuentes en el ámbito escolar, hoy en día es un problema social (bullying o matoneo), el cual incrementa los problemas de salud mental, física, psicológica y la deserción escolar. De ahí, la necesidad de conocer y prevenir el acoso escolar.

La violencia se ha considerado como un fenómeno estructural que afecta a toda la sociedad,15 y es uno de los principales problemas de Salud Pública en todo el mundo.2

Bullying, aunque no es sinónimo de violencia escolar, sino más bien una forma específica de ésta, que se articula en la institución educativa, no escapa a este concepto. No existen definiciones únicas respecto de su génesis; hay consenso entre los investigadores en que el bullying es un fenómeno complejo y multicausal, y por lo mismo, la integración de distintas perspectivas para abordarlo permite alcanzar una mayor comprensión.

Es importante destacar, teniendo en cuenta una perspectiva histórica, cultural y dialéctica de este fenómeno, que el acoso o violencia también puede ocurrir en otros lugares diferentes a la escuela, teniendo presente las formas actuales de violencia como el mobbing -violencia en el trabajo-, o la violencia doméstica y cotidiana.2 Esto es de fácil comprensión cuando se considera que en los grupos sociales siempre hay una relación de poder en virtud de la fuerza, el tamaño, la habilidad, la personalidad o la jerarquía. Este poder puede utilizarse de manera abusiva, lo que se considere abuso dependerá del contexto social y cultural, pero es ineludible cuando examinamos la conducta humana.

Lo más importante es tener conciencia de la propia forma de comprender el fenómeno y desde qué perspectivas se está intentado su abordaje, donde los aspectos de la salud integral -presente y futura-, de todos los afectados y de la comunidad -donde viven sus ejecutores-, ha sido lo que menos se ha estudiado y en lo que también se debe hacer énfasis.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Samaniego I. Antecedentes de la violencia escolar. Fenómeno histórico. 2014 [consultado 30 Oct 2016]. Disponible en: http://impresa.prensa.com/opinion/Antecedentes-violencia-escolar-Ivan-Samaniego_0_3616888345.html

2. Muchembled R. Historia de la violencia. 2012 [consultado 30 Oct 2016]. Disponible en: http://www.elcultural.com/revista/letras/Historia-de-la-violencia/28750

3. Arón A. Un programa de educación para la no violencia. En: C. Berger & C. Lisboa (Eds.). Violencia escolar: Estudios y posibilidades de intervención en Latinoamérica (Santiago, Chile: Editorial Universitaria; 2008. p. 265-96.

4. Olweus D. Aggression in the schools: Bullies and whipping boys. Washington D.C., USA: Hemisphere (Wiley); 1978.

5. Marco histórico del Bullying. 2013 [consultado 22 Oct 2016]. Disponible en: http://bullyingenlasescuelasgrupo401.blogspot.com/2013/05/marco-historico-del-bullying.html

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7. Berger C, Lisboa C. Hacia una comprensión ecológica de la agresividad entre pares en el microsistema escolar. En: C. Berger & C. Lisboa (Eds.), Violencia escolar: Estudios y posibilidades de intervención en Latinoamérica Santiago, Chile: Editorial Universitaria; 2008. p. 59-83.

8. Rigby K. Addressing bullying in schools: Theoretical perspectives and their implications. School Psychology International. 2004;(25):287-300.

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10. Cillessen AHN, Mayeux L. From censure to reinforcement: Developmental changes in the association between aggression and social status. Child Development. 2004;75:147-163.

11. Berger C, Rodkin P. Male and Female Victims of Male Bullies: Social Status Differences by Gender and Informant Source. Sex Roles. 2009;61:72-84.

12. Narvaz MG, Koller SH. Famílias e Patriarcado: da Prescrição Normativa à Subversão Criativa. Psicologia & Sociedade. 2007;18(1):45-55.

13. Orpinas P, Horne A. Bullying Prevention: Creating a Positive School Climate and Developing Social Competence. Washington DC, USA: American Psychological Association; 2006. p. 165-172.

14. Inflamación crónica sistémica hasta la edad adulta El 'bullying' puede tener consecuencias para la salud a largo plazo. 2014 [consultado 23 Oct 2016]. Disponible en: http://www.laregion.es/articulo/sociedad/bullying-puede-tener-consecuencias-salud-largo-plazo/20140512212026467605.html

15. Alfonso Rodríguez A. Violencia e identidades sexuales no hegemónicas y salida del closet. Revista Sexología y Sociedad. 2012:(18)50:4.

16. Sposito M. Um breve balanço da pesquisa sobre violência escolar no Brasil. Revista Educação e Pesquisa. 2001;27(1):87-103.

 

 

Recibido: 2016-11-26.
Aprobado: 2016-12-19.

 

 

Dr. Miguel Lugones Botell. Policlínico Universitario "26 de Julio". Municipio Playa, La Habana, Cuba. Dirección electrónica: lugones@infomed.sld.cu

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