Estimado editor:
La Organización Mundial de la Salud reporta al tabaquismo como la principal causa prevenible de enfermedad, discapacidad y muerte prematura, y ha señalado que mueren aproximadamente 14 000 personas al día, por alguna de las enfermedades atribuibles a este.1
El tabaquismo constituye un factor de riesgo en seis de las ocho principales causas de mortalidad en el mundo, es la segunda causa principal de muerte y se estima que más de cinco millones de personas fallecen al año como consecuencia de su consumo.2
El hábito tabáquico es progresivamente más precoz y ocurre alrededor de los 13,5 años, por esto y por sus graves perjuicios para la salud, el tabaquismo en adolescentes es un importante problema social.2
La adolescencia es una edad psicológica que tiene, ante todo, una determinación histórico-social sobre el desarrollo de las funciones psíquicas superiores y en el que se hace imperativo concebir al adolescente como una persona que se encuentra en un período de cambios, que prepara los pasos para nuevas etapas evolutivas que le permitirán alcanzar su propia identidad y el planeamiento y el desarrollo de proyectos de vida satisfactorios.2
El hábito de fumar se agrava cuando se presenta en adolescentes, los cuales se encuentran en desventaja, producto de las características sociopsicológicas que marcan esta etapa del desarrollo del ciclo vital.3) Diversas investigaciones han demostrado que frecuentemente el consumo de tabaco comienza en la adolescencia temprana.3
La Encuesta Mundial de Tabaquismo en Jóvenes reveló que el por ciento de adolescentes de 13 a 15 años que consume tabaco supera el 20 % en muchos países, pero más preocupante es que un por ciento de los adolescentes que no fuma indicó que, definitiva o probablemente, fumaría el siguiente año o si un amigo le ofreciera un cigarrillo.2
Los hallazgos más alarmantes con relación a este nocivo hábito están relacionados con la edad de comienzo de su práctica. Chile es el país con mayor porcentaje de fumadores, seguido de Estados Unidos y la edad de inicio está comprendida entre los 13 y 15 años. En Perú, la edad media para el uso del cigarro es de 17 años en la población general y 16 años en los varones; uno de cada 10 individuos se inicia antes de los 12 años, mientras que cuatro de cada 10, entre los 12 y 16 años.4
En Cuba las edades de inicio son de 12-16 años (40 %). La cantidad a consumir oscila entre 6 y 10 cigarrillos diarios, así como las provincias predominantes en el consumo son La Habana y Santiago de Cuba.4
Al respecto, la tercera encuesta de factores de riesgo aplicada a más de 9 millones de cubanos arrojó que 24 % de la población mayor de 15 años fuma activamente y más de 50 % están expuestos al humo del tabaco ajeno.4
En estudios realizados en adolescentes en Cuba,1,3,4,5 la prevalencia del tabaquismo oscila entre el (11,4 % a 41,1 %), comenzando el hábito antes de los 15 años de edad.
Por tal motivo, las medidas de promoción y prevención del hábito de fumar deben fomentarse en estos grupos etarios en los diferentes centros educacionales. De esta manera se contribuirá a disminuir la morbimortalidad por esta causa.